We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Elecciones
Barcelona y la espiral de la incertidumbre
Quedan menos de dos semanas para un 28M en el que la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana, al igual que sus respectivas capitales, Madrid y València, están acaparando una gran parte de la atención mediática. Esto se debe a que el destino de Unidas Podemos, que se decide entre la vida y la muerte en función de si logra superar el 5% de los votos y, por lo tanto, obtener representación, decidirá si Ayuso se hace con la mayoría absoluta o si el Gobierno del Botànic puede continuar una legislatura más. Un desenlace que será fundamental para el PSOE y el PP a la hora de implantar su relato, pero que, además, tendrá un gran impacto en el reparto de poder de las formaciones de izquierdas en España y su posterior inclusión en Sumar, que aún está dando sus primeros pasos.
Sin embargo, en Barcelona, la capital de Cataluña, una comunidad autónoma que no acudirá a las urnas hasta dentro de dos años –siempre y cuando no se produzca un adelanto electoral–, es donde se terminará de establecer esa correlación de fuerzas posterior al 28M. La alcaldía de Barcelona se juega en un contexto de máxima incertidumbre donde los indecisos, que, a día de hoy, son la mayoría, serán quienes decidan quién se alza con la victoria en una de las pocas plazas donde esta no está en juego entre la formación que lidera el Gobierno y su oposición, sino que, desde hace ya varios meses, hay un triple empate entre el PSC, Junts per Catalunya –cuya candidatura concurre bajo el nombre Trias per Barcelona– y Barcelona en Comú.
En este sentido, en Barcelona no sólo está en juego el futuro político de Jaume Collboni, Xavier Trias y Ada Colau, sino que lo que ocurra en la ciudad tendrá implicaciones en Cataluña y el resto de España. En Barcelona hay una batalla por hacerse con la Ciudad Condal, que, históricamente, ha estado en manos del PSC para después pasar a ser de CiU durante una legislatura y, desde 2015, de los ‘comunes’. Esta pugna decidirá el futuro liderazgo en el movimiento independentista, la posición o, quien sabe, preminencia del PSC en Cataluña y, también, la fuerza con la que arranque Yolanda Díaz y Sumar, puesto que una legislatura más de Colau al frente de Barcelona sería la plataforma de apoyo perfecta desde la que impulsarse políticamente de cara a la cita electoral que tendrá lugar durante los últimos compases de año.
Los indecisos que aún tienen que decidir
En este contexto, las encuestas que se han ido publicando durante las últimas semanas, lejos de ayudar a dilucidar quién podría hacerse con la victoria y, por lo tanto, alejar la incertidumbre, certifican que prácticamente todo podría llegar a pasar en la Ciudad Condal de cara al 28M. Para Ipsos, Collboni se hará con la victoria en las elecciones, mientras que Trias estará a unas pocas décimas y Colau caerá hasta la tercera posición. Para IMOP Insights, será Trias quien se hará con la victoria a una distancia considerable de Collboni y Colau. En cambio, para el CIS será Colau quien obtenga la victoria, seguida de Collboni a unos dos puntos de distancia y, muy lejos de ambos, Trias.
Elecciones
Barómetro del CIS Ada Colau es la principal favorita de las elecciones en Barcelona según las encuestas
Esto, en último término, es un síntoma de que en Barcelona aún hay mucha gente que no ha decidido su voto, por lo que el escenario es aún cambiante. Según el CIS, hay un 24,1% de votantes no tiene claro a quién votar, mientras que Ipsos sitúa esta cifra en el 30% y, aún más lejos, está IMOP Insights, que la sitúa algo por debajo del 50%. De hecho, de las ocho ciudades –Madrid, Barcelona, València, Sevilla, Zaragoza, Bilbao, Valladolid y Vigo– que forman parte de la encuesta del CIS para las elecciones municipales el 28M, Barcelona es la que cuenta con un mayor número de votantes indecisos, con un 24,1%, casi uno de cada cuatro votantes, mientras que Vigo, con un 13,2%, es la que tiene un menor número de indecisos. Además, un 50% del electorado afirma que suele decidir a quién votar durante las dos últimas semanas previas a las elecciones.
El PSC lo está apostando todo a que Jaume Collboni se haga con la Alcaldía de Barcelona, hasta el punto de estar haciendo una oposición frontal al Gobierno de Ada Colau
Con unas mayorías tan ajustadas y en un escenario donde unos pocos votos decidirán qué partido ocupará la Alcaldía de Barcelona en la próxima legislatura, así como con un número tan alto de indecisos, la incertidumbre y la posibilidad de que se produzca un vuelco estará presente hasta el último día en la capital de Cataluña.
La importancia de Barcelona dentro de Cataluña y el independentismo
Hace cuatro años, ERC se hizo con la victoria en las elecciones municipales en Cataluña con casi 820.000 votos, mientras que el PSC quedó en segunda posición con 765.000 votos. A mucha distancia, Junts, con 537.000 votos, se situaba en tercera posición, muy lejos de los partidos que, desde hace unos años, se disputan el liderazgo político en esta comunidad autónoma.
De todos ellos, ERC obtuvo casi un 70% de sus votos en la provincia de Barcelona y, más aún, un 19% de estos votos en la ciudad de Barcelona. En el caso del PSC, un 80% de sus votos se encuentran en la provincia de Barcelona y un 20% se encuentran en la propia Barcelona. Por último, Junts sólo obtuvo un 55% de sus votos en la provincia de Barcelona y, en su capital, Barcelona, un 14%. Con estos números es fácil comprender la importancia de la Ciudad Condal, un símbolo del municipalismo en Cataluña con el que el independentismo aún no ha logrado hacerse. Además, es la fuente de poder de los ‘comunes’, donde se encuentra Ada Colau, su principal activo, y la principal fuente de votos de este espacio político. Aunque Cataluña no vaya a elecciones, Barcelona sigue siendo la joya de la corona.
Por lo tanto, es lógico que el PSC lo esté apostando todo a que Jaume Collboni se haga con la Alcaldía de Barcelona, hasta el punto de estar haciendo una oposición frontal al Gobierno de Ada Colau, del que formaba parte hasta hace muy poco; que Ada Colau y Barcelona en Comú cuenten con el todo el apoyo tanto de Podemos, como de Izquierda Unida y Sumar; o que Junts haya apostado por Xavier Trias, que ya estuvo al frente del consistorio en Barcelona antes de Colau, para hacerse con la ciudad y, de esta manera, tratar de arrebatarle a ERC el liderazgo dentro del movimiento independentista.
De esta manera, lo que ocurra en Barcelona no sólo tendrá un impacto en el resto de España, sino que dentro de Cataluña obligará a una reconfiguración de los apoyos de cada una de las formaciones políticas y, quién sabe, podría acabar propiciando un adelanto electoral a nivel autonómico. La fortaleza de ERC después del 28M, en Barcelona y en el resto de Cataluña, o el destino de Xavier Trias y, por lo tanto, de Junts, si no logra hacerse con Barcelona serán las claves que determinen si Cataluña se precipita hacia las urnas una vez más.
El 28M es sólo el principio en Barcelona
En Barcelona, al contrario que en el resto de España, el 28M es sólo una etapa en la carrera por hacerse con la ciudad. En la mayoría de plazas importantes, la configuración de fuerzas que salga de la noche electoral servirá para vislumbrar, más allá de las negociaciones posteriores, el color del próximo Gobierno. La suma de PP y VOX o el acuerdo del PSOE con Unidas Podemos y el resto de partidos a su izquierda son las dos principales opciones que se enfrentan en estas elecciones. Esto es así en la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Extremadura o, entre otras, Murcia.
Sin embargo, al igual que en el resto de ciudades –aunque en menor medida–, la situación es muy diferente en la Ciudad Condal. No hay sólo dos candidatos que se disputen la victoria, sino que hay un triple empate entre el PSC, Junts y Barcelona en Comú. Por lo tanto, la disputa no es entre el Gobierno y la oposición, sino entre tres modelos de ciudad antagónicos encabezados por diferentes partidos con posibilidades de victoria y a una distancia donde unos miles de votos podrían empujarte a la primera posición o, al contrario, hacerte caer hasta la tercera posición.
De esta manera, quien obtenga más votos –es decir, quién logre convencer a un mayor número de indecisos– estará en una posición privilegiada para ser el próximo alcalde de Barcelona, porque hay muchas encuestas que señalan que ninguno de los posibles pactos entre dos formaciones –PSC y Barcelona en Comú, Barcelona en Comú y ERC, PSC y Trias per Barcelona…– lograría alcanzar la mayoría absoluta, situada en los 21 concejales. Por lo tanto, entraría en juego la Ley del Régimen Electoral General, que otorgaría la alcaldía a la persona que encabece la lista con un mayor número de votos.
Por supuesto, y al igual que tras las últimas elecciones, esto abre la puerta a que se produzca un pacto con una mayoría que, a simple vista, podría no parecer tan obvia –como le ocurrió a Ada Colau con Ciudadanos y Manuel Valls–, por lo que el destino de Barcelona podría no decidirse la noche del 28M, sino que dependería de las negociaciones posteriores.
En definitiva, en Barcelona no sólo se encuentra una de las principales incógnitas de estas elecciones por detrás de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana, sino que también está en juego el futuro político de Ada Colau, el impulso con el que pueda arrancar Sumar, la fuerza del PSC en Cataluña o el liderazgo dentro del movimiento independentista.
Elecciones autonómicas
Autonómicas 28M Elecciones con la vista puesta en la A3
Todo ello en un contexto donde, como mínimo, uno de cada cuatro votantes aún no sabe qué hacer y las encuestas, lejos de aportar certidumbre, lo único que certifican es que todo puede pasar aún y el margen de diferencia entre unos y otros será de apenas unos miles de votos. Por si fuera poco, no es descabellado pensar que la noche del 28M no se terminen de despejar estas dudas, sino que se pueda abrir un escenario donde un pacto que, a priori, no tendría lugar le otorgue la alcaldía de Barcelona a quien no ha ganado las elecciones. En otras palabras, en Barcelona, donde los indecisos aún tienen que decidir, reina la incertidumbre.
Relacionadas
Opinión
Ascenso de la derecha Donald Trump, Javier Milei, Giorgia Meloni… en el Jardín del Profeta
Estados Unidos
Estados Unidos Directo | Trump será el presidente 47 de la historia de Estados Unidos
Estados Unidos
Elecciones en EE UU Pensilvania y otros seis estados definen unas elecciones que Trump y Harris disputan al milímetro
Solo una aclaración, en las últimas elecciones municipales, CIUDADANOS no votó a Ada Colau, como pone en el artículo. Fue el señor Valls, con su agrupación política, los que apoyaron a Ada, para cumplir con su promesa de evitar un alcalde independentista en Barcelona.
Sí bien, CIUDADANOS y la candidatura de Valls se presentaron juntos en Barcelona, rompieron enseguida por lo anteriormente comentado.
Por tanto, CIUDADANOS no apoyo la elección de Ada como alcaldesa.
Para aumentar la esperanza de cara a la elecciones estatales es necesario que el papel de Colau y los comunes se afiance en la capital catalana. Que gane un PSOE socioliberal o un Trías oligárquico nacionalista significaría más precariedad, turismo masivo y endeudamiento de las clases trabajadoras de la capital.