Crisis económica
El Gobierno se da un respiro con los buenos datos de la Encuesta de Población Activa

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, ha saludado los datos del segundo trimestre de la Encuesta de Población Activa, como un refuerzo a sus políticas “dirigidas a salvar a las personas y a nuestro tejido productivo”. Entre el primer y el segundo trimestre se han generado 465.000 puestos de trabajo.

La tasa de paro, que sigue siendo la más alta de toda la UE, se mantiene no obstante en el 15,26% y es un 0,7% menor que la de la última encuesta trimestral del Instituto Nacional de Estadística. La botella medio vacía: sigue creciendo mucho más el modelo de contratación temporal con respecto al contrato indefinido, lo que aumenta las situaciones de precariedad y el número de “trabajadores pobres”. El sector que ejerce de tractor de este crecimiento son los servicios que, según la encuesta de costes laborales publicadas por el INE, está a la cola en remuneración respecto a industria y construcción.

El resultado neto de los empleos perdidos como consecuencia de la pandemia es una pérdida de 133.000 puestos de trabajo con respecto a la situación prepandémica —el cuarto trimestre de 2019 fue el último “normal” en ese sentido— un balance negativo pero no catastrófico. 

Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) aportan, no obstante, un matiz sobre esos datos. Actualmente siguen afectados por estos mecanismos de interrupción de la actividad 400.000 personas.

Se va reduciendo también otra de las innovaciones que ha acarreado el covid-19. Por primera vez desde el segundo trimestre de 2020 baja del 10% el porcentaje de población que teletrabaja más de la mitad de los días. 1.849.600 siguen en esta situación de teletrabajo predominante.

Desempleo en clave femenina

La recuperación paulatina del empleo afecta en mayor medida a las mujeres, que fueron también las principales golpeadas por la crisis que comenzó en marzo de 2020. En la última EPA el empleo femenino crece en 241.400 personas, 223.500 hombres se incorporaron en el mismo periodo al mercado laboral. Aun así, la brecha del empleo sigue estando presente: la tasa de paro femenina es del 17,4% mientras que el 13,4% de la población masculina activa está en paro.

Tres cuartas partes del empleo que se ha creado en este trimestre es con modalidad de contratación temporal. El crecimiento de asalariados que tienen contrato indefinido ha sido de 98.100 personas y han crecido hasta 305.000 los trabajadores con contratos temporales. Eso sitúa los contratos temporales en el 25% del total del empleo.

En su análisis de la EPA, el Gabinete de Estudios Económicos de Comisiones Obreras, especifica una de las consecuencias más extendidas del uso y abuso de la contratación temporal, como es que la población afectada cada vez necesita firmar un número mayor de contratos temporales para lograr trabajar durante todo el año, debido a la mayor rotación laboral y la menor duración media de los contratos temporales.

En 2021, no obstante, se ha reducido la llamada rotación: son necesarios menos contratos de este tipo para trabajar durante todo un año. Hoy son 4,7 contratos al año, la misma cifra que en 2012, fecha de entrada en vigor de la Reforma Laboral. Pero, como señala CCOO en su informe: “El descenso de la rotación registrado en 2020 se explica más por factores coyunturales derivados de la pandemia y las restricciones a la actividad que han supuesto una menor contratación inicial que por factores estructurales”.

La temporalidad en la Administración pública ha seguido creciendo este trimestre hasta situarse en el 30,6 %. Según la encuesta, el 86 % del empleo público que se ha creado en el último año fue temporal.