Sáhara Occidental
“El Aaiún es una gran cárcel, no se puede ni entrar ni salir”

Andrea Sáez y Laura Moreno fueron expulsadas el pasado 3 de julio de los territorios ocupados por Marruecos en el Sahara Occiental. Iban a ejercer como observadoras internacionales y a reunirse con colectivos saharauis.

Sáhara Occidental observadoras
Las observadoras internacionales Andrea Sáez y Laura Moreno, en su viaje al Sáhara Occidental.
6 jul 2017 10:59

“Escuchamos nuestros nombres por megafonía, ni Laura ni yo podíamos salir del avión”. La que habla es Andrea Sáez, joven de Euskadi que, junto a la catalana Laura Moreno, viajaba al Sáhara Occidental ocupado por Marruecos para ejercer como observadoras internacionales y reunirse con colectivos saharauis de defensa de los Derechos Humanos. Fuera, en el aeropuerto de El Aaiún, varias furgonas de la Gendarmería marroquí custodiaban el avión que 50 minutos antes había salido de Las Palmas. Eran las 21.45 horas del pasado lunes 3 de julio.

“Esperamos en nuestros asientos a que se vaciara al avión, muchos saharauis se acercaban a nosotras y nos deseaban ánimos, pues ya sabían la que se nos venía encima”, prosigue la joven activista, que recuerda: “Nos quitaron nuestros pasaportes y una persona, que se negó a identificarse, nos anunció que no podíamos bajar del avión porque sabían que íbamos a apoyar la causa saharaui”. Andrea y Laura no solo no podrían pisar suelo del Sáhara Occidental ocupado, tampoco de todo el territorio marroquí. Permanecieron, obligadas, en el avión que seguía viaje rumbo a Casablanca. “El Aaiún es como una gran cárcel de la que no se puede entrar ni salir”, dice Andrea.

Tras las ventanas del avión, el Sáhara Occidental, uno de los pocos territorios no autónomos reconocidos por Naciones Unidas pendientes de que se cierre su proceso de descolonización. Un proceso de descolonización truncado allá por el año 1975, cuando el régimen franquista entregara la hasta entonces provincia española al Reino Marroquí y a Mauritania a través de los Acuerdos Tripartitos de Madrid. Unos acuerdos ilegales según el Derecho Internacional, lo que convierte todavía al Estado español, en palabras de numerosos juristas de reconocido prestigio en el Derecho Constitucional e Internacional, en la potencia administradora encargada de velar por ese proceso de descolonización, que concluirá a través de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui.

Tras las ventanas del avión, una de las zonas de más complicado acceso a los observadores, activistas y periodistas internacionales. Hassanna Aalia, refugiado político en el Estado español por estar condenado por un tribunal militar marroquí a cadena perpetua por participar en un campamento de protesta, recuerda cómo era su niñez en los territorios ocupados: “Desde pequeño sabes que vives en un país ocupado, te haces muchas preguntas que no tienen respuesta”, explica. “¿Por qué viven nuestros familiares en los campamentos de población refugiada separados del resto? ¿Por qué nos tratan de forma diferente? ¿Por qué nuestros padres tienen mucho miedo? ¿Por qué están las calles llenas de policías?”, enumera Hassanna, recordando que los derechos más elementales, también los sociales y culturales, brillan por su ausencia para los saharauis. “Llenan el Sáhara de colonos marroquíes mientras vacían nuestro país de sus recursos naturales”, condena.

Por eso, a Hassanna no le sorprende que Andrea y Laura fueran expulsadas el pasado lunes. “En las zonas ocupadas Marruecos está maltratando, torturando, haciendo desaparecer, violando o asesinando a saharauis y no quieren que eso se conozca en el resto del mundo”, describe este activista. En los últimos años, Marruecos ha expulsado a cerca de 100 observadores internacionales que pretendían reunirse con asociaciones y colectivos saharauis para conocer, de primera mano, la situación en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. “Es una gran cárcel para los saharauis de dentro, pero también para los activistas que no pueden entrar a ver lo que está pasando”, califica también Hassanna.

Actitud hostil

Andrea y Laura volaron hasta Casablanca, su pasaporte seguía retenido. A la ciudad marroquí llegaron entorno a las 12 de la noche. “Al llegar allí tampoco podíamos salir del aeropuerto, fuera del avión la policía nos esperaba con coches, nos llevaron a una sala y nos requisaron el pasaporte y el teléfono, no podíamos llamar a casa para contar lo que nos estaba ocurriendo”, relata Andrea, que denuncia la actitud hostil con la que les trataron los agentes marroquíes en todo momento: “Nos gritaban y amenazaban, pedíamos explicaciones y nos respondían que nosotras ya sabíamos lo que habíamos hecho”, recuerda. “Nos vigilaban en todo momento, no nos dejaban solas ni para ir al baño”, añade.

A las 9.40 horas de la mañana del martes salía un avión hacia Barcelona. “Nos obligaron a pagar el billete de ese avión, nos decían que, si no lo hacíamos, nos quedaríamos en aquella sala todo el tiempo que hiciera falta”, prosigue con su relato Andrea. Pocas horas después, llegaban a Barcelona. “Nos habían dado un papel con un código para recoger las maletas, en Barcelona nos dijeron que aquel código era falso”, se queja, recordando la “impotencia y rabia” que sintieron tras la expulsión: “Queríamos informar de lo que pasaba dentro del Sáhara Occidental y no pudimos hacerlo”. “También queríamos visitar Marrakech y Rabat, donde se están celebrando juicios sin garantías a presos políticos saharauis, para observar y denunciar las irregularidades”, continúa. 

El día 6 de julio se iniciaba en Marrakech un juicio a 14 estudiantes universitarios saharauis que llevan un año encarcelados sin audiencia. “Es un secuestro encubierto por parte de las autoridades marroquíes, tanto tiempo en la cárcel sin haber sido juzgados va en contra de su propia ley”, asegura Hassanna. “Quiero recordar que este grupo de presos ha llevado a cabo varias huelgas de hambre para exigir un juicio justo y el respeto de las condiciones básicas para los presos, en contra de la tortura y los malos tratos de los que han sido objeto desde su detención arbitraria”, explica este activista saharaui. Muchos jóvenes saharauis se desplazan a estudiar a Agadir (Marruecos), la política marroquí de amputar los derechos culturales de los saharauis hace que en los territorios ocupados no haya universidades. Una vez allí, los estudiantes suelen llevar a cabo protestas por los derechos de su pueblo.

24 de Gdéim Izik

Por otra parte, el día 11 se reanudará el juicio a los 24 presos de Gdéim Izik, el campamento que en el 2010 organizaron miles de saharauis a las afueras de El Aaiún protestando por sus derechos sociales que fue brutalmente aplastado por las fuerzas de ocupación marroquí. Por participar en este campamento, fue condenado Hassanna a cadena perpetua. Este juicio se ha aplazado en sucesivas ocasiones desde el año pasado y los 24 activistas ya fueron condenados por un tribunal militar previamente, como Hassanna, que viajó al Estado español donde hoy, tras varios años de negaciones, es refugiado político.

Durante las anteriores sesiones del juicio, numerosos observadores internacionales han denunciado falta de garantías. Entre ellas, las abogadas francesas que actuaban como defensa de los saharauis, Ouled y Metton, las cuales fueron expulsadas por la fuerza en mayo de los juzgados. “Es un juicio político, un teatro para lavarse la cara Marruecos tras las presión internacional porque fuéramos juzgados por un tribunal militar, no han presentado ninguna prueba contra ellos, solo indicios”, asegura Hassanna, quien añade: “Tampoco se presentó ninguna investigación independiente sobre las denuncias de los activistas, que han sido violados, torturados y maltratados por las autoridades carcelarias marroquíes”.

Por todo esto, Hassanna reclama a la sociedad civil que se involucre, que siga intentando viajar a los territorios ocupados y a observar los juicios a presos políticos saharauis. “En las zonas ocupadas cada vez hay más resistencia organizada saharaui, pero sin la presencia internacional poco se puede hacer, hay que romper el bloqueo de Marruecos”, asegura este activista. “Seguiremos enviando delegaciones de observadores internacionales, abogados, periodistas, activistas, sindicalistas…”, promete. Por su parte, Andrea y Laura lo tienen claro: “El Sáhara es una cárcel enorme, hay que romper las rejas, la solidaridad internacional es muy importante para ello”. “Lo volveremos a intentar, volveremos a viajar a El Aaiún”, concluyen.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Colonialismo
Laura Casielles “No se pueden entender los regímenes europeos del siglo XX sin pensar en el colonialismo”
En su libro ‘Arena en los ojos’, la periodista, poeta y escritora Laura Casielles recorre el mapa de las antiguas colonias españolas en el Norte de África, en busca de memoria y sentido.
Opinión
Opinión Actuar con responsabilidad y humanidad: el pueblo saharaui merece vivir con dignidad
De los 92 millones de euros que se requieren para cubrir las necesidades básicas de la población refugiada saharaui en 2024, solo se ha garantizado el 31%.
Sáhara Occidental
Sahara Occidental Hambrunas e inundaciones: la crisis humanitaria que asola los campamentos saharauis
Los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) atraviesan condiciones críticas, consecuencia de la reducción de las raciones alimentarias y las recientes inundaciones.
#78703
2/1/2021 14:15

Si no aceptan el comentario con mi opinión pues se ve de forma clara que no aceptan la libertad de expresión y que son un noticiario politizado y no neutro

0
0
#78702
2/1/2021 14:14

Suena mucho a victimismo, pero en catalunya cuenta de la misma forma como de mal nos trata el estado español. Creo que aquí hay más espectáculo y manipulación que otra cosa. Es muy lógico ir a un país para defender una minoría. Sobre los refugiados, ellos decidieron su camino y así lo cuentan los menas de Barcelona, quienes quieran una independencia pues que se vayan a Tinduf y los que no pues se quedan. Argelia es aliada del Polisario (grupo terrorista que hacen cosas graves y no como pintan ustedes a marruecos) porque no es aliado de Marruecos. Todos los países no apoyan el sahara excepto gobiernos desastrosos, incluso palestina no apoya al polisario.
El mismo gobierno del polisario en las zonas de Argelia aplican su poder, lo único que hacen es sobrevivir de los regalos de argelia y educar a los niños para ser militares para que odien marruecos sin saber el porque. La zona más pobre es donde se aplican el poder de estos, donde solo forman a mercenarios que no pueden sobrevivir una guerra, incluso los del gobierno del polisario son militares. Creo que no os han dejado entrar por querer difundir mentiras, que no es culpa vuestra porque os han manipulado, como hace podemos difundiendo esto por ejemplo. Si denuncias esto en europa o en la ONU te dirán que vuestra observación no ha sido neutral si no totalmente al bando militar.

Por cierto, la ONU no reconoce al polisario, se sigue diciendo que el Sahara pertenece a España y la propia España acepta que este territorio es Marroquí, al igual que la UE donde Josep Borrell, persona en un alto cargo en la UE, dijo que el sahara es marroquí y que es ilegal los cortes y ataques terroristas que hace el polisario en las fronteras.

0
0
Ibex 35
Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
Los directores y ejecutivos de Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Indra, CIE Automotive y otras empresas del Ibex 35 multiplican por cientos de veces los sueldos medios de sus empleados.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Catalunya
Derecho a la vivienda La “revuelta de las llaves” echa a andar con tres huelgas de alquileres en Catalunya
Tres promociones de vivienda deciden ir a la huelga de inquilinos, una de las medidas defendidas por las manifestaciones del 13 de octubre y el 23 de noviembre en Madrid y Barcelona para hacer frente a los alquileres impagables.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Inteligencia artificial
Inteligencia artificial Los creadores rechazan las licencias ampliadas para el uso de sus obras en la IA: “Es un genocidio cultural”
El Real Decreto para regular la concesión de licencias colectivas ampliadas para la explotación masiva de obras protegidas por derechos de propiedad intelectual para el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial recibe un rechazo generalizado.

Últimas

Personas sin hogar
Personas sin hogar Encierro en el Ayuntamiento de Granada para reclamar albergues para las personas sin hogar
Decenas de activistas exigen tratar, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, con la alcaldesa de la ciudad sobre la necesidad de medidas urgentes ante la gravísima situación de las personas sin hogar en plena ola de frío.
Opinión
Tratados UE-Mercosur, el acuerdo que acabará con el modelo de agricultura europeo
Toda la producción agroalimentaria familiar, de pequeña escala y que desarrollan la economía local va a salir perdiendo, sea en Europa o los cuatro países latinoamericanos.
Siria
Siria Israel bombardea la transición siria
Mientras el nuevo gobierno del país intenta proyectar legitimidad dentro y fuera de sus fronteras, el ejército sionista expande su control del territorio en los Altos del Golán, y Europa congela miles de solicitudes de asilo de personas sirias.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La moratoria del ‘escudo social’ no ha servido para impedir tres de cada cuatro desahucios
Un redactado poco claro, que deja libertad a los jueces para saltarse la moratoria, limita su alcance. A pocas semanas de su fin, organizaciones de vivienda piden que sea mejorada, ampliada y convertida en permanente.
Baleares
Memoria histórica Acuerdo en Baleares entre la izquierda y el PP para no derogar la ley de memoria histórica
El Govern ya no buscará los apoyos de la ultraderecha en los presupuestos ni cumplirá con uno de los puntos más calientes del programa, como era la derogación de la ley de memoria democrática.
Más noticias
Tribuna
Tribuna El día después del derrocamiento de Al Asad en Siria
El pueblo sirio ha sufrido lo indecible en los últimos años en sus aspiraciones de soberanía y de liberación. La pregunta ahora es ¿cómo se va a reconfigurar el reparto de poder en Siria y en la región?
Tren de alta velocidad
Explotación laboral Huelga en Iryo para los días clave de Navidad: “Solo queremos que respeten el Estatuto de los Trabajadores”
CGT convoca paros los días fuertes de estas vacaciones para, antes de comenzar a negociar un convenio propio, conseguir el abono de dietas a la plantilla de tripulación y el cobro del plus de nocturnidad.
Estados Unidos
Estados Unidos Detenido el presunto autor del asesinato de un CEO: “Parece que tiene mala voluntad hacia las corporaciones”
El presunto asesino del director ejecutivo de UnitedHealth, Brian Thompson, ha elogiado en un manifiesto a Unabomber, el terrorista de la derecha estadounidense que en los 80 cometió varios atentados con fines políticos.

Recomendadas

Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.
Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.
Fondos buitre
Madrid Ecosol, la cooperativa agroecológica que lucha por sobrevivir al desalojo del fondo buitre Élix Rent
Este gigante inmobiliario, que ya ha logrado hacerse con la práctica totalidad del edificio que alberga el proyecto, se niega a renovar su contrato de alquiler ya que busca rehabilitar el inmueble y alquilarlo a precios desorbitados.
Siria
Siria Cuando el miedo a la deportación es real: obligados a volver a Siria
Turquía lleva mucho tiempo deportando a los refugiados sirios. Aunque intenta justificar sus prácticas ante la comunidad mundial, estas vulneran el derecho internacional.