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PSOE
Quién es Juan Espadas, el candidato para destronar a Susana Díaz
17 de febrero de 2019. Hotel Barceló Renacimiento de Sevilla. Aproximadamente unos 1.500 militantes socialistas, entre los que destaca la espigada figura de Pedro Sánchez, abarrotan el recinto. Es la mismísima Susana Díaz quien cierra su intervención e invita a subir al escenario al protagonista de la velada: “Nuestro Juan, el alcalde buena gente”. Juan Espadas, el hombre que cuatro años antes había derrotado en las urnas a Juan Ignacio Zoido, aspiraba a ser reelegido como alcalde de Sevilla y, para apoyar su candidatura, Sánchez y Díaz habían firmado una pequeña tregua.
Hoy, apenas dos años después, las cosas son algo distintas en el PSOE-A. Las encuestas reflejan que Moreno Bonilla y el PP han reforzado sus posiciones electorales en Andalucía y en Ferraz han puesto en marcha toda su maquinaria para relevar a Susana Díaz. El ungido para dar la batalla en el feudo de la ex presidenta andaluza no es otro que el actual alcalde de Sevilla. Pero... ¿quién es realmente Juan Espadas?
Corría el año 1989 cuando, contando con apenas 23 años y teniendo recién terminada la licenciatura de Derecho, Juan Espadas inició su carrera profesional vinculado a la política como asesor jurídico de la Agencia de Medio Ambiente de Andalucía. Cinco años después era Jefe de Gabinete del Consejero de Medio Ambiente, pese a no ser siquiera militante socialista. Ya en 1997 Espadas formalizará su afiliación y automáticamente es nombrado Coordinador Federal de Medio Ambiente del PSOE al mismo tiempo que en la Junta asciende al cargo de secretario general de Planificación de la Empresa de Gestión Medioambiental. En 2004 se convierte en viceconsejero para, finalmente en 2008, ser designado como Consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio por el mismo José Antonio Griñán que, posteriormente, sería condenado a seis años de prisión y quince de inhabilitación por malversación y prevaricación continuadas.
En marzo de 2010 Juan Espadas es propuesto por la dirección del PSOE-A, y refrendado por una mayoría de las agrupaciones socialistas de la ciudad de Sevilla, como candidato a la Alcaldía en unas elecciones que se celebrarían un año después. Sin embargo, las previsiones electorales son tan negativas en la capital hispalense que la ejecutiva regional decide blindar al bueno de Juan con su designación como senador autonómico. Tras el batacazo electoral de 2011, cuando Zoido consigue la mayoría absoluta, Espadas se refugiará en el Senado hasta 2013, cuando finaliza su mandato y vuelve a la arena local para preparar los comicios locales de 2015, que serán los que le aúpen definitivamente a la Alcaldía de Sevilla.
Brillo y pobreza
Ahora bien, ¿cómo podríamos definir la gestión al frente del Ayuntamiento de Sevilla? El propio alcalde, durante la última campaña electoral, destacaba entre los avances que ha experimentado Sevilla que “hay una estrategia de internacionalización de la ciudad”, refiriéndose a la celebración de eventos que, como los Premios Goya 2019, los MTV Awards o la Cumbre Mundial del Turismo, han tenido lugar en Sevilla y han permitido a Espadas, por ejemplo, codearse incluso con Barack Obama. “Todo esto genera mucho brillo, pero también un impacto económico y, sobre todo, son ventanas de oportunidades”, afirmaba el alcalde en la misma entrevista.
Sin embargo, la realidad es que esas oportunidades no llegan, o al menos no han llegado para los barrios más humildes de la ciudad, que copan los primeros puestos en el Urban Audit, el ranking de pobreza que durante los últimos años realiza el Instituto Nacional de Estadística. Juan Espadas, no obstante, desacreditaba en 2020 el informe oficial e incluso se atrevía a afirmar que “hay muchas familias que están fuera, que tienen otro tipo y otros mecanismos de ingresos, lo mismo que reciben también ayudas por parte de la Administración”.
Sevilla
Sevilla, la ciudad desigual
A pesar de ser la capital de Andalucía y una de las ciudades más importantes de España, Sevilla tristemente obtiene los primeros puestos en número de barrios con exclusión social.
Lo cierto es que, tras seis años de mandato como alcalde de Sevilla, Juan Espadas no ha transformado lo más mínimo el modelo productivo y la estructura socioeconómica de la ciudad, como tampoco ha revertido los alarmantes índices de pobreza que sufren los barrios más humildes de la ciudad. Tal vez, según la particular visión de Espadas, su Sevilla tiene más brillo que nunca. Sin embargo, sus vecinos y vecinas más humildes tienen las mismas o incluso más dificultades para llegar a fin de mes.
“Había que haberlos matado...”
El 25 de julio de 2019 Sevilla se convirtió en la primera ciudad del Estado Español en declarar el Estado de Emergencia Climática. Apenas un año después, en junio de 2020, Espadas era elegido para presidir el grupo de trabajo del Pacto Verde del Comité de las Regiones Europeas. Sin embargo, la sensibilidad medioambiental del actual alcalde de Sevilla no solo ha sido puesta en duda por los propios colectivos ecologistas, sino que ha sido el propio Juan Espadas quien mejor se retrató cuando un micrófono abierto durante un Pleno Municipal le jugó una muy mala pasada.
Sucedía el pasado 22 de noviembre, cuando Isabel Camargo, una de las portavoces de la plataforma 'Salva tus árboles', se disponía a intervenir en la sesión plenaria dentro del turno ciudadano de preguntas. El alcalde departía alegremente con el secretario municipal sin percatarse de que la conversación estaba quedando registrada. El alcalde, con tono jocoso, definía a la portavoz vecinal como “un peligro público” y, al finalizar su intervención, llegaba a afirmar rotundamente que “había que haberlos matado”.
Al día siguiente Juan Espadas se veía obligado a rectificar, enviaba una carta al colectivo y remitía a los medios de comunicación un audio con declaraciones en las que, sin aclarar a quienes se refería con aquel “había que haberlos matado”, reconocía que aquella había sido “una frase inconveniente” y daba por “zanjada la cuestión”. La plataforma vecinal, no obstante, consideraba que las disculpas eran “insuficientes” y sigue denunciando la tala masiva de más de 4.000 árboles sanos durante los últimos años y la existencia de unos 13.000 alcorques vacíos en la ciudad de Sevilla.
Asenjo y Guerra
El 4 de septiembre de 2020 Vox, que solo tiene dos actas de concejal en el Consistorio hispalense, proponía que este declarara al arzobispo Juan José Asenjo como Hijo Adoptivo de la Ciudad “por su trabajo y diligente servicio a la ciudad de Sevilla”, que se había materializado en un mayúsculo expolio de bienes públicos. Por el módico precio de 30 euros, Asenjo inmatriculó a favor de la Iglesia Católica tanto la Catedral de Sevilla como sus “dependencias anexas”, que no eran otras que la propia Giralda de Sevilla y el emblemático Patio de los Naranjos.
Iglesia-Estado
22 colectivos andaluces rechazan el galardón del Ayuntamiento sevillano al “mayor inmatriculador de Andalucía”
El Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el socialista Juan Espadas, ha decidido otorgar la distinción de Hijo Adoptivo de la ciudad al Arzobispo de la Archidiócesis sevillana, Juan José Asenjo, bajo cuyo mandato se inmatriculó la Catedral con el Patio de los Naranjos y la Giralda, así como la Mezquita de Córdoba en su tiempo como responsable de la diócesis cordobesa.
Sin embargo, Espadas, ni corto ni perezoso, dobló la apuesta de Vox y al nombramiento de Asenjo como Hijo Adoptivo sumó el de Alfonso Guerra, histórico dirigente del PSOE, como Hijo Predilecto de la ciudad. El acto oficial se celebró el Día de San Fernando, patrón de la ciudad, en el Palacio de Exposiciones y Congresos. Asenjo agradeció durante su intervención el nombramiento y quiso destacar su “contribución a aspectos como el apoyo social, la cultura o la conservación del patrimonio histórico”.
Dos candidaturas, un mismo perfil
Las hostilidades ya han comenzado y la primera batalla tiene lugar para determinar cuándo se celebrarán las primarias que habrán de decidir quién ocupa la Secretaría General del PSOE-A y quién es la candidata o candidato que habrá de disputar a Juan Manuel Moreno Bonilla la presidencia de la Junta en 2022, si, como todas las previsiones apuntan, en Andalucía no se produce un adelanto electoral. Sin embargo, entre ambos candidatos, entre Susana Díaz y Juan Espadas, hay muchas más similitudes que diferencias.
Díaz es ocho años más joven que Espadas y, sin embargo, inició su militancia en el PSOE, afiliándose a las Juventudes Socialistas con tan solo 17 años, antes que el actual alcalde de Sevilla. Sin embargo, para aquel entonces y pese a no ser militante, Juan Espadas ya llevaba varios años trabajando en puestos de libre designación dentro de las estructuras de la Junta de Andalucía. Ambos estudiaron Derecho, aunque Espadas necesitó la mitad de tiempo que Díaz, apenas cinco años, para terminar la licenciatura. La ex presidenta de la Junta alega que durante aquellos años compatibilizó la carrera de Derecho con sus responsabilidades políticas al tiempo que también trabajaba esporádicamente dando clases particulares o vendiendo a domicilio productos cosméticos. Lo cierto, no obstante, es que ninguno de los dos candidatos ha cotizado un solo día fuera del inmenso paraguas laboral que durante años fue el PSOE-A.
Espadas tampoco presenta un perfil muy diferente al de Susana Díaz respecto a sus posicionamientos ideológicos. Y, si Espadas reconocía como Hijo Adoptivo a Juan José Asenjo, Susana Díaz reivindicaba la figura de Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba y la mayor terrateniente de Andalucía, a la que definía como “una mujer fuerte que ha vivido como ha querido y ha disfrutado de Andalucía y de sus costumbres, de tal manera que se ha granjeado el aprecio y el cariño de muchos sevillanos”.
La jugada de Pedro Sánchez
Era una cuestión de tiempo. Más pronto que tarde se produciría una jugada política teledirigida desde el Palacio de la Moncloa para propiciar la sustitución de Susana Díaz al frente de la federación que más militantes aporta al PSOE. Y, hace tan solo unos meses, emergía en los mentideros políticos la figura de Felipe Sicilia, diputado en el Congreso por Jaén. No obstante, parece que Sánchez finalmente se ha decantado por el actual alcalde de Sevilla para dar la batalla en Andalucía.
Ahora bien, ¿por qué Sánchez apuesta por Espadas y no por Sicilia? Las encuestas, que reflejan como la derecha puede asentar su dominio electoral en las próximas autonómicas, aconsejan un nuevo candidato o candidata con un perfil diferenciado al de Susana Díaz, a quien inevitablemente se vincula con Chaves, con Griñán y con los peores años de corrupción del PSOE-A al frente de la Junta de Andalucía. Y, sin embargo, la apuesta de Sánchez es Espadas, alguien que no puede ofrecer a sus bases y a sus votantes una pretendida regeneración que haga al PSOE-A más competitivo en unas futuras elecciones andaluzas.
La pregunta que cabe hacerse es si Sánchez busca un candidato que pueda hacer frente a Moreno Bonilla o si, por el contrario, asume una nueva derrota en Andalucía y busca simplemente un candidato que pueda descabalgar a Susana Díaz, una vieja rival con quien aún tiene cuentas que ajustar. Juan Espadas nunca destacó por generar ilusión y no parece que pueda recuperar para la causa a las decenas de miles de votantes que en las últimas autonómicas abandonaron al PSOE. Sin embargo, el actual alcalde de Sevilla tiene el peso orgánico necesario, conoce como pocos las redes clientelares que mueven al PSOE-A y está dispuesto a librar una auténtica batalla a cara de perro con quien antaño fuera su aliada. Matar o morir. La guerra ya ha comenzado.
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