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Guerra en Ucrania
Rusia pierde una batalla en la ONU y Ucrania recaba apoyo para su defensa antiaérea
La Asamblea General de las Naciones Unidas, que se reúne desde el 10 de octubre, examinará la posible condena a la anexión de cuatro regiones ucranianas por parte de Rusia en una votación pública, en contra del criterio del Kremlin, que quería que la votación fuera secreta. La resolución pretende que de manera “inmediata e incondicional” Rusia renuncie a la anexión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, anunciada el 4 de octubre tras una serie de referéndum llevados a cabo en los cuatro óblast a finales de septiembre.
Con esta medida se intensifica la presión sobre el Gobierno de Vladimir Putin, que sigue arrastrando crecientes denuncias por el bombardeo masivo de civiles en Kiev y otras ciudades de Ucrania llevada a cabo el lunes, que causaron al menos 14 muertos y 97 heridos.
Se trata de los primeros bombardeos a la capital y a localidades fuera del frente de la guerra por parte del ejército ruso desde que en el pasado junio Putin admitiese un cambio de estrategia. El ataque ha estado dirigido a centrales térmicas y subestaciones eléctricas y el Kremlin lo ha presentado como represalia a la explosión del puente del estrecho de Kerch, que conecta la Federación Rusa con la península de Crimea, territorio anexionado desde 2014.
Los bombardeos han sido un elemento determinante para que la OTAN anuncie la decisión de llevar a cabo ejercicios nucleares de forma inminente. El director de la Alianza, Jens Stoltenberg, hizo este anuncio en la previa de una reunión de ministros de Defensa de la OTAN, aunque lo enmarcó en un tipo de entrenamiento que se hace con frecuencia anual. Stoltenberg ha dicho que su organización se encuentra “vigilante” ante la posibilidad de que Rusia emplee su arsenal atómico, si bien no hay indicios de que esto esté de momento contemplado.
Las del pasado lunes se sumarán a las más de 15.500 víctimas civiles que se han producido en Ucrania hasta el 9 de octubre desde que Rusia invadió el país el 24 de febrero, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). Las cifras oficiales que, como reconoce la propia ONU, están muy por debajo de las que se han producido —pero no se han confirmado—, señalan que la mayor causa de muerte de civiles en el conflicto son los ataques de la artillería pesada, los sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, los misiles y los ataques aéreos. ACNUDH contabiliza 6.221 muertos y 9.371 heridos en este periodo.
La recepción de información de algunas localidades donde se han producido intensas hostilidades se ha retrasado, explica este organismo, y muchos informes están aún pendientes de corroboración, entre ellos los de ciudades como Mariupol (región de Donetsk), Izium (región de Jarkov) o tres ciudades de Lugansk en las que se han registrado denuncias de asesinatos de civiles.
El mismo organismo refiere que 164 niñas y 195 niños han sido víctimas en este conflicto. Los óblast de Donetsk y Lugansk son los principales escenarios de estas muertes entre la población civil: hay 6.868 víctimas (muertos y heridos) en la zona que controla el Gobierno de Volodimir Zelensky y 1.785 en la zona controlada por las autoridades reconocidas por Rusia y por su ejército.
La ONU estima que una tercera parte de la población ucraniana ha salido del país como consecuencia de la guerra. El Comité para la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares ha pedido especial atención a la situación de los niños y niñas migrados como consecuencia de la guerra, en cuanto sufren “vulnerabilidades multidimensionales”, según este Comité: “Han sido privados de sus hogares, separados de sus familias, o de parte de ellas, con un acceso limitado a la educación, la salud y la protección social y la asistencia jurídica”, señala Edgar Corzo Sosa, su presidente.
Sin perspectivas de paz
A medida que se cronifica la guerra, las perspectivas de una salida negociada a corto plazo decrecen. En la mañana del 11 de octubre, el Gobierno ruso, a través de su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov se declaró dispuesto a “valorar” un encuentro de Putin con Joseph Biden. Al margen de lo enunciativo hay nulos avances por parte de Rusia, que sigue priorizando los encuentros con terceros países. Lavrov anunció una nueva reunión entre Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, en la que Rusia puede “estudiar” la oferta de Erdogan para la organización de unas conversaciones para el alto el fuego que incluyan a Estados Unidos.
El otro bando tampoco se plantea otro escenario que el de la continuación de la guerra. Tras los ataques de ayer, Estados Unidos ha pedido a sus ciudadanos que abandonen Ucrania mientras que Polonia ha pedido a los suyos que abandonen Bielorrusia, alineada con los intereses del Kremlin. Biden y Zelensky entablaron una conversación telefónica en la que el presidente ucraniano insistió en que necesita sistemas aéreos más complejos para contrarrestar ataques como el del pasado lunes. Biden explicó en un mensaje que su país proporcionará “sistemas avanzados de defensa aérea” a Ucrania. La demanda de Ucrania se mide en dinero: el Gobierno de Zelensky calcula que su déficit presupuestario en 2023 será de unos 3.500 millones de dólares al mes.
Con el último paquete de ayudas de 2.800 millones aprobado en Washington a principios de septiembre, el total de la ayuda militar estadounidense a Ucrania desde la victoria electoral de Biden asciende a 15.200 millones de dólares. La presidencia de Biden está dispuesta a desembolsar 1.500 millones en ayuda mensual a Ucrania para financiar la defensa contra Rusia.
La UE, por su parte, está tratando de generar espacio presupuestario para aportar 1.500 millones de euros a Ucrania en los próximos treinta días, según ha informado el portal Político. Hasta la fecha, según esta web, solo se han aportado mil de los 9.000 millones comprometidos por la Comisión Europea en concepto de ayuda macrofinanciera.
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(..)
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No sé hasta cuándo vamos a seguir tragando.
Venga miles de millones para Ucrania y aquí sin poder pagar la luz y la calefacción este invierno