Racismo
El movimiento antirracista de Madrid llama a responder al odio desde las calles

La Asamblea Antirracista de Madrid convoca a personas migrantes, activistas y sociedad en general a manifestarse por el centro contra una escalada de violencias racistas que consideran “insostenible”.
Manifestación contra el racismo institucional 3
Manifestación contra el racismo institucional Manu Navarro
12 nov 2021 07:54

Cuando se lee el comunicado con el que esta semana la Asamblea Antirracista de Madrid exponía sus razones para convocar una quinta marcha contra el racismo institucional, organizada y liderada por personas racializadas, se llega a la conclusión de que el movimiento tiene memoria, una memoria traumática: la de las personas que murieron asesinadas por ser racializadas u objeto de los discursos de odio: Mame, Manuel, Illias, Younes, Eleazar, Daniel Jiménez, pero también Samuel, son recordados en la convocatoria para la manifestación que el próximo Sábado 13, a partir de las 17, recorrerá el centro de la ciudad, partiendo de Neptuno, hasta Sol.

Fue por primera vez el 12 de noviembre de 2017, que colectivos y activistas migrantes y racializadas convocaron una protesta desde el antirracismo político: la fecha elegida fue la de la muerte de Lucrecia Pérez, en el primer asesinato calificado como racista por la justicia, en 1992. La última víctima, señalan, es mucho más reciente: “Se sale por el reciente asesinato de Issa M., de origen ghanés, al que en lugar de brindarse ayuda por padecer una enfermedad mental la Policía Nacional abatió a tiros en Villaverde”, recuerdan en su comunicado.

Es a esta violencia, resultado de “políticas de odio y muerte” que se opone toda un red de colectivos: “un pequeño tejido de personas conscientes de los propios problemas racistas que les afecta a su vida cotidiana”, apunta Giovanni Collazos, integrante de la asamblea. Este poeta peruano que lleva más de dos décadas en Madrid reflexiona sobre los límites para que la denuncia antirracista englobe a más gente, para que cale en las amplias capas de clase obrera migrante y racializada: “Aunque en los últimos años hemos crecido, todavía queda muchísimo por hacer, queda comunicar, dar a conocer nuestro mensaje reivindicativo y eso es una lucha diaria, ardua y constante”. 

Mame, Manuel, Illias, Younes, Eleazar, Daniel Jiménez, pero también Samuel, son recordados en la convocatoria para la manifestación que el próximo Sábado 13, a partir de las 17, recorrerá el centro de Madrid

Collazos acaricia la potencialidad de que a la marcha se sumara gran parte de la población migrante: “sería alucinante, vamos, se paraliza Madrid en ese caso”. Sin embargo entiende que el camino es más pausado y progresivo, que viene de largo, de mucho antes de que se hiciera la primera marcha, cuando ya colectivos y movimientos antirracistas caminaban: “Pero todavía nos falta mucho por seguir creciendo, llegar a más gente con un discurso sencillo, sin demasiado academicismo. La idea es que la gente tome conciencia, se politice, piense y reflexione sobre las cosas que están pasando”.

No dejan de pasar cosas: los discursos de odio azuzan violencias racistas que se van radicalizando y normalizando al mismo tiempo. Un ejemplo, fuera del Estado, viene  ocupando titulares y agitando a las filas de la extrema derecha desde hace semanas. “Lo que está pasando en Polonia es la constatación de que toda esa narrativa de la invasión tiene mucho impacto”, valora Marita Zambrana. Una narrativa que, considera esta activista antirracista, cumple una función esencial: legitimar la securitización de las fronteras del espacio Schengen y los miles de millones invertidos en una industria enfocada a impedir la entrada de migrantes por las fronteras terrestres o marítimas: migrantes que representan solo una pequeña parte de quienes residen en el territorio europeo de manera irregular.

Usar a las personas migrantes o racializadas como justificación, denuncia la presidenta de SOS Racismo Madrid, es moneda común e importante motor de las violencias racistas: “Tenemos ese señalamiento de que somos culpables de todos los problemas y que nos tenemos que ir: quitamos el empleo, saturamos la sanidad pública, copamos las ayudas. Esto no es así, no hay ninguna ley que diga ‘esto se lo vamos a dar a las personas migrantes’, de hecho se excluye de muchas políticas sociales a personas en situación administrativa irregular por ejemplo, las personas migrantes y racializadas estamos más expuestas a vivir una precariedad económica como consecuencia del racismo, pero no se recogen datos que puedan demostrarlo”.

Mirada estructural, respuesta urgente

En el comunicado de la Asamblea Antirracista para el próximo sábado se respira urgencia: “estamos llegando a un punto en el que están en juego nuestras vidas. Se ha normalizado la violencia hacia las personas racializadas”, apunta Zambrana, quien explica que lo que defienden es el derecho a la vida, una vida que se ve amenazada no solo por la violencia racista en la calle: Todo lo que pasa en frontera, todo lo que pasa en los CIES, las personas que mueren en el Mediterráneo… “estamos viviendo muchísima violencia y muchísima normalizacion también,  la gente se ha acostumbrado a que nos violenten constantemente”. Una violencia que puede verse en todas partes: “el odio ha salido a las calles, se pasea por nuestros barrios, está en el Congreso, se legitima en los medios de comunicación y se propaga en las redes sociales”, explican en el comunicado.

“La palabra moro es la primera que escuché hacia una persona migrante de manera despectiva, esa y la palabra gitano: eran las primeras palabras que yo escuchaba con desprecio en la boca de los blancos españoles”, recuerda Collazos de sus primeros tiempos en Madrid. Desde las instituciones, opina el activista, la ultraderecha valida ese discurso racista que ya existía provocando desde la reactivación de los grupos neonazis y la violencia directa contra personas migrantes, a la proliferación de discursos de odio. “Un ejemplo —se detiene Collazos—  el cartel de Vox en el metro hablando de los menores no acompañados es un claro ataque racista. ¿Qué ha hecho la justicia española?, les ha validado”. Queda así evidenciado cómo son las propias instituciones las que consolidan y espolean estos discursos. “Salimos porque nos cansamos de ser la moneda de cambio del juego político, incluyendo el de aquellas instituciones o partidos que dicen protegernos”, aseveran en la convocatoria de la manifestación.

Tantas formas de violencia

En su comunicado, la Asamblea Antirracista de Madrid enumera entre los mecanismos para ejercer violencia “los CIES, la brutalidad policial, las identificaciones por perfil racial en la calle, el lenguaje racista, la explotación laboral y precarización de la vida, la desatención médica por covid y la falta de ayuda a la salud mental de colectivos que soportan constantemente muchísima violencia”. Así, más que responder a las provocaciones del partido de extrema derecha en las instituciones, emplazan a los partidos “que se denominan progresistas” en palabras de Zambrana, a introducir otras narrativas en “los espacios políticos y públicos”. La activista recuerda cómo “cuando eran las elecciones, durante los debates, los candidatos de Vox soltaban marcos narrativos completamente racistas, y no había ninguna respuesta por parte de PSOE o Unidas Podemos, no había una contranarrativa”, una ausencia de respuesta que cree, se debe a que el racismo social que existe en el país hace que enfrentar ese sentido común racista contra la migración se pague políticamente.

“La glorificación del pasado colonial o la exaltación nacionalista española son el caldo de cultivo para los discursos de odio al migrante que fomentan las agresiones, exponen a las infancias o banalizan las muertes en frontera”

No es solo una cuestión de discurso, afirma Zambrana: la negativa ante la PNL por la regularización de personas migrantes, la dificultad para sacar las devoluciones en caliente de la ley de seguridad ciudadana, la exclusión de miles de personas del acceso al Ingreso Mínimo Vital por su situación administrativa, son las políticas en las que se manifiesta esa ausencia de contra narrativas, apunta la activista. Mientras, la ultraderecha no se anda con tibiezas: “La glorificación del pasado colonial o la exaltación nacionalista española son el caldo de cultivo para los discursos de odio al migrante que fomentan las agresiones, exponen a las infancias o banalizan las muertes en frontera”, señala en su comunicado la Asamblea Antirracista.

Una respuesta amplia

Collazos sabe que aún se está lejos de conseguir una movilización masiva de personas migrantes y racializadas: “la mayoría de esta población está precarizada, digamos que sus preocupaciones básicas e inmediatas es poder llegar a fin de mes, no tener problemas en el trabajo, si tienen hijos en el colegio, que estos no sufran problemas de bullying racista”. Además de todas estas dificultades, “los medios de comunicación masiva no ayudan porque meten un montón de mensajes racistas validando el mensaje de la ultraderecha, es muy difícil combatirlo”, un espacio para confrontar este racismo sería el de la educación, tanto en las instituciones como en los hogares. Pero cómo educar generaciones antirracistas cuando el racismo se cuela en las aulas y en las familias a través de docentes o progenitores, figuras de referencia para la infancia y la juventud, se pregunta. 

Y es que las violencias racistas y los discursos del odio, insisten, son un desafío de toda la sociedad, no solo de las personas migrantes y racializadas: “tenemos que unirnos todos, también el resto de la sociedad tiene que acompañar porque si no estamos bien todas no estamos bien ninguna, tenemos esa urgencia de convocar a una manifestación amplia”, afirma Zambrana. “Frente a sus insultos ofrecemos unión, frente a sus leyes injustas, lucha. Frente a su descaro, dignidad y alegre resistencia’, cierra la Asamblea Antirracista su comunicado.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Racismo
Racismo Artistas renombran una parada de Metro en homenaje a Lucrecia Pérez
Se cumplen 32 años de primer asesinato racista reconocido oficialmente en el Estado español, el de Lucrecia Pérez. La acción de un colectivo de arte urbano renombra una estación de Metro en su memoria.
Racismo
Racismo La solidaridad antirracista con València recorre las calles de Madrid
VV.AA.
La manifestación 9N vuelve a poner en la agenda social la necesidad de políticas antirracistas que reconozcan el racismo como un problema estructural presente en el ámbito educativo, laboral, sanitario, político, cultural y social.
Racismo
Madrid 9N Colectivos de Madrid convocan manifestación bajo el lema “Sin Antirracismo no hay futuro”
Colectivos de migrantes y personas racializadas autóctonas de Madrid que vienen trabajando en conjunto el “Otoño Antirracista” recuperan el mes de noviembre como símbolo de la lucha contra el racismo, la discriminación y la xenofobia.
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.

Últimas

Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
Más noticias
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.