Trabajo sexual
Club de alterne Flowers: 90 euros al día por la habitación, hasta 15 horas diarias y una de descanso

Una trabajadora sexual lleva a juicio al Grupo Empresarial La Florida, propietario, entre otros, del Club Flowers, en Madrid.

Interior del Club Flowers
Interior del Club Flowers, en Las Rozas (Madrid). Imagen de salaflowers.es
12 mar 2018 18:06

Una hora de permiso para comer —asignada y previa petición—, limpiar la propia habitación —por la que pagan 90 euros al día a los que sumar los gastos por toallas y sábanas— y asumir la obligación de cobrar 5 euros extra a los clientes por cada media hora de más de uso de la habitación —y si no, pagarlo del propio bolsillo—. Son algunas de las condiciones de trabajo que soportan las trabajadoras sexuales del Club Flowers, un local de alterne ubicado en Las Rozas propiedad del Grupo Empresarial La Florida SL, y que el próximo viernes 16 de marzo se pondrán sobre la mesa en el juicio por la querella presentada por una de las trabajadoras, Evelyn Rochel.

La historia de Rochel en el Club Flowers duró 15 años. De origen colombiano y de 41 años de edad, Rochel trabajaba en este club como captadora de clientes y como camarera. Durante esos 15 años, también ejerció la prostitución en diferentes clubes del mismo grupo empresarial. El primero de ellos fue en Riviera de Castelldefels, la llamada “catedral del sexo de Catalunya”, también propiedad de los dueños del Flowers, según publicada en 2017 El Español. De ahí pasó a otro club más del mismo grupo, y ya, en 2014, al Club Flowers, en Madrid.

Las condiciones eran duras. Rochel vivía en la habitación 113 del club, pagando 90 euros al día de alquiler por su habitación, una suma a la que, además, se sumaban los gastos en toallas y sábanas —un mínimo de 2 euros por muda—. Los horarios que iban de las once hasta las 15 horas diarias de trabajo. “Hay muchas niñas que se drogan para poder aguantar tantas horas, yo no porque estaba muy centrada en el deporte, explica Rochel a El Salto. Pero ¿os obligaban a trabajar tantas horas?, le preguntamos. Rochel explica que no, pero te presionan: te llaman, te dicen que hay clientes; aunque no estés obligada, te sientes obligada”. 

Con los días libres, Rochel es tajante: “No existen”. ¿Por qué? “No existen días libres porque el día que no trabajas no ganas, y tienes que pagar igualmente la habitación. Pagábamos el derecho al coto de caza, tenemos que pagar para poder conseguir el cliente”, explica. 

Hay una conexión perversa entre estas normativas dirigidas a las chicas que trabajan en las calles y el impulso de los prostíbulos

Rochel señala que, aun así, prefiere trabajar en clubes de alterne por la sensación de seguridad. También apunta a las normativas municipales que en los últimos años se han enfocado en castigar a las trabajadoras sexuales de calle o a sus clientes. “Es una forma de empujarnos a que vayamos a trabajar a un club y paguemos al empresario, hay una conexión perversa entre estas normativas dirigidas a las chicas que trabajan en las calles y el impulso de los prostíbulos

Organizadas contra el endurecimiento de las condiciones

El conflicto laboral comenzó en 2016, cuando los propietarios del club decidieron endurecer las condiciones laborales. A partir de entonces, las trabajadoras solo podrían ausentarse durante una hora para comer, y previa petición de un ticket en el que se le asignaba la hora de ausencia. También se disminuyeron las horas que la empresa pagaba por la limpieza del espacio, exigiendo que cada trabajadora limpiara su propia habitación tras cada servicio. La última modificación en las condiciones suponía obligar a las trabajadoras a que cobraran 5 euros extra al cliente por cada media hora de más en la habitación, poniendo la cantidad de su bolsillo si no lo hacían.

Rochel reunió a las cerca de 50 trabajadoras del club para pedir juntas que revocara las nuevas normas impuestas por el club

Rochel reaccionó ante las nuevas condiciones laborales reuniendo a las cerca de 50 trabajadoras del club para pedir juntas que revocara las nuevas normas, lo cual hizo, aunque sí comenzó a aplicarlas a las nuevas mujeres que llegaban a la empresa. Pero Rochel ya tenía los días contados en el club.

A mediados de febrero de 2017, a raíz de una discusión con un cliente, invitaron a Rochel a abandonar el club. La invitación la hicieron los gerentes del Club Flowers, Julián Cidoncha Ríos y Antonio Herrero Lázaro, condenado en mayo de 2014 por la Audiencia Provincial de Barcelona por inducción a la prostitución, asociación ilícita, cohecho continuado y uso de información privilegiada en relación al caso de Club La Riviera, en Castelldefels, que fue cerrado por orden judicial; condena que el Tribunal Supremo rebajó a una multa de 960 euros por hacer regalos a policías encargados de la inspección del prostíbulo. Rochel se atrincheró en su habitación hasta durante una semana, y lo abandonó escoltada por la Guardia Civil.

“Para Evelin, abandonar el club le suponía abandonar también el espacio en el que vivía. Esto es lo habitual en la prostitución, algo impensable en cualquier otra actividad económica”, señalan desde Hetaira, colectivo que subraya que, “además de quedarse sin trabajo y sin vivienda, su despido no vino respaldado por un finiquito, una indemnización o el derecho al paro” y que “por todos los años ejerciendo la prostitución en los clubes de las mismas personas, nunca, nadie, cotizó por ella a la Seguridad Social”.

Desde Hetaira explican que, desde hace unos años, y para “sortear” la Inspección de Trabajo, los propietarios de clubes de alterne siguen su propia estrategia para no tener que dar de alta a las profesionales como camareras de alterne. “No se abonan comisiones por las consumiciones que las trabajadoras propician que el cliente se pida en la barra y no se pueden acercar a ningún cliente a menos que éste haya encargado ya alguna consumición en la barra del local, con el fin de que el cliente tenga forzosamente que consumir para poder acceder a los servicios sexuales de las trabajadoras”, explican desde el colectivo en defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales. “Los propietarios de clubes ganan, las y los profesionales del sexo continúan sin derechos laborales y, supuestamente, sin relación laboral con un empresariado que impone sus propias condiciones laborales empeorándolas cada día más, continúan.

Durante la semana de encierro en su habitación, Rochel llamó a la policía y Guardia Civil para informarles sobre su caso, pero le respondieron que “no valía la pena denunciar al dueño porque iba a quedar en nada”. Pero en 2017, apoyada por el colectivo Hetaira, denunció al grupo empresarial por violación a la dignidad, a la integridad física y psíquica y a la intimidad durante los años que trabajó en los distintos clubes de esta empresa.

Esto supone romper con esa puerta que parecía imposible de traspasar en cuanto a las condiciones laborales en los clubes de alterne en este país

“Lo más complicado y difícil en la prostitución es poder tener en tus manos un caso como el de Evelin”, señala Mamen Briz, portavoz de Hetaira. “Evelin es una prostituta que ha decidido plantar cara a este grupo empresarial en concreto, pero para nosotras supone romper con esa puerta que parecía imposible de traspasar en cuanto a las condiciones laborales en los clubes de alterne en este país, y si esta situación pueda cambiar será por la presión de las propias trabajadoras de estos clubes”.

Briz señala la fuerza de estos grupos empresariales. “Sabemos la cantidad de influencias que pueden tener, también la influencia que ejercen sobre las testigos. Estamos en una situación de espera, sin saber cuál puede ser la resolución, pero este juicio sí va a ir sentando precedentes en cuanto a que mujeres y hombres trabajadoras del sexo se animen a presentar este tipo de denuncias, ya que si no, será imposible romper con esta situación”.

Este juicio, según subrayan desde Hetaira, “virtualmente puede tener gran trascendencia jurídica y práctica sobre los derechos laborales de las prostitutas de clubs de alterne en el Estado español”. El colectivo explica que algunos de los temas que este juicio pondrá sobre la mesa es si existe relación laboral entre la trabajadora sexual y la empresa, si la actividad de alterne puede encuadrarse o no dentro de alguna categoría profesional del Convenio de Hospedaje de la Comunidad de Madrid —si se entiende que sí existe relación laboral— y si el empresario abuso de su superioridad para vulnerar los derechos fundamentales de la trabajadora al no haber al no haber una legislación clara que ampare sus derechos laborales.

“La piedra angular será el reconocimiento de la prostitución como trabajo, y cuando pasemos a esa fase y se entienda que se necesitan de derechos laborales y las trabajadoras del sexo se puedan incorporar al Estatuto de los Trabajadores, se pondrá freno a estas situaciones”, concluye Briz.

“Yo sé que este juicio no lo voy a ganar —señala por su parte Rochel—, pero al menos que la sociedad sepa lo que pasa debajo de su casa. Eso es lo que me interesa, que conozcan las condiciones de vida de miles y miles de mujeres que trabajan en estos locales”.

Archivado en: Madrid Trabajo sexual
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Trabajo sexual
Anneke Necro “Es imposible hablar de porno sin analizar cómo hemos llegado hasta aquí en materia de placer”
Hablar de cómo se ha construido el deseo en nuestra cultura occidental es una de las motivaciones que Anneke Necro persigue en su primer texto, ‘Deseo disidente: las políticas del placer’.
València
València ¿Qué ha pasado con las mujeres que ejercían la prostitución en la Pista de Silla?
La entrada sur a la ciudad de València se convirtió el 29 de octubre, la noche de la dana, en la autovía del terror. Médicos del Mundo asegura que no hubo medidas para las mujeres que ejercían la prostitución en esta zona.
#66049
25/7/2020 20:32

No entiendo, ni veo la polémica...

Que se den de alta como autónomas y que facturen y paguen impuestos, así de sencillo. Ah! no, que hay que pagar impuestos como el resto y no se lo llevan crudo... Pues entonces ahorra, para cuando vengan mal dadas, o esperas tener paro sin haber cotizado un solo €.

90€ al día, pues si no te cuadra te piras y no los pagas, curra en otro sitio, tu veras si te compensa. Que te obligan a trabajar? Bueno, como en todos sitios. Si no he leído mal, te avisan de que hay clientes, y si no quieres, no bajas. Ah! pero entonces no puedes pagar la habitación? Pues como todos, que tenemos que pagar prestamos, ropa de trabajo, desplazamientos, etc.

Spalumi? Lo que molesta, es que se les ponen "estrellitas" y valoraciones. Como le ocurre a los restaurantes, los hoteles, y muchos más negocios desde que hay internet. De esta manera, las que dan un mal servicio a los clientes, quedan al descubierto.

Ahora, del dineral que se sacan no hablan. Vamos, que lo queremos todo, todos los derechos y ninguna obligación. No te gusta ese trabajo, estudia, adquiere una habilidad y ponte a trabajar en otra cosa, igual no ganas lo mismo...

1
0
#91928
8/6/2021 3:27

no e que nosotras no queramos cotizar es el govierno que no facilita la cotizacion pq si saliera la lei que todas putas indocumentada puede cotiza todas cotizariamos

0
0
#46461
28/1/2020 19:03

Yo vivo algo igual

0
1
#44307
8/12/2019 13:39

Me parece muy bien que le paren lo abusivos que son lo digo porque lo he vivido en estos sitios...ojalá se haga justicia!!

0
0
#31970
21/3/2019 18:15

Deberían investigar ciber mafia web spalumi que E pior aún mueven diñero de las chicas son proxenetas ocultos ciber proxeneta muy perigosos y siguen con su dominio por las prostitución de toda España ya va siendo hora de hacer una plataforma y pedir que lles pare los pies son explotadores sexual con miles de piso por Madrid dedicado proxenetismo y además te persigue y acosan

2
0
#21529
7/8/2018 20:03

La chica me dio sexo e el duro me encantó

1
4
Martina San
27/7/2018 1:08

En Barcelona hay otros clubs peores que este,los invito a conocer Felina,allí le quitan el 50% de lo que cobra cada chica,tiene que limpiar la habitación,servirle la copa al cliente,pagar por las sábanas y ni un vaso con agua les dan. Aparte que deben cumplir un horario . No tiene seguridad social,como quiera que sea esto es una mafia qué hay en todo España y se lucran los dueños de esos club .

9
0
Ana
15/3/2018 12:00

Gracias por noticias como esta. Gracias a Hetaira por acompañar a esta chica en este trance. Os deseo muchisima suerte para mañana!!!

11
5
Anita
23/11/2018 13:37

Qué sarcasmos. ¨Acompañar en el trance" ¡Hetaira! ¿De qué podemos pensar que viven las presuntas activistas que tienen como objetivo e historial defender el negocio prostituyente? Del dinero, de la enorme masa de dinero que mueve. Ya pueden dar la matraca con que defienden derechos de trabajadoras. En este caso, como todos los que sacan, con ayuda de periodistas de su parte con Ter, no ponen en cuestión lo que sufren en esos locales, ni plantean esta mujer colaboraba en la explotación de otras. Si era voluntaria ¿por qué no cotizaba como autónoma, que puede? La clave de por qué Hetaira envía esto a s periodista de confianza: "el endurecimiento de las leyes en 2015 o 2016". Antes era guay, no había motivo de queja para ir a los tribunales, cuando reconoce que los dueños de los "clubes" burdeles son quienes les imponen la sumisión a prácticas con su integridad física a demanda de quienes pagan, con horarios y condiciones. Quieren separarlo, como si hubiera una sumisión tal limpia de humillación, del destrozo psíquico e impotencia como ser humano en la explotación prostituyente, o esta fuera negociable cuando se les entraga la sartén por el mango a los proxenetas legalizando su industria de carne humana (véanse los burdeles de Alemania).
Basta ya, Ter García. No nos vendas más verdugos como abogadas, ni pintéis de blanco o rosa o violeta el horror de las vidas prostituidas al capital y al poder machista en su peor alianza.

3
6
Colectivo Hetaira
13/3/2018 16:14

hola Anónima: lo que dices sobre el Colectivo Hetaira es muy, muy grave. Te agradeceríamos que salieses de tu anonimato (nosotras siempre damos la cara), porque a lo mejor estás cometiendo un delito. Por consultar con Delitos Telemáticos de la Guardia Civil y que nos lo aclare, más que nada.

20
10
#10996
17/3/2018 15:02

¿Amenazamos cuando no nos gusta la opinión de los demás? Bien, bien.

3
4
#10599
13/3/2018 18:25

Sois capitalistas. Defendéis la mercantilización del cuerpo humano. Y no toleráis que os digan la verdad.

12
15
#10637
14/3/2018 14:58

eres gilipollas anonima.

5
5
#10653
14/3/2018 18:50

¿Te lo dices a ti misma, anónima? Que original. Deberías valorarte mas.

1
5
Anita
23/11/2018 13:42

¿Nos vais a romper las piernas o rajarnos la cara cuando nos identifiquéis? ¿Invitaréis a algún detalle en un club?

1
7
#31972
21/3/2019 18:28

Anita creo k es de spalumi web del proxenetas

4
4
#10581
13/3/2018 12:14

Mala fuente el Colectivo Hetaira, que mantiene relación win-win con ese sector y sus beneficiarios, introduce nuevas personas en ese sórdido y difícil de abandonar mundo de la mercantilización del cuerpo de las mujeres y en general, blanquea una actividad que según las ongs esclaviza al 80% de mujeres que caen en ella. Si no es abolicionista, no es feminista.

16
26
Marina
13/3/2018 1:06

Enhorabuena por el reportaje y por escribir artículos dando visibilidad a esta problemática. Gracias y seguid publicando.

17
4
#31969
21/3/2019 18:08

Debemos denunciar también a web spalumi nos explotan por Internet nos coacionas y siguen con ciber mafia de Internet También deberíamos hacer una manifestación para que la gente sepas y la policía los investigadores lles obliguen cumplir normas

4
2
#31971
21/3/2019 18:22

Anita usted no es la dueña del. Piso más famoso de spalumi?? Edén de Anita pues defiende mucho la explotación y esto es crimen Soy a favor de colectivo hetaira

4
9
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Galicia
Galicia La Xunta de Feijóo, condenada por negar visitas a una mujer que murió de cáncer por tener covid-19
La jueza dice que la situación exigía “flexibilizar” las medidas de prevención. Falleció a inicios de 2022 en el Hospital Álvaro Cunqueiro durante los últimos meses de la administración del jefe del PP con Julio García Comesaña de conselleiro.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.

Últimas

El Salto Radio
El Salto Radio Humedales necesarios
Damos un paseo radiofónico por algunos de los humedales de Andalucía, espacios fronterizos entre el mar y la tierra, tan necesarios para nuestra supervivencia. Lo hacemos con Juan Martín Bermúdez, de SALARTE y algunos oyentes.
Más noticias
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?