Elecciones autonómicas
Sumar naufraga y Podemos desaparece en las elecciones gallegas

Los de Marta Lois se quedan en torno al 2% del voto en el conjunto de Galicia y Podemos no llega al 0,5%. La izquierda española desaparece del mapa político gallego.
Marta Lois votando 18F
Marta Lois vota el 18 de febrero en las elecciones gallegas.
18 feb 2024 22:05

No había partido y las dudas sobre si Sumar conseguiría un diputado, como prometían algunas encuestas, han quedado disipadas prácticamente desde que se han dado los primeros datos del escrutinio. Con el 1%, los de Marta Lois no llegaban a trescientos votos y estaban por debajo de Vox. En el caso de Podemos, que en ningún momento ha entrado en las estimaciones demoscópicas, el drama era aun mayor: no llegaban ni a 200 votos. En ese mismo momento, los tres partidos principales ya sumaban sus votos por miles y quedaba claro que la noche solo podía aportar una sorpresa: la entrada de Democracia Ourensana en Ourense. La crónica de la mala noche electoral parecía ya escrita cuando se ha sabido que Sumar no había abierto la sede nacional del partido en Madrid para seguir los resultados.

Con el 25% ya era una certeza absoluta que ni Isabel Faraldo ni Lois iban a estar en el próximo Parlamento galego. Sumar no llegaba al 2% del voto, apenas sumaba 6.000 votos cuando PP y BNG superaban los cien mil y el PsdeG se situaba en 55.000.

El objetivo de conseguir el 5% en A Coruña, donde se presentaba Lois, o en Pontevedra, ha resultado ser una ilusión. Con tres de cada cuatro votos escrutados, Sumar se situaba por debajo de Vox, con el 2,19%, en Pontevedra, era del 2,4, y en el conjunto de Galicia, el 1,84%.

El triste consuelo para el partido magenta es que la disputa estaba en otro escenario y ni siquiera iba a ser determinante su pobre desempeño para la derrota de la izquierda. El impacto de esos votos perdidos no ha sido la razón de la victoria del PP. 

De hecho, los resultados de Galicia en Común en las elecciones de 2020, del 3,94%, muestran que el espacio generado por Yolanda Díaz no sólo no ha multiplicado las opciones sino que el voto que funcionó en clave plurinacional en 2016 y que se desvaneció en 2020 directamente no existe ya, al menos en las elecciones autonómicas. Juntos, Sumar y Podemos apenas rozan el 2% del electorado.

En las generales de julio de 2023, los de Díaz obtuvieron 175.813 votos (casi el 11% del total) y superaron al Bloque Nacionalista Galego, pero la nueva izquierda sustituta de Unidas Podemos tiene el mismo problema de implantación territorial que ha mantenido –con la excepción de Catalunya y, hasta ahora, de la Comunidad Autónoma Vasca— desde su eclosión en 2016. En Galicia, aquel año, En Marea —donde se encuadraba Anova, que en estas elecciones ha regresado al Bloque— obtuvo 271.418 sufragios. Con el 19% de los votos al final de la noche electoral, la coalición encabezada por Luis Villares se situó segunda y relegó al BNG a su peor resultado en este siglo.

“Perdieron el sentido común, se dedicaron a facilitarle los trabajos al PP”, dijo Beiras en referencia a ese espacio de disputa generado entre Sumar y Podemos

La situación, ocho años después, es completamente diferente. La izquierda gallega soberanista del BNG ha convencido a decenas de miles de votantes de aquel espacio. Los barómetros del CIS de la campaña electoral dejaron claro que los votantes de Galicia en Común iban a votar a Ana Pontón.

La campaña de Marta Lois nacía herida de gravedad, y la candidata, que no fue la primera opción para Yolanda Díaz, no ha podido remontar esa sensación de mal karma que se ha extendido a toda la izquierda española —la plurinacionalidad queda para otra ocasión— y que presagiaba los malos resultados que han constatado la noche del 18 de febrero. La idea de una izquierda transplantada, que puede funcionar sin estructura, organización territorial y autonomía en el territorio, ha quedado definitivamente desterrada hoy.

Xosé Manuel Beiras, representante de la esquerda galega, que apoyó el viaje de ida hacia En Marea en el momento de eclosión de Podemos y la política del cambio, lo explicó a comienzos de febrero en una entrevista en la radio pública vasca: “Perdieron el sentido común, se dedicaron a facilitarle los trabajos al PP”, dijo en referencia a ese espacio de disputa generado entre Sumar y Podemos.

Para el partido morado, las elecciones gallegas eran un mal trago anunciado. Su candidata, Isabel Faraldo, explicó a El Salto que ella misma había votado en blanco en la consulta en la que, el 30 de diciembre, Podemos rechazó el acuerdo de coalición con Sumar. Desde entonces la campaña de los morados ha oscilado entre el control de daños de cara a las elecciones europeas —presentándose como un partido unido en torno a su candidata— y la retórica habitual sobre el ninguneo de la prensa a Faraldo. Lo cierto es que no ha sido un problema de foco. 

El proceso de caída de Podemos en Galicia comenzó mucho antes. Sus dirigentes achacan la fallida construcción de la marca a Yolanda Díaz, hasta 2020 su alfil en el territorio. Los resultados de Sumar hoy justifican esa crítica a la ferrolana que, deshaciéndose de sus socios, no ha conseguido su objetivo de crear mejores expectativas para el espacio que existió en torno a Alternativa Galega de Esquerda en 2012 y a todo el magma Podemos en 2015. Pero, en cualquier caso, queda claro que no había plan B, que Podemos está aislado en un gran número de territorios y que este resultado es un palo de cara a las elecciones europeas, para las que apenas quedan cuatro meses.

Destruida la imaginación política en las dos orillas de la izquierda española, quedan las inercias. Y la inercia es descendente nivel pozo profundo, como se aprecia en los datos de hoy. El próximo ciclo que se abre en Galicia es positivo para el BNG, que debe consolidar su voto urbano, seguir diferenciando el marco propio frente al debate en clave de Madrid, y que necesita imperiosamente mejorar su implantación en la Galicia rural. Sin muchas equivocaciones por parte del Bloque, es posible que no vuelva a florecer una izquierda española en ese territorio durante mucho tiempo.

Elecciones autonómicas
Sumar afúndese e Podemos desaparece nas eleccións galegas

Os de Marta Lois sitúanse arredor do 2% no conxunto de Galiza e Podemos non chega ao 0,5%. A esquerda estatal desaparece do mapa político galego.
Marta Lois votando 18F
Marta Lois vota o 18 de febreiro nas eleccións galegas.
18 feb 2024 22:09

Non había partido e as dúbidas sobre se Sumar conseguiría un deputado, como prometían algunhas enquisas, quedaron disipadas practicamente desde que se deron os primeiros datos do escrutinio. Co 1%, os de Marta Lois non chegaban a trescentos votos e estaban por debaixo de Vox. No caso de Podemos, que en ningún momento entrou nas estimacións demoscópicas, o drama era aínda maior: non chegaban nin aos 200 votos. Nese mesmo momento, os tres partidos principais xa sumaban os seus votos por miles e quedaba claro que a noite electoral só podería aportar unha sorpresa: a entrada de Democracia Ourensana na provincia de Ourense. A crónica da mala noite electoral parecía xa escrita cando se soubo que Sumar non tiña aberta a sede nacional do partido en Madrid para seguir os resultados.

Co 25%, xa era unha certeza absoluta que nin Isabel Faraldo nin Lois ían estar no próximo Parlamento galego. Sumar non chegaba ao 2% de voto, apenas sumaba 6.000 votos cando PP e BNG superaban os cen mil e PSdG-PSOE se situaba en 55.000.

O obxectivo de conseguir o 5% na Coruña, onde se presentaba Lois, ou en Pontevedra resultaron ser unha ilusión. Con tres de cada catro votos escrutados, Sumar situábase por debaixo de Vox, co 2,19%: a súa porcentaxe de voto en Pontevedra era do 2,4%, e no conxunto de Galiza do 1,84%.

O triste consolo para o partido maxenta é que a disputa estaba noutro escenario e nin sequera ía ser determinante o seu pobre desempeño para a derrota da esquerda. O impacto deses votos perdidos non foi a razón da vitoria do PP.

De feito, os resultados de Galicia en Común nas eleccións de 2020 (3,94%) amosan que o espazo xerado por Yolanda Díaz non só non multiplicou as opcións, senón que o voto que funcionou en clave plurinacional en 2016 e que se esvaeceu en 2020 directamente xa non existe, alomenos nas eleccións autonómicas. Xuntos, Sumar e Podemos non chegan ao 2%.

Nas xerais de xullo de 2023, os de Díaz obtiveron 175.813 votos (case o 11% do total) e superaron ao Bloque Nacionalista Galego, pero a nova esquerda que veu a substituír a Unidas Podemos ten o mesmo problema de implantación territorial que mantivo –coa excepción de Cataluña e, ata agora, de Euskadi— desde a súa eclosión en 2016. En Galiza, aquel ano, En Marea —onde se encadraba Anova, que nestas eleccións volveu apoiar ao BNG— obtivo 271.418 sufraxios. Co 19% dos votos ao final da noite electoral, a coalición encabezada por Luís Villares colocouse segunda e relegou ao BNG ao seu peor resultado neste século.

“Perderon o sentido común, dedicáronse a facilitarlle os traballos ao PP”, dixo Beiras en referencia a este espazo de disputa xerado entre Sumar e Podemos

A situación, oito anos despois, é completamente diferente. A esquerda galega soberanista do BNG convenceu a decenas de miles de votantes daquel espazo. Os barómetros do CIS da campaña electoral deixaron claro que os votantes de Galicia en Común ían votar a Ana Pontón. A campaña de Marta Lois nacía ferida de gravidade, e a candidata, que non foi a primeira opción para Yolanda Díaz, non puido remontar esa sensación de mal augurio que se estendeu a toda a esquerda española –a plurinacionalidade queda para outra ocasión– e que presaxiaba os malos resultados que quedaron constatados a noite do 18 de febreiro. A idea dunha esquerda transplantada, que pode funcionar sen estrutura, organización territorial e autonomía no territorio, quedou definitivamente desterrada hoxe.

Xosé Manuel Beiras, representante da esquerda galega, que apoiou a viaxe de ida cara a En Marea no momento do xurdimento de Podemos e a política do cambio, explicouno a comezos de febreiro nunha entrevista na radio pública vasca. “Perderon o sentido común, dedicáronse a facilitarlle os traballos ao PP”, dixo en referencia a este espazo de disputa xerado entre Sumar e Podemos.

Para o partido morado, as eleccións galegas eran un mal trago anunciado. A súa candidata, Isabel Faraldo, explicou a O Salto que ela mesma tiña votado en branco na consulta na que, o 30 de decembro, Podemos rexeitou o acordo de coalición con Sumar. Desde entón, a campaña dos morados oscilou entre o control de datos de cara ás eleccións europeas –presentándose como un partido unido arrador da súa candidata– e a retórica habitual sobre o ninguneo da prensa á súa candidata. O certo é que non ten sido un problema de foco.

O proceso de caída de Podemos en Galiza comezou moito antes. Os seus dirixentes achacan a fallida construción da marca a Yolanda Díaz, ata 2020 o seu alfil no territorio. Os resultados de Sumar no día de hoxe xustifican esa crítica á ferrolá, quen, desfacéndose dos seus socios, non conseguiu o seu obxectivo de crear mellores expectativas para o espazo que existía arredor de Alternativa Galega de Esquerda en 2012 e a todo o magma Podemos en 2015. En calquera caso, queda claro que non había plan B, que Podemos está illado nun gran número de territorios e que este resultado é un pau de cara ás eleccións europeas, para as que apenas quedan catro meses.

Destruída a imaxinación política nas dúas caras da esquerda española, quedan as inercias. E a inercia é descendente cara un pozo profundo, como se aprecia nos datos desta xornada. O próximo ciclo que se abre en Galiza é positivo para o BNG, que debe consolidar o seu voto urbano, seguir diferenciando o marco propio fronte ao debate en clave de Madrid, e que precisa imperiosamente mellorar a súa implantación na Galiza rural. Sen moitas equivocacións por parte do Bloque, é posible que non volva florecer unha esquerda española nese territorio durante moito tempo.

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nalaragua
20/2/2024 0:36

El proyecto político de Podemos es claro y contundente, pero nunca se ha respetado su proceso de desarrollo en los 10 años de vida. De tifus modus, creo que ese espacio de izquierdas está cubierto en las tres comunidades históricas por los partidos de izquierdas nacionalistas: BNG, ERC y Bildu. Así que ahí otras izquierdas no pueden conseguir satisfacción electoral.

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juabmz
19/2/2024 22:00

Si Sumar naufraga, Elorduy, Podemos No desaparece por más que te empeñes. Solo han quedado momentáneamente a la deriva. Y como dice el canto marinero "Si no hay viento habrá que remar". Y por brazos no ha de ser. Verás como no.

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Antonino
19/2/2024 18:37

Creo que el nihilismo estúpido, valga la redundancia, que abunda en muchos comentarios, puede obedecer a dos tipos de personas. Bien a gente que intenta revolver, lo que se suele llamar troll, o gente inmadura que sólo sabe criticar lo de los demás, claro. Porque si no se atreven a montar un partido verdaderamente revolucionario, se quedan a la espera de aparezca un o una líder, inmaculada, les lleve a esa arcadia feliz donde atan los perros con longaniza, amb llonganisa que dicen en Catalunya. Quién se alegre del trágico descalabro de la izquierda española, siendo pobre o mileurista, se lo tiene que mirar.

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Asanuma
19/2/2024 13:20

Se me olvidó comentar que a nivel electoral la inacción por los pellets de plástico en las playas frente a la acción de regar con dinero público a la mayoría de medios de comunicación de Galicia -excepto a los alternativos-, les ha salido más rentable ésta última: parece que la realidad que presentan estos medios es más creíble que la realidad misma.

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Marc
19/2/2024 12:47

Estava més que clar. Només des de Madrid no es volia vore. A Díaz al seu poble la voten quatre gats.

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Asanuma
19/2/2024 12:35

El PP ha obtenido 700.491 votos y la suma de votos del BNG, PSOE-G, Sumar y Podemos son: 706.790. Luego quedan los votos de PACMA, DO, VOX a otorgar a uno u otro lado. En cualquier caso -como ya dijeron algún escritor y periodistas gallegos-, ni los resultados electorales en Galicia, ni los titulares de los medios de comunicación, reflejan de verdad la realidad gallega. Nuestro sistema electoral no favorece a las minorías, así que si se pretende desalojar al PP del gobierno de Galicia la izquierda gallega en general tendrá que crear otras estrategias con renovada ilusión. Mientras tanto, el deterioro de la sanidad y la escuela pública, y tantas otras cosas, seguirán los planes de los patrioteros de siempre.

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Álvaro*
19/2/2024 11:42

Las ordenes y directrices siguen siendo desde arriba hacia abajo, y cuando hay cosas que funcionan en los territorios las ningunean y las debilitan desde ese madrileñocentrismo. En Extramadura Unidaspor Extremadura, funiona, tiene candidata y recorrido, hay que apoyarla y fortalecerla. Miedo me da el desembarco de Sumar aqui que es inexistente y se lo cargue todo.

Por otro lado, la gente vota diferente en cada eleccion, municipal, autonomica y general, pero parece que solo se puede votar a un partido en todas ellas. ¿No es más inteligente tal vez no presentarse donde no te van a votar y fortalecer y tejer alianzas? El bng en el congreso pinta poco y fijate en Galiza, y al reves con las izdas, o en euskadi... Podemos ser un poco inteligentes?

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Narfio
19/2/2024 19:11

"Miedo me da el desembarco de Sumar ..."
Yo también tendría miedo.

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HERRIBERO
19/2/2024 11:38

El Salto NO desea comentarios "contrarios" a su campaña en defensa de Sumar, pero las libertades deben de estar (junto a las opiniones) en ¡Libertad! Vetos y censura es dictadura.

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HERRIBERO
19/2/2024 12:41

El Salto, da otro Salto y da curso a lo escrito. Tal honor, es de resaltar, lo hago convencido de ser un lapsus.

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Sirianta
Sirianta
19/2/2024 13:24

No percibo una campaña en defensa de Sumar en este medio, y lo dice una persona a la que le desagrada totalmente ese proyecto político. Tampoco me he sentido vetada o censurada durante mi tiempo aquí.
Espero que se le pase su malestar y que tenga un muy feliz día.

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HERRIBERO
19/2/2024 19:35

Pués que santa lucía te conserve la vista. Ese ¿proyecto? político es un fraude de "clase", que muchos medios (este también) le han dado prioridad. Y hay que decirlo, todo lo demás es dar fuego a las ideas, la ética en favor de los colocados a "dedo".
Desde la aparición de Sumar, el espacio ha perdido muchos votos y si está este gobierno es por otras fuerzas de izquierdas como ERC, EH Bildu, BNG. El ego centralismo del "movimiento Sumar", NO saca botos . . .¡Ni en el pueblo de Yolanda Díaz!
Los que debieran dimitir son los mismos que "vetan" y encima les piden ir juntos. Esto tiene un nombre, que por ser fuerte me lo callo. Lo mismo le deseo. . .¡La felicidad de Sumar!

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HERRIBERO
19/2/2024 11:17

Vaya por el centralismo "ególatra", NO han llegado ni al 2%, aquellos "videntes" de información de Salto y progresismo "cuqui". Sumar, sigue "dividiendo", ni tiene implantación territorial. . . ¡Ni la tendrá! La cara "B" de un P$0E centralista, que sueña con desgastar a Podemos, pero SIN contar con los que votamos en las urnas, que estamos hasta las narices de "inventos", "vetos", "silencios calculados", "invisibilizaciones" y centralismo madrileño.
Pablo Iglesias, ha sido el único que acertó en la apuesta por el BNG, y que algún medio se le echó encima. Ahora, habrá que reconocer su análisis.
Sumar, le "resta" al P$0E (para centralista ya se basta él), y da lo mismo ya que haga primarias. . . ¡Con los que coloca antes a "dedo"!
Elkarrekin - Podemos y Ahal Dugu Podemos en Euskal Herria, tienen su cuota de votantes y la fidelidad de ellos, con ese espacio de acuerdos con EH Bildu, que deberán sostener.
La "marginación" de esta fuerza, NO cuentan luego el porqué de tales resultados. Subrayan lo negativo, pero NO el "motivo".

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isa
19/2/2024 11:13

Sumar y Podemos : disfrutad lo votado

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Narfio
19/2/2024 19:12

A mí me parece que los que van a disfrutar de verdad son todos los gallegos otros 4 años.
Pero bueno, si quieres pensar que si hubieran ido juntos habrían sacado 20 escaños, allá tú.

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raul.jimeno
19/2/2024 10:54

Sigo pensando que este país necesita a Podemos. Un partido abierto donde hay primarias y debate. El primer gobierno de coalición llegó con ellos... y si el PSOE ha realizado medidas de izquierda ha sido gracias a Podemos... porque todos sabemos que la prioridad del PSOE (y Errejonistas) era Ciudadanos.

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RamonA
19/2/2024 10:32

Hay Ppodrido para rato mientras el ecosistema mediático gallego esté financiado por los populares y continúe el clientelismo pepero instalado en la sociedad gallega tras décadas de mayorías absolutas, que recuerda a la Andalucía del PXXE.

El BNG, la izquierda real a la izquierda del PSdeG, ha tenido una subida espectacular muy probablemente debida a los votos “útiles” recogidos de formaciones “progresistas” y de izquierdas, a su implantación territorial y a su excelente campaña. ¿Ocurrirá lo mismo en las europeas y en las generales?

El PSdeG, que de casi todas las formaciones políticas es la más cercana al PP, no sólo no consigue arrancar ningún voto pepero, sino que experimenta una bajada significativa de la que se aprovecha el BNG.

Los resultados de Podemos y Sumar son el fiel reflejo del destrozo que ha supuesto la irrupción de Sumar, del que se ha beneficiado (menos mal) el BNG.

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fllorentearrebola
19/2/2024 8:34

La división por personalismos que no por diferencias programáticas (en la que subyace el divorcio peor gestionado de la izquierda: el de los dos líderes más tóxicos y ambiciosos del núcleo fundacional del engendro morado), el indisimulado carácter centralista y colonial de la izquierda madrileña, la ausencia de generosidad o siquiera de un poco de visión estratégica del golpe de efecto que hubiera tenido retirar sus inútiles candidaturas en favor del BNG, el desconocimiento prepotente de la realidad plurinacional y plurilingüística, el haberse convertido en meras comparsas clientelares de Sánchez, etc les han llevado a conseguir a Sumar y Podemos un sonoro fracaso que precede a los que van a cosechar, muy merecidamente, en Euskadi y en las Europeas. Enhorabuena gobernistas: ya queda muy poco para que destruyáis todo el capital político antagonista del 15m. La tesis populista del hoy portavoz parlamentario de Sumar era eso: demagógica basura.

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Meninha
19/2/2024 12:06

Dar por feito que a retirada das candidaturas de Sumar e Podemos significaría un aumento de voto ao BNG é non coñecer moito a política galega. Eu non teño dereito a voto porque estou migrada, pero coñezo xente que votou ao Bloque co fuciño tapado (algúns recordamos perfectamente as súas alianzas con PNV e máis CiU), non por crer no proxecto, senón pola leria do voto útil (eu estaría neste grupo de ter dereito a voto), e xente que dicía que, de non presentarse Podemos ou Sumar, ficarían na casa. Totalmente respetables todas as opcións, na miña opinión. A análise de que, de non haber máis opción, todos os votos irían ao Bloque é coma dicir que se só se presentase o PP, tería o 100% dos votos. Pois ao mellor, non, ao mellor habería xente que ficaba na casa. Teño entendido que, de presentarse xuntos PSOE e Sumar, teríanlle ripado dous escanos ao PP. Insuficiente, en todo caso, pero aí está o dato. Aínda que é outra vez política ficción, porque a suma de dous partidos non é igual á suma das súas votantes, para mostra, os resultados de Sumar en xullo. De todos modos, sempre é un pracer que veña xentiña de fóra explicarnos a política galega, grazas.

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juabmz
19/2/2024 18:17

Soamente recomendar o visionamento do programa "El Tablero" de hoxe, no cal o sempre fiábel periodista galego, Aníbal Malvar, refírese ó pacto do BNG con PNV e CIU: a finalidade era únicamente facer unha fronte común para encarar posibles conversas có terrorismo.

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fllorentearrebola
19/2/2024 14:22

De nada: nativista

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Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
19/2/2024 7:19

Queda claro que el proyecto de Sumar, centralista, sin implantación y sin militancia está siendo un desastre. Eso, además de su cercanía a las tesis liberal-verdes, está terminando con la izquierda anticapitalista del estado.
Si le sumamos la deriva negativa de Podemos, que todo lo ve como enemigo, lo llevamos claro.
Yo, sinceramente, cada vez echo más de menos el papel de una IU soberana y socialista a nivel estatal.

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pipe49
19/2/2024 9:41

"cada vez echo más de menos el papel de una IU soberana y socialista a nivel estatal" Echar de menos algo que sólo fue algo con Julio Anguita y que hoy anda emboscado en Sumar, es una falsa experiencia. Negar el mal momento de Podemos sería un atrevimiento inconsciente, pero negar que IU hoy es un zombie político con la "coherencia" ideológica demostrada de un Alberto Garzón sería una estupidez.

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