Opinión
Construyendo, también, sindicalismo decolonial

Un total de 37 días de huelga. Una subcontrata de la multinacional Michelin que a su vez es otra multinacional, Ferrovial. Trabajadores migrantes. Una lucha de David contra Goliat ganada en la llanada alavesa que ha pasado totalmente desapercibida.
Borroka da
Foto cedida por ELA de una subcontrata de la multinacional Michelin que a su vez es otra multinacional, Ferrovial.

Miembro de Manu Robles-Arangiz fundazioa

25 mar 2021 06:00

Un total de 37 días de huelga. Una subcontrata de la multinacional Michelin que a su vez es otra multinacional, Ferrovial. Trabajadores migrantes (Marruecos, Mauritania, Ghana, Benin, Nigeria, Mali, Senegal, Togo), precariedad absoluta. David contra contra Goliat y Goliat en la llanada alavesa; más concretamente, en Araia. Un sindicato: ELA. 37 días de huelga, y victoria (incrementos salariales de más de 3.600 euros en cinco años, conversión de todos los contratos parciales a tiempo completo, 14 horas anuales de libre disposición remuneradas, mejoras en los pluses, abono al 100% de las bajas laborales, etc). 

No sé a ti, pero me parece una pasada. La victoria en un conflicto como este, con estos protagonistas y en las condiciones que estaban, es un ejemplo que en los tiempos del “esto es lo que hay”, del miedo y de contratos de unas horas por salarios de centavos, debería correr como la pólvora por toda Euskal Herria, por todo el estado y por todo el mundo. Pero nadie se ha enterado.

Seguramente, una vez resuelto este, la persona y el equipo que ha llevado el conflicto estará metido en otro, respondiendo al día a día, haciendo. Y ¿lo de comunicar lo que se hace? Pues se le habrá pasado, seguramente, tampoco le dará tanta importancia a eso…

Los trabajadores en huelga han conseguido incrementos salariales de más de 3.600 euros en cinco años, conversión de todos los contratos parciales a tiempo completo, 14 horas anuales de libre disposición remuneradas, mejoras en los pluses y abono al 100% de las bajas laborales

Un error, sí. Pero prefiero este error al contrario. Me gustan más los que hacen y no dicen, que los que dicen y no hacen. Eso no quita que sea fundamental comunicar las luchas y las victorias, porque esto que se ha conseguido en Araia, se puede replicar en cualquier otro centro de trabajo infectado de precariedad.

Esta lucha ganada por los trabajadores de Ferrovial, con gran cantidad de personas racializadas, me ha recordado la de las camareras de piso de los hoteles NH y Barceló-Nervión de Bilbao (47 días de huelga y victoria), la lucha de Navarpluma en Iruñea (41 días de huelga y victoria), la de los trabajadores de las obras del puerto de Bilbao y los de las obras de remodelación del estadio de Anoeta en Donostia (victorias sin huelga pero con afiliación y organización), todas ellas protagonizadas por trabajadores y trabajadoras migradas. Y me pregunto: ¿Cómo se construye un sindicalismo decolonial? Con teoría y debate, sí. Con ideología y formación, sí. Con discurso y alianzas, también. Pero no es suficiente.

Lo más importante para construir un sindicalismo decolonial es la praxis. Se construye sindicalismo decolonial, haciendo sindicalismo decolonial: afiliando, construyendo colectivo, organizando, luchando, haciendo huelgas en los centros de trabajo más precarizados, más racializados. El sindicalismo decolonial se construye de la misma manera que se construye el sindicalismo feminista: desde la práctica.

Se hace camino al andar, aunque nunca se llegue a la meta; lo importante es el proceso. El caso de la sindicalización de sectores feminizados es más conocido, sobre todo, por la famosa huelga de las residencias de Bizkaia (378 días de huelga y vitoria). Pero también por las victorias sindicales contra la brecha salarial en limpieza de comisarías y juzgados de Gipuzkoa (9 meses de huelga y victoria), en limpieza del ayuntamiento de Elorrio (5 meses de huelga y victoria), en limpieza del ayuntamiento de Zarautz (esta vez victoria sin huelga, gracias a una huelga exitosa anterior), y la victoria en plena pandemia de las trabajadoras de Lidl. Tampoco hay que olvidar las tres huelgas de cuidados que hemos realizado desde otoño en Hego Euskal Herria, las huelgas de las trabajadoras de residencias de Gipuzkoa (247 días ya), Araba y Nafarroa, las huelgas de las trabajadoras de servicio de ayuda a domicilio…

El capitalismo, el patriarcado y el racismo nos atraviesan tan profundamente que siempre los llevaremos dentro; nuestro sindicalismo siempre se quedará corto, siempre tendrá fallos, seguirá siendo sobre todo blanco y varón; nos costará decir algún día, “ya está, ya tenemos el sindicalismo feminista decolonial”. Como decía Galeano, cuando creamos alcanzar el horizonte se nos escapará, la utopía sirve para avanzar, paso a paso, desde la praxis, lucha a lucha, victoria a victoria, por pequeña que sea. Así se avanza, poniéndole al conflicto de clase, también, rostro de mujer o de persona racializada. Y una buena noticia: las buenas prácticas y los buenos resultados se contagian.

Es complicado, ya sé. La situación es difícil, tantas son las necesidades de los y las trabajadoras que vienen de países empobrecidos en busca de una vida mejor, y ¡tantos son los empresarios ávidos de aprovecharlas para sacar tajada! Por eso es tan importante comunicar cada lucha, cada victoria. Desde la humildad, sí; desde lo minúsculo de lo conseguido, sí; pero que se sepa, que se vea. Que alumbre. Que se reproduzca.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Responsabilidad sindical 1 de Mayo: Sindicalismo y derechos sociales
¿Tendrá que reformularse el papel de los sindicatos? ¿Desde la unión de las personas trabajadoras cabría exigir que se garanticen esos derechos ciudadanos? ¿Existe un poder mayor que el sindical para orientar las políticas sociales?
El Salto Radio
El Salto Radio Algoritmo y precariedad
Acostumbrados ya sin remedio a pedir por teléfono, a comprar chismes que nos llegan desde el otro lado del planeta en dos días, o comida que, aunque sea diluviando, nos traen a casa en 15 minutos… ¿Nos asomamos a lo que hay detrás?
Derecho a la vivienda
Batu Elkarlaguntza Sarea “No nos moveremos del hotel hasta que el Ayuntamiento de Basauri nos dé una alternativa habitacional”
“Un mes después del incendio, el Ayuntamiento notificó con diez días de antelación que las familias debían abandonar el hotel en el que estaban realojadas”, ha señalado Berta Giménez, portavoz del sindicato Batu.
#85939
29/3/2021 12:36

Si salieran todos los nacionalistas que están metidos (y cobrando) en los sindicatos ya no sería necesario preocuparnos por la decolonización. Nacionalismo y sindicalismo crea Sindicatos Verticales.

0
0
#85765
26/3/2021 12:45

A cualquier cosa le llaman "decolonial". ¿Por que hay migrantes en la lucha y en la huelga ya es "decolonial"? ¿Euskal Herria es colonia o champú? ¿y no participaron "trabajadores" de ELA-ERTZANTZA en esta huelga? (reprimiendola se entiende). Si se cuentan la victorias del sindicato ELA, que se cuenten también sus complicidades con el poder, y el dinero que ha recibido del PNV en los últimos decenios. Sobre ELA o el salto cuenta todo el cuento, o mejor ahorrarse artículos laudatorios sin ningun tipo de contraste periodístico. Esto no es periodísmo de investigación, mas bien de adulación. Suponemos que la autoría del artículo responde al dinero recibido.

2
0
#85755
26/3/2021 11:09

pues sí, que de esto se hable más!

1
0
#85744
26/3/2021 8:53

ELA decolonial? Cuantos migrantes formais parte de las secretarias del sindicato? Cuantos empleados no euskaldunes?

7
1
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña y Ourense compraron material policial a Israel por medio millón de euros en solo cuatro años
El alcalde ourensano, Gonzalo P. Jácome, adjudicó un contrato por 70.000 euros días después del siete de octubre. Abel Caballero firmó otro de más de 200.000 euros y la alcaldesa de A Coruña siguió la estela con un contrato de 170.000 euros.
Turquía
Pinar Selek “Turquía sigue gobernada en base al miedo”
La profesora y socióloga turca, quien ha sufrido además de cárcel, un acoso judicial por 27 años, habla de la falta de independencia del poder judicial, del adoctrinamiento social y de la formación de la sociedad turca.
Gasto militar
Gasto militar ¿De dónde sacará Sánchez el dinero para financiar el incremento del gasto en defensa?
La promesa de aumentar las partidas presupuestarias militares necesita redirigir 10.471 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB. Cumplirlo este año abre a su vez un grave problema para hacerlo en 2026.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.

Últimas

Salud
El precio justo La nueva ley del medicamento o estrategias para bajar el precio de los genéricos (que son caros)
En España pagamos de media un 10% más por los medicamentos genéricos que consumimos que en el resto de la UE. Al mismo tiempo, nuestro gasto farmacéutico ha aumentado un 33% en la última década.
Galicia
Galicia Más de 200 colectivos exigen transparencia sobre la mina Doade y piden la intervención del Parlamento Europeo
Organizaciones de toda Europa, lideradas por SOS Suído-Seixo, exigen a Bruselas acceso a la documentación sobre la explotación prevista, denunciando opacidad, privilegios empresariales y riesgo ambiental en zonas protegidas de Galicia.
Laboral
Laboral Tres nuevos días de huelga para parar el ERE en Bridgestone
Los sindicatos de forma unánime convocan paros los días 24, 25 y 26 de abril y no descartan ampliar las acciones de lucha para evitar el despido de 546 trabajadores.
There Is Alternative
There Is Alternative De redes, software, cacharritos y todo lo que no sea Elon Musk | TINA #1
Primer programa del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de la tecnología y sus alternativas éticas y responsables.
El Salto Radio
El Salto Radio A dos velas
El documental “A dos velas”, de Agustín Toranzo indaga en las causas de los cortes de suministro eléctrico sistemáticos e indiscriminados que varios barrios obreros de Sevilla vienen denunciando desde hace años.
Más noticias
Opinión
Opinión Priorizar bombas sobre camas de hospital
El presupuesto público parece tener siempre un límite cuando se trata de contratar personal o mejorar infraestructuras en Sanidad. Pero no lo tiene cuando se trata de gasto militar.
Opinión
Guggenheim Urdaibai Respuesta al Agirre Center: no participaremos en este juego con cartas marcadas
VV.AA.
El “proceso de escucha” se invalida a sí mismo al existir un plan ya elaborado y no publicado “de expansión discontinua del Guggenheim de Bilbao en Urdaibai”.
Comunidad de Madrid
Huelga de universidades públicas Con un gigantesco mural profesorado y alumnado exigen más inversión en las universidades públicas de Madrid
Después del encierro del pasado 7 de abril, una espectacular acción de la comunidad universitaria ha llamado la atención sobre el recorte de recursos que prevé el gobierno de Díaz Ayuso en su nueva ley de universidades.

Recomendadas

El Salvador
El Salvador El caso Ábrego García destapa el turbio pacto de Trump con Bukele
El joven salvadoreño no ha sido condenado ni en Estados Unidos ni en su país de origen, pero es uno de los cientos de personas con la vida pendiente de un hilo por las políticas de Trump y Bukele.
Siria
Siria Fragmentos de un retorno
Regresar no siempre es fácil. En estas misivas, los sirios Naoura A., residente en Francia, y Basem Al Bacha, residente en Alemania intercambian opiniones con motivo de la vuelta de Naoura a la ciudad donde se conocieron: Damasco.
Historia
Historia Miguel Martínez: “En Villalar, la izquierda arrancó los comuneros al franquismo”
Miguel Martínez, profesor de historia y literatura españolas en la Universidad de Chicago, analiza desde una óptica progresista la Edad Moderna, el momento histórico fetiche de las derechas españolistas.