Antimilitarismo
Satlantis y la nueva industria militar vasca que fabrica las guerras

En este análisis queremos profundizar en otros aspectos relacionados con Satlantis, porque creemos que constituye un buen ejemplo para conocer los parámetros en los que se mueve en la actualidad una parte de la industria militar vasca.

Hace ya casi año y medio el periodista Ahoztar Zelaieta nos mostraba la cara menos conocida de la que últimamente se nos presenta como la estrella de las empresas emergentes vascas del ámbito de la innovación tecnológica: Satlantis. Su artículo La empresa vasca para la vigilancia de fronteras que desarrolla la infraestructura militar europea, publicado por Hordago, detallaba las profundas implicaciones de Satlantis en los sectores militares y de control social, su relación incluso con el Departamento de Defensa estadounidense, así como los apoyos y subvenciones recibidos por las diferentes administraciones vascas.

Partiendo de esa base, en este análisis queremos profundizar en otros aspectos relacionados con Satlantis, porque creemos que constituye un buen ejemplo para conocer los parámetros en los que se mueve en la actualidad una parte de la industria militar vasca. Una industria que contribuye cada vez en mayor medida a que las guerras activas en otras partes del globo empiecen aquí, porque los artefactos que las hacen posibles se fabrican aquí. Y es que en los últimos diez años el número de empresas vascas involucradas en el sector armamentístico se ha más que duplicado, y son ya bastantes más de 200.

En los últimos diez años el número de empresas vascas involucradas en el sector armamentístico se ha más que duplicado, y son ya bastantes más de 200.

La primera pregunta que queremos responder es la siguiente: ¿Cómo es posible que una empresa constituida en diciembre de 2014 estuviera siete años después consiguiendo nuevos accionistas que invierten decenas de millones de euros, recibiendo subvenciones de todas las administraciones públicas, coordinando programas de Defensa de la Unión Europea, adquiriendo empresas y hasta abriendo filiales en diferentes zonas del planeta?

De lo público a lo privado

Empecemos por ver quiénes fueron los tres socios fundadores de Satlantis. Uno fue Rafael Guzmán, profesor de astrofísica andaluz afincado en la Universidad de Florida, y que es el cerebro desarrollador de la tecnología que hará famosa a Satlantis. Pero personas investigadoras con grandes proyectos hay muchas, y lo frecuente es que esos proyectos no pasen de ahí. ¿Dónde está la clave para que los del profesor Guzmán sí? En los otros dos socios fundadores. Por una parte, la donostiarra Cristina Garmendia, exministra de Ciencia e Innovación del Gobierno de España durante el segundo mandato (2008-2011) de José Luis Rodríguez Zapatero y recientemente nombrada presidenta del gigante mediático Mediaset España (Telecinco, Cuatro), entre otros muchos cargos. Por otra, el bilbotarra Juan Tomás Hernani Burzaco, Secretario de Estado de Innovación bajo el mandato de, precisamente, Cristina Garmendia, y director ejecutivo de Satlantis desde su creación.

País Vasco
ELECCIONES VASCAS Así es la firma que colabora con el CNI contratada por el Gobierno Vasco para vigilar las elecciones
El operativo de cibervigilancia para las elecciones autonómicas ha sido adjudicado a S2 Grupo, vinculado a una exministra del PSOE salpicada por la trama Gürtel y a un abogado ligado a las tramas de corrupción del PP.

El origen de todo hay que ubicarlo en 2011, cuando la entonces ministra de Zapatero conoció en uno de sus viajes oficiales al profesor Guzmán y su proyecto (por aquel entonces vinculado a la Universidad de Florida). Posteriormente, Garmendia puso a Guzmán en contacto con Hernani y con SILO Science & Innovation Link. SILO, una consultora creada en 2012 y que nació, según se puede leer en su página web “con la vocación de impulsar la innovación a través de colaboraciones público privadas”, apoyó la creación de Satlantis, y se convirtió en socio fundador con representacion en su consejo de administración.

Un par de detalles importantes. Primero: ¿Quién fue una de las personas que crearon SILO? Cristina Garmendia. Garmendia dejo el consejo de administración de SILO tras siete años, en 2019, el mismo día que entraba en él su hija Teresa Itziar Celaya Garmendia. Continuaría en el consejo su marido, Rubén Celaya Martínez, que había entrado en 2014. En segundo lugar: entre los socios fundadores de SILO se encontraban también Antonio López y Diego Moñux, que fueron asesores del gabinete de Garmendia en su época de ministra. López entró más tarde, en 2015, en el Consejo de Administración de Satlantis. Y Moñux, además, había compartido asiento con Hernani en el consejo de administración de la entidad pública del Gobierno de España que promueve la investigación y desarrollo de las empresas, el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación), entidad que depende, precisamente, del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Recapacitemos: Garmendia y Hernani Burzaco son ministra y alto cargo respectivamente del Ministerio de Ciencia en Innovacion durante los años 2008-2011. En 2014 crean (junto al profesor Guzman) la empresa Satlantis, gracias al impulso de la consultora SILO, que entra en el consejo de administracion de Satalantis. SILO fue creada en 2012, es decir en la época en que Garmendia y Hernani trabajaban en el ministerio, por, entre otras personas, la propia ministra junto a Antonio López y Diego Moñux, asesores del mismo ministerio.

Quizá deberíamos buscar otro término diferente a puertas giratorias para cuando una ministra y su gabinete crean y dirigen una empresa que comienza rápidamente a recibir apoyo institucional

No sabemos si a todos eso vasos comunicantes entre sociedades públicas, ministerios, empresas privadas y sus altos cargos se le puede llamar puertas giratorias. O quizás habría que buscar otro término para cuando una ministra y buena parte de su gabinete crean y dirigen una empresa que, además, comienza rápidamente a recibir apoyo institucional.

Tampoco sabemos si es legal o no, pero conocemos la habilidad de Hernani Burzaco (CEO de Satlantis desde el inicio) para sortear cuestiones parecidas, pues ha sido señalado tanto por presuntamente mediar para que una empresa recibiera dinero de su propio Ministerio, como por presuntamente desviar dinero público a empresas de su familia, esto último durante su etapa anterior de director (y fundador) de Eurobulegoa, que posteriormente se integraría en Innobasque. Precisamente en Innobasque, mientras él era director general, la consejera ejecutiva era Cristina Garmendia.

Subvenciones públicas y respaldo político

Satlantis nació en diciembre de 2014, y antes de dos años había conseguido reunir 2,3 millones de euros para su proyecto. Por una parte, gracias a inversores privados de relumbrón como Elecnor, Idom, Telefónica o Everis-NTT. Por otra, mediante inversiones de instituciones y organismos públicos estatales y autonómicos como el Gobierno Vasco y la Diputación de Bizkaia. Y también de Orza, entidad de inversión de los fondos de pensiones Elkarkidetza y Geroa. Es decir, que de una forma directa o indirecta (vía impuestos o pensiones) gran parte de la población vasca está apoyando a esta nueva estrella de la industria militar vasca casi desde sus inicios.

Garmendia, Hernani y los directivos de Satlantis saben moverse en la esfera pública no solo en busca de finanzas. En una fecha tan temprana como marzo de 2017, el lehendakari Iñigo Urkullu y la consejera Arantxa Tapia realizaron una visita pública a las oficinas de la empresa en Getxo. Unos meses después Satlantis anunciaba un acuerdo con la red de Parques Tecnológicos de Euskadi para instalar una nueva fábrica en Leioa, en el Parque Científico de la UPV/EHU, en una planta de 640 metros cuadrados. La fábrica se inauguró oficialmente en enero de 2019, contando de nuevo con la presencia de Urkullu y Tapia. La relación de Satlantis y su producción militar con la UPV va más allá aún, como se puede leer en el cuadro aparte.

En Mayo de 2017 la Escuela de Ingeniería de Bilbao de la UPV/EHU y Satlantis firmaron un convenio de colaboración por cinco años, que, entre otras cosas, pretendía “promover el intercambio y contraste de ideas entre la Escuela y esta empresa tecnológica para desarrollar proyectos conjuntos”. El CEO de Satlantis Juan Tomás Hernani lo tiene muy claro: “Sin duda, estar cerca de la universidad nos abre las puertas al talento más joven a quien damos oportunidades de incorporarse pronto en la empresa (…) cogimos unas becas del Gobierno Vasco, mandamos a 4 jóvenes a Florida y después, esas mismas personas se incorporaron a Satlantis (…) ahora hemos abierto un capítulo donde entran las FP”, se puede leer en la web de la propia Dipuatción de Bizkaia. Así que no es de extrañar que a los pocos años, la empresa pública Ingeniera de Sistemas para la Defensa (ISDEFE), en la 1ª convocatoria del premio “Desafío Defensa” eligiera como comunicación ganadora a la elaborada por alguno de esos antiguos estudiantes de la Escuela de Ingeniería de Bilbao (y desde hace años trabajando en Satlantis) por un trabajo titulado “Nueva Generación de Satélites con Tecnología Disruptiva Óptica Y Térmica para Defensa Y Seguridad”. El premio fue entregado por el almirante director general de Armamento y Material del Ministerio de Defensa. Una buena muestra de las relaciones entre las empresas tecnológicas de defensa, las instituciones vascas, los centros universitarios y de investigación y el Ministerio de Defensa, que caracteriza en la actualidad a todo un sector de la industria militar vasca.

En 2021 Satlantis volvió a buscar nuevos inversores y para finales de año ya había conseguido los 16,5 millones de euros que se había puesto como objetivo, nuevamente gracias a la colaboración público-privada. 2,5 millones los consiguió con la entrada en el accionariado de la CTDI, el organismo estatal de cuya dirección habían formado parte algunos de los miembros impulsores de Satlantis. El resto de los millones los pusieron sociedades públicas (Axis-ICO y SEPI del Gobierno de España) Orza y la empresa privada Enagas.

Privatizaciones
Puertas giratorias Las puertas giratorias entre el PNV y el oligopolio energético
El salto de la Administración pública a la empresa privada en el sector energético llega a una treintena de casos. Entre los más destacados, el número 2 del PNV, varios extesoreros, dos exvicelehendakaris, un expresidente del Parlamento Vasco y otros tantos exconsejeros del Gobierno Vasco.

En abril de 2022, Satlantis consiguió nuevas inversiones por 24 millones de euros. Se repiten los inversores de 2021, a los que se suma la Diputación de Bizkaia. Pero el principal inversor en esta ocasión es la empresa estadounidense Encino Environmental Holdings (EEH). Y es que la inversión se iba a dedicar principalmente a impulsar la filial de Satlantis en EE. UU., Satlantis LLC.

Everis

Volvamos por un momento a los inversores iniciales en Satlantis Entre las empresas privadas nos llamaba la atención una, por su conocida relación con la industria militar: Everis (hoy en día NTT Data), es un grupo empresarial que desde 2010 cuenta con una sociedad dedicada a ese ramo, que se denomina Everis Aeroespacial y Defensa (Everis ADS). Y Cristina Garmendia formo parte de su consejo de administración desde octubre del 2012 hasta agosto de 2019.

En marzo de 2024 algunos trabajadores de la empresa denunciaron que, “entre las empresas que durante años han suministrado armamento al Estado de Israel, el mismo que éste usa para asesinar a miles de niños palestinos, está NTT Data (antes Everis)” comprada por Satlantis

Everis ADS tiene un largo historial de venta de material militar, algunas de ellas especialmente llamativas. Veamos dos ejemplos. Según publicó el Periódico de España, en 2017 suministró morteros Alakrán y municiones a Emiratos Árabes y Arabia Saudí por un montante de 117 millones, a pesar de que desde 2016 diferentes resoluciones de la ONU y del Parlamento Europeo instaron a no vender armamento a Arabia Saudí por su implicación en la matanza de población civil en la guerra de Yemen. Por otro lado, en marzo de 2024 algunos trabajadores de la empresa denunciaron que, “entre las empresas que durante años han suministrado armamento al Estado de Israel, el mismo que éste usa para asesinar a miles de niños palestinos, está NTT Data (antes everis)”.

En enero de 2023 Satlantis compró a Everis sus negocios espaciales de Defensa y Observación de la Tierra, tras haber recibido previamente el visto bueno del Ministerio de Defensa español, de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de la Comisión Europea. El responsable de Satlantis, Juan Tomás Hernani, declaró que la compra suponía “impulsar” el posicionamiento de Satlantis ante “el European Defense Fund y la ESA”.

El mercado militar como motor de Satlantis

Y es que, efectivamente, viendo las expectativas que los desarrollos de Satlantis generaban en el ámbito militar, los anunciados 7.900 millones de Fondos Europeos para la Defensa, y los vientos de guerra que recorren buena parte del mundo, los responsables de la empresa decidieron impulsar su participación en ese sector.

Comenzó por apuntarse a los programas europeos de defensa financiados por la UE coordinando el programa Nemos, “con capacidades multifuncionales, incluida la vigilancia y el seguimiento basados en el espacio”. El consorcio de nueve compañías de cinco países agrupadas para este programa explicitaba que “pretende establecer una colaboración entre las diferentes entidades y países participantes con el objetivo de reforzar las capacidades europeas en materia de Defensa y Seguridad”. También ha coordinado el programa Optisse, y toma parte en el programa de los Fondos Europeos de Defensa Spider, cuyo objetivo es mejorar la red de satélites dedicada a inteligencia, vigilancia y reconocimiento.

En 2021 Satlantis se incorpora a TEDAE (Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio, verdadera patronal del sector militar español). Su ámbito de negocio se centra, entre otras, en la monitorización de “infraestructuras críticas y/o de fronteras”. Ese mismo año toma parte en FEINDEF, la feria de armamento que se celebra en Madrid, donde participa de la mesa redonda Defensa y Tecnología Espacial, junto a altos mandos militares españoles y representantes de grandes empresas del sector como Indra y la vasca Sener.

Industria armamentística
Industria armamentística El Gobierno Vasco riega de contratos a la empresa acusada de amañar contratos
Del Opus Dei y Neguri, los Sendagorta fundaron la empresa Sener, dedicada a la industria militar. Han recibido más de 17 millones de euros en contratos públicos durante los últimos años.

En abril de 2022 el CEO de Satlantis Juan Tomás Hernani afirmaba en El Correo que “en Defensa estamos en una nueva Guerra Fría” y que su empresa había decidido servir al “bando occidental”. En esa línea, y tras su experiencia con el Pentágono para ayudar a facilitar “la vigilancia y supervisión desde el espacio”, un mes después declaraba en Deia que, “es una gran noticia que tengamos inversión americana, de la NASA y el Departamento de Defensa, que están apostando por nuestro plan”. Esa apuesta provocaba, entre otras cosas, que para su filial estadounidense, Satlantis LLC nombrara como presidente a Sean O ´Keefe, quien, entre otro cargos, había sido secretario de la Marina de Guerra de Estados Unidos y fue Chief Financial Officer del Departamento de Defensa en los tiempos de George H. W. Bush.

Ya hemos visto que a principios de 2023 Satlantis compraba a Everis su actividad espacial en el área de Defensa y Observación de la Tierra. Pocos meses después acudió a la feria SpaceOps de Dubai, donde, su stand estaba presidido por el lema Satlantis Defence & Security. También en esas semanas hacía público que “habían entrado en la defensa británica”, aunque sin especificar en qué proyecto o programa. A finales de ese mismo año hacía pública su alianza con Airbus para desarrollar los satélites de observación del Ministerio de Defensa español. Satélites que, explicaron, “nos permiten trabajar en temas de reconocimiento y vigilancia militar, con lo cual, podemos tener capacidades muy avanzadas para identificar objetivos, monitorizar movimientos militares y también recopilar información estratégica de las operaciones de Defensa”.

En definitiva, las prioridades con las que dirigen su negocio los responsables de Satlantis están claras. Así las resumió Hernani en El Correo en abril de este mismo año: “En defensa, ahí hay un tirón clarísimo. (…) El desarrollo será en función de los anillos que marquen los gobiernos. Primero defensa, seguridad, control de fronteras.”

Concluyendo

Ante la actual espiral belicista que padecemos haríamos bien en reflexionar sobre quiénes, cómo y para qué crean las guerras. A mediados de la década de 2010 la Unión Europea comenzó a anunciar que abriría sus fondos a la financiación de programas de “Defensa”. Como lo demuestra el caso vasco (donde desde entonces el número de empresas vinculadas a la producción militar ha pasado de menos de 100 a más de 200), y sin ser una excepción, entonces podemos datar el inicio de la actual carrera armamentística.

Los mercaderes de la muerte comenzaron a invertir en nuevos y sofisticados artilugios y sistemas armamentísticos, contando para ello con financiación pública vía incremento gasto militar.

Los mercaderes de la muerte comenzaron a invertir en nuevos y sofisticados artilugios y sistemas armamentísticos, contando para ello con financiación pública vía incremento gasto militar, el apoyo de los estamentos políticos y educativos, y el silencio cómplice o ignorante de plantillas de trabajadores y poblaciones. Para cerrar el círculo vicioso y permitir pingües beneficios a esos mercaderes, sólo faltaba que estallaran guerras y se incrementaran inseguridades y miedos. Y en ello estamos.

Satlantis solo es un ejemplo de esa nueva escalada de la producción militar que nos condena a las guerras. En esa carrera, como hemos visto en su caso, quienes controlan los entresijos de las administraciones públicas, de los centros de investigación, de los núcleos de poder, y quienes a pesar de su halo científico o académico no tienen escrúpulo alguno, juegan con clara ventaja.

Antimilitarismo
Análisis Apocalipsis ahora
Ramala, Mariupol o Gaza son episodios del mismo culebrón militarista mortalmente representado desde hace un siglo. Hoy Gaza evoca al lazo del ahorcado en el que se cuelga la conciencia y la decencia de la Europa “civilizada y democrática”.

La guerra empieza aquí, en cada una de las empresas vascas que toman parte en esa producción, y si queremos realmente parar las próximas guerras antes de que estallen y caigamos de nuevo en la impotencia, el camino parece claro: acabar previamente con la industria que las fabrica y los mercaderes que se benefician de ellas. Hay alternativas a la industria militar y sus guerras. Es urgente desarrollarlas.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Crisis climática
Análisis ¿Cómo contribuye el sector militar a la crisis medioambiental?
Del 11 al 22 de noviembre se celebra la COP29, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Por ello, es oportuno hacer público un aspecto poco conocido de la crisis medioambiental.
Unión Europea
Unión Europea Von der Leyen despliega una agenda de vallas, rearme y menos regulación para las empresas
Las prioridades de la nueva Comisión Europea son las que el extremo centro lleva tiempo dictando: seguridad, defensa, energía y competitividad.
Crisis climática
Guerra y crisis climática Las emisiones de los ejércitos y el complejo militar ponen en riesgo la lucha contra la crisis climática
Una coalición de 40 organizaciones exige al Gobierno que informe sobre las emisiones del sector militar y consiga su reducción para cumplir con los compromisos adquiridos en Europa y en los acuerdos climáticos de Naciones Unidas.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Uruguay
Uruguay La izquierda parte como favorita en la segunda vuelta de las elecciones en Uruguay
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con ventaja en las encuestas. El alto número de indecisos, y la ausencia de mayorías en parlamento y senado, marcan estos comicios.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.
Más noticias
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.