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Uruguay
Y Uruguay festejó una vez más
El pasado domingo fue de los épicos episodios que se cincelan en las indelebles páginas de la historia de un país. Uruguay festejó. Al atardecer, antes de que los rayos anunciaran que pronto se sofocaría el calor, algo intenso, que acompañó la tranquila jornada electoral, conforme se acercaba la hora en la que cerrarían los colegios electorales, se iba llenando la Rambla de Montevideo. Cuando se levantó la veda y las encuestadoras pudieron dar los resultados de sus trabajos, la multitud ya había desbordado todas las previsiones de asistencia. Las pantallas no daban los datos, pero los rumores de la victoria invadieron a la multitud poco a poco hasta que una explosión de alegría la recorrió y vibró en todos los cuerpos. De inmediato comenzó la fiesta, llena de bailes y cánticos, con canciones que son himnos y entonaba al unísono el apasionado público. Himnos populares que honran la convivencia democrática. Fue un auténtico fiestón, breve pero intenso, de los que te dejan las emociones a flor de piel.
Uruguay
América Latina El Frente Amplio volverá a gobernar Uruguay
El desbordante apoyo popular que se vivió en la rambla se reflejó en los resultados que también desbordaron todas las previsiones de las encuestas, reuniendo la fórmula frenteamplista casi la mitad de todos los votos emitidos y superando por más de cuatro puntos a la rival. Ya con los datos oficiales, salió la fórmula victoriosa del búnker, entre vítores. Lo hizo rodeada de su equipo más cercano, para el que se notaba que también iba dirigida la ovación. Y es que por encima de una fórmula, ha ganado un partido político, el Frente Amplio.
Jóvenes exaltados entonaban a gritos por las calles del centro en los últimos conatos de la celebración: “Soy del Frente, soy del Frente, del Frente, del Frente soy yo”. Celebración que, pese a la lluvia, se prolongó en sus calles hasta que entró la madrugada. Gritaban con la victoria de los carboneros como cuando gritan “soy de Peñarol” al terminar un gran partido. Eso revela la existencia de un proyecto político emergente, profundamente democrático.
La vicepresidenta electa, Carolina Cosse, tomó la palabra dijo, primero que todo: “Tabaré, Tabaré, Tabaré...”, recordando al dos veces presidente uruguayo. Y a continuación afirmó que, para conocer el resultado de las elecciones no hubo que esperar al recuento, y es que “la democracia uruguaya goza de buena salud”. No faltó en lo más mínimo a la verdad. La fiesta de la democracia que ha sido esta segunda vuelta electoral comenzó hace días. Conforme se acercaba la cita, los balcones, los coches, las motos, las bicis, las mochilas... poco a poco Uruguay se iba vistiendo con las banderas de sus partidos políticos. Y en ningún momento ha habido el más mínimo incidente porque alguien expresase públicamente su preferencia política. Montevideo era abrumadoramente frenteamplista... por doquier se veían las banderas FA, muchas de las cuales fueron portadas por la rambla cargadas de esperanza.
Lo que hicieron Orsi y Cosse fue una reivindicación de la convivencia democrática basada en el respeto a la libertad de conciencia, y por tanto basada en el laicismo
El presidente Orsi, que asumirá el cargo el primero de marzo, empezó enfatizando el discurso de su vicepresidenta, que ya apuntaba a la participación ciudadana, comprometiéndose a contar con esa otra parte del pueblo uruguayo que anoche estaba “con otro sentimiento” y que también tiene que ayudar a “construir un país cada vez mejor”. Orsi lanzó loas al sistema de partidos, al sistema republicano... y la multitud respondió con una ovación. Rara avis el pueblo uruguayo, que navega a contracorriente en este mundo... reivindicando las libertades republicanas más elementales como la libertad ideológica. En el fondo, lo que hicieron Orsi y Cosse fue una reivindicación de la convivencia democrática basada en el respeto a la libertad de conciencia, y por tanto basada en el laicismo.
Sus discursos no se pueden comparar con los de sus predecesores, pero esta fórmula creo que puede representar muy bien al paisito. Orsi nació en el almacén de barrio de sus padres y llegó a ser profe de historia antes de involucrarse en el gobierno del Departamento de Canelones donde llegó a ser intendente. Cosse nació en una familia de artistas y docentes, y terminó siendo ingeniera y exitosa empresaria antes de llegar a ser presidenta de la empresa pública de telecomunicaciones, ministra de industria e intendenta de Montevideo.
El pasado domingo el pueblo uruguayo supo cumplir. Mañana seguirá cumpliendo. No me cabe la menor duda
Y el nuevo presidente señaló el camino que seguirá: “Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez al Diálogo Nacional para encontrar las mejores soluciones”. Y siguió dibujando las líneas de ese camino: “Un país más integrado”, “un país que camine hacia el desarrollo y la prosperidad”, “el crecimiento nacional”... Ojo que no dijo crecimiento económico, dijo crecimiento nacional. Cerró su primer discurso como presidente electo, como lo empezó Cosse, recordando a Tabaré... y la multitud se lo llevó en su corazón. Al finalizar, la multitud se transformó en marea, una marea ciudadana que inundó el centro de la ciudad, bloqueando el tránsito de todas las calles. Mientras avanzaba, muchas voces citaban a viva y fervorosa voz las palabras del difunto presidente Vázquez: “¡Festejen, uruguayos, festejen!” Y el pueblo uruguayo lo hizo como bien sabe hacerlo: con mucha tranquilidad rumbo a casa en un precioso paseo cantando bajo la lluvia, que pese a ser intensa por momentos, no alteró la tranquila y festiva marcha.
Uruguay pone rumbo a crecer como país democrático, y la participación será el camino. El himno uruguayo es una impresionante ópera cuyo estribillo dice: «¡sabremos cumplir!». El pasado domingo el pueblo uruguayo supo cumplir. Mañana seguirá cumpliendo. No me cabe la menor duda.
¡Festejen, uruguayos, festejen!