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Medio ambiente
Solo un 7% de los montes de Extremadura son públicos, frente al 35% a nivel estatal
Ecologistas en Acción de Extremadura ha lanzado una serie de propuestas y advertencias para contribuir a la consulta pública sobre el documento de alcance del Plan Forestal de Extremadura, con el objetivo de señalar los aspectos más importantes para su Estudio de Impacto Ambiental. La principal reclamación que ha hecho esta organización es que el Plan debe promover que Extremadura cuente con más montes públicos, así como que la población local pueda participar y hacer uso de los montes y forme parte de la gestión y toma de decisiones sobre los mismos, incluyendo su planificación.
La organización ecologista afirma que “la Administración tiene que ser consecuente con la creciente demanda por parte de los extremeños de actividades recreativas, sociales y deportivas en el medio natural y rural, para ello debe aumentar los montes de utilidad pública de titularidad autonómica y local”. La gran mayoría de los bosques o superficie forestal extremeña (el 93%) es privada, estando a cargo de la Administración forestal autonómica apenas el 9% (que incluye un 2% de gestión pública de zonas privadas). Esta situación pasa desapercibida ya que estos bosques se concentran en zonas emblemáticas como el Jerte, Las Hurdes o Gata. Sin embargo, fuera de estos enclaves la superficie de montes públicos es muy reducida, siendo Extremadura una de las regiones con menos monte público del país. Resulta especialmente llamativo ya que nuestra comunidad es una de las más grandes del país. Como contraste, a nivel estatal los montes gestionados de forma pública superan el 35% de la superficie. “Parece lógico, por tanto, exigir que los extremeños puedan disponer de su territorio y revertir esta situación” apuntan desde Ecologistas en Acción.
“La Administración tiene que ser consecuente con la creciente demanda por parte de los extremeños de actividades recreativas, sociales y deportivas en el medio natural y rural, para ello debe aumentar los montes de utilidad pública de titularidad autonómica y local”
Este incremento de la superficie de los montes de utilidad pública en Extremadura podría llevarse a cabo, explican, mediante acuerdos de compraventa con particulares con los que se tengan convenios, con consorcios o con Corefex. También, según indican, con particulares en aquellas zonas con gran valor forestal y ambiental, así como en zonas que cuentan con menos Montes de Utilidad Pública, como es el Centro y Sur de Extremadura. Por último, mediante expropiaciones, como recurso final, de aquellos montes de gran valor forestal en los que se eluda la prevención de incendios.
Fauna, flora y prevención contra incendios
La organización verde apunta que el Plan Forestal deberá tener en cuenta a las especies animales protegidas. También aquellas que suponen una amenaza para el equilibrio de los bosques, “para ello habría que identificar aquellas especies invasoras y tomar medidas de control y eliminación”. Por otra parte, creen que hay que potenciar los corredores, territorios y estructuras que sirven para conectar la fauna de estas zonas y los diferentes hábitats, tales como las grandes Cañadas Reales, las vías pecuarias, los ríos y lagunas, etc. Asimismo señalan que es necesario tomar medidas para evitar ahogamientos de la fauna (infraestructuras contra incendios, riegos, pilares, bebederos, etc.).
Incendios
Cuando el infierno llega
Incendios como el de Jerte-La Vera demuestran que abandonar la ganadería extensiva y dejar todas nuestras montañas y bosques a merced del turismo, la caza y la especulación inmobiliaria es tanto como sembrar fuego, es tanto como destruir los ecosistemas, es tanto como suicidarse.
Ecologistas en Acción de Extremadura afirma que el Plan debe facilitar el cambio de pinares a especies forestales frondosas y potenciar el resineo tradicional, como medidas de control de grandes incendios en la región. Más del 50 % de los de los incendios con causas conocidas tienen un origen agrícola, y estos son más dañinos si cabe sobre linderos, riberas e islas naturales de vegetación, “por lo que es necesario que se implementen medidas preventivas obligatorias para explotaciones agrícolas y también en las medianas y pequeñas fincas, como ya lo son en las grandes”. La organización propone que se identifiquen, teniendo como base los datos históricos, cuáles son estas zonas y que se aumente la inspección de los planes obligatorios contra incendios. Igualmente apuntan que se deben recuperar, de forma sostenible, los aprovechamientos no maderables de árboles envejecidos, dado su peligro de incendio (como el ládano, especies aromáticas, el brezo, etc.), siendo útil para ello “potenciar el redileo con ganadería e integrar la ganadería en las zonas más abandonadas”.
Regeneración y biodiversidad
Señalan desde Ecologistas en Acción que “se hace necesario identificar aquellas zonas de Extremadura que no se han regenerado tras los incendios, así como identificar las masas envejecidas, secas, las plagas, la falta de densidad por cultivos antiguos o excesivos usos ganaderos, para ayudar en los proyectos de repoblación, regeneración forestal, etc”. También, identificar las zonas degradadas por exceso de cargas ganaderas y establecer formas de darles descanso para que se recuperen.
Más del 50 % de los de los incendios con causas conocidas tienen un origen agrícola, y estos son más dañinos si cabe sobre linderos, riberas e islas naturales de vegetación
Por otra parte, sostienen que hay que impulsar la biodiversidad forestal en las explotaciones y, en especial para mantener el equilibrio ecológico, “deben establecerse cuáles son las obligaciones de los perceptores de ayudas para repoblar, los cuáles deben mantener estas zonas regando adecuadamente y realizando cuidados culturales”. Señalan que se debe velar para conservar la buena salud del suelo extremeño, y localizar aquellos suelos que han sufrido una excesiva erosión o desertificación. Afirman que sería muy positivo “fomentar las prácticas agroforestales y agroecológicas regenerativas de los usos agrícolas y pastoriles, como el Key line, la cosecha de agua, el pastoreo regenerativo, etc. Así como realizar una certificación ecológica en los frutos forestales, como el piñón y otros frutos silvestres, que les dote de un valor añadido”.
Acercar los bosques a la gente
Ecologistas en Acción de Extremadura propone reformular la educación forestal en la comunidad, no solo en las etapas educativas, sino también en las adultas, señalando que “parece evidente que se debe potenciar que los extremeños conozcan sus bosques desde jóvenes.” Para ello entienden que habría que crear un programa específico que implique a técnicos, Agentes del Medio Natural, personal del Infoex, etc., y en el que se empleen todas las zonas ya disponibles (montes públicos, viveros forestales, casas forestales).
Teatro
Pedro Eizaguirre “Extremadura arde por políticas decimonónicas, leyes obsoletas, técnicos forestales obtusos, desidias, negligencias y oscuros intereses”
En ese sentido, apuntan, habría que contemplar recuperar las Casas Forestales en la región, sus huertas, albercas y otras instalaciones para ponerlas a disposición de las acciones de educación ambiental, pero también de las acciones forestales y agrícolas. De igual modo, sería clave impulsar la recuperación de linderos y bordes forestales para que sirvan como corredores biológicos y forestales, “y fomentar así la diversidad paisajística y la recuperación de fuentes y abrevaderos tradicionales”. Sostienen que debe contemplarse recuperar el dominio público de las Vías Pecuarias, contando con la participación de los ciudadanos en el proceso de recuperación, a través ―ponen como ejemplo― de un patronato.
Por otra parte, apuntan que el Plan Forestal debe tener en cuenta la posibilidad de contratos de Custodia del Territorio, tanto con asociaciones como con organismos públicos, para aumentar la participación ciudadana en el cuidado del patrimonio forestal. Y que se debe formar y dotar con los medios necesarios a los trabajadores de este ámbito. También que “se deberá considerar la creación de un verdadero Cuerpo de Agentes del Medio Natural”.
El Plan debe promover que Extremadura cuente con más montes públicos, así como que la población local pueda participar y hacer uso de los montes y forme parte de la gestión y toma de decisiones sobre los mismos, incluyendo su planificación
La organización ecologista sostiene que hay que contemplar “no sólo la ordenación de todos los montes públicos, sino también que estos planes de ordenación se lleven verdaderamente a cabo, que dispongan de los presupuestos adecuados y que se ejecuten los aprovechamientos”. Afirman igualmente la necesidad de controlar que esta ordenación también se aplica en los montes privados, siendo importante potenciar no sólo la aprobación de Planes de Ordenación de grandes fincas sino también de Planes simplificados de prevención de incendios para las pequeñas fincas, “de manera que se publiquen convocatorias de subvenciones para los pequeños propietarios, no solo para los grandes”. Y proponen que “se podrían realizar convocatorias para densificar y repoblar dirigidas a estos pequeños propietarios extremeños, que tan necesitados están de ayudas para rentabilizar sus explotaciones de una manera sostenible. Para ello también se debe fomentar la compra-venta de productos de origen forestal sostenible”.
Por último, Ecologistas en Acción de Extremadura plantea que es clave que el Plan considere la adaptación de los aprovechamientos forestales, así como prepararlos para la lucha contra el cambio climático. Defienden la necesidad de desarrollar una estrategia de los aprovechamientos micológicos y de otros aprovechamientos secundarios como potenciar el aprovechamiento de la biomasa a nivel comarcal, para evitar más CO₂. Asimismo, creen que debe atenderse a la singularidad de las especies forestales propias de los entornos más húmedos, como los robledales de Quercus pyrenaica en el sur de la región junto a otras especies que están en regresión de Extremadura, como consecuencia del cambio climático.