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Energía nuclear
Se presenta en Cáceres el manifiesto antinuclear del MIA (Movimiento Ibérico Antinuclear)
El manifiesto intenta ser, en palabras de su equipo promotor, “un trabajo de reflexión conjunta de todos los territorios de la península ibérica, ya que toda la península está afectada por el peligro nuclear, en todas sus fases desde la extracción del uranio, uso y almacenaje de desechos radiactivos”.
La elección de Cáceres ha sido motivada por resultar la ciudad de más fácil acceso desde otros puntos de la península, además de por su cercanía a la central nuclear de Almaraz, que debería haberse cerrado en 2020 pero cuyo permiso de funcionamiento se ha prorrogado diez años más, siendo reciente protagonista de un nuevo incidente que provocó la parada de uno de sus reactores el 8 de julio.
Energía nuclear
Extremadura Nuevo incidente en la central nuclear de Almaraz
La prolongación más allá de los cuarenta años de vida de las centrales nucleares es un debate común en casi todos los países donde operan, que son 31, con unos 450 reactores en activo en la actualidad. De estos, más de 147 han sobrepasado las cuatro décadas con permiso para continuar. No es esta, en cualquier caso, la tónica general: en el caso de Alemania, para 2022 este país habrá cerrado sus centrales, antes de que cualquiera de ellas alcance las cuatro décadas operativas.
En la presentación del manifiesto se contará con la presencia de la geógrafa y activista extremeña Rosa Mogollón, una de las personas encargada de coordinar la redacción del manifiesto junto con Cristina Rois, delegada del Comité Asesor del Consejo de Seguridad Nuclear por Ecologistas en Acción, y co-cordinadora del Movimiento Ibérico Antinuclear junto a José Ramón Barrueco, portavoz también de la Plataforma Stop Uranio de Salamanca.
“En España, con las centrales nucleares funcionando más de cuarenta años, habrá que gestionar unas 6.600 toneladas de residuos de alta actividad, cuyo coste total más el desmantelamiento de las centrales se evalúa en unos 14.000 millones de euros hasta 2060”
Cristina Rois nos cuenta que “en España, con las centrales nucleares funcionando más de cuarenta años, habrá que gestionar unas 6.600 toneladas de residuos de alta actividad, cuyo coste total más el desmantelamiento de las centrales se evalúa en unos 14.000 millones de euros hasta 2060. Pero según el Tribunal de Cuentas, estos ingresos no serán suficientes y se generará un déficit de unos 1300 millones de euros”. Rosa Mogollón, por su parte advierte “como en todos los países, es el Estado quien se hará cargo finalmente de los residuos y de los costes”.
La presentación del manifiesto tendrá lugar a las 20:00 en la librería wine bar café Psicopompo (Plaza Marrón de Cáceres) y sus organizadores avisan de que “tendrá un carácter lúdico y propositivo, y estará acompañada de vinos orgánicos del Alentejo portugués y de la Sierra de Gata”.
Han confirmado su asistencia al acto Javier Andaluz, coordinador de las áreas de Energía y Clima de Ecologistas en Acción; Soledad Montero, del área de energía de Ecologistas en Acción y miembro de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, activista del MIA, PX1NME y EeA Madrid. Estarán también José Carlos García, activista del Movimiento Ibérico Antinuclear de Energía, Ecologistas en Acción y PX1NME y Paca Blanco co-coordinadora del MIA, miembro de EeA Madrid y PX1NME. Desde Portugal se espera la presencia de José Janela, de la ONG Quercus-ANCN, Coordinador de MIA en Portugal y del ex minero António Minhoto, Presidente de la Asociación de ex-trabajadores de las Minas de Urânio (ATMU). El acto estará moderado por la escritora Carmen Ibarlucea, actualmente presidenta del Foro Extremeño Antinuclear (FEAN) y activista del MIA desde su creación.
Centrales nucleares
FEAN y MIA presentan denuncia contra el ATI de Almaraz
El Foro Extremeño Antinuclear (FEAN) y el Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA), han presentado una denuncia contencioso administrativa contra la autorización del ATI de Almaraz. Basan la misma en la ausencia del imprescindible estudio de impacto transfronterizo y sostienen que el ATI no es imprescindible para el funcionamiento de Almaraz.
El texto del manifiesto, subrayan sus promotores, “ha sido elaborado para que la persona lectora, pueda comprender de una forma visualmente intuitiva cuáles son los puntos clave del ciclo del combustible nuclear completo, desde su extracción a su almacenamiento una vez desechado. Sin ese proceso no sería posible la generación de electricidad en cualquier central nuclear”. El documento, quieren también recalcar, “muestra las grandes mentiras vertidas por los grupos empresariales energéticos, tales como que la energía nuclear no emite CO2, sirve de respaldo a las energías renovables, es segura (han muerto ya miles de personas y los ecosistemas han sido agredidos brutalmente) y limpia. Que es barata (según el presidente de Iberdrola llevan varios ejercicios operando a pérdidas) o generan empleo y riqueza en las comarcas (en realidad solo eleva la renta de algunas familias y crea dependencia ya que impiden la diversidad económica y empresarial, elevando la vulnerabilidad de dichas comarcas)”.
Desde el Movimiento Ibérico Antinuclear concluyen que “la energía nuclear es cara, no sirve de respaldo a las renovables, por ello es urgente la transición energética y dicha transición debe ser no nuclear”.