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Educación
Y... ¿has aprendido mucho?
Ya que el modelo pedagógico del instituto y de la universidad no valora el aprender, sino el aprobar (pues es lo único que mide) y favorece que seamos poco críticos con los contenidos y con el propio método de enseñanza. Así que hoy os contamos (medio en serio, medio en broma) cómo aprobar exámenes y trabajos sin estudiar.
“¿Y has aprendido mucho?”
La típica pregunta que te hace la gente sobre la carrera cuando acabas, sobre todo la gente que no ha estado en la universidad (otra gente ya sabe de qué va la vaina y prefiere preguntarte por salidas laborales). ¿Qué hago? ¿Les miento y me miento? ¿O les digo la verdad? Sí, la verdad siempre por delante: “En realidad en la universidad… he aprendido a hacer exámenes y trabajos”.
Pues sí. Si algo he aprendido en estos años de universidad es a hacer exámenes y trabajos. Que no tiene que ser lo mismo que aprender. Eso es otra cosa. La asignatura de derecho penal (por poner algún ejemplo), en cuanto la apruebo no la vuelvo a ver, porque damos mil asignaturas diferentes. Y sin embargo no me han llevado a ver un juicio de penal en toda la carrera. El 90% se me olvida en cuestión de una semana, y el otro 10% en cuestión de meses. Pero los exámenes y los trabajos... ¡de eso hay que hacer decenas cada cuatrimestre!
Primera lección que me llevé al entrar a la universidad: para los exámenes no hay que estudiar el temario sino lo que te pide el profesor/a. Al precio que están las matrículas no nos la podemos jugar. Además, es imposible recordarlo todo del tirón y encima contarlo en 50 minutos. Por supuesto la forma de evaluación no es personalizada precisamente, y los profes no se toman un minuto en conocernos ni en ver qué hemos aprendido. La educación debería ser otra cosa, pero aquí no cuenta lo que has aprendido sino si apruebas o no. Además, luego el/la profesor/a te corrige según sus propios criterios. Así que trata de portarte bien y no rebatir sus ideas. Aprende a ver cómo piensan tus profesores (conoce a tu enemigo), qué les interesa más y en qué partes del temario insisten. Esto es fun-da-men-tal.
Lo de generar debates en clase y cuestionar lo que dice el temario no suele salir bien. A los profesores les toca mucho los huevos
Segunda lección: podrías pensar que si vas a clase, te conocen, participas y les haces un poco la pelotilla, mejor. Pero eso exige mucho tiempo y mucha humillación personal. Si no estás dispuesta a eso, no merece la pena. Total, hay como cincuenta personas por aula, no es la única clase que dan y es imposible que se acuerden de todas las caras. Y la participación en clase suele contar poco… Lo de generar debates en clase y cuestionar lo que dice el temario no te suele salir bien. Más bien les toca mucho los huevos. Ellos llevan repitiendo la misma clase, año tras año desde 1985, los estudiantes sólo somos figurantes que van pasando por allí, ¿quién eres tú para estropearselo? Tus compañeras también saben de qué va la vaina en la universidad, y suelen pasar de lo que digas en clase. Por eso lo recomendable es ver, oír, callar, olvidar y prepararse bien los trabajos y exámenes finales, que es el 90-100% de la nota. En resumen, aprendemos a ser funcionales, acríticos y mediocres. Hum... ¿no será esto un 'curriculum oculto'?
Bueno, al tema: para preparar trabajos primero mira qué te piden. Segundo, busca un tema que le pueda interesar al profesor/a. Lo que te interese a ti ya sabes que da igual. No te cantees y lo hagas muy obvio, porque eso tampoco les gusta. Y trata de aplicar sus teorías a tu trabajo (lo contrario se considera 'objetividad', pero cuesta mucho más). Dales a entender que te crees sus teorías, que las entiendes y sabes manejarlas. Siempre puedes pedir trabajos de otros años a conocidos, cambiar cuatro mierdas para que no te acusen de plagio, y tirar con ello. Al fin y al cabo se repiten mil veces los temas de trabajos. Recuerda: aquí el objetivo no es trabajar tu autonomía, tu creatividad o tu crítica personal, sino la repetición y aplicación del temario que te dan. Hum... ¿curriculum oculto?
Ya sabes, las partes del trabajo bien diferenciadas, aunque digas lo mismo de diferente manera en todas (como un político en su discurso) o rellenes cada parte con chorradas: primero introducción y justificación del tema, luego revisión de la literatura, después metodología empleada y al final la investigación (siempre separada por subpuntos) y un último párrafo de conclusiones. Mete muchas referencias bibliográficas, ¡eso les encanta! ¡no cuesta nada hacerles felices! aunque solo hayas leído una línea de cada libro. Hazles creer que eres muy leido y pilotas del tema. Sin fliparte tampoco, a ver si se va a notar demasiado que todo esto es postureo.
Importante: ¡No te olvides del interlineado doble! ¡Times New Roman! párrafo justificado, bibliografía con formato 'Chicago' ¡y un lenguaje ordenado y académico! Sobre todo, que se vea bonito. Esto último suele ser más de la mitad de la nota (formalismos, ya sabes), aunque rellenes las últimas tres páginas hablando del último partido del Barça. Total, igualmente a mitad de trabajo dejan de leer.
Mete muchas referencias bibliográficas, ¡eso les encanta! ¡no cuesta nada hacerles felices! aunque solo hayas leído una línea de cada libroHan puesto aprobar por encima de aprender. Básicamente lo que han hecho es interrumpir la motivación que conlleva el propio aprendizaje. Han boicoteado el proceso pedagógico más básico. No valoran el pensamiento crítico, lo que necesitan es un método para calificarte. Conclusión: desciframos ese método, al final aprendemos a aprobar y nada más. Malos profesores producen malos alumnos. ¿Dónde ha quedado lo de que la educación es transmitir el amor al conocimiento?
Han puesto aprobar por encima de aprender. Básicamente lo que han hecho es interrumpir la motivación que conlleva el propio aprendizaje.Si el trabajo es por grupos, escoged un tema que os guste a todas y sea sencillito, porque sino luego hay lío y que sea elaborado no es algo que vayan a apreciar. Y lo típico: divides las partes entre los miembros y las juntáis el día antes. Trabajo en equipo. Así ahorráis tiempo y esfuerzo. A veces esto recuerda a Homer entregando la declaración de la renta hecha una bola en el último minuto. Pero hemos venido a jugar. Eso sí, fíjate con quién te pones, que hay quien lo entrega de rebote y luego su parte es una puta mierda. Que no te la líen. Tú a lo tuyo. La universidad como una forma de aprender a practicar el mundo empresarial. Intentad mezclar un poco las partes para que no sea muy cantoso que habéis hecho copia-pega. El copia-pega, se arregla con más copia-pega. De nuevo: cuantas más referencias pongáis en bibliografía mejor, si hace falta, incluye el libro del Rubius, alguno de Mortadelo y Filemón o el María Moliner. Y quien se lo haya currado menos, que se encargue de hacer el PowerPoint para la presentación. ¡División del trabajo!
Para preparar exámenes: no merece la pena ir a clase y empollar semanalmente, salvo que te vaya la vida en ello. Porque pierdes mucho tiempo y hasta que llegue el examen se te van olvidando cosillas. Recuerda: estudiamos no para aprender sino para pasar el examen. Renta más pegarte una buena chapada la semana de antes y tenerlo fresco. Aunque mueras en el camino, tengas ansiedad y depresión, es el método más eficaz.
Pide apuntes de ese profe, todos los que puedas. Si son de empollones, aún mejor. He llegado a tener en las manos intepretaciones bien diferentes de una misma clase... a veces los apuntes cogen tintes psicoanalíticos del alumno que los escribe. Y pregunta por lo que cae y no cae, que siempre quitan algunos temas o no les da tiempo a dar todo el programa. Piensa en lo que ha hecho más hincapié en clase y en sus temas favoritos, pues es lo que más papeletas tiene. Y mira a ver si alguien de otro año tiene exámenes de de esos mismos profes. Muchas veces los repiten.
Recuerda: estudiamos no para aprender sino para pasar el examen. Renta más pegarte una buena chapada la semana de antes y tenerlo fresco. Aunque mueras en el camino, tengas ansiedad y depresión, es el método más eficaz.Para el día del examen: si vas pillado para empollar, llévate chuletillas, que nunca están de más. Si te dejan llevar el manual de clase, mételas en medio. Ten cuidado de que el/la profesor/a no sea un paranoico que revisa uno por uno los manuales. De vez en cuando hay alguno de esos. Y ponte siempre atrás, pero no al final del todo, en un lugar estratégico, cubierto. Aunque a veces incluso es mejor delante junto a algún/a empollón/a. Sobre todo si es tipo test, que es fácil echar un ojo a quien esté al lado. Si te puedes compinchar con colegas, mejor que mejor. Intenta copiar al final, cuando la gente sale y hay jaleo, es mucho más fácil. Siempre con el otro ojo puesto en el profesor/a, aunque parezcas bizco.
En los tipo test, las respuestas largas suelen ser las correctas. Primero descarta las que no tienen sentido y desde ahí intenta llegar a la correcta. En caso de duda, llama al profe e intenta sonsacar información, siempre con sutileza para no tocarles los huevos y quieran enrollarse en ayudarte. ¡Y no te vuelvas loco/a con esas preguntas de redacción maniquea que cambian sólo una palabra o una frase entre ellas! Eso es lo que pretenden. Guarda la calma. Guarda la calma. Es sólo una pregunta.
En los exámenes de desarrollo, intenta ir al grano. Si no te acuerdas del tema, pon todas las mierdas que tengan una mínima relación con la pregunta, para demostrar que sabes cosas, aunque no vengan muy a cuento. Con suerte atribuirá tu dispersión a tu mente de poeta. Recuerda: lo importante es demostrar que sabes cosas, es un tema cuantitativo. Y habla solo lo que habéis dado en clase. Da igual lo que tú sepas o creas saber. Y más igual da lo que a ti te interese decir.
En los exámenes de desarrollo, intenta ir al grano. Si no te acuerdas del tema, pon todas las mierdas que tengan una mínima relación, para demostrar que sabes cosas, aunque no vengan muy a cuento. Con suerte atribuirá tu dispersión a tu mente de poetaDe Derecho y Ciencia Política, que es lo que yo “he estudiado”, he aprendido poco. Pero en hacer exámenes y trabajos soy todo un experto. Es lo que mejor he aprendido en la universidad. Y aunque no valga para una mierda fuera de la uni, sí que me ha valido para aprobar. ¡Y hasta para sacarme el título! Decía un amigo que al final la universidad no nos enseña un oficio ni una disciplina, nos enseña a ser universitarios. Nos acostumbra a esa forma de vida y cuando acabamos la carrera no sabemos cual es el siguiente paso. Por eso a menudo, sin saber que hacer, cursamos un máster, como tonticos. Y luego otro. La universidad crea aquello que necesita: alumnos. Igual que las empresas crean consumidores. Nos han convertido en inútiles. Inútiles sobrecualificados (creo que Ivan Illich también decía algo de esto). Pero ¡qué más da! ¡De todas formas, tampoco hay trabajo!
No sé, quizás tengamos que empezar a pensar en crear en un camino propio, más allá del trabajo asalariado y de mendigar curro. Una cosa sí tengo clara: no quiero volver a sacarme más títulos. Estas asignaturas ya las he aprobado y para la próxima vez me gustaría aprender otras cosas. Cosas útiles, enriquecedoras, creativas, que me interesen... Cosas de verdad.
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Este artículo me parece una generalización indebida. La sensación que describes me consta que es común en la facultad de derecho, al menos en la UCM, pero mi experiencia es muy distinta. En mi caso estoy en el último año de física (UCM) y a pesar de las cantidad de quejas que tengo sobre el grado, mentiría si dijera que he aprendido poco o ada.
Es cierto que centrándote sólo en lo que dan los profesores no se termina de aprender bien, pero te dan muchas herramientas para que con un esfuerzo extra puedas terminar de aprender por tu cuenta. Es verdad que hay muchas cosas mal, en el caso de mi grado el curriculum está un poco desectructurado y todo se da muy deprisa. Aun así la facultad de física de la UCM ha aguantado relativamente bien el proceso de Bolonia. El grado está más centrado en la disciplina de estudio y no en ofrecer una formación profesioal, además no se hace evaluación continua (nada de trabajos ni clases obligatorias).
Lo que quiero decir con esto es que no se puede achacar la falta de aprendizaje sólo a la universidad y creo que en este artículo se ha generalizado una situación que se acentúa en la facultades de derecho (tanto por perfil general de alumno como perfil general de profesores).
A pesar de reconocer mi propia educación universitaria en el escrito, echo en falta algo que vata más allá de la queja (post)adolescente.
Hace un par de años me tocó dar una asignatura en la universidad. Repetí por activa y por pasiva, que en el exámen (no hay otra posibilidad de evaluar a 150 alumnos) tan sólo me preocuparía por evaluar la capacidad de interpretación y argumentación del alumnado. Es decir, si son personas adultas, capaces de interpretar el material trabajado en clase. Dediqué las clases a repartir textos, interpretarlos, responder preguntas, añadir ejemplos de interpretación de obras de arte, etc.
La respuesta del alumnado fue: "Muy bien. Pero ,¿qué tenemos que estudiar? ¿Qué entra en el exámen?". "¡¡Danos los apuntes!!". Tras huir despavorido de los ámbitos universitarios, en la ESO y en Bachiller me sigue pasando lo mismo. Aunque, por lo menos, es más entretenido el día a día y también hay muchísima chavalada con la que me divierto y aprendo mucho.
Una gran parte del alumando universitario y no universitario, no quiere aprender. Sólo se preocupa por aprobar, por lo que en el sistema ultraformalista de estudiarse los apuntes de memoria, y realizar trabajos sin ton ni son, están la mar de agusto. Al final consiguen el título (ya sea la ESO, Bachiller, Grado...), que es lo que les exige la sociedad del titulitis y sus familias.
Culpar personal e indiscriminadamente a las personas docentes del fracaso del sistema educativo, algo a lo que son extremadamente dados los adolescentes y los pedágogos, es tirar piedras sobre nuestro propio tejado. Posiciones infantilistas ante las que muchas personas docentes, cada vez más ahogadas en una burocracia sin sentido de formalismos administrativos y sin tiempo ni fuerzas de atender las necesidades del alumnado, casi lloramos de rabia todos los días.
No creo que la posición sea infantilista. Más bien es irónica. Mucho de lo que dices es totalmente cierto. Mucha gente solo quiere aprobar. Pero ahí hay varias preguntas, la primera es ¿Por qué? A veces es evidente, porque no interesa lo que se estudia, porque tienen problemas más importantes, porque es lo único que se les exige y ptemia, etc. Y esto parece el caso típico de adolescente de instituto. Pero es igual hasta en un máster, cuando por burocracia y titulitis se obliga a hacer masters que quizá no tienen nada que ver con el trabajo al que se aspira o el conocimiento que se busca. Además, esos chavales, esa gente ¿Solo quiere aprobar? Eso será como mucho en la escuela, el instituto, en la universidad. Seguro que cuando les da por ponerse a hacer música, deporte, grabar videoclips, hacer graffitis, formar grupos, leer o escribir, o cualquier otra cosa que hagan, ni aprueban ni suspenden, porque nadie les califica de esa manera. Lo que seguro que si hacen es aprender, sin que nadie se lo exija. Y si en otros contextos aprenden, incluso por su cuenta, sin apoyo y sin apenas medios, igual el problema no esta solo en ellos...
Vale, estamos de acuerdo, muchos alumnos solo se preocupan (solo nos preocupamos) de "¿qué entra en el examen?". Solo quieren aprobar y no aprender. Cabe preguntarse, ¿por qué? ¿por qué han perdido una predisposición natural como es la curiosidad o el aprendizaje? (igual que el dinero -entidad vacía- sustituye al valor, la nota sustituye al aprendizaje) ¿Es cosa de los alumnos, de los profesores (de la mayoría de profesores), del sistema educativo...? Todos tienen su parte en como funciona esto actualmente, pero lo estructural, lo que marca las normas y la cadena de jerarquía es el sistema educativo. Pero precisamente, ¿acaso no son los profesores (no todos) los encargados de reproducir las formas del sistema en el día a día? Esto no va contra los profesores que se dan cuenta de ello e intentan darle la vuelta, e incluso que se desviven por ello (los únicos profesores que nos leen, vistas algunas críticas recientes, ya podía leernos también alguno de los otros).
Parece poco acertado cargar excesiva responsabilidad en el alumno, que es receptor de un modelo educativo (literalmente, pues el papel que se le tiene reservado es pasivo: estudiar un temario pre establecido, a menudo con formas pedagógicas propias del medievo. Cada vez que intentan establecer sus propias herramientas de aprendizaje, socialización en clase, etc. se les niega (sobre todo cuando aun son pequeños, antes de abandonar los estudios o resignarse al modelo), cada vez que intentan formar parte y decidir sobre el proceso educativo marcando o negociando las reglas, se le ignora (o se les castiga) y se le reconduce al punto de salida. Y la otra pregunta sería ¿por qué les importa aprobar cuando a lo mejor debería darles igual? (si lo importante es aprender). Bueno, es lo que decimos, esto es algo que el sistema ha establecido: aprobar es la forma (impuesta) de pasar un filtro social (impuesto) que determina tu posición como triunfador o pringao.
De todas formas: sí. Nos falta la parte propositiva y tenemos intención de hacerla más adelante, de momento estamos esbozando la desafección. Aunque también es cierto que no es nuestra intención jugar a lo de describir un problema para luego presentar soluciones: Las soluciones evidentes a la parte más monstruosa del sistema educativo se conocen desde hace décadas (tanto a nivel pedagógico como en cuanto a luchas por la autonomía de los centros educativos o por otro tipo de escuela y de educación) y sería mejor empezar por ahí en vez de seguir debatiendo. No queremos teatralizar una dialéctica vacía, esto no va de hacer discursos. Ahora se trata más de llevar la crítica a las manos de todos los chavales a los que se está señalando como problema, como casos de fracaso escolar o como causa del fracaso del sistema.
Gracias por leernos
Efectivamente. Parto de que vuestra crítica es legítima, razonable y acertada.
Lo que no comparto es lo de señalar al profesorado como los responsables de la mala educación. Y no me refiero a que el alumnado, per se, no quiere aprender. Quizás se podía mal interpretar mi comentario en ese setido. Lo que quiero señalar es que, entrados al sistema, muchos/as están más cómodos/as aprobando que aprendiendo. No es una crítica al alumnado, sino a las consecuencias del sistema, en el que muchísimos docentes tampoco estamos a gusto ni vemos que sirva para que el alumnado aprenda.
El comentario venía porque, de hecho, ha sido un placer leer vuestra aportación.
Vale, estamos de acuerdo, muchos alumnos solo se preocupan (solo nos preocupamos) de "¿qué entra en el examen?". Solo quieren aprobar y no aprender. Cabe preguntarse, ¿por qué? ¿por qué han perdido una predisposición natural como es la curiosidad o el aprendizaje? (igual que el dinero -entidad vacía- sustituye al valor, la nota sustituye al aprendizaje) ¿Es cosa de los alumnos, de los profesores (de la mayoría de profesores), del sistema educativo...? Todos tienen su parte en como funciona esto actualmente, pero lo estructural, lo que marca las normas y la cadena de jerarquía es el sistema educativo. Pero precisamente, ¿acaso no son los profesores (no todos) los encargados de reproducir las formas del sistema en el día a día? Esto no va contra los profesores que se dan cuenta de ello e intentan darle la vuelta, e incluso que se desviven por ello (los únicos profesores que nos leen, vistas algunas críticas recientes, qué mala suerte que no nos lea alguno de los otros).
Parece poco acertado cargar excesiva responsabilidad en el alumno, que es receptor de un modelo educativo (literalmente, pues el papel que se le tiene reservado es pasivo: estudiar un temario pre establecido, a menudo con formas pedagógicas propias del medievo. Cada vez que intentan establecer sus propias herramientas de aprendizaje, socialización en clase, etc. se les niega (sobre todo cuando aun son pequeños, antes de abandonar los estudios o resignarse al modelo), cada vez que intentan formar parte y decidir sobre el proceso educativo marcando o negociando las reglas, se le ignora (o se les castiga) y se le reconduce al punto de salida. Y la otra pregunta sería ¿por qué les importa aprobar cuando a lo mejor debería darles igual? (si lo importante es aprender). Bueno, es lo que decimos, esto es algo que el sistema ha establecido: aprobar es la forma (impuesta) de pasar un filtro social (impuesto) que determina tu posición como triunfador o pringao.
De todas formas: sí. Nos falta la parte propositiva y tenemos intención de hacerla más adelante, de momento estamos esbozando la desafección. Aunque también es cierto que no es nuestra intención jugar a lo de describir un problema para luego presentar soluciones: Las soluciones evidentes a la parte más monstruosa del sistema educativo se conocen desde hace décadas (tanto a nivel pedagógico como en cuanto a luchas por la autonomía de los centros educativos o por otro tipo de escuela y de educación) y sería mejor empezar por ahí en vez de seguir debatiendo. No queremos teatralizar una dialéctica vacía, esto no va de hacer discursos. Ahora se trata más de llevar la crítica a las manos de todos los chavales a los que se está señalando como problema, como casos de fracaso escolar o como causa del fracaso del sistema.
Gracias por leernos