Trabajo sexual
La revolución será con las putas o no será

El castigo y la censura al movimiento de trabajadoras sexuales organizado en el estado español sólo se entiende a partir de la alianza entre las posturas del feminismo abolicionista y el feminismo punitivo
Trabajo sexual e intersindical feminista
Jornadas Internacionales sobre Trabajo Sexual e Intersindical Feminista en Madrid, celebradas el 7 y 8 de junio de 2024 Lara Santaella
3 jul 2024 07:00

En 2011, en pleno auge del movimiento 15-M de los Indignados, una pancarta fue colgada en la Plaza de Sol, despertando una gran polémica. En ella se podía leer: “La revolución será feminista o no será”. Varios miembros de la propia organización la retiraron, sin el consentimiento de las autoras, iniciando así una lucha simbólica por el protagonismo que el feminismo debía tener en la práctica política. Alrededor de una década más tarde, nos parecería impensable que un movimiento social orientado a la transformación profunda de nuestra sociedad, pudiera albergar una censura en realidad, una agresión velada de tal gravedad. Es vox populi ya, afortunadamente, que, de hecho, cualquier cambio radical debe contemplar los valores y fundamentos de la praxis feminista como paradigma que aspira a “cambiarlo todo”.

Ellas ya forman parte de la lucha: son nuestras vecinas, deshaciéndose en esfuerzos para llegar a fin de mes o pagar la luz; son otras madres del colegio al que llevamos a nuestros hijos, muchas de ellas solteras o migrantes

Sin embargo, trece años más tarde, aún es necesario defender que las trabajadoras sexuales, las putas, las mayores encarnaciones de las “malas mujeres”, aquellas que se atreven a pedir dinero por un trabajo que muchas mujeres realizan gratis, deben formar parte de la lucha. De hecho, trece años más tarde, aún nos cuesta reconocer que ellas ya forman parte de la lucha: son nuestras vecinas, deshaciéndose en esfuerzos para llegar a fin de mes o pagar la luz; son otras madres del colegio al que llevamos a nuestros hijos, muchas de ellas solteras o migrantes mandando remesas a sus países de origen; son nuestras compañeras parando desahucios, apoyando la campaña #RegularizaciónYa o participando de asambleas feministas. Ellas ya están allí, pero aún es necesario escribir artículos para defender que, sin ellas, la revolución no será posible.

Una decena de miles de euros para unas jornadas pro-derechos, frente a la millonaria industria del rescate

Los pasados días 7 y 8 de junio tuvieron lugar las Jornadas Internacionales sobre Trabajo Sexual e Intersindical Feminista en Madrid, que congregaron en su programa alrededor de 20 organizaciones de personas que realizan trabajo sexual y entidades profesionales del tercer sector que acompañan desde una perspectiva pro-derechos. Llegaron desde diversos puntos del territorio español, portugués, italiano y suizo, además de otras redes de incidencia europea (como la ESWA), para compartir sus experiencias y saberes en relación a la lucha pro-derechos: aquella que quiere escapar de la trampa entre prohibir, abolir o legalizar la prostitución, y que apuesta por terceras y poco conocidas— vías como la despenalización.

Feminismos
El feminismo será antipunitivo o no será
La aprobación de la llamada ley del 'solo sí es sí' ha sacado a la luz el debate sobre las alianzas entre cierto feminismo y el punitivismo

Las jornadas se organizaron con algo más de una decena de miles de euros, gracias al presupuesto de un proyecto europeo gestionado por la Universidad de Sheffield, así como al ingente esfuerzo e inteligencia colectiva desarrollado por el colectivo de investigación feminista La Laboratoria, la Fundación de los Comunes, y diversas organizaciones pro-derechos como el Sindicato Otras, Afemtras o CATS. Una decena de miles de euros para la organización de un encuentro transnacional suena a mucho, pero no lo es. Es muy poco dinero comparado con el que se mueve en la industria del rescate para “salvar” y sacar a las prostitutas del ejercicio.

Defender un paradigma de intervención que no infantilice ni banalice la agencia de las propias personas afectadas les excluye del campo de recursos y de financiación públicas

Simplemente, la última campaña diseñada por Médicos del Mundo, que consistía en la instalación de carteles de neón en carreteras del extra-radio madrileño imitando un anuncio de un club alterne, pero donde se podía leer “Violencia Palace” o “Maltrato Show” a todo color, probablemente haya costado más del doble. De hecho, esta publicidad forma parte del Plan Camino (2022-2026), diseñado sin ningún tipo de escucha ni interés por la voz de las trabajadoras sexuales pro-derechos: más de 240 millones de euros repartidos entre seis entidades abolicionistas (Médicos del Mundo, APRAMP, Proyecto Esperanza, Obra Social de Adoratrices, Mujeres en Zona de Conflicto y Fundación Cruz Blanca) con presupuesto del Ministerio de Igualdad, para “la protección de los derechos humanos de mujeres y niñas víctimas de trata, explotación sexual y mujeres en contextos de prostitución”.

Trabajo sexual
Derechos Trabajadoras sexuales ante las leyes abolicionistas: “Necesitamos derechos tanto si queremos abandonar como si queremos quedarnos”
El estigma y lo que llaman “la industria del rescate” son algunos de los problemas que señalan Séfora Jiménez, María José Barrera, Ninfa y Verónika Wolf, que reclaman superar la falsa dicotomía entre abolición o regulación de la prostitución. Temen la propuesta de ley abolicionista del PSOE, pero advierten de que ya existen mecanismos para criminalizarlas.

Durante las jornadas, las entidades del tercer sector pro-derechos del estado español, portugués e italiano que participaron en el encuentro relataron cómo esta industria del rescate se alimenta de la victimización de las trabajadoras, y cómo defender un paradigma de intervención que no infantilice ni banalice la agencia de las propias personas afectadas les excluye del campo de recursos y de financiación públicas. La propia Pia Covre, fundadora del histórico Comitato per il Diriti Civili delle Prostitute, cuya actividad se remonta a 1982, recalcó el éxito que supuso la incorporación de trabajadoras o ex-trabajadoras sexuales en las pioneras unità di strada italianas, dispositivos de atención y acompañamiento de calle desde los años 90: ellas, mejor que nadie, saben cómo hablar, qué decir y, sobre todo, cómo acompañar sin juzgar.

Desincentivar la demanda es la excusa, el castigo a las putas la realidad

Sin duda, el debate sobre prostitución es uno de los más encarnados en el feminismo, pero también uno de los más útiles para generar pánicos morales y agenda política alejada de un interés genuino por el bienestar de sus protagonistas, fundamentalmente mujeres migrantes. Gracias a la voz de las organizaciones de trabajadoras sexuales, atestiguamos cómo el discurso público de corte abolicionista se alía, voluntaria o involuntariamente, con el feminismo punitivo. Y eso es así porque, con la excusa de pretender acabar con la prostitución a través de desincentivar la demanda, la evidencia empírica nos dice que son las personas que ejercen trabajo sexual quienes son más sancionadas, más perseguidas y más empobrecidas a golpe de mano dura contra ellas o su entorno.

Con la excusa de acabar con la prostitución a través de desincentivar la demanda, las personas que ejercen trabajo sexual son más sancionadas, más perseguidas y más empobrecidas a golpe de mano dura

Según la investigadora María Barcons en base a datos del Ministerio del Interior, sólo en el periodo 2015-2017 la Ley Mordaza fue usada 591 veces para sancionar trabajadoras sexuales ejerciendo en calle, por un importe total de 100.420 euros en el estado español. Es decir, en sólo dos años, más de 100.000 euros fueron sustraidos de personas, a menudo mujeres y en su mayoría migrantes, de por sí ya precarizadas. En la bella Roma, sólo en el año 2009 alrededor de mil prostitutas fueron multadas (frente a 53 clientes) por las ordenanzas municipales “anti-prostitución”, con un saldo de casi 200.000 euros, según el informe de la unità di strada.

Tal y como relató el informe presentado por ESWA, este clima hostil contra la prostitución generado por las políticas abolicionistas, suele ir acompañado también de mayores cotas de violencia y abuso policial. Las trabajadoras de calle relatan con frecuencia burlas, humillaciones y chantajes de todo tipo en su contacto cotidiano con la policía, especialmente hirientes cuando tienen connotaciones transfóbicas.

Tal y como reflejan las críticas al modelo nórdico, estos son sólo algunos ejemplos del castigo directo a las personas que ejercen trabajo sexual. No obstante, dificultar la actividad del entorno que “facilita” la prostitución, es igualmente inútil y contraproducente. Por ejemplo, medidas como la prohibición de publicidad de sexo en páginas web, recientemente introducida en la Ley 10/2022 de garantía integral de la libertad sexual (“Ley del solo sí es sí”), han provocado el cierre masivo de páginas web donde trabajadoras sexuales autónomas anunciaban sus servicios. En consecuencia, nuevas páginas han abierto, pero aumentando el precio de inscripción dado el supuesto riesgo que asumen, surgen estafas, y muchas trabajadoras (previamente autónomas) se plantean dirigirse a trabajar para terceros dada la imposibilidad de conseguir clientes a través de sus anuncios.

Concentración en contra de la Ley Abolicionista-Prohibicionista en Madrid. 4 de octubre de 2022 - 1
Durante la concentración, las activistas han presentado el manifiesto Voces feministas por los derechos. Elvira Megías

La presión sobre el entorno genera también que la mayoría de trabajadoras tengan serias dificultades para acceder a una vivienda digna: tanto en España, Portugal como en Italia, la mayoría de trabajadoras relatan que deben pagar precios desorbitados (entre 2.000 y 3.000 euros mensuales por una habitación) para compensar al casero por el “riesgo” que asume en alquilarles un lugar donde ejercer.

Las compañeras italianas, de Ombre Rosse y el MIT, relataron también cómo, dado que en Italia la tercería locativa está castigada, las trabajadoras sexuales temen constantemente ser desahuciadas si se enteran de que en su vivienda se ejerce trabajo sexual. El delirio sobre la persecución a quien “ayuda” es tal que llega al completo absurdo: compañeras del Movimento dxs Trabalhadorss do Sexo portugués relataron cómo algunas de ellas tenían abiertos procedimientos judiciales, acusadas de “proxenetismo”, por conducir un vehículo con otras compañeras cuando se dirigían todas juntas al lugar donde iban a trabajar.

El castigo a la “mala mujer”: ¿todas somos un poco putas?

Legislar sobre la prostitución (o no hacerlo y abandonar a su suerte a las trabajadoras) es, desde luego, una actividad de enorme rédito político cuando se realiza desde el “pánico moral”. La filósofa Silvia Federici nos recordó durante las Jornadas cómo la construcción del imaginario de “mala mujer” y la persecución de las “brujas” están íntimamente conectados con la construcción de los estados modernos y la acumulación capitalista. Así, en numerosos juicios durante la Inquisición, las mujeres acusadas de brujas eran mujeres jóvenes, pobres y que tenían relaciones con hombres más pudientes, o mujeres que tenían relaciones con muchas personas, hombres o mujeres, y que se escapaban de la norma sexual.

Disciplinar los cuerpos a través de la normativización de la sexualidad de las mujeres (sólo aceptable dentro del matrimonio y orientada a la producción de la “patria”) era necesario para circunscribir el papel de las mujeres exclusivamente a la reproducción social. Pero además, durante este periodo se reifica la representación de la mujer “oscura” que usa su sexualidad con fines instrumentales, perversos, y se apuntala la división entre malas (rebeldes, despreciables y castigables) y buenas (puras, sumisas y dóciles) mujeres. La “puta” es la representación arquetípica de esa mala mujer: aquella que pide dinero por algo que debería hacer gratis. Porque, como recuerda Silvia Federici, “el sexo siempre ha sido un trabajo para las mujeres”, sea pagado o no.

La “puta” es la representación arquetípica de esa mala mujer: aquella que pide dinero por algo que debería hacer gratis

No obstante, en el poder del encuentro entre pares y aliadas, en las alianzas locales pero también transnacionales, desde la solidaridad del feminismo de clase, está la clave de caminar hacia horizontes más esperanzadores. Las putas feministas tienen muchas cosas que enseñarnos. Al albor de las Jornadas, diversos colectivos de trabajadoras sexuales del estado español generaron un manifiesto donde pidieron apoyo de la sociedad civil para forzar a la clase política a que deje de criminalizar el trabajo sexual en España. Entre otras cosas, exigen la derogación de la Ley de Extranjería, la gran máquina de generación de trabajos precarios y sin derechos, pero también la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana o las ordenanzas locales que las sancionan a ellas y a sus clientes cada día. Durante las Jornadas, varias organizaciones de trabajos diversos, también feminizados y precarios, como las camareras de pisos (Kellys), trabajadoras del hogar (Territorio Doméstico y Sedoac), sindicatos como CNT Comarcal Sur o el Sindicato de Inquilinas, han mostrado públicamente ya su apoyo a la lucha pro-derechos, en una invocación a tejer alianzas más sólidas en el futuro. Ahora, nos toca a las demás.

Sobre este blog
Metropolice pretende ser un pequeño medio de difusión de problemáticas asociadas a los dispositivos de control policial, el securitarismo y las instituciones carcelarias.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Orgullo
28J Bilbao, Madrid o Granada: un recorrido por las historias del Orgullo LGTBIAQ+ que desafía al capitalismo
En la capital luchan contra la maquinaria del Madrid Orgullo, en Bilbao reclaman el término “orgullo histórico” frente al plagio e invisibilización de las instituciones y en Granada afianzan un movimiento joven a pesar de las trabas del Ayuntamiento.
Argentina
Argentina La crueldad como política de Estado
Aunque la crueldad está en el origen del Estado-nación argentino, con la llegada de Milei el gobierno la reivindica y la fomenta.
Racismo
Movimientos sociales Por un antirracismo que no dependa del gran capital 
La sostenibilidad de muchas organizaciones antirracistas de América Latina y el Caribe depende, en gran medida, de la ayuda al desarrollo de la cooperación internacional o del supuesto altruismo o filantropía de las élites económicas.
Sobre este blog
Metropolice pretende ser un pequeño medio de difusión de problemáticas asociadas a los dispositivos de control policial, el securitarismo y las instituciones carcelarias.
Ver todas las entradas
Elecciones
Reino Unido El laborismo recupera el poder en Reino Unido a costa del hundimiento de los tories
Los socialdemócratas ganan las elecciones con amplia mayoría en número de escaños y votos. El sistema electoral premia a Starmer, que será el próximo primer ministro. Hasta cuatro independientes ProGaza entrarán en el próximo Parlamento.
Reino Unido
Reino Unido Starmer arrasa, el establishment lo celebra
La victoria del Partido Laborista en Reino Unido no es una gran noticia para la izquierda transformadora. La izquierda se ha quedado en los cuatro escaños del Partido Verde y en la excelente victoria de Jeremy Corbyn en North Islington.
Personas refugiadas
Aeropuerto de Bilbao El activista saharaui se queda retenido en Loiu tras la negativa del piloto a despegar con él a bordo
La organización Zehar Errefuxiatuak y activistas saharauis se muestran “aliviadas” porque el joven no esté rumbo a Marruecos, donde es previsible su arresto. Lleva 12 días en dependencias del aeropuerto de Bilbao y se encuentra en huelga de hambre.
Turismo
Turismo Las protestas contra la masificación turística vuelven a Barcelona
Más de 140 colectivos y organizaciones sociales se citan en Barcelona este 6 de julio para denunciar un modelo basado en ciudades y territorios atractivos para el turismo e invivibles para el resto.
Estados Unidos
Arlie Russell Hochschild “Los estados republicanos, perdedores de la globalización, se ven a sí mismos en una espiral descendente”
La socióloga Arlie Rusell Hochschild investiga en sus libros cómo Trump construye su éxito interpelando al orgullo perdido de los estadounidenses perjudicados por el neoliberalismo.
Religión
Religión El foro de Estella y el “espiritualwashing”: ¿hay que ser tolerante con el sionismo?
La participación de una ponente relacionada con el Estado de Israel en un foro para el diálogo interreligioso y la búsqueda de la paz despierta el debate sobre cómo el sionismo usurpa el lugar del judaísmo en diversos espacios.

Últimas

Industria
Transición ecosocial LAB y ESK denuncian que Stellantis ha empezado a sacar la maquinaria de Mecaner
Sin los troqueles, la fábrica se convertirá en una nave industrial más en venta. Solicitan al Departamento de Industria la paralización de la salida de las máquinas y canalizar la compra pública transitoria de Mecaner.
Salud mental
Salud mental “Hartas de sentir”: ¿estamos yendo más allá de la salud mental?
Una pintada en una pared de Valencia incita al psicólogo e investigador Javier Erro a reflexionar sobre la centralidad de los los problemas de salud mental en nuestra sociedad.
Sareb
Sareb desahucia Sareb sigue sin dar respuesta sobre alquiler social a 14 desahucios pendientes de ejecutar en próximos días
El movimiento por el derecho a la vivienda ha parado 12 desalojos de Alcobendas, Casarrubuelos y Vallecas. Quedan pendientes dos en Els Pallaresos (Tarragona) y los diez de la calle Yeseros, de Vallecas.
Opinión
Genocidio Fanon y la psicología de la opresión y la liberación
¿Qué diría Frantz Fanon sobre el genocidio colonial y la “avalancha de asesinatos” que están ocurriendo en Gaza y otros lugares?
Más noticias
Tribuna
Tribuna Frente al monopolio sindical
ELA no valora la existencia de convenios estatales. Únicamente hemos solicitado que, allí donde hay otras mayorías sindicales, podamos mejorar los convenios miserables que se firman en Madrid.
Análisis
Análisis La cumbre de la UE pactó los altos cargos y una agenda estratégica belicista
El mapa político de la Unión Europea (UE) está teñido de colores de los partidos nacional-populistas, ultraderechistas, supremacistas y postfascistas.
Sanidad pública
Sanidad Pública El 75% de las personas que piden cita a su médico de familia esperan más de dos días para ser atendidas
Según los datos del Barómetro Sanitario 2024, el porcentaje baja con respecto a 2023, cuando fueron el 79% las personas que esperaron más de 48 horas para ver al médico de cabecera.

Recomendadas

Referéndum del 1 de octubre
Represión El Tsunami de solidaridad que necesita el periodista Jesús Rodríguez
El redactor de La Directa lleva nueve meses en Suiza para escapar de las represalias de ser acusado de terrorismo por ejercer el periodismo.
En el margen
Tatiana Ndombasi Bokuy “Ser una persona afrodescendiente tiene unas implicaciones políticas de las que tienes que hacerte cargo”
Estudiante de Trabajo Social, Tatiana Ndombasi considera que Kwanzaa, asociación universitaria que preside, ha sido fundamental para jóvenes afrodescendientes como ella que han encontrado entre compañeras un espacio de pertenencia y activismo.
República del Sudán
Guerra en Sudán Sudán: enfrentamientos, crímenes de guerra, desastre humanitario, y España dificultando el refugio
Los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido en cada vez más ciudades empujan a la población a huir, cuando ya son más de 10 millones las personas desplazadas.
Salud
Salud Autismo más allá de los 30: diagnósticos tardíos y falta de recursos
En España existen entre 460.000 y 470.000 personas en el espectro autista. Sin embargo, el número de personas diagnosticadas no supera las 100.000 y el 90% de estas tienen menos de 30 años.