Feminismos
Saldremos de nuestra madrigueras con catanas

Otro episodio de machismo español. Nuestra compañera Paula Martínez reflexiona sobre los obstáculos que el feminismo sortea diariamente.
Colegio Mayor Elias Ahuja -noche
Fotograma del video de los insultos y gritos machistas del Colegio Mayor Elías Ahúja.
11 oct 2022 10:00

Hay muchas madrigueras cotidianas. Uno de los obstáculos que las feministas tratamos de sortear a diario es la sensación de estar molestando; esa especie de culpa que sentimos cuando señalamos las conductas que atentan contra nosotras. Al calificar como agresiones aquellos comportamientos que han estado normalizados durante mucho tiempo, sin duda, se imponen (o tratan de imponer) que ocultemos nuestras críticas en alguna madriguera.

No creo que los gritos y las imágenes de cierto colegio mayor nos hayan producido escalofríos sólo a las feministas. Sin embargo, no tardaron en salir los mensajes disculpando a los hombres del colegio. Algunos de ellos, incluso, fueron expresados por mujeres a las que directamente iban dirigidas aquellas vejaciones. Todo ello saca a relucir la existencia de una compleja trama de respuestas emocionales en tensión que van de la indignación a la culpa y de la indolencia a la impugnación sosteniendo o socavando, según los casos, el discurso machista.        

A la vista del enésimo episodio del machismo español, hay dos aspectos que no pueden pasarse por alto. No es casualidad que los hombres que sienten tal impunidad a la hora de gritarnos “putas” desde sus ventanas lo hagan desde un colegio mayor de Madrid cuya cuota mensual es mayor que el salario mínimo interprofesional. No es casualidad que las exculpaciones que hemos escuchado hayan salido de su homólogo femenino. Si algo ha enseñado el episodio es el vínculo esencial entre patriarcado y capital. Y, desde una perspectiva feminista, la necesidad de combatir ambos frentes a la vez y sin concesiones.

Como dice Rita Segato, deshacer el patriarcado sería inocuo sin atacar la concentración de capital. Los últimos empujes del feminismo han hecho posible la aprobación de una abundante legislación en materia de igualdad, generando unas grietas que nos pueden servir para disputar la acumulación de la riqueza y emprender una política de redistribución.

Como andaluza he experimentado una doble repulsión: desde un punto de vista feminista y desde un punto de vista de clase social. El feminismo andaluz entiende bien que nuestra lucha tiene sentido dentro de la lucha de un pueblo que trata de descolonizarse para, gobernándose a sí mismo, salir con dignidad de la situación de subdesarrollo y subalternidad que padecemos. Mi impresión, como feminista andaluza que tiene algo que decir respecto al episodio madrileño, es que el feminismo andaluz tiene motivos para salir de las madrigueras, pero bien armadas. Y es que las andaluzas experimentamos formas de opresión concretas. Por ejemplo, nos chocamos con una tasa de desempleo sin parangón en el conjunto del estado superior al 20 por ciento.

En el verano de 2018 se modificó la Ley de Igualdad Andaluza (Ley 12/2007 para la promoción de la igualdad de género en Andalucía). La reforma consistía fundamentalmente en añadir unas disposiciones sancionadoras. Es decir, ante conductas machistas de distinta índole, la Administración puede imponer sanciones económicas. De haber transcurrido en Andalucía, los hechos que tuvieron lugar en Madrid hace pocos días podrían ser tipificados como una infracción muy grave. De entrada, eso conllevaría la imposición de multas que oscilan desde 60.001 hasta 120.000 euros. Además, la ley contempla sanciones accesorias como la prohibición de acceder a cualquier tipo de ayuda pública concedida por la Administración y sus entes instrumentales por un periodo de tres a cinco años; la pérdida de forma automática de cualquier tipo de ayuda pública; la inhabilitación temporal, por un periodo de tres a cinco años, para ser titular de centros o servicios dedicados a la prestación de servicios públicos; o el cierre o suspensión temporal del servicio, actividad o instalación por un periodo de hasta cinco años.  No hay que olvidar que los gritos se lanzaron desde un colegio mayor adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, una universidad pública.

La normativa andaluza –la Comunidad de Madrid carece de nada semejante– es importante porque permite sancionar administrativamente conductas machistas. En otras palabras, esta ley constituye una herramienta formidable para contrarrestar esa peligrosa alianza entre patriarcado y capital. Al dejar de financiar a las organizaciones que amparan las conductas machistas se estarían generando ingresos públicos para sanidad, servicios sociales o educación. Sin duda, la ley andaluza tiene un gran potencial.

Por tanto, cabe extraer una primera conclusión: usar los instrumentos legales a nuestro alcance es un imperativo. Pero la segunda conclusión no es menos importante: pese a estar vigente desde 2018, la ley andaluza nunca ha sido aplicada. La ley autonómica, que es de la más avanzadas de nuestro entorno, nunca ha causado efecto alguno. Es como si en Andalucía no hubiera machismo que lamentar y, por tanto, que sancionar. Lejos de poner de relieve un contexto de emancipación femenina, este dato demuestra que las leyes de que disponemos las mujeres pueden ser (y de hecho son) neutralizadas en la práctica. Todo puede quedar en agua de borrajas si no existe un movimiento feminista que vigile en pro de la aplicación de las leyes que tanto esfuerzo nos han costado y que, dicho sea de paso, tanto rédito propagandístico han aportado a ciertos partidos. La tarea del feminismo andaluz es salir de la madriguera con estas preciosas catanas que el pueblo andaluz, en ejercicio de su autogobierno, ha puesto en nuestras manos.

Sobre este blog
Realidades jurídicas, sociales y económicas desde una perspectiva transformadora. Coordinado por Autonomía Sur Cooperativa Andaluza.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Congreso de los Diputados
Congreso Esto es lo que hay y lo que queda fuera en el segundo Pacto de Estado contra la violencia de género
De las 462 medidas, ninguna menciona el concepto de “feminicidio” ni aborda la violencia obstétrica, como hace notar ERC. EH Bildu señala un sesgo punitivista con las trabajadoras sexuales.
Violencia machista
Congreso Violencia económica, digital o vicaria en el nuevo Pacto de Estado contra la Violencia de Género
La Subcomisión para la renovación y actualización del pacto acuerda elevar a la Comisión de Evaluación y Seguimiento el texto con más de 400 medidas contra diferentes formas de violencia machista.
Justicia
Juicio a Rubiales Así ha sido la declaración de Rubiales en la Audiencia Nacional
Rubiales mantiene que tuvo consentimiento explícito, niega las consecuencias de los hechos sobre Jenni Hermoso y obvia las presiones que describieron los testigos.
Sobre este blog
Realidades jurídicas, sociales y económicas desde una perspectiva transformadora. Coordinado por Autonomía Sur Cooperativa Andaluza.
Ver todas las entradas
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.
Paterna
Paterna Vandalizan el muro de Paterna donde el franquismo fusiló a 2.238 personas
El paredón amaneció este viernes con grandes letras pintadas con spray negro donde se podía leer “Sagredo eres maricón y tarado”, en referencia al alcalde del municipio.
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.
Opinión
Opinión ¡Que vivan los aranceles!
Que Trump propugne aranceles no debe hacernos caer en la trampa de defender los intereses de los grandes oligopolios.

Últimas

Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Comunidad de Madrid
Movilización por la educación 23F: el día que una veintena de colectivos llenarán de verde Madrid para defender la educación pública
La comunidad educativa de todos los niveles en la enseñanza se prepara para una movilización que arrancará a las 12:00 horas desde Atocha hasta Sol, en la región que menos invierte en educación por estudiante.
Política
El Salto Radio Podcast | ¿Cancelar la cancelación?
Hablamos con Antonio Gómez Villar, a partir de su libro “Cancelar no es transformar” sobre malos entendidos y límites de esta acción política
Opinión
Opinión ¡Que vivan los aranceles!
Que Trump propugne aranceles no debe hacernos caer en la trampa de defender los intereses de los grandes oligopolios.
Galicia
Memoria histórica Cultura, exilio y lucha de las bibliotecarias gallegas durante la Segunda República
Durante los primeros años treinta, las bibliotecas se convirtieron en espacios de trabajo ideales para un modelo de mujer que aspiraba ser independiente y que había manifestado un claro compromiso político. La Guerra acabó con todas sus aspiraciones.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Sindicatos piden el cese de la dirección del Hospital 12 de Octubre tras las obras de remodelación
Los problemas con las nuevas instalaciones han cristalizado en una unión sindical que ha reclamado formalmente el fin de la cúpula de dirección tras ser “ignorados” de manera “sistemática”.
Opinión
Opinión La unidad del anarcosindicalismo es la acción conjunta
Al hilo de supuestos movimientos desde la CGT hacia la unificación con CNT es necesario diferenciar entre lo que es una relación en clara mejora y lo que sería un proyecto real en marcha.

Recomendadas

Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.