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Rap
Las Ninyas del Corro: “Lo de ‘música urbana’ es un término creado por los vejestorios para meter en el mismo saco todo lo que no conocen”
Laüra Bonsai y Felinna Vallejo han entrado pisando fuerte en la escena musical contemporánea, pero lo curioso de su estilo es que alude, de alguna forma, al pasado. Con letras que mantienen un fuerte componente reivindicativo, como así consideran que debe ser el rap, Las Ninyas del Corro (LNDC) no tienen reparo en posicionarse y son claras cuando defienden sus puntos de vista, tanto los que tienen que ver con la música como los que no. Aunque Laüra y Felinna llevan tiempo rapeando y comenzaron a hacerlo en los 'corros' que se celebraban alrededor del MACBA de Barcelona —de ahí el nombre del grupo—, fue la muerte de Gata Cattana —el pasado dos de marzo se cumplieron cinco años del fallecimiento de la artista— lo que les animó a juntarse y 'ponerse más en serio': “Nos pareció tan injusto que alguien tan necesaria, no solo para la industria sino para nosotras como raperas, se fuera, que tuvimos que convertir esa rabia y ese dolor en la inspiración para seguir creando”. Su nuevo disco 'Onna-bugeisha', y su obra en general, está lleno de guiños a sus referentes, y por supuesto entre ellos a la también poetisa cordobesa.
Inmersas en una gira que ha sido bien acogida por la audiencia —muy diversa en cuanto a edades entre el público, algo llamativo teniendo en cuenta lo jóvenes que son (24 años Laüra, 21 Felinna)—, con carteles de sold outs incluidos y pendientes de pasar aún por varias ciudades —11 de marzo Barcelona, 12 de marzo Pontevedra, 18 de marzo Zaragoza y 19 de marzo Bilbao—, si algo caracteriza a estas raperas es su capacidad de fijar prioridades y su complicidad dentro y fuera del escenario. Para ellas, el ser amigas se nota en su música: “Creo que si tuviéramos una simple relación de compañeras no saldría el producto que sale al final, cuando escuchas un tema y dices: 'Ok, es redondo'. Lo es porque existe algo más”. Felinna y Laura tienen dos estilos, dos voces y dos personalidades perfectamente complementarias —“el gos i el gat”—, y han decidido empujarse mutuamente y conseguir su sitio haciendo lo que les gusta, “sin dejarse achantar por ningún chicuelo”.
He estado revisando entrevistas que os han hecho y, creo que por suerte para las tres, no entraba en mis planes preguntaros cómo es ser mujer en un mundo de hombres.
Felinna: ¡Bueno, qué bien! [Risas]
Laüra: Pues por ser tú igual te contestábamos, porque lo peor es que esa pregunta nos la suelen hacer hombres. Pero si podemos pasar a la siguiente, sin fallo.
Felinna: A ver, es una realidad que hay menos mujeres en escena, no hay que ocultarlo; el problema es cuando la entrevista o el titular se enfoca en que somos mujeres. Pregúntame sobre mi proyecto, ¿no? A lo mejor no es tan importante que sea mujer como lo que hago o cómo lo hago.
Laüra: Claro, es extraño todavía ver mujeres raperas y entendemos que nos haya tocado recibir esas preguntas, por así decirlo. Pero si hemos sacado disco y estamos trabajando en un montón de cosas, creo que podemos hablar de mucho más que de eso.
Pues vamos a ello. Algo que os distingue en vuestro estilo es que habéis optado por rescatar, por así decirlo, el género en su faceta más 'clásica', ¿no?
Felinna: Nosotras no pertenecemos a la generación de artistas que anteriormente ha hecho el género que estamos haciendo nosotras, pero es la música que nos ha llegado en nuestra preadolescencia y adolescencia y es lo que nos ha hecho sentir representadas desde el principio, lo que nos gusta y lo que nos llena. Pero es cierto que hay una especie de vacío generacional en ese tipo de rap.
Laüra: Exacto, hay muchísima gente haciendo rap, pero haciendo rap 'puro', habiéndolo estudiado, escuchado desde hace mucho o entendiendo cosas que quizá otros no tienen en cuenta de su historia, creo que es algo que hemos recuperado nosotras, porque es como hemos crecido y son nuestras referencias. Rap en sí hay mucho, pero manteniendo esa línea tan tradicional se está perdiendo.
Quizás por esto os habéis sabido acercar a un espectro tan variado en cuanto a edades.
Laüra: Lo vemos en los conciertos, en las colas hay familias; padres de 40 años para arriba con sus hijas. Hay un público mixto, aunque nos hemos fijado en las estadísticas que de 18 para abajo tenemos poca incidencia, supongo que somos más populares entre la gente de nuestra edad o los nostálgicos, por el típico de música que hacemos, que no es tan 'fresco', sino más tradicional.
Hay muchísima gente haciendo rap, pero haciendo rap 'puro', habiéndolo estudiado, escuchado desde hace mucho o entendiendo cosas que quizá otros no tienen en cuenta de su historia, creo que es algo que hemos recuperado nosotras
De hecho la gente que empieza ahora en el mundo musical quizás se decanta más por otros géneros que están más boga que el rap, vais un poco a contracorriente como artistas, ¿no?
Laüra: Sí, se hacen sonidos más digitales, el trap por ejemplo lo ha eclipsado todo.
Felinna: Son géneros que se estiran más porque el foco es distinto, si tú vas a una playlist con novedades diarias, el 70% mínimo va a ser de trap, de reggaetón, de “música urbana”, entre comillas, más bailable.
¿Por qué entrecomillas 'música urbana'?
Felinna: Entiendo que el término se utilice generalmente para describir una serie de fenómenos que se dan actualmente ya no solo en la música, sino en la sociedad, porque va todo súper ligado. Pero creo que lo que es el término 'música urbana' elimina muchísimos matices de lo que significa la música que se está haciendo dentro de la “música urbana”, entre comillas. Pierde la individualidad de cada música que se hace en lo que luego se engloba dentro de ese término, porque no tiene nada que ver el reguetón con el rap, con el trap, con el drill, con lo que sea. Hay muchísimas cosas, creo que se pierde un poco el matiz y me da pena por eso, quizás habría que hablar con más propiedad: si decimos que todo esto es música urbana, vamos a ver detalladamente qué significa o de qué se trata cada estilo.
Laüra: El rap está englobado dentro de la música urbana porque lo suele hacer gente joven, y sí tiene ese rasgo característico de música de contracultura, reivindicativa. Las letras son mucho más explícitas. Al final puede tener ritmos mucho más digitales o mucho más adaptados al presente, pero el mensaje de una letra de rap siempre será diferente al de una canción de trap o de reguetón. Porque tiene una intención detrás, aunque eso no quite que otros géneros también reivindiquen, pero el rap nace de la protesta y del sentimiento, de la necesidad de querer comunicar alguna cosa
Entonces, ¿cómo definiríais vosotras 'rap' y 'música urbana'?
Felinna: Rap es básicamente lo que acaba de describir Laura. Música urbana es el término fácil que se utiliza para describir lo que está sucediendo en la escena actual.
Laura: Es un término creado por vejestorios para meter en dentro de un saco todos los géneros nuevos, por así decirlo. Porque el rock no es música urbana, ¿no? El jazz es el jazz. El blues es el blues. Entonces música urbana es todo eso que no dominamos todavía, del 2000 para adelante, lo meto todo ahí porque como me suena parecido...
Felinna: Sí, es todo lo que no se entiende y está ocurriendo actualmente. Aquella que mueve a las nuevas generaciones, porque generalmente un chaval de 15 años no se va a un concierto de jazz, sino que prefiere ver a Rauw Alejandro.
Por cierto, me ha dicho un pajarito que no os gusta el trap.
Felinna: [Risas] Yo escucho trap, la verdad, consumirlo lo consumo, pero es cierto que no es un género con el que me sienta tan identificada. Hay artistas que me gustan, pero volvemos a lo mismo, dentro del trap hay muchos subgéneros y tienen grandes diferencias. Pero vaya, en general creo que cada uno debe hacer con su música lo que le dé la gana y que es bueno que cada persona consuma el género que sienta que le represente. Yo no le voy a decir jamás a un trapero que deje de hacer música
Laüra: Además, al final también vivimos en este mundo y escuchamos música que todo el mundo escucha. Formamos parte también de este presente y vivimos muchas de las cosas que se están contando por otros artistas, aunque no sea mi género.
Felinna: Yo creo que ya fue el momento de decir “soy rapero y solo escucho rap”. Eso ya pasó. Eso se ha quedado en el 2000 y es buen momento para enterrarlo y que no salga nunca más a la luz, porque la verdad que es lamentable.
Se os ha podido escuchar renegando de este purismo, y me da la sensación de que en el mundo del rap es más acusado que en cualquier otro género.
Laüra: Es que no nos gusta nada esta superioridad moral. Lo que tú escuchas no te hace mejor persona. Sucede igual con la televisión: yo no soy peor persona, ni más tonta, porque me guste un programa que se supone que es de telebasura. Me gusta ese programa y punto. Pues con la música igual.
Felinna: Ni todos los raperos son maravillosos ni todos los traperos son malos. Hay gilipollas en todos lados, así que cada uno con lo suyo. Y sí creo que en el rap hay más purismo, sobre todo hace un par de décadas; ahora creo que está más aceptado que si quieres hacer un estribillo o sacar melodías o fusionar el rap con flamenco, pues lo haces, porque tú eres tu música y tu proyecto.
Laüra: Creo que es una estrategia de defensa porque hubo un momento en el que mucha gente que hacía rap empezó a pasarse al nuevo género, que era el trap. Creo que se instauró una especie de miedo a perder la cultura, pero la realidad, que es la del presente, es que mucha gente que estamos haciendo rap también podemos hacer otras cosas sin dejar de hacer rap. Se puede hacer todo, que haga cosas diferentes no significa que me haya pasado a otro género, es versatilidad, nutrirse de otras cosas. Que al final en eso consiste la cultura.
Creo que ya fue el momento de decir “soy rapero y solo escucho rap”. Ese purismo ya pasó. Eso se ha quedado en el 2000 y es buen momento para enterrarlo y que no salga nunca más a la luz porque es lamentable
Como periodista busco la exclusiva, y como fan busco la esperanza: ¿Se ha movido la colaboración con Estopa que invocasteis en vuestra entrevista en La Resistencia?
Felinna: A ver. A ver cómo va la cosa. De momento están un poco ocupados en EE UU con Fito y Fitipaldis, pero espero que cuando acaben se pongan con nosotras.
Laüra: Tenemos fe en que pueda pasar en algún momento.
Felinna: Tenemos fe y tenemos feedback, hemos intercambiado alguna palabra y demás.
Laüra: Se está creando mucho hype, solo por eso tendrían que hacerlo.
Felinna: Por la presión social, hermanos Muñoz, animaos.
Yo me lo pondría en bucle.
Laüra: Es que sí, es súper necesario. A mí me pega 100%. Me entra solo: Las Ninyas del Corro con Estopa. Lo veo, lo veo. Una foto ahí los cuatro que parezca que acabamos de salir del centro penitenciario y nos han venido a buscar nuestros tutores legales [Risas].
Felinna: Ojalá se vengan cositas pronto. Yo sueño todos los días con eso.
Y tras esta campaña por un digno objetivo, volvamos a vuestro disco. Sobre el factor reivindicativo del rap que comentábamos antes, tenéis letras con mucho contenido político, ¿creéis que esto juega a vuestro favor o en contra?
Felinna: Pues nunca nos lo habíamos planteado así, es que son las cosas que pensamos, y como nuestras letras van de lo que pensamos, sentimos y vivimos, sin edulcorante ni ningún tipo de freno, tampoco lo consideras en esos términos. Si en algún momento nos llega una consecuencia, nos la veremos venir de cara.
Laüra: Yo creo mucha gente no siempre se entera del mensaje, la verdad. Como la metáfora está tan bien puesta, o son referencias que igual si no sigues determinado tipo de cosas no las entiendes, pues igual no sabes que aquí te estoy diciendo que soy una roja. Aunque alguna vez sí que nos ha pasado en alguna frase donde somos mucho más explícitas que te abra alguna persona y te diga “pensaba que eras de otra manera” o “no tendrías por qué decir esto”. Nos ha sucedido sobre todo cuando hemos publicado cosas en La Diada o posicionado sobre temas de Catalunya, nos ha dejado de seguir gente. Pero nosotras es que tenemos muy claro lo que nos gusta, lo que no nos gusta, lo que sentimos, lo que reivindicamos y ya está. Y si una persona me tiene que dejar de seguir porque en una frase me he mojado, me da igual, porque es mi lucha.
Felinna: También te digo una cosa, yo creo que la gente que se queja de lo que decimos en nuestras canciones tampoco tiene demasiada cabida en nuestro público, así que es hora de abrirles la puerta.
Laüra: Al final hay más gente que sí que lo hace y que está ahí y lo apoya. Y en los conciertos son las frases que más viven.
Si una persona me tiene que dejar de seguir porque en una frase me he mojado políticamente, me da igual, porque es mi lucha
En contra de la equidistancia sugerida a los artistas, pues.
Felinna: Entendemos que es más fácil gustarle a todo el mundo evitando decir cosas que a lo mejor no quiere escuchar todo tu público, pero también creo que tenemos el mismo derecho que cualquier persona a dar nuestra opinión. A veces se capa eso, el pensamiento individual del artista, cuando el artista es una persona igualmente y tiene su criterio.
Laüra: Pero sí es verdad, ahora que lo has preguntado, que puede que nos hayamos mojado más que otros artistas que no lo hacen, que igual no lo hacen para no crear controversias y perder público. Pero es que si no lo hacemos como lo hacemos, para nosotras pierde el sentido.
¿Qué evolución veis entre el primer tema que sacaron Las Ninyas del Corro (2017) y el disco que acabáis de lanzar?
Felinna: Uy, no tienen nada que ver, por suerte [risas]. Ha pasado mucho tiempo también y nosotras hemos crecido personalmente y musicalmente, ya no solo a nivel de letras y de producción, sino también a nivel sonido. Los primeros temas los grabamos en una comuna, en un estudio de unos colegas que venían y nos grababan. Ni siquiera había ni master, ni mix, ni nada. Lo grabábamos, nos hacíamos una foto y la subíamos a YouTube, no había ningún tipo de cuidado, pero porque eran los medios que teníamos en ese momento y no concebíamos el crear de otra forma porque no nos habíamos dado de cara con ello aún. Este disco tiene otro proceso totalmente distinto, tiene mucho tiempo y mucha energía detrás.
De hecho, contabais hace poco que habíais dejado vuestros trabajos como dependientas para poder dedicaros a este disco, a vuestra música. “No tenemos medios pero sí coño para hacerlo nuestro”, cantáis. ¿Cómo os ha condicionado no poder darle exclusividad a vuestra música?
Felinna: Nos limitaba muchísimo. Nos pasábamos horas y horas ahí encerradas currando en la tienda, pensando “ostras, que estoy aquí atendiendo a esta persona, que encima me está cayendo fatal porque me está hablando de malas maneras, y me tengo que callar la boca y mirar hacia abajo cuando podría estar en el estudio con Laura grabándome un tema”. Creo que a los artistas nos limita un montón, pero es un tramo que tienes que pasar cuando no tienes medios, y que incluso nos ha venido bien para valorar más el proceso.
Laüra: También es verdad que yo siempre he sentido que había como esta brecha de clase porque, al menos en Barcelona, se notaba mucho entre la gente muy aficionada al rap quiénes tenían recursos. En temas como la vestimenta, gente que tenía toda la colección nueva de Ralph Lauren, no sé, yo he sentido siempre que en el rap, al ser una música que viene de la clase baja, mucha gente más adinerada se han aficionado a él. Había gente que tenía alquilado un local, o disponía de una máquina para producir en su casa, o micrófonos; Felinna y yo jamás hemos tenido micros en nuestras casas, porque a mí me daba un reparo increíble pedirle a mis padres que me compraran un micrófono o me dejaran dinero para alquilarme un local. Sí que he notado que muchas veces que en el rap, sobre todo cuando estás empezando, ves muy claro quién dispone de esos recursos porque sus padres se lo han podido pagar y quiénes lo hemos tenido que hacer de otra manera e ir rascando de amigos, sonando mal o trabajar en cualquier cosa para poderte pagar el micro o lo que sea.
En el rap, sobre todo cuando estás empezando, ves muy claro quién dispone de esos recursos porque sus padres se lo han podido pagar y quiénes hemos ido rascando de amigos, sonando mal o trabajando en cualquier cosa para poderte pagar el micro o lo que sea
Claro, pero está este factor de la escenificación de la pobreza que comentáis: quiero decir, sabemos de muchos artistas que utilizan un discurso o una estética 'de calle' cuando su realidad está bien alejada de eso.
Felinna: Es verdad que ahora, que empezamos a conocer a mucha peña que se dedica a esto, vemos que hay gente que dice en sus canciones que no tenía de nada y que dan ganas de responderle: “Venga, hombre, pero si tú ibas a un colegio de uniforme” o “tu padre te está pagando un piso en Madrid”. Y eso ocurre porque ese discurso de clase en el rap existe, pero porque hay personas que lo viven de verdad. Entonces, quien lo viva de verdad, adelante; cada uno con su lucha, pero si tú no lo estás viviendo no mientas al público ni intentes mentirte a ti mismo. Porque es maravilloso que hayas tenido los medios desde el principio. No tiene de malo.
Decís que vosotras habéis trabajado mucho para llegar hasta donde estáis, pero quiero hacer un friendly reminder para quien lea esta entrevista y recordar que LNDC no defienden la meritocracia ni la cultura del esfuerzo.
Laüra: Para nada, es que entran en juego muchos factores. Te podemos decir que hemos trabajado muchísimo, como las que más, pero porque un producto se define como bueno cuando le has echado muchas horas, porque has entendido de dónde viene o porque has sabido cuidarlo. Pero son muchos los factores, y entra en juego la visibilidad que consigas... No es solo el trabajo que le eches, porque hay muchas chicas que también están haciendo rap y no se ha puesto sobre ellas el foco que merecen.
Felinna: Siempre está ahí el factor suerte, estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Que la gente no se crea que es solo trabajo duro, aunque sea una parte muy importante.
Laüra, tú te formaste como periodista y tú, Felinna, estás estudiando psicología, y creo que eso se refleja en vuestras canciones. Decidme, ¿cómo veis el panorama mediático actualmente y qué pensáis de la salida a escena de la salud mental como asunto social prioritario?
Laüra: Yo me desencanté muy rápido. A lo mejor me hubiera decantado por el periodismo cultural, pero en cuanto vi la lucha que tenéis por haceros un hueco y que se os escuche entre tanto ruido, descarté dedicarme a eso enseguida. Si la música a veces me da dolores de cabeza, no me quiero imaginar los que me daría ser periodista.
Felinna: El tema de la salud mental es algo que ha existido siempre, pero ahora le estamos dando un poquito más de visibilidad porque generacionalmente lo que hemos vivido es hostia tras hostia tras hostia. Por supuesto la gente antes también se sentía mal, pero quizás priorizaba otras cosas. Claro que nuestros abuelos estaban tristes, claro que tenían ansiedad, claro que sufrían estrés y seguramente el triple que nosotros por las circunstancias, pero es maravilloso que ahora la gente esté empezando a verbalizar que, igual que le puede doler el pie y va al médico; se puede sentir mal, frustrado o estresado y acude a un profesional. Es súper necesario, porque es si la cabeza no tira el resto es inviable. Y esto nosotras lo estamos viviendo de primera mano, que nos levantamos cada día estresadas y con mucha ansiedad, y es algo que nos está pasando a muchísimos jóvenes. Así que eso, súper importante darle el foco que se merece.
Laüra: Y todo esto tiene que ver con la precariedad, con darnos cuenta de que no vemos que nos vayamos a poder independizar. Y el catastrofismo que vivimos, las redes sociales...
Paréntesis: Felinna, me gustó mucho la idea de psicóloga de raperos que te escuché en una entrevista que os hizo el rapero Piezas.
Felinna: Ya te digo. Debe de haber materia. A mí me encantaría, pero de esa me jubilo, porque tiene que ser una cosa.... [Risas]
Ahora que hemos mencionado la sobreexposición a redes sociales, cómo se vive lo de ser artista que está lanzándose al panorama y tiene que enseñar muchísimo, y todo el rato, todo lo que hace.
Felinna: A mí me aturde bastante. Tengo un rato libre y tengo que contestar mensajes, o ponerme al día en las redes, o publicar esto a esta hora. Tienes que estar constantemente pendiente, y viene implícito con lo que estamos haciendo nosotras, porque somos una persona pública y la gente espera tus noticias, espera verte, saber cosas sobre ti. Entiendo que es necesario hacerlo en el momento en el que vivimos y hay que adaptarse. Pero a mí me agota.
Laüra: Es algo que tenemos que hacer, porque al final es adaptarse o morir, pero es una tarea que nos gustaría delegar en cuanto tengamos medios para hacerlo; quitarnos toda esa carga mental y dedicarnos exclusivamente a escribir.
No creo que el ritmo frenético de exposición y de creación que impone la industria vaya demasiado con nosotras; si nos interesara eso no hubiésemos sacado un disco de 14 temas, hubiésemos sacado 14 singles, que nos habría funcionado el doble de bien
Hablando de ritmos impuestos, habéis dicho muchas veces que no os interesa tanto producir mucho como producir bien.
Felinna: Sí, pero porque nos hemos intentado ceñir al despacito pero con buena letra. Tenemos mil cosas: hasta hace nada trabajábamos, estudios, amigos; tenemos nuestras vidas. Queremos crear bien. No con la presión de decir “tengo que hacer un tema porque si no la gente no me va a volver a escuchar”. La gente que te quiera escuchar te va a seguir escuchando. No creo que el ritmo frenético de exposición y de creación que impone la industria vaya demasiado con nosotras; si nos interesara eso no hubiésemos sacado un disco de 14 temas, hubiésemos sacado 14 singles, que nos habría funcionado el doble de bien. Pero no estamos en esas.
Laüra: Y no solo a nivel artístico. Después de un fin de semana en el que hemos tenido conciertos, yo los lunes estoy con un cansancio y una resaca emocional brutal, y tengo que hacer cosas en casa, o me gustaría ir al gimnasio, y no tengo fuerzas para hacerlo, y lo peor es que te sientes mal por necesitar descansar, y estás pensando en lo que tienes o quieres hacer. Y así se pasa la vida, intentando rellenar todos los huecos, comparando tu productividad con la del resto. Es importante el cuidado personal.
Pues sí. Bueno, ¿y qué haréis después de conquistar Manhattan, Cádiz y Cuba?
Laüra: Seguir con esta gran oportunidad que tenemos y esta visibilidad que se nos está dando. Hacer que el segundo disco sea mejor y nos vaya el triple de bien. Que dure lo que pueda durar, porque para nosotras estar en la música es un regalo.
Felinna: Sí, continuar trabajando. Ahora con la gira y preparando alguna cosa nueva.
Laüra: Y sobre todo seguir teniendo ganas de hacerlo, que a veces pasa que se te pueden ir de un día para otro.
Supongo que más que que se te vayan repentinamente, la industria en la que os movéis lleva implícita un riesgo de agotamiento, ¿no?
Felinna: Total. Así que a ver lo que nos contesta Estopa, que dependiendo de eso lo llevaremos mejor o peor.
Laüra: Mi felicidad en los próximos meses depende solamente de la respuesta de los hermanos Muñoz.
Felinna: Pagadme el psicólogo, hermanos Muñoz.
Laüra: Eso. Estopa, por favor: colabo o me muero.