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Sanidad
La necesidad de la salud
La enfermedad suele ser más escuchada por los médicos que la salud. Ese puesto de autoridad que no quieren perder se retroalimenta con el sufrimiento que esta sociedad extremadamente capitalista provoca en las mentes y los cuerpos. Un estudio dice que los médicos dejan hablar a los pacientes 23 segundos antes de interrumpirles, 12 segundos en el caso primaria. El sufrimiento te hace ser obediente, te desorienta, y el paternalismo te hacer venerar sus egos, a la vez que te lleva a buscar en google la explicación a lo que el médico te dijo en la consulta y no comprendiste.
El corporativismo, ese ego profesional, está detrás de gran parte del problema sanitario en España. Y no quiero decir que no haya grandes personas que se dedican a la medicina con unas altas dosis de vocación detrás, pero se diluyen en uno de los grupos con más endiosamiento y corporativismo que existen, no consiguen desvincularse de la corriente mayoritaria que los arrastra. Pueden criticarse entre ellos, odiarse, pero lo que si debieron aprender muy bien en alguna asignatura es que son un colectivo compacto que debe flotar siempre por encima. En España el ratio de médicos no está por debajo de la media de la unión europea. Según los datos únicamente faltan 5.000 médicos en atención primaria, la especialidad que debería esta más enfocada a la salud, ¿casualidad? Y otro dato ilustrativo y sorprendente, nunca ha habido tantos médicos ejerciendo en España, aunque siempre se publicite que este es el problema. No ocurre lo mismo con las enfermeras, ninguneadas por los medios de comunicación y más por los gobiernos de las comunidades. Son las que sustentan como pueden el verdadero sistema de salud, junto con otros profesionales sanitarios también ninguneados o casi ausentes de la política. Faltan en nuestro país 100.000 enfermeras para acercarnos a la media europea.
Que la sanidad esté cada vez menos enfocada a la salud es un objetivo de esos poderes que no son capaces de parar, o al menos gestionar, los políticos. Si es que de verdad quieren hacerlo. Poderes a los que se pliegan los profesionales de medicina, haciéndoles genuflexiones y poniendo la mano para recibir sus dádivas. Quien mueve el mundo, quien educa a las personas, son las empresas a través de la libertad que predican sus voceros desde los medios. Al parecer, según ellos, necesitamos libertad para atiborrarnos de comida preparada, de productos cárnicos basados en la explotación animal, humana, y del medio ambiente, alcohol y otras drogas legales, no hablemos de las ilegales que también usan la libertad para reafirmarse. La libertad como tal no existe y no es la que pretenden aquellos que tanto la predican, de lo que se trata es de un egoísmo que conforma a las personas en castas, cada acción libre tiene sus consecuencias en niños, niñas, mujeres en su gran mayoría, también hombres, es una escalera soportada en la espalda de dignidad del que está debajo
Y volviendo al tema de la salud, es un objetivo que deberían tener todos los gobiernos, y esto se consigue con educación al consumo, con impuestos a productos perjudiciales, con promocionar el respeto al medio ambiente del que formamos parte, promover la actividad física, además con una lucha decidida contra las mafias de la droga, y contra la drogas legales promocionadas también y que nadie se atreve a estar en contra de ellas, apostar por una sanidad preventiva, transversal que impregne diferentes aparatos del estado, el más importante, el de la educación, y también como no, igualdad, en el que los médicos y médicas sean un eslabón de esta cadena, importantes pero no únicos, que el pivote gire sobre las personas, sobre la calidad de vida, y no sobre la jerarquización de la atención sanitaria, etc.