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¿Quién gana con las prácticas? Ante esta pregunta, seguro que de inmediato salta en nuestra cabeza, como si de un reflejo se tratase, la típica frase de: “en las prácticas es donde más/donde realmente se aprende”. Este mantra, larga y continuamente repetido, lejos de confirmar los supuestos beneficios que las prácticas tienen para el alumnado, solo viene a confirmar como el sistema capitalista coloniza nuestro imaginario a través de su aparato de coacción social, en donde el sistema educativo es una pieza clave.
Y es que, como acabamos de ver, las prácticas se reducen a repetir unos cuantos procedimientos. Poco más podemos esperar de este tipo de formación para la que disponemos de un tiempo escaso y que se lleva a cabo en un ambiente laboral en pos del beneficio económico, donde invertir tiempo en formar a los alumnos para que realicen tareas más complejas (y adecuadas a su nivel de su formación) supondría para ellos perder el tiempo o arriesgarse a que cometamos algún fallo.
A pesar de ello, la frase si contiene alguna certeza; lo que de verdad se descubre es que, como bien señaló Bob Black: “el trabajo es la fuente de casi toda la miseria existente en el mundo. Casi todos los males que se pueden nombrar proceden del trabajo o de un mundo diseñado en su función” (La abolición del trabajo). Entendiendo el trabajo como una producción obligatoria (nadie va al trabajo porque le guste verle la cara al jefe) impuesta por diferentes medios o necesidades creadas por el sistema, a partir del cual otra persona obtiene beneficios y los trabajadores se llevan solo una pequeña parte para poder subsistir. Esta circunstancia se hace más notoria en las prácticas, en las cuales somos trabajadores no asalariados (esclavos modernos) y en el caso de que sean prácticas curriculares –universidad- la situación es peor, ya que además se acaba pagando por trabajar. En la UPM por ejemplo: unos 24€/crédito, multiplicado por los 24 créditos de los que hablábamos en la primera parte, se convierten en 576€. Sí, pagar por trabajar unas 600 horas.
En la UPM por ejemplo: unos 24€/crédito, multiplicado por los 24 créditos se convierten en 576€. Sí, pagar por trabajar unas 600 horasEn cuanto a las empresas, el beneficio principal es obvio: contar con un goteo constante de trabajadores “voluntarios”, que les adelantan el trabajo que de no ser por ellos tendrían que realizar los empleados que la empresa tenga en nómina. Además también se ahorran las posibles contrataciones necesarias para realizar ese cupo de trabajo.
Pero a esta ganancia extra que el empresario obtiene (una plusvalía del 100%), deberíamos añadirle los otros beneficios que obtiene por ofrecer prácticas: la buena prensa que reciben, el marketing y los beneficios fiscales. Así como las ayudas por parte del gobierno que se embolsa o los ingresos derivados de los convenios que firman con los institutos y universidades por formar a su alumnado. Ayudas que recuerdan mucho al dinero público que se levantan gracias a los planes para “generar puestos de trabajo”. Hablamos de una millones de euros. Basta con dividir esas cantidades entre el salario mínimo anual para percatarse de la magnitud de la estafa las arcas públicas.
Las ayudas del gobierno que se embolsan estas empresas o los ingresos derivados de los convenios que firman con los institutos y universidades por formar a su alumnado recuerdan mucho al dinero público que se levantan gracias a los planes para “generar puestos de trabajo”Por si recibir trabajadores a coste cero y de forma constante durante 3/4 meses al año no fuera suficiente, estas empresas se han sacado de la manga la “Formación Profesional Dual”. Esta formación es una variante de la FP, en la cual el alumno “desarrolla sus estudios tanto en el centro educativo como en la empresa”, siendo el número de horas y días que está en cada sitio variable. Es cierto, no obstante, que en esta formación los alumnos están dados de alta en la seguridad social y perciben algún salario, el cual imaginamos que con mucha suerte ira en la línea de los que reciben los becarios. Pero con esta modalidad también se reducen las posibilidades de conseguir un contrato después del periodo de práctica, ya que después de los meses de verano, con el inicio del siguiente curso, la empresa volverá a contar con otra remesa de alumnos, y así curso tras curso. Cuando con la modalidad de FP clásica tardarían un curso entero en volver a recibir más.
A estas alturas, alguien podría responder que si el estudiante se esfuerza, dedica más horas, trabaja duro, tiene iniciativa, sacrifica su tiempo libre… es decir, si pasa a considerar a la empresa de prácticas como “su empresa” podría destacar y conseguir un contrato de más duración. Pero aún siendo así, ¿en qué condiciones? probablemente acabaría siendo de becario y por otros pocos meses pero. ¿Tenemos que conformarnos con eso?
Además de todo esto, la realización de las prácticas genera al alumnado unos gastos extras; como el simple hecho de comer fuera de casa o el transporte. Claro que siempre está la opción de llevar un bocata de casa y quedarse en el puesto de trabajo, situación que contribuye a aislarte y dificulta entablar relaciones con los compañeros. Pero para el jefe serás el empleado perfecto.
Eso sí, a pesar de que, como acabamos de ver, las prácticas son un trabajo con jefe pero sin salario, estos días hemos tenido la oportunidad de ver a los jefecillos de las empresitas CCOO y UGT salir en televisión, tras aliarse con las fundaciones de a3media y Mapfre, contándote las bondades de la FP sin la más mínima vergüenza. El capitalismo ahora necesita menos universitarios y más mano de obra para explotar (lo que significa que se aproxima una polarización mas fuerte de la sociedad, es decir: más pobres). La función de los sindicatos vendidos al poder es hacerle llegar el mensaje a la clase trabajadora: “formate para lo que el sistema necesita en este momento, aprende un curro de mierda”. Este sindicalismo es como un gran calzador. O como un embudo. Pero bueno, no seamos mal pensados, que ya sabemos que estas dos “empresitas” son grandes expertas en lo que a cursos de formación se refiere.
La función de los sindicatos vendidos al poder es hacerle llegar el mensaje a la clase trabajadora: “formate para lo que el sistema necesita en este momento, aprende un curro de mierda”
Otra vuelta de tuerca
Como si todas las ventajas que reciben las empresas que acogen estudiantes no fueran suficientes, el sistema capitalista (entendido de manera sencilla como un sistema acaparador de recursos y riquezas) extiende las zarpas de su avaricia sobre la experiencia que tras años de duro trabajo consiguen labrarse los trabajadores. Trabajadores que no tuvieron la oportunidad o simplemente no quisieron invertir su tiempo en seguir por los caminos del sistema educativo y decidieron o se vieron obligados a ponerse a currar. Para esto se inventaron y se impusieron, a través de la legislación, dos clausulas con los que sacar partido a dicha experiencia (o por lo menos estos son las dos formas que yo conozco a través de situaciones familiares y que seguramente no serán las únicas):Convalidación de la experiencia laboral: como indican en el página del Servicio Público de Empleo, es: “necesidad del reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia laboral y/o formación no formal. Es un proceso mediante el cual se otorga a una persona candidata una acreditación oficial previa evaluación de sus competencias profesionales”. Dicha “convalidación” se materializó en la vida real de forma contundente: llegó a mi casa de mano de mi madre que, tras trabajar desde los 17 años como auxiliar de farmacia y encontrarse a unos 5 años de la jubilación, se vio obligada a tener que acreditar la experiencia laboral de tantos años a través de este mecanismo.
Esto la sometió a estrés y demás dolencias relacionadas con el estudio, a lo que hay que sumar el miedo de perder, a esas edades, un trabajo que llevaba realizando casi toda su vida laboral. Para ello, además de pagar las respectivas tasas de examen, la academia y temario, tuvo que sacrificar parte de su ya escaso tiempo libre. Tiempo que en gran medida invertía simplemente en recuperarse de la jornada laboral, así como en llegar a su puesto de trabajo.
Título de capacitación de transporte: este título, como indican en las páginas de fomento: es obligatorio "para el desempeño de la actividad profesional en el transporte es necesario acreditar ante la administración el conocimiento de la profesión”. Por describirlo de una manera sencilla: una especie de oposición para transportistas. En la cual se les examina de temas sobre riesgos laborales, medidas de camiones, legislación, contabilidad, fiscalidad, etc. Temas que se escapan a sus competencias y aunque no escaparan, después de horas al volante no tendrían tiempo para llevarlos a cabo.
Una persona que no cuente con los estudios básicos deberá invertir una serie de años para conseguirlos y hasta entonces no podrá seguir trabajando. Se les obliga, por tanto, a vender la plaza y su vehículo de trabajo y buscar otro trabajo con el que poder vivir y pagar esos estudios.Además este es el último año que se permite presentarse, por ejemplo, a los conductores sin ningún tipo de estudio reglado (EGB, ESO, bachiller, etc.) con lo cual los conductores que no cuenten con el título exigido por la convocatoria deberán obtenerlo para poder examinarse. Es decir, una persona que no tenga esos estudios básicos deberá invertir una serie de años para conseguirlos y hasta entonces no podrá seguir trabajando. Se les obliga, por tanto, a vender la plaza y su vehículo de trabajo y buscar otro trabajo con el que poder vivir y pagar esos estudios. Así de absurdo es. A esto debemos añadir los problemas asociados a la falta de costumbre para el estudio después de años de trabajo o la falta de tiempo para ello, así como los gastos asociados a este proceso: comprar el temario (unos 1000€), pagar academias, tasas de examen, etc. Una verdadera tomadura de pelo para la mayoría de los trabajadores autónomos, que de por sí no tienen cubierto ni los días de enfermedad.
Ante estas dos situaciones tenemos que tener en cuenta que a la ya de por si complicada ecuación de: miedo al paro + falta de costumbre de estudio + inversión de tiempo y dinero (ya de por sí justos para sobrevivir) le deberemos sumar, en muchos casos, una falta de conocimientos en la práctica de lectura o escritura; por lo que más que encontrarnos ante un “reciclaje profesional” (como le llaman ahora a perder el trabajo), nos encontraremos delante de un trabajador a punto de colapsar. Echando la vista a las circunstancias sociales de los últimos 40 años o si observamos lo que les viene pasando a los trabajadores migrantes desde hace décadas, a nadie le debería de extrañar lo que está ocurriendo en el mundo laboral que nos espera a los jóvenes.
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Eso me resulta familiar. En mi caso he tenido que tutorizar las prácticas de los profesores del ciclo medio de técnico en emergencias sanitarias. Explicarles el material la forma de trabajo para que sirve cada cosa y cuando se puede usar... para que luego ellos me tengan que examinar estando en disposición del antiguo titulo de técnico en transporte sanitario... vamos un robo en toda regla
El simple hecho de tomarte un café, en una cafetería con el resto de compañeros, ya supone 1,20€ (+/-). Un gasto de unos 24€/mes…
Recurrir a semejante argumento para “intentar” criticar el planteamiento, se queda en eso, en intento.
No te aceptaron para las prácticas verdad? Es cierto que para las empresas es un chollo, pero si has ido alguna vez a una entrevista(lo dudo) la pregunta que más se repite es "experiencia laboral" como tengas huevos de decir que ninguna, a la calle. Estás prácticas te dan en el peor de los casos 3 meses para el curriculum
Este artículo es la segunda parte de uno que publicaron hace un par de días. Si lo hubieras leído sabrías que se refieren al ámbito de las practicas Fp y carrera. Las que estás obligado a realizar si quieres obtener el título. Y no hacen falta, por lo general, entrevistas.
Las practicas a las que usted se refiere entiendo que son los contratos en práctica que tienen mucho que criticar. Independientemente de si pasas la entrevista o no; argumento bastante pobre por cierto… Como por nombrar una crítica, de estos contratos, de forma somera: que después de 4/5 años de obtener el título aun te puedan contratar en prácticas con las condiciones paupérrimas (cobrar menos entre un 30-40% menos por hacer lo mismo) que tienen dichos contratos y con un máximo de 2 años. Después a la calle y contrato a otro pobre infeliz…