Filosofía
La Justicia del Corazón: sabiduría tseltal-maya sobre la vida buena

Los pueblos originarios de Abya Yala siempre han reclamado el respeto a su derecho indígena. Estas otras maneras de ejercer la justicia nos acercan a filosofías propias, despreciadas por la colonialidad del saber, pero urgentes para la crisis civilizatoria que habitamos.

Justicia indígena (Chiapas, México)
Reunión de cargos comunitarios en Ch'i'ch (Chiapas) Lola Cubells

Doctora en Filosofía del Derecho

9 oct 2018 10:00

¿ESCUCHARON?
Es el sonido de su mundo derrumbándose,
es el del nuestro resurgiendo.

Subcomandante Marcos


El tseltal es una de las doce lenguas mayas habladas en el estado de Chiapas (México). Es la que cuenta con mayor número de hablantes en dicho territorio, seguida del tsotsil, y la tercera en el país. Los y las tseltales se refieren a su lengua como bats’il k’op –palabra verdadera—. Del mismo modo que se denominan, a sí mismos, como bat’sil winik/antsetik –hombres/mujeres verdaderos/as—. Bats’il –verdadero/a— no se entiende desde una perspectiva esencialista, sino que nombra lo “propio-autóctono” en cuanto diferente a la cultura blanca hegemónica.

Lenkersdorf –experto lingüista tojolabal— decía que “las lenguas son manifestaciones de las culturas correspondientes que nos ofrecen una llave que abre puertas para que entremos a casas hasta ahora cerradas, o simplemente ignoradas, por no decir despreciadas”. Nos permiten desvelar otras filosofías despreciadas por la modernidad capitalista/colonial y el eurocentrismo que han encajonando a la filosofía en un único patrón de racionalidad, desconociendo la pluralidad de formas de ver, sentir, nombrar o pensar la vida.

La oralidad es una de las principales características de los sistemas normativos de los pueblos originarios de Abya Yala. La capacidad de normar la vida y de ejercer la justicia, según sus propias sabidurías, es una de las demandas exigidas por los pueblos originarios dentro de la demanda “madre” de autonomía. El autogobierno, desarrollado en diferentes grados según los contextos, implica desde la elección de autoridades según sus propios procedimientos hasta el control del territorio, pasando por la construcción de proyectos de salud o educación autónomos.

La disputa por el “derecho a decir derecho” ataca el corazón del estado moderno liberal. Cuestiona el “monismo jurídico” que defiende que la producción y aplicación del derecho es monopolio exclusivo estatal. Es muy común escuchar en las comunidades indígenas referirse a sus normas como usos y costumbres. Y del mismo modo, gran parte de las normas internacionales y nacionales se refieren al derecho indígena con este concepto en el que sigue permeando una noción “tradicionalista” de las culturas originarias. Como si estas no tuvieran capacidad de innovación, recreación y reapropiación. Ninguna cultura es inmóvil, todas son dinámicas. Las culturas indígenas también. Hablar de usos y costumbres o derecho consuetudinario, como si el derecho indígena se basara solo en prácticas repetidas desde tiempo inmemorial, reduce la innovación de la sabiduría jurídica de los pueblos originarios. En el marco de la Campaña Continental de los 500 años de Resistencia indígena, Campesina, Negra y Popular en la Declaración de Xelajú (1991), los pueblos originarios anunciaron: “nosotros no vamos a llamar derecho consuetudinario indígena como lo señalan los colonizadores, nosotros vamos a recuperar lo que es nuestro y por lo tanto, vamos a llamarle: derecho indígena”.

La capacidad de normar la vida y de ejercer la justicia, según sus propias sabidurías, es una de las demandas exigidas por los pueblos originarios dentro de la demanda “madre” de autonomía

La justicia tseltal en la Selva-Norte de Chiapas

En la zona Selva-Norte de Chiapas se ha realizado una labor de recuperación de las formas propias de impartir justicia. Desde 1996 y como un instrumento para contrarrestar la guerra de baja intensidad desatada por el gobierno contra el territorio zapatista, se recuperó un cargo comunitario –un servicio gratuito, no remunerado y rotativo—, denominado jMeltsa’anwanej –el que arregla conflictos o problemas—. Estas personas que actúan en grupo, nunca solas, poco se asemejan a los jueces de estilo occidental; no son profesionales de la ley, ni tienen estudios universitarios. Son campesinos/as indígenas para quienes su derecho es parte inherente de su forma de vida y organización social.

Para la cultura indígena tseltal la existencia de un problema o conflicto –wocolil— en la comunidad, representa un desorden, una pérdida de armonía –jun pajal o’tanil/un solo corazón— que es necesaria restablecer a través de la reconciliación –suhtesel o’tanil/el regreso del corazón. Esto significa que cuando alguien comete un perjuicio contra otro es porque su corazón se ha ido y tiene cheb o’tanil/dos corazones. El diálogo y la resolución pacífica del problema, sin agresiones, implica que se ha conseguido que el corazón de la persona que ha tenido un comportamiento negativo hacia otra, y, por tanto, que ha roto la armonía en la comunidad, vuelva a estar en su sitio y de ahí, que vuelva a existir un solo corazón –jun pajal o’tanil—. De este modo, se restaura la armonía en el territorio, que es la forma de vivir en paz –slamalil k’inal/tranquilidad en el ambiente—. La armonía no sólo tiene un sentido individual, sino también colectivo, con el resto de seres vivos, la madre-tierra y el cosmos.

Esta forma muy otra de justicia tiene muchas semejanzas con otras justicias que son fruto de la resistencia de los pueblos originarios, y también consecuencia de las estrategias de colonización que, en algunos casos, permitieron cierto grado de autonomía que abonó la pervivencia de las formas propias de normar y juzgar. Las más visibles son las Juntas de Buen Gobierno Zapatistas en Chiapas y la Policía Comunitaria en Guerrero, pero perviven en la mayoría de pueblos originarios de Abya Yala. Todas ellas tienen en común el nombramiento de personas que, de forma rotativa, se encargan de ayudar en la resolución de conflictos, como mediadores, encargados de bordar los corazones rotos. Las sanciones no suelen conllevar privación de libertad (excepto en casos muy graves) y se basan en la reparación del daño o bien en trabajos en beneficio de la comunidad. Bucear en estos sistemas jurídicos nos permite conocer que en sus raíces filosóficas vibran unas maneras otras de entender y nombrar-sentir-pensar la vida buena. La investigadora tseltal Mª Patricia Pérez habla de la importancia del corazón- o’tan en la cultura tseltal. Más allá de ser un órgano fisiológico, “se vuelve una forma de ser y estar en la sociedad y en el universo, es decir, se transforma en valores, rituales, sueños, esperanzas, acciones, sentimientos, pensamientos, palabras, memoria, lenguaje, reflexión, espiritualidad, en un stalel (forma de ser-estar-hacer-sentir) individual y colectivo”.

No hemos dejado de imponer la “universalidad” a conceptos que son productos culturales contextuales como los “derechos humanos” o el “desarrollo”
Podemos decir que la armonía–jun pajal o’tanil es la forma tseltal de entender la interdependencia e interrelación entre los seres humanos (hombres y mujeres), la madre-tierra, los seres superiores y el cosmos. Y, por tanto, la guía de la justicia tseltal. Por ello, cuando alguien daña a otra persona no está solo generando perjuicios individuales, sino que, como si de ondas concéntricas se tratase, desequilibra todo el sistema, no sólo a la comunidad, sino a todo lo que les rodea, porque “todo tiene corazón”. Las montañas tienen corazón, el agua tiene corazón, la cueva tiene corazón… La vida plena es la armonía cósmica-de los seres superiores-comunitaria-familiar-intergéneros-individual.

Las “epistemologías de buen vivir”

No estamos ante un concepto economicista, sino por el contrario, un modo de mirar-entender la vida que cuestiona las separaciones dicotómicas “naturaleza y cultura”, “individuo y comunidad” y “producción y reproducción de la vida”, así como la fetichización del progreso lineal, básicas del pensamiento moderno colonial que ha permitido la expansión ilimitada del capitalismo. El “buen vivir”, o mejor dicho, los “buenos vivires”, no son teorías abstractas sino que emanan de prácticas de resistencias comunitarias desechadas por el pensamiento moderno/colonial, e incluso, por las propias ciencias sociales y los centros universitarios del norte global. Están en el centro de los principales debates que apremian a la humanidad a frenar el deterioro ambiental, social, político, económico y por tanto, civilizatorio. Ana Esther Ceceña, del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, se refiere a estos pensamientos y prácticas como “epistemologías de buen vivir”: “El simple intento de pensar distinto, de mantener imaginarios utópicos y de recrear las memorias en una circunstancia homogeneizadora y avasalladora como la que intenta imponer el capitalismo es ya una rebeldía descolonizadora”.

No hemos dejado de imponer la “universalidad” a conceptos que son productos culturales contextuales como los “derechos humanos” o el “desarrollo”. Padecemos “el síndrome de Occidente” –como lo definía el filósofo catalano-hindú Raimon Panikkar—, la tendencia histórica de Occidente a universalizar su mirada sobre el mundo, característica de su poder colonial y también de su propio mito.

El diálogo intercultural requiere desechar las gafas con las que miramos el mundo, incluso cuestionarnos si necesitamos mirar o mejor, aprender a escuchar. Ciegas de colonialidad seguimos soñando con inventar otros mundos, cuando la resistencia de las culturas originarias y sus filosofías –sp’ijil jol o’tanil/sabiduría del corazón, han construido otras maneras de entender la vida muy necesarias para la crisis civilizatoria en la que andamos.

Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Filosofía
Carolina Meloni “Nunca será cómodo ser una filósofa”
‘La instancia subversiva’, su último libro, analiza las bases patriarcales de la tradición filosófica nacida en la Grecia clásica y muestra lo femenino como germen de un nuevo modo de pensamiento.
Filosofía
Filosofía Cantando filosofía y bailando pensamiento crítico con Rigoberta Bandini
Es cantar desde el desasosiego, desde la alienación de una existencia dónde bailamos para que nos miren, cantamos para que nos oigan y seguimos los pasos de un baile que no es nuestro.
Filosofía
Filosofía La Idea de belleza o la belleza de una idea
De idealismos diversos y su significación en el ámbito de lo político y estético. De donde se desprende la necesidad de seguir preservando el motor de lo ideado como potencia de transformación y cambio.
#78711
2/1/2021 17:21

Interesante, gracias. Me pregunto cómo podría aplicarse en concreto en las grandes ciudades Latinoamericanas.

0
0
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Laboral
Laboral El sindicato ELA alerta sobre la salud mental de las trabajadoras en intervención social
“Somos un instrumento de contención porque tratamos con población muy dañada, estamos en mitad del sándwich”, explica la educadora social Vanesa Núñez Moran.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de basuras Huelga indefinida de basuras en Madrid desde el 21 de abril tras romperse las negociaciones
Los representantes sindicales fuerzan el paro para obligar a las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento a escuchar sus propuestas. El Ayuntamiento fija servicios mínimos del 50 %.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Andalucía
Memoria histórica La inanición de la memoria andaluza
Las políticas públicas de memoria en Andalucía se encuentran en un estado de paralización que pone en duda la voluntad de la Junta por la reparación efectiva.