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Personas sin hogar
Tres personas sin hogar mueren en la calle en Granada en el plazo de un mes
Las asociaciones y colectivos relacionados con la atención a las personas sin hogar de Granada agrupadas en una plataforma, 'La Calle Mata', calificaron al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la capital a final de curso en junio con un suspenso en materia de asistencia a personas sin hogar. Es más, le plantaron un cero en las asignaturas que el propio consistorio se había asignado en una declaración institucional aprobada por el pleno municipal en noviembre de 2023 por la que se comprometían a: mejorar la reintegración social, usar bienes y presupuesto para la iniciativa “Housing First”, reivindicar fondos y viviendas al resto de administraciones, abrir un albergue de alta tolerancia, disponer de viviendas sociales y Centros de Atención de Día y de Noche. Las asociaciones ‘Trigales’, ‘Por un mundo más justo’, ‘Existe más mundo’, ‘Senderos de Maíz’ y la Asociación Pro Derechos Humanos de Granada APDHA que componen la plataforma ciudadana, se concentraron el 28 de junio, día de pleno, en la puerta del Ayuntamiento en señal de protesta.
Personas sin hogar
Personas sin hogar “Una noche por todas sus noches” en protesta por las personas sin hogar en Granada
No tenemos plaza
Ese mismo viernes 28 de junio, la plataforma recibe un aviso del Hospital Virgen de las Nieves para informarles de la presencia de una persona con una pierna amputada y otra muy enferma. Les preguntan si se la podían llevar al Albergue.
La voluntaria de la plataforma contacta con la concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento después de muchos intentos frustrados con diferentes organismos como la Policía, el COASTS— Centro de Orientación y Atención Social a Personas sin Hogar— y la Cruz Roja. Del consistorio recibe la información, según la plataforma ciudadana, de que se encargaban de la atención de esa persona sin hogar. El viernes por la tarde, y dado que a pesar de las promesas no se le había atendido, la plataforma se organiza y envía al hospital a varias voluntarias que “después de asegurar la cura apresurada de una pierna que supuraba” se llevan a Aurica en ambulancia al albergue, aunque el conductor no puede dejarle en la puerta “porque no lo tiene permitido”. Las voluntarias tienen que empujarlo en la silla hasta el lugar. Allí les dicen que nadie ha “guardado” la plaza para Aurica y que no hay sitio para acogerlo. Acuden al Centro de Encuentro y Acogida, CEA, donde parece que tampoco hay plaza para él pero ante la amenaza de las voluntarias de quedarse plantadas toda la noche en la puerta del centro, acceden a darle un espacio.
Al día siguiente en el albergue insisten en que esa noche tampoco pueden acogerle y Aurica se desplaza, ayudado por un amigo, a un céntrico banco de la Calle San Jerónimo donde pasa la noche. La pasa tan regular que su compañero le lleva al Hospital Virgen de las Nieves. Ese mismo domingo, 30 de junio, le dan el alta médica a mediodía y él se queda en las inmediaciones del hospital. A las ocho de la tarde, los celadores lo encuentran sin vida sentado en su silla de ruedas. La plataforma emitió un comunicado con la cronología de sus últimas horas y la convicción de que Aurica, “murió desprotegido, ignorado, desatendido y olvidado; víctima de las carencias y dejadez de un sistema que hace aguas por todos sitios”, además de expresar su temor por que los hechos se repitan en breve, “ojalá su muerte no haya sido en vano”, expresaban.
Para Loli, portavoz de la plataforma 'La Calle Mata', la muerte de Aurica suscita muchas preguntas: ¿Por qué le dieron el alta hospitalaria si estaba tan grave? ¿Por qué llamaron a su hijo en el momento de su defunción y no lo hicieron antes?¿Por qué el Ayuntamiento no le reservó una plaza en el Albergue si sabían de su necesidad? Para ella, “no es lo mismo morir solo, en la silla de ruedas, en la calle, que en un hospital atendido; en este caso todo ha funcionado fatal”.
“Aurica murió desprotegido, ignorado, desatendido y olvidado; víctima de las carencias y dejadez de un sistema que hace aguas por todos sitios”, Loli de la Plataforma 'La Calle Mata'.
Jesús, nos cuenta Loli, murió el 23 de mayo. Era un hombre de más de 60 años que estaba pasando por un tratamiento de quimioterapia debido a un cáncer, “era una persona en un estado muy delicado, se hacía sus necesidades encima y el único centro que le atendía era el CEA de la calle Aranda que tiene 13 personas durmiendo en hamacas y otras 13 en sillones, con una mesa donde pueden apoyar la cabeza”. Pasó sus dos últimas noches en la misma calle donde las pasaba Aurica, en la Calle San Jerónimo, donde murió. Loli nos da los detalles: “Fue por la tarde, en un momento dado se cayó al suelo inconsciente; los compañeros que estaban con él avisaron a la ambulancia que tardó una hora y media en llegar, para entonces sólo pudieron certificar su defunción”. La muerte de Jesús fue muy sentida entre las personas sin hogar en Granada, según la voluntaria, “a pesar de su enfermedad era muy simpático y querido”.
Marcos murió el 9 de junio, era un poco más joven, 50 y pocos, la edad de la gente de la calle parece ser siempre indefinida. Según nos cuenta la portavoz, solía dormir en el párking al lado de las urgencias del Hospital Virgen de las Nieves, “en invierno se metía dentro del cuarto de la maquinilla y dormía en el santo suelo, sin mantas, ni cartón, ni nada”, comenta Loli, “padecía una enfermedad mental pero era muy afable, se hizo de querer entre el personal sanitario con quien compartía algún cigarrito y charla”.
Falleció en ese lugar donde instintivamente se sentía a salvo, solo y paradójicamente, desatendido. La plataforma le rindió un homenaje con un acto de recuerdo donde ofrendaron flores y mensajes. Invitaron a conocidos y allegados de Marcos que compartieron unas palabras sobre sus vivencias con él, en una ceremonia sencilla que la Plataforma suele convocar para cada persona que muere en la calle, “para recordar su humanidad y dignidad, y expresar el dolor por la falta de atención de un sistema que ya les ha dado por perdidos”.
Atención integral
Los casos de personas sin hogar con problemas graves de salud como los de Jesús, Marcos y Aurica, no disminuyen sino que no dejan de aumentar. El pasado viernes, la plataforma tuvo conocimiento por parte de personal hospitalario de otro caso de una persona para la que un hospital de Granada no encuentra lugar donde asegurar la continuidad de los cuidados. Se trata de una persona sin hogar en situación de extrema vulnerabilidad que fue recogida de las vías del tren y, después de una larga hospitalización, no tiene donde ir, “crónica de una muerte anunciada si no le dan una solución inmediata”, auguran desde la Plataforma ‘La Calle Mata’.
Preguntamos a Marta García, médica de Atención Primaria del sindicato de esta especialidad médica en Granada y nos comenta que no hay grandes protocolos para la atención sanitaria a las personas sin hogar, que uno de los principales problemas para que puedan recibir atención primaria es que las personas sin hogar no suelen estar empadronadas, “y este es un requisito indispensable para asignarle un médico o médica de familia”, Marta confirma que se les atiende sin cita cuando llegan a los Centros de Salud de urgencia, “pero no se les hace un seguimiento, ni es la misma persona la que le atiende siempre, con lo cual, la atención empeora”.
“Nunca se debería dar un alta hospitalaria sin garantía de que esa persona va a recibir la atención que necesita para su completa recuperación”, Marta García, médica de Atención Primaria.
La falta de seguimiento, atención y cuidados, a medio y largo plazo, parece ser otra tónica general en las urgencias hospitalarias, nos cuenta la facultativa. Señala varios factores que se entrelazan como la presión por liberar camas en los hospitales y la “incomodidad” que pueden generar estas personas que pueden no cumplir las normas en algún sentido porque necesitan una atención más especializada, “si no hay una intervención sólida por parte de las Trabajadoras Sociales del Hospital, puede suceder que sean altas en las que no se garantiza una continuidad de cuidado, y en la mayoría de ocasiones esto es así porque no hay recursos sociales”, afirma Marta. Para la médica, nunca se debería dar un alta hospitalaria sin una garantía de que hay un sitio donde esa persona va a recibir la atención que necesita para su recuperación, “y para eso, los recursos sociales son la clave”.
Además de la creación y aplicación de protocolos específicos para que las actuaciones sanitarias vayan de la mano de las sociales, la plataforma, ‘La Calle Mata’ entiende que la mejor solución para el sinhogarismo pasa por una respuesta clara y contundente del Ayuntamiento de Granada que facilite el derecho a la vivienda. Con viviendas asequibles que se puedan alquilar fácilmente, habilitar centros de acogida en cada barrio con atención profesional, facilitar su empadronamiento, “buscamos una atención integral y personalizada, cada persona que se encuentra en la calle tiene un perfil y unas necesidades, desde una enfermedad mental hasta una pensión pequeña que le hace imposible el mantenimiento de una vivienda”, señala Loli, “en la calle encontramos a gente extraordinaria que sólo necesita una oportunidad”.
“En la calle encontramos a gente extraordinaria que sólo necesita una oportunidad”, Loli de la Plataforma 'La Calle Mata'.
La noticia de las muertes de estas tres personas llegaron hasta el Defensor del Pueblo Andaluz que hace un par de semanas abrió una actuación de oficio, solicitando información al Ayuntamiento de Granada sobre el número y la situación de las personas sin hogar en la ciudad, los recursos que cuentan para su atención y la titularidad de la gestión de los mismos — haciendo especial atención a los equipos sociales de calle “que puedan detectar, atender y derivar las situaciones de las personas en esta situación”; además de los pasos que han dado para mejorar esa atención y los retos que han encontrado.
El Ayuntamiento emitió una nota el 8 de julio informando de “la sensibilidad del equipo de Gobierno sobre el drama que sufren muchas personas que viven en la calle” motivo por el que dicen haber aumentado los recursos para su atención en la ciudad, destinando un total de casi tres millones de euros. La concejala de Política Social, Familia, Discapacidad y Mayores, Amparo Arrabal, argumenta que incrementarán los pisos para personas sin hogar hasta 16 nuevos hogares, provenientes de la remodelación de Santa Adela en el Zaidín, cuando sólo se cuenta con 7; y “se siguen pagando alojamientos de urgencia en hostales y pensiones cuando las plazas disponibles están cubiertas”. También ha destacado la reapertura de comedores sociales de Chana y Norte que, cuando entraron en el Ayuntamiento, “se encontraban cerrados por problemas con el contrato”.
“Mientras no haya un dispositivo público de acogida digna para estas personas, Granada no será una ciudad dónde se respeten los derechos de las personas más vulnerables”, Carmen Caballos de APDHA.
La plataforma ‘La Calle Mata’ ha respondido a estas declaraciones institucionales recordando el cierre del centro de atención de la calle Varela y la necesidad de un dispositivo público “dónde las más de 300 personas puedan pernoctar en condiciones dignas” además de refugiarse del frío en invierno y el calor extremo durante el verano; “No desmerecemos el esfuerzo siempre prometido y nunca realizado de cifras y promesas; pero no se engañe, nosotros no lo hacemos, mientras no haya un dispositivo público de acogida digna para estas personas, Granada no será una ciudad dónde se respeten los derechos de las personas más vulnerables”, escribía Carmen Caballos de APDHA Granada.