We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Salud Pública
Las chinches en España: un caso de alerta, pero no de alarma
María Pérez despertó hace unos días en un hotel de Zaragoza, donde actuó como bailarina durante el concierto de la cantante Chanel. Por la noche, sus brazos, su cuello y su cara comenzaron a llenarse de picaduras de chinches de cama. “Esto no es deseable para nadie. El picor es muy heavy, me pica muchísimo”, contaba días después en un video que ya acumula 1,4 millones de visitas en Tiktok. El caso de Pérez muestra los efectos del pequeño insecto, que en las últimas semanas ha ocupado las primeras planas de los diarios franceses por las plagas dispersas en los transportes públicos parisinos. La alerta en Francia dio un toque de atención a España, donde los casos han aumentado desde hace años. Expertos consultados por este diario afirman que la situación se ha visto engrandecida por el impacto mediático, recomiendan mantener las alertas para controlar las plagas que puedan aparecer y destacan la importancia de no alarmar a la sociedad (“al menos, por el momento”, concretan).
Las chinches de cama son pequeñas, unos cinco milímetros, y pueden verse a simple vista. Las plagas de este insecto, que se alimenta de sangre, se han elevado en España, en especial, en las principales ciudades turísticas, aupadas por el constante flujo de personas, que facilita su dispersión de un lugar a otro. Hasta agosto de este año, España había recibido a 57,7 millones de turistas, según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La alerta en Francia dio un toque de atención a España, donde los casos han aumentado desde hace años. Expertos afirman que la situación se ha visto engrandecida por el impacto mediático
El director de comunicación de la empresa de control de plagas Rentokil Initial, Jacinto Diez, cuenta que lo ocurrido en Francia ha podido causar una sensación de alarma “extrema”, y apunta a que el panorama actual en España era previsible debido al incremento del turismo desarrollado tras la covid-19. “En España estamos con problemas, problemas serios, pero quizás no a ese nivel de alarma o presencia que se está viendo en Francia. Hay datos que nos indican que el problema está, y está más activo que en los últimos años”, explica.
Rentokil ha registrado un aumento de tratamientos entre enero y septiembre de este año con respecto al mismo periodo del anterior: si en 2022 realizaron 600 servicios; este año casi lo han duplicado, con más de 1.000 –casi tres trabajos por día–. El director de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), Jorge Galván, cuenta que, a pesar de los datos que facilitan las compañías, es complicado concretar una cifra. Los últimos números recabados son de hace más de una década, y Galván asegura que Anecpla trabaja para tener una estadística actualizada. La asociación, que congrega a más de 500 empresas, también funge como tesorera de la Confederación Europea de Sanidad Ambiental y su director asegura que a nivel europeo todas las empresas están notando ese repunte en los casos.
El efecto de las chinches de cama también ha llegado a circuitos emblemáticos del turismo español como el Camino de Santiago. La Voz de Galicia informó el pasado viernes que al menos media docena de albergues se habían visto afectados por la presencia de estos insectos en Caldas de Reis (Pontevedra), una localidad por la que cruza la ruta del Camino Portugués. El diario informó que uno cerró temporalmente, mientras que el resto optaron por clausurar habitaciones.
¿Una plaga?
La consejera madrileña de Sanidad, Fátima Matute, afirmó la semana pasada que en Madrid no había una plaga de chinches como sí ocurría en París. La consejera daba estas declaraciones después de que una comunidad de vecinos del céntrico barrio de Lavapiés detectara la presencia de estos insectos –“controlada por las empresas de desinfección” más tarde, según defendió Matute–.
“En España no hay una plaga. Hay lo mismo [en cuanto a incidencia] que el año pasado y que el anterior", Óscar Soriano, científico del CSIC
El científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Óscar Soriano considera que el término “plaga” es muy relativo. “En España no hay una plaga. Hay lo mismo [en cuanto a incidencia] que el año pasado y que el anterior. En Francia parece ser que sí que ha habido una explosión poblacional de chinches. Pero es un término que no está muy bien definido”, asegura. La Real Academia Española (RAE) define la palabra sin dar una cifra, pero la relaciona a la “aparición masiva y repentina” de seres de una misma especie que causan daños a las poblaciones. Jacinto Diez tiene un punto de vista más: “Nuestra experiencia como empresa es decir ‘sí hay plaga en Madrid’, porque estamos recibiendo muchísimos avisos y se están realizando muchísimos tratamientos”, indica.
El científico del CSIC considera que para que el problema no pase a mayores hay que mantener un control de los casos, un problema que afecta sobre todo a las familias con menor nivel adquisitivo, debido a los costos del tratamiento. Los servicios de las empresas pasan por dos tipos de tratamientos: el de calor y el biocida (químico) que, pueden realizarse por separado o combinado, según explica el director de Anecpla. Galván subraya también la importancia de que este tipo de tratamiento sea realizado por empresas profesionales y no por terceros, por el intrusismo que, dice, vive la profesión. “Tienen que ser empresas que tengan competencia técnica, porque, ¡ojo!, esto es una profesión regulada. Tienen que tener un registro oficial”.
El caso francés, una alerta engrandecida
Jacinto Diez cree que la situación en Francia ha estado marcada en ocasiones por el “sensacionalismo”. La aparición de chinches en la capital francesa llevó a que el Ayuntamiento de París pidiera al Gobierno central la puesta en marcha de un plan para luchar contra el cúmulo de insectos. Los usuarios de las redes sociales difundieron imágenes en las que se mostraban colchones tirados en las calles y trenes con una presencia de numerosos ejemplares de chinches, lo que aumentaba la alerta entre la población. Juan José Bautista es un joven murciano que vive en París desde hace cerca de un año. En las últimas semanas, se ha topado con alguno de estos vídeos en redes y en los grupos de Whatshapp, lo que le ha llevado precisamente a tener una mayor preocupación ante este problema. Estos días, ha visto colchones “destrozados” tirados por su barrio, que se encuentra cerca de la estación del este de la capital; pero no ha encontrado ninguna chinche.
Laura Martínez (cinco años viviendo en París), es más crítica con la situación, y cree que se ha visto agrandada. No ha visto colchones por la calle como muestran las imágenes que ha recibido; y afirma que ve a los parisinos más preocupados por la limpieza del transporte público que por las chinches. “No he visto ninguna [chinche]. Normalmente, cuando cojo el metro, lo último que me importan son las chinches, porque va a reventar”, asegura.
Las chinches no siempre pican. El incremento de la temporada del clima cálido en los últimos meses ha sido un filón para ellas. La chinche apestosa, más grande que la de cama e inofensiva, ha entrado a las casas de algunos núcleos urbanos como el de Bilbao. June, 23 años, ha dado cuenta de ello. A su habitación han entrado unos cinco o seis insectos estos días. Al principio habló de plaga, pero más tarde relativizó la expresión (“solo unas cinco o seis”). Cree que han llegan de las plantas que cuidan sus vecinos en la terraza.