Filosofía
Entre brutalismo y neovitalismo: el sadismo en la nueva normalidad

La “nueva normalidad” nos lleva a reflexionar sobre los conceptos de brutalismo y neovitalismo para entender cómo se administra la muerte y se explota la vulnerabilidad humana en estos tiempos pandémicos.

incendio moria MSF
El fuego que devastó Moria el 9 de septiembre obligó a evacuar a sus 13.000 ocupantes. Imagen: Médicos Sin Fronteras
Politólogo y filósofo
30 oct 2020 10:04

Vencer la guerra contra la naturaleza está en boca de todos. De repente el ser humano se sitúa fuera de la naturaleza puesto que ésta se ha convertido en el enemigo que nos lo arrebata todo y nos mata. A su salida del hospital después del tratamiento intensivo, Donal Trump declaró: “No dejen que el virus los domine”. Era como si Trump invitara a salir allí fuera y combatir a la muerte.

En realidad, la humanidad no cuestiona la muerte sino el hecho de morir en vano, sin la posibilidad de rentabilizar esa muerte. La muerte se presenta por doquier, nos arrincona y nos inmoviliza mientras que la incertidumbre del futuro agudiza nuestro temor a la precariedad. Para tranquilizarnos se nos dice que recuperaremos todo aquello que estamos perdiendo. No importa si la realidad de nuestro entorno seguirá atravesada por la violencia de las fracturas y las fisuras sociales. ¿Estamos ante un metabolismo social que pervertirá la lógica de la producción y la acumulación? ¿La normalidad que tanto imploramos requerirá la normalización de la monetización de la vulnerabilidad humana?

Arrancamos esta reflexión con una crítica al concepto de “nueva normalidad” encapsulado en el neovitalismo, entendiendo este como un estado psíquico que se caracteriza por el convencimiento de que el ser humano (principalmente en Occidente) está preparado y equipado para superar los desafíos naturales y sobreponerse a cualquier situación extrema. Es una visión del mundo basada en la convicción de que el ser humano puede controlarlo todo: con un poder ilimitado, su control del tiempo y del espacio le otorga el poder de planificarlo todo. Sobrevivir a un futuro incierto parece ser el propósito del neovitalismo.

La fe en la concepción materialista del mundo refuerza las jerarquías entre los seres humanos y aleja a las personas de la naturaleza.

Mientras tanto, nuestra realidad ha quedado embutida en un fetichismo tecnológico. La fe en la tecnología convierte el futuro en una variable dentro del entramado artificial de un mundo dominado por los algoritmos. Hemos desoído las advertencias de Theodor Adorno sobre el peligro que conlleva la “fabricación del futuro”. Por otro lado, el futuro es hoy en día una simple predicción ya que se reduce a una proyección al infinito de las posibilidades de ganancias materiales y el deseo de acumularlas. Añadir a esto la idea de la “conquista de la normalidad” es vital para acelerar el progreso. Ya hemos olvidado a un filósofo como Walter Benjamin, cuando recomendaba frenar el tren del progreso para minimizar el desastre que provoca.

La fe en la concepción materialista del mundo refuerza las jerarquías entre los seres humanos y aleja a las personas de la naturaleza. Durante décadas las evidencias científicas nos recuerdan que la salud de las personas está relacionada con la salud del mundo animal y el medio ambiente. A estas alturas sabemos que el coronavirus SARS-Cov-2 no contagia a ciertos animales, aunque proceda del mundo animal. También sabemos que nadie se salva, igualando así a todos los seres humanos. Pero, aun así, hay personas que siguen aferrándose a las ideas absurdas de las clasificaciones para excluir al otro por un exceso de ego.

Por otro lado, somos testigos del retorno espectacular de un “nuevo animismo”. Este nuevo animismo que, sin embargo, no se parece en absoluto con el desarrollado durante el siglo XIX, expresado a través del respeto a la naturaleza y el culto a los antepasados. En sintonía con Achille Mbembe, en su último ensayo titulado Brutalisme, afirmamos que el animismo de nuestros tiempos surge del culto al “yo” y sus múltiples posibilidades de existir dentro de la singularidad y los límites de la explotación de los cuerpos. El culto del “yo” es el estado psíquico del nuevo animismo conformando un individualismo basado en la aparente felicidad artificial expuesta en las redes sociales. La espiritualidad del animismo pasado es sustituida por una adoración del “yo” consumidor. Gracias al “razonamiento algorítmico” este nuevo animismo se manifiesta por la virtualidad de una libertad y la imposición de una universalidad del progreso material.

Coronavirus
Después del covid: ¿la era posthumanista?
Si el humanismo ha llevado a la destrucción de la naturaleza y el genocidio, quizás es tiempo del 'posthumanismo'.

El razonamiento algorítmico favorece el desarrollo de un devenir cosificable y monetizable del ser humano. Mientras que la humanidad se agarra a la ley de la oferta y la demanda, renuncia progresivamente a la irremplazabilidad de su condición humana. Somos consumibles y nuestro valor varía en función de nuestra imprescindibilidad dentro del proceso de producción y consumo. Es la culminación del proceso de deshumanización de la naturaleza. Este violento proceso de transformación de nuestro entorno acaba imbricándonos junto a las materias primas para someternos a las técnicas de extracción, transformación y destrucción. Formamos parte de la comunidad de cautivos del capitalismo; nuestra sangre es el fuel para la máquina de hilera del capital, nuestros cuerpos, su materia prima y nuestra “desechabilidad”, su expresión más viva.

A esta nueva forma de gobernanza, Achille Mbembe la denomina brutalismo como una forma de embriaguez del poder que, procediendo a una administración de la fuerza, despliega medidas, crea una serie de acontecimientos y situaciones extremas que conducen a la muerte. La humillación, la violencia, el maltrato y la tortura son constantes del brutalismo y la muerte es su finalidad. La figura del violador, del torturador o del sicario opera una metamorfosis hacia lo sublime dentro del nuevo marco legal del brutalismo. La finalidad es la muerte y no importan los recursos que se usan. No existen errores; en todo caso, hablaremos de consecuencias no intencionadas de las acciones de los gobernantes y de las empresas privadas que compiten por la potestad de ejercer el brutalismo.

El ejemplo más evidente del brutalismo es la situación generada por la administración de los centros geriátricos. Por decisiones tomadas por algunas autoridades, se ha dejado morir a las personas mayores. Parafraseando la idea de Jacques Derrida, “dar la muerte” es una forma de ejercer el poder político. Recordemos que, bajo otras latitudes, “dar la muerte” requiere una autoridad para elevar hacia Dios el alma o espíritu del ser sacrificado. Pero en el caso de las personas ancianas, estamos ante la “aporía” del modelo de bienestar donde “dar la muerte” conlleva un cierto sadismo. El caso es que no estamos hablando de la muerte del “otro” o “cualquier otro” sino de la muerte de “cualquier radicalmente otro”. De igual modo que el planteamiento de Derrida: “la responsabilidad de la muerte se despoja de fundamento y no se puede distinguir entre ética, política, derecho y religión”. ¿La muerte por sadismo de los ancianos en los centros geriátricos presagia algo?

La diferencia entre el brutalismo de los regímenes democráticos y el de la barbarie colonial se sitúa en el grado de teatralización de la violencia que conduce a la muerte.

Lo que nos debe preocupar es que el proceso de cosificación de las personas ancianas ya es un hecho que se ha vuelto evidente. A través de los vídeos viralizados a principios de septiembre, nuestra conciencia fue brutalmente azotada por la crueldad de las imágenes y la teatralización de la violencia. Los cuerpos yacentes en el suelo o abandonados en las literas presentan marcas de ataduras, heridas abiertas y manchas de sangre. La humillación y la violencia ejercida sobre ellas es perceptible a través de sus miradas machacadas por la soledad. Los hechos son inmensos, nos indignaron, nos hemos escandalizado, pero hemos pasado a otras cosas, convencidos que alguien lo arreglará.

La realidad de los centros geriátricos escenifica el proceso de extracción que ha fomentado las formas de vida en las sociedades postindustriales. Interiorizado el sentimiento de culpabilidad, nos conformamos con que se castigue con una multa a los responsables de la violencia. Es decir, con una pérdida económica simbólica, todo queda arreglado. Al fin y al cabo, sabemos que la improductividad convierte nuestros cuerpos en chatarras humanas. Al final del ciclo de vida útil, las personas se convierten en desechos apartados, ocultos y desguazados a la espera de ser sepultados antes de ser olvidados. Es obvio, el brutalismo se alimenta de la condición de persona-objeto, persona-cosa, persona-mercancía. Hemos asumido que la conquista de la normalidad comporta daños colaterales.

Brutalismo y neovitalismo se retroalimentan y se articulan para materializar la conquista de la normalidad. El neovitalismo despliega un discurso histórico-cultural para renovar y normalizar la jerarquización del valor que hace posible el ejercicio del brutalismo. Irónicamente, el neovitalismo expone un falso reconocimiento de la humanidad del otro. Frantz Fanon describe este fenómeno como el “pseudo respeto” de las formas de vidas globalmente e históricamente rechazadas. Debemos añadir que el reconocimiento de la otredad por el neovitalismo es la expresión de una ironía y una sátira sádica que se disimula en los discursos sociales y políticos.

Filosofía
COVID-19, Ébola y la colonialidad de la imagen
El COVID-19 nos hace repensar la diferencia en el tratamiento de las imágenes de las víctimas frente a la pandemia del Ébola en África.

Las personas procedentes de los lugares que fueron antaño colonias viven en su carne ese sadismo elaborado y son testigo del proceso de deshumanización constante y de cosificación de sus colectivos. No hay nada nuevo, proceder del Sur global implica la asunción de la memoria viva de la negación y la deshumanización extrema bajo los sistemas coloniales. La diferencia entre el brutalismo de los regímenes democráticos y el de la barbarie colonial se sitúa, si nos fijamos en las formas de administración de muerte, en el grado de teatralización de la violencia que conduce a la muerte. El pasado 24 de octubre el diario The Guardian publicaba los resultados de una investigación llevada a cabo por un equipo interdisciplinario donde acusan a la Agencia Europea FRONTEX de haber participado en una maniobra conjunta con los guardacostas griegos para volcar las embarcaciones de demandantes de asilo, provocando así sus muertes.

En Pour la révolution africaine, Fanon señala que “bajo el colonialismo, el deseo de vivir, de continuar, se ha vuelto cada vez más indeciso y más fantasmagórico”. Analizando los discursos de cierto sector de la política española, nos percatamos del nivel de enaltecimiento del “pseudo respecto” y del sadismo elaborado contra las formas de vida no occidentales. Cuando la segunda ola de contagios de la Covid19 ha sacudido la comunidad de Madrid, su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, hizo una declaración que escenifica ese sadismo del neovitalismo. Ayuso afirma que quiere evitar a toda costa el confinamiento de la región, aunque esto implique (y lo sabemos) la muerte de mucha gente, sobre todo ancianas e inmigrantes que viven en condiciones poco ventajosas en comparación con el resto de la población.

El trasfondo de la postura de Ayuso es evitar el colapso de la economía, es decir, no permitir más pérdidas económicas. Nada sorprendente puesto que el neovitalismo no soporta la idea de tener pérdidas y percibe la naturaleza como el enemigo que tenemos que desafiar. Pero lo más interesante es que Ayuso manifiesta claramente su sadismo cuando reconoce que en Madrid existen varias formas de vida. Esta afirmación es algo idílico en el sarcasmo que caracteriza el brutalismo. Consciente (o tal vez no) de la aporía de su argumento, esta afirmación permite a Ayuso hacer una brutal acusación, según la cual algunas de estas formas de vida son la principal causa de propagación de la epidemia.

¿Estamos aprendiendo algo de la pandemia? Tal vez debemos reconocer que a veces no hay nada que aprender de los traumas, sino que vivimos con ellos, sin más. Es una falacia pensar que el ser humano saldrá siempre fortalecido de las situaciones extremas. Estas afirmaciones son refutables según el grado de fe en el ser humano. En todo caso, es importante que sepamos mirar la pandemia como un experimento psicosocial que nos proporciona elementos cruciales para entender las formas de administración de la muerte y la explotación de la vulnerabilidad humana dentro de las democracias occidentales. Tal vez así podamos parar este tren del progreso.

Archivado en: Coronavirus Filosofía
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Pandemia La Fiscalía abre diligencias por primera vez por muertes sin asistencia en domicilio durante la pandemia
Los padres de Francisco Rodríguez fallecieron en su domicilio de Madrid tras contagiarse de covid-19 y después de llamar de manera recurrente para conseguir asistencia médica que no consiguieron a tiempo.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Presentan la primera demanda por mayores muertos en domicilios sin traslado hospitalario durante el covid
Los padres de Francisco murieron sin recibir traslado hospitalario ni asistencia médica a tiempo cuando enfermaron por covid-19 en su domicilio de Madrid, entre mediados de marzo y principios de abril de 2020.
Sanidad
Investigación La exclusión hospitalaria de mayores durante el covid en Madrid precedió a la existencia de protocolos
El primer protocolo de la Consejería de Sanidad sobre derivación a hospitales de pacientes de covid residentes en centros de mayores es del 18 de marzo, pero la disminución de residentes derivados empezó el 7 de marzo, según una investigación.
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE da muestras de cansancio con Yolanda Díaz
Tanto en Moncloa como en Ferraz la opinión sobre la gestión política de la vicepresidenta está en mínimos. Sin criticar su labor en Trabajo, la tropa de Sánchez ya anhela un socio que impulse la unidad a su izquierda con la mira puesta en el 2027.
Turismo
Turismo depredador Poca agua, mucho turismo: la crisis hídrica amenaza las islas Eolias en Italia
Las islas italianas del Mediterráneo están acusando especialmente las consecuencias de la turistificación, pero también de una crisis hídrica sin precedentes provocada por el cambio climático. Es el caso de las islas Eolias, en el norte de Sicilia.
Palestina
Palestina Illan Pappé: “No esperaba esta magnitud de indiferencia europea ante lo que está sucediendo en Palestina”
El historiador de origen israelí no se ha sorprendido la violencia cometida por Hamás en octubre de 2023 ni de la reacción de Israel o el apoyo a Estados Unidos, pero sí de cómo ha abordado la cuestión la sociedad europea.
Argentina
Argentina Gauchito Gil, uno de los nuestros hace milagros
En enero, más de 620.000 personas llegaron a Mercedes, una localidad de la provincia de Corrientes, en Argentina. Caminando, de rodillas, a caballo, para agradecer y hacer promesas a un santo popular: el Gauchito Gil.
Macrogranjas
Maltrato animal Una investigación revela una nueva “masacre” en una granja de pollos que salpica a Mercadona
En España, la granja investigada comercializa el producto ‘Cuartos traseros de pollo’ en la cadena de Juan Roig y está certificada con el sello catalán Welfair de bienestar animal, según denuncia el colectivo ARDE que ha realizado la investigación.

Últimas

Oriente Próximo
Oriente próximo Abdullah Öcalan llama a deponer las armas para lograr la plena democracia para el pueblo kurdo
El líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán llama a la disolución de la organización. Ankara dice que “estudiará” la situación, que también influye sobre Siria, Irán, Iraq y la situación en los países de Oriente Próximo.
Palestina
Palestina Israel prohíbe regresar a los 40.000 palestinos desplazados en el norte de Cisjordania
El ejército de Israel desplaza a miles de sus casas en campos de refugiados en diferentes ciudades de Cisjordania ocupada. Mientras, Israel presiona para no llegar a una segunda fase de alto el fuego.
Ley de dependencia
Derechos sociales Reclaman más financiación para la ley de dependencia ante el nuevo anteproyecto
Bustinduy garantiza como universales servicios como la teleasistencia o recibir sanidad se resida donde se resida, en referencia a los protocolos del covid en las residencias.
Opinión
Opinión De Errejón a Monedero: reflexiones sobre el ciclo del desasosiego
¿Qué pasa cuando quien abusa ha sido o es tu compañero de filas, tu colega, alguien que se consideraba feminista, y no una caricatura facha o un incel de manual? ¿Cómo manejamos la complejidad?
Barcelona
Activismo Absueltos los ecologistas que pintaron el megayate de Walmart en Barcelona
La sentencia afirma que la acción no constituye un delito de daños leves, ya que “la pintura biodegradable fue fácilmente limpiada con una manguera de agua”.
Sanidad pública
Barómetro sanitario La mitad de las personas que piden cita en el centro de salud esperan más de seis días para ser atendidas
De media, la población espera 8,7 días para ser atendida por su médico o médica de Atención Primaria, cuando hace diez años la espera media era de 3,5 días.
Ecuador
América Latina El final abierto de las elecciones en Ecuador
El 13 de abril, la correísta Luisa González y el multimillonario y actual presidente Daniel Noboa se disputan la presidencia de Ecuador en la segunda vuelta. Todas las miradas están en la posición del poderoso movimiento indígena.

Recomendadas

Andalucismo
Día de Andalucía ¿Por qué Andalucía sigue celebrando el 28F?
Las andaluzas y andaluces celebramos el día de Andalucía entre los actos institucionales y las reivindicaciones políticas, reflexionamos sobre la vigencia y la influencia política de este día.
Pensamiento
Mar García Puig “Habitar la metáfora es un peligro que merece la pena”
La escritora catalana Mar García Puig publica ‘Esta cosa de tinieblas’, un breve ensayo narrativo que defiende el poder liberador de la metáfora frente a una pureza simplificadora y paralizante.
Guerra en Ucrania
Geopolítica Trump fuerza a Zelensky a hipotecar la explotación de minerales críticos a cambio de su apoyo
Según el borrador del acuerdo comercial presentado por EE UU, esta potencia deberá obtener el 50% de todos los beneficios de las nuevas explotaciones minerales de Ucrania.
Represión
Represión Javitxu, desde la cárcel de Zuera: “Lo que peor llevo es estar lejos de la gente que más quiero”
Francisco Javier Aijón, Javitxu, es uno de ‘los seis de Zaragoza’. Entró en la cárcel el pasado mayo con una condena de casi cinco años basada en las declaraciones policiales durante el juicio.