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Extrema derecha
Un guardia civil retirado organiza campamentos militares de verano para adoctrinar a menores de edad
El próximo 18 de julio, coincidiendo con el 86 aniversario del golpe de estado militar contra el gobierno de la Segunda República española, arrancará la octava edición de unos campamentos de verano nada convencionales. Casualidad o no, la fecha de inicio de las actividades casa con los valores nacionalcatolicistas del Campamento de Orientación Cívico-Militar Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán. Se llama así en honor a un noble y militar castellano de los siglos XV-XVI, que consiguió el rango de capitán general de los ejércitos de Castilla y Aragón y que actualmente también da nombre al tercio de la Legión Española acuartelado en Melilla.
“Este campamento está organizado y planificado para dar estructuras educativas y formativas basadas en el respeto y el orden, entre los valores tradicionales de la milicia y nuestra cultura tradicional española”, aclaran desde un buen comienzo en el dosier informativo de estas peculiares colonias para niños y jóvenes de entre 11 y 21 años. Ciertamente, la infancia y juventud que buscan y posteriormente instruyen pertenecen a un segmento muy concreto de la sociedad: “No es un campamento para hijos de militares exclusivamente, pueden venir todos, aunque es cierto que aproximadamente la mitad de los asistentes son hijos o nietos de militares y de miembros de los cuerpos de seguridad del Estado”, confiesan.
“No es un campamento para hijos de militares exclusivamente, pueden venir todos, aunque es cierto que aproximadamente la mitad de los asistentes son hijos o nietos de militares y de miembros de los cuerpos de seguridad del Estado”, confiesan desde la organización
A pesar de que el recinto que acogerá hasta el 15 de agosto centenares de escolares en periodo vacacional está ubicado en la Finca Los Almorchones del municipio de Navacerrada (Comunidad de Madrid), el origen de la iniciativa la encontramos en Vilafranca del Penedès (Alt Penedès, Catalunya). Detrás de la sociedad limitada Campamento Navacerrada, constituida en 2016 y con domicilio fiscal en la calle Cal Bolet de la capital de el Alt Penedès, está el guardia civil Jorge Mellado Agudo. Este apasionado de las armas y de la unidad de España lidera desde 1998 el despacho de abogados Mellado, especializado en derecho laboral y que también opera desde el inmueble radicado en la misma dirección.
En una llamada telefónica hecha por este medio, uno de los gestores de las instalaciones madrileñas que dentro de un mes se llenarán de uniformes de camuflaje, afirma que los pequeños “forman y van con ropa militar, pero no deja de ser un campamento”. Las 50 hectáreas de extensión, que cuentan con un albergue, cabañas de madera y piscina, las comercializa la empresa Espakeba, que tiene como objetivo social “la promoción, organización y explotación de toda clase de actividades educativas”. Preguntados por la vertiente pedagógica de los campamentos militares, que se organizan bajo el paraguas legal de actividades de tiempo libre, ocio y deporte, el interlocutor —que no desea revelar su nombre— afirma “yo no me meto en el proyecto educativo, lo que veo no es nada malo, aquí ha venido la Guardia Civil y dice que todo es correcto”.
De monitores, militares profesionales
Una de las características de los campamentos militares para niños y jóvenes que la organización valora en gran medida es la pertenencia —actual, pasada o en la reserva— de los monitores en el Ejército y la Guardia Civil. “Les orientarán en los caminos posibles para el ingreso en las Fuerzas Armadas como soldados profesionales o en las diferentes academias de oficiales y suboficiales”. Efectivamente, el director de la iniciativa, Jorge Mellado Agudo, ejerció durante doce años como guardia civil profesional en diversas unidades del Estado español, hasta que se retiró a la edad de 30 años.
El director de la iniciativa, Jorge Mellado Agudo, ejerció durante doce años como guardia civil profesional en diversas unidades del Estado español, hasta que se retiró a la edad de 30 años
Aún así, su conocimiento de la Benemérita le ha permitido mantener buenas relaciones con diferentes estamentos de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado (FCSE). Es por esto que cuenta con militares en activo “que vienen voluntariamente en periodo vacacional, o bien militares en situación administrativa de retirados, con una amplia experiencia en la milicia”, que “llevarán el día a día y acompañarán en todo momento a los jóvenes”. Además, la connivencia con el Ministerio de Defensa parece evidente, ya que en las ediciones anteriores los grupos de El Gran Gapitán han ido de excursión a las bases militares como El Goloso (acuartelamiento de la Brigada de Infantería Acorazada Guadrrama XII), la Base Príncipe (de la Brigada Paracaidista) o la escuela y base de helicópteros del ejército de tierra. No solo esto, sino que han recibido visitas de jefes, oficiales y veteranos, así como de efectivos de la unidad de campaña del Servicio de Sanidad Militar, en la misma Finca Los Almorchones.
En el listado de actividades que se harán en las cuatro tandas semanales programadas —con un coste de 600 euros por niño cada una— priman el orden y la disciplina como ejes vertebradores. “Harán servicios propios de cuartel-academia militar de formación”, paraguas que aglutina desde clases de comportamiento cívico y militar, rescate en situaciones de conflicto armado y ejercicios de supervivencia y orientación, pasando por marchas militares de endurecimiento y patrullas militares y policiales, hasta la enseñanza de orden cerrado militar, formaciones, saludos, presentaciones, desfile y homenaje a la bandera, entre otros. Por descontado, este ritmo frenético se rebaja los domingos en la capilla de la finca de Navacerrada, donde se oficia misa para todos los niños y jóvenes que quieran asistir.
Armas sin mallas ni biquinis
Una de las formaciones que se ofrecen en estos campamentos veraniegos es “la enseñanza práctica del uso militar y policial de la pistola, el fusil de asalto, nociones de tirador de precisión, especialmente normas y métodos de seguiridad con las armas”. Teniendo en cuenta que la mayoría de participantes son menores de 18 años y no disponen de licencia, todas las armas que se utilizan son de airsoft, es decir, réplicas de armas de fuego que normalmente disparan balines esféricos de plástico. Todas ellas están reguladas en la legislación española por la Orden INT/2860/2013 del 27 de diciembre, publicada el 5 de enero de 2013 en el Boletín Oficial del Estado (BOE), motivo por el cual la organización de los campamentos deja bajo la responsabilidad de los asistentes y sus familias su traslado, uso y tenencia. Sin embargo, Campamento Navacerrada S.L. también pone a su disposición un servicio de alquiler en caso de no contar con equipo propio.
La permisividad con estos accesorios contrasta con la prohibición de algunos elementos de vestimenta de los participantes. Las chicas que asisten al campamento, en clara minoría que los chicos, no tienen permiso para vestir mallas, así como tampoco pueden llevar biquini en las actividades de baño y están obligadas a vestir bañador de piscina de una sola pieza. Durante la estancia de los y las jóvenes en la sierra madrileña, el uniforme militar típico de cuartel, es decir, la ropa de camuflaje, es la habitual, y la organización les provee de todas estas piezas, que después pasarán a ser de su propiedad.
El emblema del campamento es el escudo del Requeté, organización paramilitar carlista creada a principios del siglo XX que participó en la Guerra Civil española a favor del bando nacional y golpista
Uno de los elementos más destacados es la boina con el emblema del campamento, que no es otro que el escudo del Requeté, organización paramilitar carlista creada a principios del siglo XX que participó en la Guerra Civil española a favor del bando nacional y golpista con el objetivo de defender la religión católica y oponerse al marxismo. Es por esto que resulta contradictoria la afirmación que los organizadores lanzan en propaganda informativa de los campamentos: “Nuestro campamento no fomenta, ni pretende fomentar ningún tipo de ideología, ninguno, de manera radical neutra, es un campamento de chicos y chicas ilusionados con el mundo policial y militar que desean aprender y aprovechar el tiempo”.
Odio al feminismo y al comunismo
“No toleramos ningún tipo de manifestación de nadie en ningún sentido político e ideológico”. Así se presenta el campamento de Jorge Mellado Agudo, de un modo muy distinto de cómo se presenta él en sus cuentas de Twitter e Instagram, que hasta la publicación de este artículo se podían consultar en abierto. En una de las imágenes de Mellado practicando actividades relacionadas con el militarismo, se le puede ver con un casco bajo el brazo que luce la insignia de la tercera División SS Totenkopf, unidad de combate de las Waffen SS de la Alemania nazi.
En una de las imágenes se puede ver a Mellado con un casco bajo el brazo que luce la insignia de la tercera División SS Totenkopf, unidad de combate de las Waffen SS de la Alemania nazi
Asimismo, esto no le priva de utilizar reiteradamente el término “feminazis”, usado por la ultraderecha para deslegitimizar la lucha feminista, comparar los juicios por violencia machista con una “trituradora de hombres” y con el campo de exterminio nazi de Auschwitz, o equiparar feministas con ratas, tal y como se puede observar en una de las fotografías que comparte en Instagram.
Por otra parte, los únicos perfiles de partidos y líderes políticos que sigue son los de los ultraderechistas Vox, Santiago Abascal, Jair Bolsonaro y Donald Trump. Este interés casa con el odio visceral que profesa en sus publicaciones contra Pablo Iglesias, Podemos y la ideología comunista. En ellas, además, también defiende la pena de muerte contra los miembros de la extinta organización armada vasca ETA.
Este to se mantuvo en 2017, cuando coincidiendo con la celebración en Catalunya del referéndum de autodeterminación de el 1 de octubre, Mellado colgó una imagen con el escudo de armas del Ejército de Tierra, el de la Guardia Civil y el del Cuerpo Nacional de Policía, acompañados de la bandera española y la frase “En esta familia nadie lucha solo. A España servir hasta morir”. Posteriormente, una vez Felipe VI compareció públicamente el 3 de octubre de 2017 para posicionarse sobre la crisis abierta en Catalunya, Mellado colgó una foto del monarca con el lema “Felip VI, rey de España”.
Finalmente, es evidente que Mellado tiene predilección por Ucrania, donde habría viajado en diversas ocasiones. En una de las fotografías compartidas en sus perfiles, se puede ver el monumento a los cosacos de la ciudad ucraniana de Kriví Rih, mientras que en otra publicación comparte el escudo del partido Unión Ucraniana de Patriotas (UKROP), vinculada a milicias ultranacionalistas y al fundador del batallón neonazi Azov. De hecho, la correspondencia postal del Campamento Navacerrada S.L. se dirige a una casa unifamiliar ubicada en Vinaròs (Baix Maestrat, País Valencià), donde desde la calle se puede ver ondear la bandera azul y amarilla de este país en guerra.
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Me mola la red d La Directa, El Salto y algunos otros medios. Así rulan más y mejor estos textos d grandísimo interès.
Pues no tiene mas que erigirse en director de una escuela concertada,, elegir profesorado que comulgue con sus ideas y seguro que no le faltan clientes entre los padres a los que NO gustan docentes que hayan ganado su plaza por oposición, escuela pública (ideología plural) y los prefieren (elegidos a dedo) de su misma calaña. Y a eso la Ayuso le llama libertad y da su bendición ya que es su modelo. Pobres niños, sin poder contrastar ni ideas propias.