Nacionalismo
Nación, territorio y democracia global

El conflicto entre la comunidad vasca o catalana, y el estado español, no es un conflicto entre identidades nacionales (en sentido a-politico) sino que es un conflicto entre dos proyectos democráticos divergentes.

Votación derecho a decidir Euskal Herria 2
Votación por el derecho a decidir en Ituren (Nafarroa). Gure Esku Dago
23 may 2018 13:26

Toda identidad y la lealtad política requieren recursos y un grado de institucionalización o formalización para que dicha identidad pueda sobrevivir en el tiempo y el espacio.

Por tanto, lo nacional no es simplemente una identidad (como pretenden hacernos creer), lo nacional es una capacidad política.

La nacionalidad que tiene estructura estatal es además una identidad política soberana, es decir, una capacidad política que mantiene juntos al estado y al pueblo mediante diversas tecnologías de poder, autoridades y territorialidades.

Por eso quiero subrayar ante lxs demócratas cosmopolitas lo siguiente: si no tenemos un espacio marcado como territorio, no tenemos población, si no tenemos población, no tenemos pueblo, y sin pueblo no tenemos soberanía popular. Por tanto, la soberanía popular o el autogobierno requieren de territorio, porque no se pueden tener capacidades (individuales y colectivas) para el autogobierno (democracia) sin un espacio marcado políticamente, pero hoy día para que ese espacio político sea funcional necesita instituciones competentes y vinculantes, y toda institución política vinculante no puede sino funcionar de forma territorializada.

Por tanto, todo lo que es global es necesariamente local. Y por eso, la democracia global no puede existir sin democracia local; es decir, sin territorializar la soberanía, en tanto que soberanía popular.

Creo que es urgente repensar los conceptos de límite, frontera y territorio, ya que siempre se subrayan sus connotaciones negativas, sobre todo quienes tienen asegurado su territorio, sus límites y sus fronteras mediante un estado nacional.

Pero ¿no queremos acaso controlar quien entra en nuestro cuerpo-territorio? ¿Acaso alguien cree que se puede crear comunidad sin territorializar el poder y sin poner límites (recordemos que las leyes son límites, los sueldos también son límites, ser negra o analfabeta también son límites)? ¿Acaso no quiere la izquierda controlar su territorio-cuerpo para que no entren las multinacionales; o para prohibir la entrada a las diversas mafias y tráfico de personas? El problema no es el concepto de límite y territorio, sino cómo construimos dicho territorio de forma que posibilite y sea garante de empoderamiento colectivo y de democratización, es decir, como construimos territorios que empoderen al pueblo para que se pueda autogobernar.

Y gobernar, de nuevo, requiere el concepto de territorio, de cuerpo, de bienestar, de límite (por ejemplo, no se pagan impuestos hasta no llegar a un mínimo – límite – de sueldo, las rentas del capital han de pagar X si superan cierto límite, etc.).

Sin bienestar territorializado y sin poder o capacidad política institucionaliza no habrá democracia posible. Ni en Euskal Herria, ni en los Països Catalans, ni en los diversos pueblos de España (Francia, Europa …). Por eso, al hablar de democracia hay que hablar de la relación que hay entre territorio local, las estructuras públicas-comunes, la capacidad política y el bienestar colectivo, por lo menos si entendemos la democratización como un proceso que tiene por objetivo la capacitación política del pueblo para el autogobierno.

La territorialidad (y las diversas materialidades que implica), mediante la relación que establece entre el espacio y la sociedad, posibilita no solo identidades colectivas y políticas, sino que crea las condiciones para el compromiso, para la movilización de recursos, la articulación de acciones y, en definitiva, para la creación de la comunidad política. Y la comunidad política no es un partido, no es una clase, no es mi cuadrilla, no es tu familia ni es la elite financiera. Y no es un grupo de individuos unidos por un mismo interés como dicen los cosmopolitas. Eso se llama lobby, no comunidad política.

Por eso, considero la democracia como un tipo concreto de organización del espacio político, es decir, la democracia es un tipo de territorialidad, entre otros.

Por eso, el conflicto entre comunidad vasca o catalana, y el estado español, no es un conflicto entre identidades nacionales (en sentido a-politico) sino que es un conflicto entre dos proyectos democráticos. Porque cuando hablamos de identidad nacional hablamos de capacidad política para el autogobierno, hablamos de soberanía popular. Y quien no quiera entenderlo, es porque no le interesa entender por qué la democracia (constitucional) se desarrolla históricamente junto con el nacionalismo (industrial y obrero y no simplemente burgués).

El proceso de privatización del capitalismo global ensambla nuevos territorios (creados mediante el comercio y las finanzas globales, el TTIP, el CETA, mediante la Unión Europea, reforzando el ejecutivo español mediante la reorganización del poder judicial) y neutraliza otros territorios (como los territorios municipales o los territorios los nacionales sin estado, por ejemplo) y lo hace mediante dicha reorganización del poder político, para re-centralizar y privatizar (en pocas manos) el territorio, sobre todo si es un territorio organizado para resistir la ola de centralización y privatización (como ocurre en Cataluña).

Este proceso de des-nacionalización implica un proceso de des-democratización ya que lo que se privatiza es la capacidad política de la comunidad para gobernarse como decida, privatizando todos los mecanismos, recursos e instituciones que posibilitaban dicho autogobierno. Sin soberanía popular, no hay democracia. Pero no hay soberanía popular sin pueblo, no hay pueblo sin territorio, y sin territorio con estructuras públicas-comunes que posibiliten el autogobierno colectivo, no hay democracia.

La democracia, o la igualdad política y socio-económica, requiere de capacidades publicas disciplinarias y biopolíticas (como la educación o la sanidad públicas, las cuales oprimen, pero también empoderan, depende de cómo se articulen y para qué).

La izquierda española, incluida lxs comunistas españoles, tienden a olvidar que la democratización se consigue no solo mediante la lucha política sino institucionalizando capacidades colectivas de forma masiva y sistemática, y dichas capacidades institucionalizadas son territoriales y por tanto locales (Google no esta flotando en el cosmos global y mucho menos el capital que acumula, su riqueza y su funcionamiento es tan territorial como las carreteras y las residencias, aunque tenga dimensiones territoriales más diversificadas: otra pregunta sería qué tipo de nuevas territorialidades crea el espacio virtual o cómo usa las existentes para crear dicho espacio).

Por tato, la nacionalidad que tiene estructura de estado es una identidad política soberana, pero el feminismo nos ha enseñado que toda identidad soberana es una cuestión de capacidad política, que la capacidad política es efectiva si es material y territorial, que nuestro territorio es nuestro cuerpo, que nuestro cuerpo es nuestro territorio, y que el bienestar siempre es corporal y territorializado.

Teniendo en cuenta que el 85% de europexs tiene como fuente principal de identidad su nacionalidad (la cual es en muchos casos sinónimo de pueblo o comunidad política), lxs cosmopolitas no-nacionalistas tendrán que explicar cómo van a construir una democracia global, no sólo sin deshacer el estado español, sino sin construir democracia local, y cómo van a construir democracia local hoy día, sin identidades nacionales, es decir, sin soberanía popular territorializada.

Archivado en: Nacionalismo
Sobre este blog
Espacio colectivo para contradecirse sobre politica. Eso sí, con ritmo y poesía #POLIRIKA
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Galicia
Xosé Manuel Beiras “La izquierda estatal a la izquierda del PSOE lleva año y medio dando un recital de apoyo al PP”
El histórico líder nacionalista analiza con calma los errores de las coaliciones con la izquierda federal y confía en que el futuro de la transformación social está fuera de las instituciones.
Opinión
Opinión De banderas y patriotismo
Me preguntaba el otro día uno de mis estudiantes, mientras explicaba a Marx, si se podía ser de izquierdas y ser patriota. Le dije que no.
Opinión
Opinión Crítica a la izquierda centralista
Apostar por la izquierda centralista es hacernos esclavos de la reacción. Nos impide alejar el uso de los recursos públicos por las clases dominantes.
Sobre este blog
Espacio colectivo para contradecirse sobre politica. Eso sí, con ritmo y poesía #POLIRIKA
Ver todas las entradas
Líbano
Líbano Cinco décadas sin paz ni justicia en Líbano
El país mediterráneo conmemora el 50 aniversario desde el inicio de la guerra civil, un conflicto cuyos crímenes no se han juzgado y cuyos desaparecidos no se han encontrado
València
València “‘El vol de Guillem’ ha supuesto la liberación de todos estos años de lucha”
Ricard Tàpera, autor del cuento, y Betlem Agulló, hermana de Guillem Agulló, que ha puesto voz a la historia, nos explican cómo ha sido el proceso de creación de esta obra coral, ilustrada por Helga Ambak.
La vida y ya
La vida y ya Días de vacaciones
No somos conscientes de que la lluvia depende, en un porcentaje altísimo, de ellas. Sin plantas hay menos lluvia. Sin lluvia las semillas no germinan. Así funciona.
Opinión
Opinión Poliamor de derechas, poliamor de izquierdas
La no-monogamia no puede ser simplemente una etiqueta identitaria o una preferencia personal, sino una práctica material que cuestiona la propiedad privada, la privatización de los cuidados y la reproducción de los roles de género

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Opinión
Space X Los viajes al espacio y el efecto Katy Perry
El 2024 fue el año más caliente desde que hay registros, mientras que Katy Perry y un puñado de millonarias nos deleitaron con su viaje espacial cortesía de Jeff Bezos.
Más noticias
Estados Unidos
Estados Unidos La buena sintonía entre Trump y Meloni
Como era de esperar, los mandatarios mostraron afinidades políticas e ideológicas. La italiana insistió en la idea de “fortalecer Occidente”.

Recomendadas

Economía social y solidaria
Tecnología Inteligencia Artificial y economía solidaria: ¿posibles aliadas?
¿Cómo debe relacionarse la economía solidaria con una tecnología que vulnera derechos humanos y ambientales constantemente? Cooperativas e investigadoras tecnológicas animan al movimiento a perderle el miedo y a utilizarla de manera crítica.
Multinacionales
Multinacionales Maersk y las rutas de complicidad con el genocidio israelí en Gaza
Crece la presión internacional contra la naviera danesa que está aprovisionando a Israel de armas para cometer el genocidio de Gaza en contra de las medidas cautelares tomadas por la Corte Internacional de Justicia.
Historia
Historia Cuando la solidaridad antifascista reunió a musulmanes, judíos y cristianos en la España republicana
Marc Almodóvar y Andreu Rosés rescatan a los combatientes árabes de la Brigadas Internacionales en el libro ‘Moros contra Franco. El antifascismo y la Guerra Civil española en el mundo árabe’.
Valencià
València Duelo colectivo y brecha de género, las consecuencias de la dana en la salud mental
Más allá de lo material, el sufrimiento mental continúa golpeando las vidas de l´Horta Sud. Mujeres cuidadoras y colectivos vulnerables encabezan un luto que todavía no ha encontrado descanso.