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Yemen
España cierra las puertas al exilio yemení
Mientras que España es uno de los mayores proveedores de armas a Arabia Saudí, el Gobierno impone ahora un visado de tránsito aeroportuario a los yemeníes, una medida que, junto a la imposibilidad de solicitar protección internacional en las embajadas, supone el cierre de cualquier vía segura de llegada al país.
El Gobierno español ha comenzado el año imponiendo un visado de tránsito aeroportuario (AVT) a las personas originarias de Yemen, una medida que, sumada a la imposibilidad de solicitar protección internacional en las embajadas, en la práctica representa cerrarles cualquier vía segura de llegada a nuestro país.
El visado de tránsito aeroportuario es aquel que permite a una persona realizar una conexión en un aeropuerto, atravesando la zona internacional siempre y cuando no se traspase la misma y se entre al país, en cuyo caso serían necesarias otras exigencias.
No es la primera vez que el Estado español adopta una decisión de esta magnitud con personas provenientes de un territorio en conflicto. En 2011 lo hizo con las de origen sirio y en 2018, inicialmente, con las palestinas refugiadas en el Líbano que tuvieran un documento de viaje emitido por las autoridades de aquel país para meses más tarde con todas las palestinas. También en diferentes momentos se han implementado medidas similares con los nacionales de Camerún, Gambia o Mali.
La paradoja en este caso es que, simultáneamente a estas medidas, el Estado español es uno de los que mayor cantidad de armas vende a Arabia Saudí
“Se vuelve a dar la grave contradicción de que se trata de una de las nacionalidades con mayor grado de reconocimiento de protección internacional en España, como ya sucediera hace un año cuando se impuso el visado de tránsito a personas de origen palestino. De hecho, nuestro país se convertirá junto a República Checa en los únicos del espacio Schengen en exigir este requisito a los yemeníes”, denuncian desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
En 2019 la organización atendió a 454 personas de ese origen: 166 solicitaron asilo en el aeropuerto de Barajas y 288 en Melilla. “En la ciudad autónoma ya se registraron llegadas de yemeníes en patera, circunstancia que fue denunciada tras la muerte del medallista Helau Aljaj en un naufragio cerca de cosas melillenses”, alerta CEAR en un comunicado.
La mayor hambruna más grande de los últimos 100 años
Yemen lleva desde 2015 con una guerra civil que tiene sumida a su pueblo en la que se considera una de las grandes catástrofes humanitarias del siglo y en lo que es considerada la hambruna más grande de los últimos 100 años.
La paradoja en este caso, es que simultáneamente a estas medidas, el Estado español es uno de los que mayor cantidad de armas vende a Arabia Saudí, país que las emplea, precisamente, en los bombardeos contra la población yemení.
Nuestro país se convertirá junto a República Checa en los únicos del espacio Schengen en exigir este requisito a los yemeníes”, denuncian desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado
En marzo de 2017 saltaron las alarmas respecto a la venta de armas desde España rumbo a Arabia Saudí. Fue cuando el bombero Ignacio Robles se negó a participar de una carga de proyectiles que se estaba efectuando en el puerto de Bilbao.
A partir de allí, nació la idea del cineasta Joseba Sanz de hacer un documental estrenado en 2019 con el nombre La guerra empieza aquí, que desvela el negocio armamentístico que tiene como epicentro el País Vasco tanto en la producción como en el punto de partida hacia Arabia Saudí.
Un peligroso antecedente
Fue en octubre de 2011 cuando un grupo de 28 personas de origen sirio provenientes de Argelia y rumbo a Alemania, decidieron pedir protección internacional al llegar al Aeropuerto Adolfo Suárez, de Barajas (Madrid).
La respuesta no se hizo esperar, el entonces también Gobierno socialista impuso la exigencia del visado de tránsito aeroportuario a toda persona originaria de aquel país.
Eran los primeros meses de un conflicto que lleva casi nueve años de duración y que, según el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, ha dejado 380.000 muertos, de los cuales al menos 115.000 eran civiles.
Años más tarde, en especial desde mediados de 2015, las historias de las familias sirias que llegaban en patera o haciendo lo imposible para pasar los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla, demostrarían la gravedad del impedimento administrativo que se había impuesto. ¿Cuánto tardarán en verse las consecuencias para el exilio yemení?