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Laboral
CGT y USO solicitan un protocolo de actuación a Konecta para desalojar la oficina si una operadora muere
Konecta se reúne hoy con los sindicatos que tienen representación en el comité de empresa —16 delegadas de CGT, 5 de CC OO, 3 de Solidaridad Obrera, 3 de UGT, 2 de USO y 3 de Fraga—. CGT y USO solicitarán un protocolo de actuación que determine por escrito que ante el fallecimiento de una trabajadora se debe desalojar inmediatamente el centro de telemarketing.
Reivindicarán que no pase lo que ocurrió el martes 13 de junio: recibir la indicación de los responsables de planta de seguir contestando las llamadas de los clientes de Iberdrola cuando una compañera yacía en el suelo muerta tras ser infructuosa la asistencia médica de los servicios de emergencia. Les consideraron “trabajadores esenciales”, indica la delegada de CGT Rocío Camacho.
Laboral
Konecta niega mantener la baja a trabajadoras que son grupo de riesgo y las incluye en su ERTE
Trabajadores de la empresa de servicios telefónicos Konecta en Alcobendas denuncian que el departamento de prevención de riesgos laborales no entrega los certificados con los que pedir el mantenimiento de la baja laboral a trabajadores que son población de riesgo.
Inma se sintió indispuesta alrededor de las 12.30 horas, en el turno de la mañana. A las 12.43 llegó la primera ambulancia del Samur. Los sanitarios empezaron a reanimarla ante lo que parecía un infarto. Treinta minutos después fue declarada muerta, pero el cuerpo permaneció en el suelo, al lado de su escritorio, a la espera de que un juez de guardia ordenara el levantamiento del cadáver. El levantamiento se produjo unos minutos después de las 16h. En ese momento, aún quedaban tres trabajadoras atendiendo llamadas, explica Camacho.
“Había trabajadores bloqueados, contestando llamadas, Konecta actuó muy mal”, Rocío Camacho (CGT)
Desde que la compañera falleció y hasta que la funeraria recogió su cuerpo pasaron unas tres horas. “La empresa tardó demasiado en actuar. Sobre las 14.30h apareció la técnico de prevención y empezó a mover a la gente, para que se fueran a su casa a trabajar mientras esperaba a la jueza. Había trabajadores bloqueados, contestando llamadas, Konecta actuó muy mal”, recalca. “El trato recibido fue inhumano”, señala.
Coronavirus
Los sindicatos denuncian la muerte de una teleoperadora por coronavirus y urgen a habilitar el teletrabajo
Una teleoperadora con covid19 ha fallecido en Madrid. Sindicatos como CGT o CC OO denuncian que se siga forzando a las plantillas a acudir a sus puestos de trabajo “obligándoles a jugarse la vida” e insisten en que las empresas faciliten el teletrabajo a los empleados para evitar nuevos contagios.
El responsable de la federación de servicios de USO, David Sánchez, utiliza calificativos similares: “La empresa adolece de falta de humanidad de cara a su propia plantilla, anteponiendo las necesidades productivas a cualquier coste”. E insiste en la orden de continuar trabajando al ser descritos como trabajadores esenciales, “cuando nosotros no somos un servicio de emergencias como el teléfono 112”.
En el momento del fallecimiento, había operadoras teletrabajando. Además, casi toda la plantilla tiene el equipo necesario para operar desde casa, añade Sánchez. Y este centro, de apenas cien personas de una plantilla de más de 5.000 —repartida en varias oficinas— es solo uno de tantos. Dejar de atender el teléfono durante unas horas las llamadas con incidencias en el servicio de Iberdrola por parte de la plantilla de Konecta en la oficina de la calle San Romulado de Madrid era posible, sin cerrar el cauce entre Iberdrola y Konceta, aumentado el tiempo de espera. “La empresa no primó las personas al servicio”, concluye Sánchez.
Rocío Camacho recuerda que el sector del contact center trabaja sobre una presión constante. “Nos piden mucha productividad, estamos muy machacadas y nos entra una llamada tras otra con muchos gritos de los clientes. Nos tratan mal, nos cuelgan y nosotras no somos máquinas”, alerta.
Konecta tiene un largo historial de abusos a sus trabajadoras. En el confinamiento de la pandemia, Konecta obligó a la plantilla a acudir al trabajo al considerar que la teleasistencia que ofrecían era parte de los trabajos esenciales que realizaban las empresas que les contrataban. El 31 de marzo de 2020, ante el fallecimiento de una trabajadora de 36 años por covid, CGT realizó un contundente comunicado al respecto.