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Elecciones
Tesh Sidi: “No sirve de nada hacer políticas sociales que dejan a un lado a los que no tienen DNI”
Aún no ha cumplido 30 años y Tesh Sidi (Tinduf, 1994) tiene por delante un hito de los que gustan reproducir en los titulares: convertirse en la primera diputada saharaui. Esta ingeniera en big data, que llegó a Valencia cuando era una niña de la mano del programa Vacaciones en paz, ha vivido desde entonces entre dos realidades. Por un lado está la del campo de refugiados donde nació y que alimenta su lucha por los derechos de su pueblo —junto a otras iniciativas forma parte de Saharauis Today, un medio que pretende mostrar la realidad saharaui con nuevos esquemas comunicativos que mantengan viva la solidaridad con una causa a veces invisibilizada. De otro lado, como migrante, ha tenido que batallar contra las fronteras administrativas, con una lucha de más de muchos años para conseguir la nacionalidad española.
Número tres en las listas de Más Madrid en las elecciones del 28 de mayo, un nuevo revés administrativo la dejó fuera de la carrera electoral por un error en el empadronamiento. Sidi vuelve pocas semanas después a optar a entrar en la política institucional, esta vez de la mano de Sumar. Como número tres por Madrid se ha convertido en una candidata muy visible, cuya presencia se repite en las entrevistas. En esta ocasión conversamos en el marco del programa Menuda Papeleta Hot Summer, tras un debate en el que activistas antirracistas han dejado en evidencia su insatisfacción con la política institucional a la hora de abordar los derechos de las personas migrantes y dar respuesta a demandas antirracistas.
Como activista saharaui, alguien que viene de la sociedad civil, ¿cómo tomas la decisión de saltar a la política institucional¿ ¿de qué manera haces frente a los límites de las dinámicas partidistas?
Ante todo me gustaría resaltar que nos hemos reunido con organizaciones de la sociedad civil, y que si no hemos llegado a todas es porque ha habido este adelanto de las elecciones, pero sí hemos estado reuniéndonos y de hecho, hemos estado consultando para la definición de los programas. Aunque en realidad, para mí personalmente, lo más importante no es tanto la campaña como el trabajo que se hace dentro de este espacio.
Por otro lado, como comentas, vengo de muchos años de activismo saharaui. Como saharauis estamos acostumbrados a la política, nacemos prácticamente haciendo política, pero no política institucional. Muchas veces dentro de la agenda política se priorizan ciertas agendas y otras se dejan para luego, es el caso del antirracismo, o tanto de los reclamos del pueblo saharaui como del pueblo palestino.
Pero también nos afectan los mismos problemas que al resto de la ciudadanía: como inmigrante me pueden afectar los mismos problemas de vivienda, los mismos problemas de sanidad, de transporte, pues la única diferencia que hay entre mi vecino y yo, es que yo soy migrante y obviamente mis problemas se agravan más debido a la burocracia interminable que sufrimos los migrantes. Y si ya eres saharaui o eres refugiado, pues te enfrentas a la apatridia con la consecuente pérdida de tu identidad jurídica.
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¿Por qué es importante que haya personas no blancas y migrantes en las instituciones? ¿Se corre el peligro, como se denuncia muchas veces desde el movimiento antirracista, de ser utilizados, representar una cuota?
Es muy importante resaltar que el movimiento político antirracista tiene que estar presente dentro de la institución y eso se consigue porque personas migrantes y personas diversas de la España diversa formen parte de la institución. Pero dejando un poco el victimismo a un lado y descartando la palabra utilización, porque no se nos está utilizando.
Creo que además es un insulto a veces a la inteligencia de las personas que damos ese paso, no solo en mi caso. Han habido muchos compañeros antes migrantes que han formado parte de la institución, entonces tenemos que apoyarlos desde la base, porque son nuestros representantes y a los que podemos de verdad exigir porque tienen empatía con nosotros.
El antirracismo tiene que estar presente dentro de la institución y eso se consigue porque personas migrantes y personas diversas de la España diversa formen parte de la institución, descartando la palabra utilización, porque no se nos está utilizando.
Es fundamental recalcar eso, que somos representantes de la sociedad civil y que tenemos que ir de la mano con esta sociedad civil para hacer políticas, para que sea efectivo el activismo de la calle, es la única manera. ¿Por qué? Porque es normal que una persona que a lo mejor su problema actual sea la vivienda, pues se enfoque más hacia la vivienda. Somos migrantes, y además de afectarnos el sistema burocrático contra los migrantes, también nos afecta a la vivienda. Es muy importante esa doble empatía son claves que añadir a toda esta lucha.
Doy este paso para traer empatía a la política. También para empujar que el movimiento antirracista sea lo que es un movimiento político, lo hemos conseguido con la agenda feminista y lo vamos a conseguir con la agenda antirracista. Pero desde luego, lejos de victimizarnos, lejos de decir que somos una cuota, lejos de decir que somos sujetos utilitarios de estética institucional, sino reivindicando que somos sujetos políticos dentro de la institución y normalizar nuestra presencia.
¿Qué sería para ti esta agenda antirracista? ¿Cómo trasladarla a la institución? ¿qué vais a hacer para empujar la ILP?
Lo primero, y es algo que ha estado muy presente en los programas, son los derechos humanos universales. No sirve de nada hacer políticas sociales que dejan a un lado a los que no tienen el carné de identidad español o a los que no tienen la tarjeta comunitaria, o incluso los que no pueden tener acceso al padrón o a la educación. Algo tan básico como las políticas sociales de base, como el bono transporte, como el acceso a la universidad, como el acceso a los derechos universales, reitero, tiene que bajar y tener en cuenta a toda la ciudadanía.
Hay seis millones de personas que no pueden votar: hay que seguir con el trabajo. De hecho, la ILP de Regularización ya para mí es una demostración clara de que si la gente se organiza puede llegar lejos, pero sobre todo cuando esa organización interpela a todas y a todos porque dentro del movimiento han participado personas migrantes, personas no migrantes…
De hecho nosotros en Más Madrid hicimos un despliegue asambleario de todas nuestras asambleas para que recogieran firmas. Eso es muy importante. Las políticas antirracistas que queremos aterrizar, tienen que interpelarnos a todas. No es que porque yo sea migrante, vaya a llevar la agenda migrante dentro del Congreso, pero obviamente apretaré desde mi perspectiva y desde mi empatía de haber sufrido como migrante, y no solamente cosas que yo haya sufrido como persona, sino cosas que han sufrido otros colectivos y que yo personalmente a lo mejor no haya sufrido.
El Salto Twitch
El Salto Twitch Los derechos de las personas migrantes no entran en campaña | Menuda papeleta Hot Summer x01
Respecto a la agenda, la ILP es una muestra clara de lo que es un movimiento político antirracista. Vamos a seguir trabajando con ellos, vamos a empujar para que sea efectiva y sea real. Es verdad que va a ser difícil, pero Sumar, desde luego como partido a la izquierda del PSOE, es la única garantía para que avancen este tipo de leyes.
Otra cosa importante para nosotros es el tema de la homologación de los títulos universitarios. Yo puedo ser una persona que haya sido migrante en España, pero por tener el NIE o por haber estudiado unos estudios dentro del plan Bolonia, aquí en Europa pues he tenido muchos más derechos, acceso laboral a muchísimas más cosas que mis propios hermanos o algunas personas provenientes de Latinoamérica, o de África o de Asia, porque sus títulos no se consideran igual. Tú eres médico en Cuba, pero no se te da el mismo prestigio ni el mismo acceso laboral por haber estudiado en otro país. Queremos acabar con ello, porque no es justo. Es algo que empobrece sobre todo a la ciudadanía migrante y luego le delimita ese empoderamiento de su acceso al mercado laboral y a competir en las mismas condiciones que otro ciudadano.
El acceso universal a la sanidad también es fundamental. Pensamos que las rentas deben ser universales, las políticas deben ser universales y para eso es lo que comentaba antes vamos a trabajar muy de cerca con la sociedad civil.
Es erróneo pensar que porque haya una persona migrante dentro de la institución va a conseguir representarnos a todas y a todos. No, esa persona va a poder representar ciertas cosas, pero necesita a los movimientos de base
Es erróneo pensar que porque haya una persona migrante dentro de la institución va a conseguir representarnos a todas y a todos. Es como cuando hablamos de África o cuando hablamos de Latinoamérica como un compendio homogéneo de países. No, esa persona va a poder representar ciertas cosas, pero necesita a los movimientos de base y necesitamos que os acerquéis a nosotros.
Pongo un ejemplo: cuando a mí me pasan el programa de internacional sobre Palestina, yo no tengo la osadía de ponerme a redactar por el pueblo palestino. Yo lo que hago es un telefonazo y pregunto a los colectivos palestinos, a la ciudadanía palestina aquí en España, qué es lo que demandan. Entonces creo que eso es fundamental, que cada política que vayamos a dar, sobre todo todas las políticas sociales, bajen a ese nivel.
Es la única manera de empezar a engrasar esa maquinaria antirracista con políticas antirracistas. Es verdad que no conseguiremos todo a la vez, pero hay que tender hacia el ir avanzando poco a poco. Lo que está claro es que un bipartidismo del Partido Socialista, y del Partido Popular van a quedarse cómodos con lo que hay.
Como te tenemos aquí, me gustaría saber cómo ves algunas cuestiones que desde afuera de Sumar pueden parecer contradictorias, desde el hecho de compartir listas con Agustín Santos Maraver, quien ha hecho declaraciones antimarroquíes, o de, en caso de formar un eventual gobierno de coalición con PSOE, tener que aceptar compartir ejecutivo con quienes participaron en la masacre de Melilla, y han seguido en sus puestos sin que hubiese rendición de cuentas ni justicia
Creo que soy la persona a la que más han preguntado sobre la cuestión de Santos Maraver. Mi postura sobre el Sáhara Occidental, sobre la defensa de los derechos fundamentales, es indiscutible, inalienable y la voy a mantener. Para mí no es contradictorio que una persona como yo forme parte de un partido progresista que ha dejado clarísimamente en su programa cuál es su defensa hacia los derechos humanos y cuál es su defensa en cuanto a la libre determinación del pueblo saharaui. Sí que me parecería más contradictorio que una persona que tenga unas tesis más pro marroquíes formé parte parte de la lista. Yo no he podido hablar con Santos Maraver más allá de cuatro cosas en un mitin. Sí que me gustaría sentarme con él. Me gustaría hablar sobre las declaraciones.
Es cierto que las declaraciones en cuestión, luego resultó que algunas se habían resumido demasiado. Y es importante ahí, dentro del periodismo, nuestra responsabilidad en cuanto a qué comunicamos. Pero bueno, es cierto que mi postura sobre el Sáhara es clarísima. Creo que he sido dentro de este debate la diana de las exigencias de todo el mundo. Yo nunca he formado parte de la institución y voy a empujar para que los derechos humanos estén en el centro y la libre determinación de los pueblos estén en el centro.
Es fundamental entender que Sumar es una coalición progresista de 15 partidos, y que todos esos partidos, algo que tienen claro y en lo que están de acuerdo es en la libre determinación del pueblo saharaui y que el Sáhara Occidental está ocupado por Marruecos
Es fundamental entender que Sumar es una coalición progresista de 15 partidos, y que todos esos partidos, algo que tienen claro y en lo que están de acuerdo es en la libre determinación del pueblo saharaui y que el Sáhara Occidental está ocupado por Marruecos. Eso es fundamental. Es cierto que personalmente me preocupa empujar estas políticas, me preocupa que estén en el centro y voy a hacer, tanto yo como Sumar, como el equipo técnico que hay detrás, que se pongan los derechos humanos en el centro.
No se puede concebir una progresión hacia un ecologismo, una progresión hacia una transición verde, una transición también feminista, sin que los derechos estén en el centro. Yo creo que la masacre de Melilla nos ha dado en la frente con esa impunidad y esa falta de memoria, esto es algo que en el programa está muy presente y es importante para los 15 partidos que formamos la coalición de Sumar.
A veces no se entiende muy bien cómo se toman las decisiones en Sumar, de qué manera se organiza.
Primero hay que entender que Sumar es verdad que es una plataforma ciudadana y un movimiento que se ha generado sobre todo para estas elecciones. Ha habido cosas que se han hecho rápido, es normal, porque el adelanto de elecciones nos ha pillado a todos con el paso cambiado. Pero sí que hay un comité de campaña estatal que está decidiendo todas estas cosas, en el que se tiene en cuenta a los partidos.
Yo personalmente he participado más en cuestiones relativas al programa. Me he sentido partícipe y he sentido que Más Madrid ha sido partícipe de todos los apartados de los programas. Nos los han pasado, los hemos revisado, hemos añadido lo que considerábamos.
Hay un comité estatal decidiendo las cosas, donde se encuentran representantes muy prestigiosos. En el comité hay representantes de todos los partidos y se deciden todas las medidas que puede parecer que a veces salen rápido, pero es que realmente es un proyecto novedoso. Tenemos que trabajar obviamente en la parte organizacional, en el futuro, en el que todos los partidos regionalistas estatales vayan empujando también sus medidas desde su perspectiva.
Migración
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Me comentabas antes que eres la diana de todos. ¿Cuál es tu estrategia para transitar entre el odio de la extrema derecha, y las críticas legítimas, de los espacios ideológicamente más afines?
Creo que este proceso también lo pasé cuando entré en el activismo saharaui. Hay que ser paciente, hay que comprender, hay que escuchar. Yo creo que alejarse y aislarse en uno mismo diciendo que el otro no tiene razón, es erróneo. Tenemos que escuchar. Todas las reivindicaciones de la sociedad civil son legítimas y hay que pasar tiempo explicando. En mi caso, todas las personas que me han mostrado alguna crítica o me han escrito por privado, les he explicado y creo que esa cercanía es muy importante tanto en política como como para sanar y para ir todas a la vez.
Tengo la sensación, de que muchas personas me dicen: no estás haciendo tantas cosas por el pueblo saharaui como antes. Es normal, es una campaña electoral, pero eso no quiere decir que yo hacia fuera no comunique ciertas cosas, no quiere decir que no siga trabajando en ellas o no vaya a trabajar en ellas.
Yo no soy experta anticolonial, ni experta en migraciones. No somos expertas en la vida ni sabemos todo, simplemente es escuchar. Leo todos los comentarios que veo y pienso, bueno, pues a lo mejor he dicho esto incorrectamente
El odio de la extrema derecha de Vox yo realmente lo ignoro, no le voy a hacer caso. Lo he ignorado toda mi vida porque creo que ya la presencia de mi persona y de personas migrantes en la institución es una respuesta a ese odio y no hay que darle mucha importancia ni dejarse afectar por ello. A mí me preocupan más las reivindicaciones del pueblo saharaui o de la población migrante, o que me corrijan.
Pero reitero, sigo en un proceso de construcción continuo y creo que es sano saber y reconocer eso. Yo no soy experta anticolonial, ni experta en migraciones. No somos expertas en la vida ni sabemos todo, simplemente es escuchar. Leo todos los comentarios que veo y pienso, bueno, pues a lo mejor he dicho esto incorrectamente. Se trata de ir aprendiendo y saber también que estamos para eso, para aprender de toda la ciudadanía y sobre todo no alejarse de la base. Eso es fundamental para hacer política en los próximos cuatro años, pues al final ahora estamos en campaña, hay mucho ruido en redes sociales, y no te da tiempo a responder a todo el mundo como te gustaría, pero yo confío más en ese trabajo que va a venir que en el tiempo de campaña.
Y ya te digo, a la extrema derecha: ni caso.