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Hay varias opiniones que suelen confluir en un mismo individuo. Estos personajes suelen acompañar su rechazo a la inmigración con la defensa a ultranza de una España unida por los valores cristianos. Una España que prefieren que sea gobernada “por corruptos que por comunistas”. Culpan a las mujeres de ser violadas por “ir provocando” y aquellas que luchan por sus derechos son inmediatamente calificadas de feminazis. Muchas de ellas, incluso, "se convierten” al lesbianismo como consecuencia de su odio a los hombres cuando todo lo que se salga de la sana heterosexualidad es producto de una enfermedad mental. Las fuerzas de seguridad, por supuesto, están en todo su derecho -más bien su deber- de usar la violencia, por ejemplo, en casos de desahucios (un “atentado contra la propiedad”) o de manifestaciones de “perroflautas antisistema”; no digamos cuando “negros y moros” tratan de asaltar la incorruptible línea fronteriza que nos separa de lo no-español. La “fiesta nacional”, por supuesto, es intocable. El genocidio indígena en América Latina nunca fue tal cosa. No creo necesario seguir enumerando más de estas ocurrencias...
Cuando nos encontramos con alguno de estos especímenes -cosa que al parecer es cada vez más frecuente- una vez ha mostrado, por ejemplo, su inquebrantable rechazo a la exhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, es fácil anticipar su opinión sobre temas como el feminismo, Cataluña o la inmigración. ¿Qué línea oculta subyace a esta visión del mundo? ¿Cuáles son los pilares fundamentales sobre la que se sustenta?
Veamos algunos de esos fundamentos a la manera de una caricatura: resaltando lo que resulta más llamativo, pero sin aspiración alguna de realizar una descripción “naturalista” del “fenómeno”. Y, con ánimo simplificador y entendiendo que la “mujer facha” es producto de un pensamiento claramente patriarcal, lo haremos refiriéndonos exclusivamente al “hombre facha”.
METAFÍSICA: EL FACHA Y LO TRASCENDENTE
El facha, sin que -al menos en su gran mayoría- sepa ni de qué va el asunto, encuentra los orígenes de su concepción de lo real en el pensamiento socrático-platónico y, en general, en toda filosofía idealista. En todos estos casos, el orden del mundo viene dado por un principio eterno e inmutable -verdadera realidad- que inflige a aquel un único modo de ser universalmente válido. El mundo de lo inmanente -de la vida- solo puede aspirar a reproducir ese modelo, esa Verdad trascendente, que existe en un plano superior al humano, llámesele a este Idea de Bien, Dios o Espíritu.
Así, el facha no entiende que las cosas deban cambiar. Lo que siempre ha sido, siempre será, y el ser humano y sus derivas relativistas no deben actuar contra el modo natural de ser las cosas. Las cosas son como deben ser, tal y como sentenciaba Hegel cuando concluía: “Todo lo real es racional y todo lo racional es real”. Porque lo real, para serlo, debe someterse al imperio de lo que siempre ha sido y será racional. Todo lo que no es -nuestros sueños, nuestras esperanzas y nuestras luchas- resulta irracional. El hombre es hombre (heterosexual) y la mujer es mujer (heterosexual); el blanco es blanco y el negro es negro; los ricos son ricos y los pobres son pobres. Y así debe ser. Y si, por circunstancias de la historia, las cosas han cambiado y se ha perdido aquel reflejo exacto del orden divino que alumbraba España en el pasado, la “nostalgia” invade al hombre facha y saca sus trapos a pasear con la anhelante exigencia de “hacer a España grande otra vez”.
El facha se autoconsidera referente y límite de lo que es, marcando la frontera con aquello que, al no ser como él, acaba constituyendo un modo inferior de ser.El facha, en definitiva, se ve a sí mismo como representante exacto de ese ser trascendente, de lo que es verdadero, auténtico y real. De la ley y el orden. Lo que no es como él, por tanto, se convierte en un simulacro de realidad, en un ser descendido. El facha se autoconsidera referente y límite de lo que es, marcando la frontera con aquello que, al no ser como él, acaba constituyendo un modo inferior de ser.
POLÍTICA: EL FACHA Y EL PODER
Ya lo decía Platón: solo el que conoce la Verdad absoluta -trascendente- puede gobernar; lo contrario sería irracional. El pueblo debe plegarse a esa Verdad que, en realidad, está más allá de su comprensión, como decía, solo al alcance de unos pocos. Los guardianes -las modernas fuerzas de seguridad- se encargarán de que cada individuo y cada clase social ocupe y se mantenga en su lugar en el orden natural del mundo dado que, en nuestra ignorancia e irracionalidad, no siempre somos capaces de ocupar ese lugar por nosotros mismos. A veces, hasta nos rebelamos.
Para el facha, quien gobierna debe hacerlo con mano dura. Y debe hacerlo según ese orden natural del mundo en el que la desigualdad es parte de la racionalidad de lo que es: la de la mujer respecto al hombre; la del negro respecto al blanco; la del pobre respecto al rico. Con un añadido liberal en cuanto a lo último: un pobre puede hacerse rico si trabaja y se esfuerza lo suficiente (la famosa meritocracia). Pero eso sí: “siempre habrá ricos y pobres”. Y no por casualidad: la desigualdad es parte de la racionalidad propia de ese principio trascendente -in-humano- que da ser a lo real.
ANTROPOLOGÍA: EL FACHA Y LA MALDAD NATURAL DEL SER HUMANO
Para Platón, la acción moral tiene su fundamento en el conocimiento de la Verdad, como decíamos, solo al alcance de unos pocos. La mayoría de la gente, por tanto, es incapaz de actuar conforme a los principios universales que rigen la acción correcta, dado que no poseen tal conocimiento. En la práctica, somos seres egoístas ajenos a la moralidad más básica. Al fin y al cabo, tal y como glosaba Hobbes, “el hombre es un lobo para el hombre”. Los elementos más antisociales del pensamiento liberal han sido también perfectamente asimilados por el facha.
Para el facha la desigualdad es parte de la racionalidad propia de ese principio trascendente -in-humano- que da ser a lo real.El facha se enorgullece de no fiarse de nadie. De ir a la suya. “Como todo el mundo”. Todo ser humano es egoísta y corrupto. También los políticos y los gobernantes. Solo hay que darle a alguien la oportunidad de robar y lo hará. Por eso sigue votando a ladrones y corruptos. Por eso celebra el “orgullo patrio” sacando a pasear tanques y huestes engalanadas el mismo día del año en que se inició uno de los mayores genocidios de la historia de la humanidad. Por eso someterá y explotará a quien pueda y cuanto pueda. Las “putas” están para eso. Las “razas” inferiores, también. Todos y todas haríamos lo que él. Para el hombre facha hay cosas más importantes que luchar contra la naturaleza humana; es necesario marcar las distancias con aquello que esa misma naturaleza ordena recrear en el mundo: la mujer sometida, el negro sometido, el pobre sometido.
ÉTICA: EL FACHA ANTE EL SUFRIMIENTO AJENO
A partir de Platón, toda la tradición dominante de la filosofía encuentra el fundamento de la moral en el ámbito de lo racional. La frialdad de la razón es el único camino que asegura la acción correcta. Para David Hume, sin embargo, ese fundamento solo podemos encontrarlo en la humanidad -la empatía, para entendernos- definida como aquel “sentimiento positivo por la felicidad del género humano, y resentimiento por su miseria”.
El facha -tan ajeno a la tradición filosófica que lo creó como esclavo de ella- no siente empatía. Tampoco le interesa hacerlo. Se siente orgulloso de ello. Es más, el hombre facha se define por oposición al otro: él no es mujer, ni negro, ni pobre. Ni mucho menos homosexual. La violencia es la forma más directa y, hay que decirlo, más a su alcance, de marcar esas distancias. El dolor del otro -humano o no humano- es un abismo vacío y nebuloso anclado en lo profundo de su percepción del mundo. La mujer violada, el negro que huye de la guerra y la muerte, el pobre que no tiene dónde cobijarse a sí mismo y a los suyos… Son cosas que no van con él, que no consiguen formar parte de aquello que da fundamento a lo que él considera correcto. La razón -esa Verdad inmutable y trascendente que gobierna el mundo-, sin embargo, sí da motivos para mantenerse al margen de buenismos “sentimentaloides”: la mujer debe seguir siendo mujer, el negro debe seguir siendo negro, el pobre debe seguir siendo pobre. Y si eres mujer, negra y pobre, y encima eres lesbiana, ya sabes lo que te toca.
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Menudo artículo tan poco trabajado y vago. Se nota que está escrito desde el puro odio, y cruzo los dedos para que este profesor ni tan sólo deje ver su ideología a sus alumnos, porque vaya tela. Ya de primeras no se consigue nada si solamente insultas y tratas de im****l (aunque es probable que lo sea) al verdadero fascista porque solamente se pondrá a la defensiva y se convencerá de que ahora tiene verdaderos motivos para odiar a los que antes odiaba desde la ignorancia, pero además el autor suelta alguna que otra perla. Ya me dirás tú cómo el blanco debe dejar de ser blanco, el negro deje de ser negro y la lesbiana deje de ser lesbiana. Ya me dirás por qué la mujer no puede ser fascista a menos que esté manipulada por el patriarcado -¿estáis sugiriendo que las mujeres son est*****s (lo escribo así porque igual me borráis el comentario, con lo que os gusta la libertad de expresión) y no pueden encontrar o defender sus ideales a menos que se los imponga un hombre?-. Ya me diréis qué tiene que ver el liberalismo con el fascismo o el misantropismo, cuando 1) la única vez que "coincidieron" fue en la dictadura (un sistema político odiado por el liberalismo) de Pinochet y 2) el liberalismo defiende la posibilidad de cada ser humano de llevar a cabo su propio proyecto de vida sin interferir con los de los demás, así que está inherentemente en contra de, p.ej. la discriminación por sexo o color de piel y sus consecuencias (como el mal****o, el mach***o y la esc*****ud). Ya me dirás por qué se deja caer que la propiedad privada puede perfectamente ser vio***a sin consecuencia alguna (curioso, porque vosotros sois los más capitalistas aquí, vendiendo una bolsa cutre y una suscripción al diario a 20 eurazos) y la inmigración ilegal es completamente justificable y sana (pues se ha demostrado infinitas veces que dejar que entre una persona sin ningún tipo de documento ni antecedente, que proviene de una cultura extremadamente mach***a es sinónimo de vio******es y at**cos, y esto viene de un inmigrante de 2a gen.). De un facha no me fiaría demasiado, pero de alguien que escupe este tipo de odio contra uno de los más grandes filósofos de la historia y lo tiene responsable de cosas tan graves tampoco, oye.
Triste el documento de un profesor de filosofia, incongruente en el aspecto filosofico de Platon en principio. Denuncia de inicio la tradicion cristiana pero solo abate en argumentos de Platon sin mostrar la moral cristiana, que es justamente donde la "empatia" que refuerza como valor antifacha, se vuelve notable y normado. Espero sus alumnos busquen no solo oirle, sino ser criticos con su enseñanza diaria.
Un poquito tramposo el artículo. Se podría aplicar a otras tendencias ideológicas, sustituyendo unos términos por otros. Como comentaban abajo, comparto enemigo pero me resulta algo simplista el tratamiento y la vinculación con según que ideas filosóficas. Parece más una crítica al idealismo que al fascismo.
"Y si eres mujer, negra y pobre, y encima eres lesbiana, ya sabes lo que te toca."
Para las tres primeras condiciones hay una solución, según varios artículos en este medio: métete a puta. Lo llaman "trabajo sexual" y "obreras del sexo", pero a ellas les dicen que mejor eso que trabajar y seguir siendo pobre.
Cuando lo empecé a leer pensé que había entrado en el mundo today. Luego ya me di cuenta de que pretendía ir enserio ... No creo que todo valga. Aunque comparta el enemigo, no comparto el tratarlo de tal. De que todo lo malo sea categóricamente malo, y lo bueno bueno por qué si.¿Cual es la diferencia entre esto y un artículo facha? ,¿Que cambia A por B y la lógica sigue siendo la misma?
Todas las referencias citadas son perfectamente aplicables a una manera de entender las cosas: el fascismo. Si no confluimos en que es categóricamente malo, "hay algo aquí que va mal".
Todo esto está muy bien visto.
Pero prefiero artículos que construyan un mundo alternativo a ese que se critica.