Opinión
Canto a la ansiedad social

Socializar la fobia social es una estrategia de consuelo y resistencia, de organización y de autoconciencia de grupo.
Ansiedad social
Fotografía: Vitor Monthay en Unsplash

Hoy he recordado mi adolescencia. Hoy, en el hoy eterno que se cristaliza en estas líneas. Aquí siempre será hoy. Mi adolescencia estuvo marcada por la fobia social; es decir, el miedo, irracional, a las relaciones sociales, un miedo que, en menor medida, me acompaña hasta el día de hoy.

Antes que nada, permitidme el tono más personal, más íntimo, en este texto. En fin, siempre acabo pidiendo permiso o pidiendo perdón, no lo puedo evitar, forma parte de mi ser. Así que perdonad que pida perdón. ¿Perdonar es reconocer, torcerse y doblegarse?, ¿es mostrarse inseguro?, ¿o íntegro? Es igual, no escondo nada. También es una cuestión de estilo, “¡muéstrate seguro, reforzará tu exposición!” ¿Por qué aparentar algo que no soy? Tienen razón en cierto punto, desde luego. Aun así, perdón y mil veces perdón, de corazón. Perdón, sobre todo –a lo que venía– por mi estilo. Perdonad por este tono impostado (¡exclamaciones!), no creo que este estilo sea la mejor forma de expresar algo. Pero es igual, es el que me sale más natural, nunca he buscado ofender. Perdonad mi inseguridad: quizás sea mi mayor fortaleza.

¿Saben qué? He olvidado escribir, no soy capaz de escribir, lo intento, pero no puedo. Esto está siendo un reto para mí. Aunque no es lo único que he olvidado, no es lo único en lo que me veo incapacitado. Leer, salir, socializar… así con todo. No obstante, puestos a olvidar, he recordado. Esto ya lo he sentido, ya lo he vivido. No me malinterpreten, lo que fue entra dentro de lo posible y vale, en este caso, para esto y su contrario. Ya no tengo 16 años, tengo amigos, salgo, interactúo y me relaciono sin relativos problemas. No soy tímido, nunca he sido tímido, esto no es timidez. El miedo paraliza. Dicen que el deseo no se corresponde con el interés, y vaya si es cierto; el deseo de socializar y el miedo a la socialización, en otras palabras: incapacidad, frustración y depresión. Que quede claro, no es este lugar para una conceptualización teórica (no me apetece, o no soy capaz –¿hay diferencia? –), me centraré en mis experiencias, en mis propias vivencias y si a alguien le puede servir para sentirse identificado y, quizás, reconfortado, eso que habremos ganado.

Abrirse a los demás, relacionarse… ¿qué es si no una forma de acoplarnos a las estructuras sociales vigentes, a las relaciones de producción, a la inmensa picadora de carne que es la sociedad capitalista?

Miren, al final todo es más sencillo. Abrirse a los demás, relacionarse… ¿qué es sino una forma de acoplarnos a las estructuras sociales vigentes, a las relaciones de producción, a la inmensa picadora de carne que es la sociedad capitalista? Claro, no hay momento previo entre ser socializado y socializar (la ansiedad social no es resistencia, es angustia). La socialización no es independiente de la división social y de las relaciones productivas que las posibilitan, esto es una obviedad, pero siempre se acaba olvidando en contextos de exposición psicológica. Pero socializar también supone consuelo y resistencia, también es organización y también autoconciencia de grupo. La emancipación es autoemancipación, social e individual, y la superación de las enfermedades mentales solo puede ir de la mano (¿o acaso no es una misma cosa?) de la abolición de la sociedad capitalista.

A veces no queda otra y aceptamos ser tratados y diagnosticados para así poder vivir con nosotros mismos, sin angustia, en una sociedad productora de miseria; pero, “ansiedad social”, o “fobia social –más allá de su estudio clínico y científico (en el que no entro, no soy experto, ni un necio)– no dejan de ser meras etiquetas, generalizaciones imprecisas, simplificaciones de una realidad (o realidades) mucho más complejas y que abarcan experiencias vivenciales muy diferentes. El tratamiento psicológico y psiquiátrico, aunque completamente necesario, no debe ignorar las condiciones sociales que posibilitan la ansiedad y la depresión, no lo olvidemos. El aumento exponencial de enfermedades mentales en el último siglo va de la mano de un capitalismo cada vez más salvaje.

Entre un 2 y 3 por ciento de la población mundial (aunque depende del estudio) sufre ansiedad o fobia social, aunque su número aumenta exponencialmente si se incluyen a todos aquellos con cierto grado de timidez social. No obstante, pese a ser un trastorno relativamente común y extendido cuenta con poca visibilidad mediática. Que quede claro, porque la acusación es recurrente, la ansiedad social no es asocialidad. Los que la padecemos no solemos disfrutar de la soledad, la angustia es por partida doble: en el acto social y en su evitación. Tampoco es una cuestión de cobardía o de falta de voluntad, es un miedo paralizante, que nos consume diariamente, nos cierra puertas, nos incapacita…

La ansiedad social no es asocialidad. Los que la padecemos no solemos disfrutar de la soledad, la angustia es por partida doble: en el acto social y en su evitación

Pero mientras pasan los días uno busca superarse, levantarse, mirarse al espejo y descubrir que hoy no será un día cualquiera. No es una cuestión de autorrealización o de superación personal. El reto es colectivo y de apoyo mutuo, proyectarse en los demás no es solo un ejercicio individual, es un ejercicio de construcción comunitaria. Pero ¡ay el alivio que me provoca escribir aquí!, sin propósito, objetivos, metas, da igual, solo abrirme a los demás. Todo sigue su curso. Se abren senderos que permanecerán abiertos. Discurrir y seguir, seguir y seguir. Vuelvo y retomo lo empezado. Que nada permanezca cerrado, pensamientos brutos o bruto pensamiento. ¿Adónde va todo lo no-escrito?, qué desperdicio… Atisbos de somnolencia, fragmentos oníricos. Siempre hay algo, pero se pierde… No queda escrito. ¡La cantidad de arte que se ha disuelto en el discurrir de un pensar no plasmado en el texto! Pero, es igual, para un fóbico social hasta la más pequeña de las acciones sociales es un acto de rebeldía.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Análisis
Análisis Por una recuperación de la dignidad y del bienestar en salud mental
Las propuestas relacionadas con la Renta Básica Universal o la semana laboral de cuatro días nos muestran un interesante camino a seguir que trascienda las meras soluciones de carácter asistencialista.
Psicoactivos
Salud mental PsychedeliCare, una campaña ciudadana para regular las terapias psicodélicas en Europa
Pretenden recoger un millón de firmas para llevar el debate sobre los tratamientos de salud mental con estas sustancias a las instituciones europeas.
Psicoactivos
Salud mental Drogas psicodélicas, una revolución científica del laboratorio al diván
Sustancias psicodélicas extraídas de los hongos o la ayahuasca, o drogas recreativas como la MDMA o el LSD están siendo investigadas para tratar la salud mental o las adicciones.
Juan
11/9/2021 9:02

Regreso a la teleología de la modernidad: la superación de las enfermedades mentales solo puede ir de la mano (¿o acaso no es una misma cosa?) de la abolición de la sociedad capitalista.
En serio...ahora...
Venga ya...
100 años después de El malestar en la cultura.

0
0
Nerea-chan
Nerea-chan
27/8/2021 11:58

Toda represión de los instintos naturales causa malestar. Si pudiésemos partirnos la cara unos a otros en lugar de tener que andar peleando con la palabra, la apariencia, etc, estaríamos menos enfermos. Necesitamos más violencia y menos cuidado, y cuando digo violencia no estoy diciendo tortura sino una violencia que pueda ser contestada, de la que te puedas defender. Llevamos la violencia en la sangre.

Pero lo importante es vernos como 2 cosas separadas: razón e inconsciente: así se consigue separarse uno mismo de la programación natural, de los miedos y demás. Hablo de rechazo a los sentimientos, impulsos, necesidades, etc. El cuerpo es el enemigo. Yo no soy lo que siento. Yo no pido perdón porque bajo el yugo del ADN no tengo ninguna libertad de elección.

0
0
Tunigu
25/8/2021 19:15

Se agradece la transparencia de la fragilidad. La sensibilidad desagrada en un contexto de indiferencia y crueldad prescritas como virtudes sociales.
Hay un relato corto autobiográfico de Thomas Mann en el que describe un encuentro, un acto de socialización en que el interlocutor percibe la fisura, la falla, el sufrimiento, y lo emplea para herir con impunidad.
Esa sensación de desvalimiento que antes que compasión produce repulsión y agresión. Esa violencia generalizada que late por todos lados, esa guerra de todos contra todos liberal. Temer relacionarse desde la sensibilidad no es una elección, es un acto de autoprotección.
Que produce ansiedad socializar, miedo, claro. Quienes no hemos perdido el contacto con lo otro, quienes sentimos el dolor de estar vivos tenemos que cuidar unos de otros.
Gracias, el verano suele ser especialmente duro.

1
0
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Galicia
Galicia La Xunta de Feijóo, condenada por negar visitas a una mujer que murió de cáncer por tener covid-19
La jueza dice que la situación exigía “flexibilizar” las medidas de prevención. Falleció a inicios de 2022 en el Hospital Álvaro Cunqueiro durante los últimos meses de la administración del jefe del PP con Julio García Comesaña de conselleiro.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.

Últimas

Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Tribuna
Tribuna Verde de ecosocial, verde de educación pública
En nuestras aulas se ha colado una prisa ansiosa, que juzga al alumnado como un gasto, que lo dirige, poco a poco, a un mundo laboral tecnoptimista y completamente atomizador.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio Humedales necesarios
Damos un paseo radiofónico por algunos de los humedales de Andalucía, espacios fronterizos entre el mar y la tierra, tan necesarios para nuestra supervivencia. Lo hacemos con Juan Martín Bermúdez, de SALARTE y algunos oyentes.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?