Opinión
La ultraderecha está muy fuerte y todo mal

No se trata de no intentar entender, se trata de que entender no paralice. No convertir los afinados diagnósticos en el sudario de cualquier energía política.
Sarah Babiker
10 jun 2024 08:56

El lunes 10 de junio amanece con la siguiente noticia: el tren de la ultraderecha sigue avanzando a toda velocidad hacia nosotras, persiste en su afán de atropellarnos. La historia airea su sádico gusto por los callejones, esas obturaciones de lo posible donde antes estuvieron nuestros mayores, de dónde solo se sale diezmados y con un nuevo trauma en la memoria colectiva. Huele a guerra a lo humano en el horizonte, apesta a impugnación de las cosas que nos gustaría dar por sentadas: el derecho a la vida, la justicia social, la preferencia de la paz sobre la guerra, la inmoralidad de cualquier genocidio. El escenario es ya otro, gritan los resultados electorales. Nuestras respuestas no pueden ser las mismas.

Esto ya lo sabíamos, y quizás por esto, en España, la mitad de la gente no acudió a votar. Muchos de quienes fuimos, lo hicimos del brazo de la duda, con el aliento del escepticismo en el cogote. No había acabado la noche electoral, y a la tristeza de constatar el gusto descarado por el supremacismo que se vuelve a gastar por Europa, se añadió la evidencia de que nos crece el incelato como sujeto político a la sombra de bulos y efectismo. Que cultivar en el resentimiento de quienes creen merecer más, de quienes recaban pertenencia y comunidad en torno al odio victimista, renta. Cosecha sus frutos, penetra en un sistema en decadencia y amenaza con acabar de gangrenarlo.

Nos veo como vacas torpes de la democracia atascadas en su propia parcela de pasto, mientras el tren de un fascismo libre del lastre de la realidad misma, corre eufórico hacia el colapso de la mayoría

En esta nueva resaca electoral, una resaca más huérfana de fiesta previa, nos siento rumiar de nuevo desencanto, florecen nuevos diagnósticos sobre lo que ha pasado a la izquierda blablablá, sobre la necesidad de autocrítica, de unidad, de reflexión… flores tristes de un día. Nos veo como vacas torpes de la democracia atascadas en su propia parcela de pasto, donde apenas crece ya la hierba, mientras el tren de la historia, el AVE de un fascismo aligerado de humanidad, de valores, libre del lastre de la realidad misma, corre libre hacia el colapso de la mayoría.

Este revolcarse cansino en la impotencia, ¿merece la pena? ¿Vamos a pasar las siguientes semanas hablando de ardillas? ¿Vamos a pasearnos por los quejíos de twitter con el cilicio estrangulándonos las piernas, amargándonos cualquier posibilidad de caminar hacia otro sitio que no sea los mismos manidos callejones? Quizás toque ya rendirse de algunas apuestas. Bajarse de ese juego de apostar contra los otros, cuando ya no se sabe por qué futuro apostar. Dejar de mirar lejos, donde nada podemos hacer, y elegir una cierta miopía, para redescubrir cercas, donde quizás sí se puedan hacer otras cosas. Gentes que ya están haciendo otras cosas, y no tienen tiempo para malgastarlo en comentar las jugadas de los Alvises de la vida.

No conseguimos que el miedo cambiase de bando, lo que ha cambiado de bando es el entusiasmo. A la alegría de sentirse del lado correcto de la historia, le sucede ahora, la euforia de creerse del lado ganador

No se trata de no intentar entender, se trata de que entender no paralice. No convertir los afinados diagnósticos en el sudario de cualquier energía política. No dejarnos gasear de desencanto y desgana, buscar el oxígeno fuera de ahí. “Vamos a fuera a hacer que suceda”, canta Biznaga en su canción de amor y acción “El entusiasmo”. No conseguimos que el miedo cambiase de bando, lo que ha cambiado de bando es el entusiasmo. A la alegría de sentirse del lado correcto de la historia, le sucede ahora, la euforia de creerse del lado ganador. Una euforia como una droga que te distancia de la realidad puesto de bulos. Pero que cosecha votos, poder e impunidad.

Quizás toca mirar de otra manera a esa juventud a la que tantos señalan como responsable de este empobrecimiento político, y ver que ha sido la única que ha sabido plantarse fuera del discurso en acampadas contra el genocidio, en una respuesta internacionalista desde abajo, rica de nuevas formas de pensar los vínculos políticos, agitando el pragmatismo de la afinidad entre tiendas quechua, frente a la cultura del enemigo que nutre la política de tuiter. Gente que supo entusiasmarse como antes nos entusiasmamos otros, por fuera de la triste coreografía de las urnas, apuntando certeras a objetivos concretos en las instituciones, rascándole a la cantinela de la impotencia algunas victorias no menores.

Palestina
Acampadas universitarias Primera victoria para la acampada propalestina de Barcelona
El claustro de la Universitat de Barcelona ha aprobado una moción de apoyo a Palestina que exige a los órganos de gobierno romper relaciones con universidades, institutos de investigación o empresas israelíes.

Tal vez es hora de volver a mirar a los barrios como lugares donde se tejen resistencias para la supervivencia contra este largo invierno neoliberal, dejar de mirar con miedo al precariado como un amenazante caladero de voto fascista, darle una tregua al estudio científico de los monstruos que surgen de la dignidad herida, dejar de mirar al otro como amenaza. Aflojarle a nuestra fascinación por los supervillanos y quienes consideramos sus huestes, y lidiar con la amenaza de nuestra propia impotencia. Nuestras coartadas para no hacer. Quizás la primera acción, la primera resistencia, sea contra el desencanto. Cuidarse buscando las flores en las cunetas, como dice la canción de Biznaga. Escribir artículos hoy que no parezcan epitafios.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Análisis
Análisis La Unión Europea, desenfocada y en segundo plano
Después de más de dos años de apasionados discursos sobre los valores europeos y de numerosos paquetes de sanciones a Rusia, la Unión Europea veía cómo Washington la dejaba a la puerta de las negociaciones.
Guerra en Ucrania
Guerra de Ucrania Estados Unidos y Rusia ningunean a Ucrania y la UE en su primera reunión tras la victoria de Trump
Zelensky rechaza cualquier acuerdo que pueda tomarse sin Ucrania en la mesa de negociaciones, pero EE UU y Rusia envían a delegaciones top a Arabia Saudí. Los líderes de la Unión Europea quedan fuera de juego.
Energía nuclear
Debate nuclear Se necesita energía para el debate nuclear
Las disputas europeas sobre la energía nuclear como fuente de energía «sostenible» reflejan presiones militares, un aspecto que se discute poco.
alf ralf
10/6/2024 16:48

Me ha encantado el artículo.

0
0
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Galicia
Galicia La Xunta de Feijóo, condenada por negar visitas a una mujer que murió de cáncer por tener covid-19
La jueza dice que la situación exigía “flexibilizar” las medidas de prevención. Falleció a inicios de 2022 en el Hospital Álvaro Cunqueiro durante los últimos meses de la administración del jefe del PP con Julio García Comesaña de conselleiro.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.

Últimas

Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Tribuna
Tribuna Verde de ecosocial, verde de educación pública
En nuestras aulas se ha colado una prisa ansiosa, que juzga al alumnado como un gasto, que lo dirige, poco a poco, a un mundo laboral tecnoptimista y completamente atomizador.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio Humedales necesarios
Damos un paseo radiofónico por algunos de los humedales de Andalucía, espacios fronterizos entre el mar y la tierra, tan necesarios para nuestra supervivencia. Lo hacemos con Juan Martín Bermúdez, de SALARTE y algunos oyentes.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?