Derechos Humanos
Lynzi Armstrong: “La despenalización hace que las personas que se dedican al trabajo sexual estén más seguras”

La profesora en Criminología de la Universidad Victoria de Wellington, en Nueva Zelanda, lleva quince años investigando los resultados de la despenalización del trabajo sexual en el país.
LynziArmsttong1
Lynzi Armstrong durante la entrevista- Clara Malpica Clara Malpica

Lynzi Armstrong lleva quince años estudiando la repercusión de la Ley de Reforma de la Prostitución de Nueva Zelanda en la vida de las trabajadoras sexuales, centrándose en la percepción del estigma y la discriminación del trabajo sexual en diferentes contextos legislativos. La ley se aprobaba en 2003, convirtiendo así a Nueva Zelanda en el primer y único país que en la práctica apuesta por la despenalización del trabajo sexual.

El sistema parte de que la criminalización es perjudicial para las trabajadoras sexuales y de que el punto de partida para evitar la violencia hacia las mujeres que ejercen la prostitución es el reconocimiento de derechos. Mientras tanto, a nivel internacional lo habitual es poner en duda una opción que ha demostrado que mejora la vida de las personas que ejercen el trabajo sexual, y que constituye una anomalía en un contexto en el que la mayoría de países está adoptando una postura abolicionista-prohibicionista.

En noviembre, la editorial Virus publicará el libro Trabajo sexual con derechos. Una alternativa de despenalización en el que Armstrong junto a una veintena de expertas y trabajadoras sexuales analizan desde distintos enfoques los veinte años de despenalización. La visita de la doctora se produce en un contexto en el que el Congreso de los Diputados está a punto de debatir la propuesta de ley abolicionista presentada por el PSOE y cuando se acaba de aprobar una medida incluida en la Ley de Libertad sexual para restringir la publicidad del trabajo sexual, cuestiones que se suman a las múltiples ordenanzas municipales que persiguen a las trabajadoras sexuales en municipios de todo el Estado.

¿Cuál es el balance general tras veinte años de experiencia en Nueva Zelanda con la despenalización del trabajo sexual?
Tras años investigando, no tengo ninguna duda de que la despenalización es la mejor opción si queremos un mayor bienestar para las trabajadoras sexuales. Hace que las personas que se dedican al trabajo sexual estén más seguras porque pueden gestionar más eficazmente el riesgo de una mala experiencia, pueden denunciar si sufren violencia. Eso significa que con esta despenalización se reduce el riesgo de explotación, se han eliminado las barreras que impedían que estuvieran seguras. Tampoco trabajan con la preocupación de ser perseguidas y ser un blanco de ataque policial.

No he visto ninguna evidencia en mis quince años de investigación que muestre que el modelo nórdico, criminalizar a los clientes, haga la vida mejor a las trabajadoras sexuales. Todas las pruebas que he leído hasta hoy demuestran que hace la vida de las trabajadoras sexuales infinitamente peor, al estar más expuestas a las violencias.

¿Qué puntos débiles se han detectado tras estas dos décadas?
Nueva Zelanda ha hecho muchas cosas bien, pero han pasado veinte años desde la aprobación de la ley y hay cosas que podrían mejorarse. Uno de los aspectos es la sección 19, que prohíbe a las trabajadoras inmigrantes dedicarse al trabajo sexual. Esta cláusula fue introducida por el ministro de Inmigración de la época, que creía que de alguna manera esto protegería contra el tráfico en la industria del sexo. Pero ha tenido consecuencias devastadoras para los trabajadores inmigrantes, porque se sigue ejerciendo el trabajo sexual independientemente de lo que diga la ley. Y, si tienen una experiencia violenta, son muy reacias a denunciarla porque no tienen amparo legal.

Con el enfoque de la despenalización en Nueva Zelanda, las trabajadoras sexuales se sienten reconocidas como ciudadanas y pueden sobrellevar mejor el estigma

El colectivo de prostitutas de Nueva Zelanda, el NBPC, que es la organización que lidera el sector neozelandés, no estaba en absoluto a favor de esa cláusula y desde entonces se esfuerza por cambiarla. Ese es un punto débil de la ley, que no protege a todo el mundo. Por otro lado, no hay ninguna disposición en la ley para la protección legal ante la discriminación de las personas que son trabajadores sexuales a la hora de encontrar piso u otro trabajo, y pueden no contratarte por ser trabajadora sexual.

LynziArmsttong2
Lynzi Armstrong durante la entrevista- Clara Malpica Clara Malpica

¿Cómo ha afectado a la percepción del estigma de las trabajadoras sexuales?
Se ha cambiado algún aspecto, pero no ha eliminado el estigma. El estigma en relación con el trabajo sexual está muy arraigado por las ideas que tenemos sobre el género, la sexualidad y la religión. Sin embargo, con el enfoque de la despenalización en Nueva Zelanda, las trabajadoras sexuales se sienten reconocidas como ciudadanas y pueden sobrellevar mejor el estigma, ya que no se las pone ni en el papel de criminales ni en el de víctimas, como hacen los sistemas abolicionistas.

¿Por qué crees que Nueva Zelanda es el único lugar en el mundo donde se ha llevado a cabo la despenalización?
Es una pregunta que me hago mucho, porque hay muchas pruebas que indican que lo que ha ocurrido en Nueva Zelanda ha sido bueno para los trabajadores del sexo. Y también hay muchas pruebas que sugieren que otros enfoques, como el modelo nórdico, son perjudiciales. Creo que parte del éxito en Nueva Zelanda tiene que ver con que las trabajadoras sexuales tenían muchas aliadas, tomó mucho tiempo construir todas esas relaciones y el grupo de feministas abolicionistas era muy pequeño..

Un aprendizaje importante es que, por mucho que se las intente marginar y silenciar, las trabajadoras sexuales seguirán resistiendo

¿Por qué en el contexto internacional es mayoritario el discurso abolicionista?
Me desconcierta que, a pesar de las evidencias, se siga eligiendo el modelo nórdico en toda Europa. Creo que es porque no se está prestando atención a las pruebas ni a lo que los trabajadores del sexo han estado diciendo durante tanto tiempo.Creo que es un discurso muy persuasivo porque está basado en el estigma y los estereotipos. Todo el mundo ha sido socializado para creer ciertas cosas sobre el trabajo sexual.El activismo del abolicionismo es mantener ese estigma. Es muy difícil desafiar esas ideas, veo que hay muchas personas con odio a las trabajadoras sexuales. Creo que son posturas que se basan en el silenciamiento de las trabajadoras sexuales a través del miedo, así se vuelve un discurso dominante

¿Qué crees que puede aprender toda la sociedad de las luchas de las trabajadoras sexuales?
Hay mucho que aprender. Un aprendizaje importante es que, por mucho que se las intente marginar y silenciar, seguirán resistiendo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Sobre la cancelación de Georgina Orellano en el Foro ESPAL 2025
La cancelación de Georgina redunda en esta incapacidad para escuchar a las trabajadoras sexuales y en el pánico que tienen de que se las escuche. Denota inmadurez política, cerrazón dialéctica y pacatería moral.
Argentina
Trabajo sexual AMMAR, el sindicato de referencia para las trabajadoras sexuales, cumple treinta años en Argentina
La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina cumple tres décadas pidiendo derechos para las trabajadoras sexuales ante el abandono y la represión institucional.
Trabajo sexual
Anneke Necro “Es imposible hablar de porno sin analizar cómo hemos llegado hasta aquí en materia de placer”
Hablar de cómo se ha construido el deseo en nuestra cultura occidental es una de las motivaciones que Anneke Necro persigue en su primer texto, ‘Deseo disidente: las políticas del placer’.
Burundi
23/9/2022 13:46

No has entendido el modelo nórdico. No se penaliza a las mujeres, sino a los traficantes.

0
0
Lula
22/9/2022 9:58

Si no me equivoco, en realidad el primer país en despenalizar y regularizar la prostitución fue Uruguay.

0
0
Bea
22/9/2022 9:25

De bastante interès. Más sororidad

1
0
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Laboral
Laboral El sindicato ELA alerta sobre la salud mental de las trabajadoras en intervención social
“Somos un instrumento de contención porque tratamos con población muy dañada, estamos en mitad del sándwich”, explica la educadora social Vanesa Núñez Moran.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Andalucía
Memoria histórica La inanición de la memoria andaluza
Las políticas públicas de memoria en Andalucía se encuentran en un estado de paralización que pone en duda la voluntad de la Junta por la reparación efectiva.