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Educación
Inquietud ante los movimientos de Madrid para avanzar hacia la reapertura de las aulas
Mientras las plantillas de educación especial e infantil alertan de la ausencia de protocolos de prevención y de la dificultad de aplicar medidas de distancia social en sus aulas, desde CC OO denuncian la falta de un plan de control de riesgos.
Pese a sus repetidos intentos, al menos en el plano de la presión política, de avanzar en la desescalada, la Comunidad de Madrid aún no ha pasado a la fase 1. En este contexto, el gobierno regional, a través de su consejería de Educación, tiene la intención de ir avanzando hacia la vuelta a las aulas. Para ello, ha instado a comenzar el proceso de admisión, que durará desde hoy 19 de mayo hasta el 5 de junio. También se apunta a la pronta reapertura de los centros de educación infantil y especial. Se trata de pasos que han generado inquietud ante la falta de protocolos de prevención y materiales de protección suficientes.
“La consejería tiene el firme propósito de reabrir los centros educativos sin atender a la fase de desescalada en la que está Madrid, que es la fase cero, y sin que exista una evaluación de los riesgos que conlleva la apertura de los centros educativos”, denuncia Isabel Galvín, secretaria de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en Madrid. Galvín señala que a pesar de sus reiteradas peticiones la Consejería no ha accedido a reunirse con el sindicato, y considera que se está forzando una apertura que conlleva “una grave imprudencia porque se pone en riesgo al profesorado, a las familias y la salud pública”. El pasado domingo FeCCOO presentó una denuncia ante la Inspección de Trabajo al considerar que es urgente una intervención.
“La consejería tiene el firme propósito de reabrir los centros educativos sin atender a la fase de desescalada en la que está Madrid, que es la fase cero, y sin que exista una evaluación de los riesgos”
Mientras, según denuncia el sindicato, ayer mismo se movilizó a los equipos directivos para participar en el proceso de admisión, decisión que entraña la entrega de solicitudes en papel, algo que, recuerda Galvín, “incumple incluso las recomendaciones de la autoridad sanitaria para la fase uno”. Además, señalan que no hay directrices para ordenar el acceso a los centros y nada se ha establecido en cuanto a la disminución de ratios.
La falta de protocolos viene acompañada de la escasez de material de protección. Ante las escasas mascarillas facilitadas y la cantidad mínima de gel hidroalcohólico, profesionales de los centros que podrían abrir próximamente mostraban su incredulidad en los grupos de WhatssApp.
Ayer 18 de mayo, desde CC OO se estaba trabajando en una nueva denuncia relativa a la escasez y el tipo de materiales. Para las y los educadores que serán pronto requeridos en las aulas, si bien la falta de materiales es problemática el desafío va mucho más allá y aún se está lejos de poder afrontarlo.
“Creo que en educación especial pasa un poco como en infantil, da igual los materiales de prevención que te den, no puedes impedir que un chaval o un niño se acerque a otros menos de un metro”, reflexiona una profesora de educación especial. En su sector considera que el problema es aún mayor, pues si bien niñas y niños de 4 o 5 años pueden entender y adecuarse a algunas pautas de seguridad, sus alumnos, con distintos niveles de diversidad funcional, no van a poder entender ni por tanto adaptarse a esas medidas. “Casi todos los alumnos que tengo no salen con la mascarilla puesta porque que no la soportan, en segundo lugar no pueden llevar mascarillas porque no se les comprende nada de lo que dicen, si normalmente hay dificultades para entenderlos pues imaginaros con las mascarillas”.
“Creo que en educación especial pasa como en infantil, da igual los materiales de prevención que te den, no puedes impedir que un chaval o un niño se acerque a otros menos de un metro”
Más allá de la comunicación, la falta de autonomía del alumnado, la necesidad de apoyarles en actividades de higiene, de darles de comer, de acompañarles, en general, imposibilitan mantener la distancia, apunta esta profesora. Por no hablar de la angustia que podría provocarles verse separados por pantallas transparentes, e incapacitados de abrazar o interactuar físicamente entre sí, alerta. “Creo que lo mejor es esperar a septiembre y ahí ya ver qué medidas vamos a tener que tomar con la nueva situación que hay, pero ahora, así de pronto decir: venga en una semana volvemos, yo no lo veo viable”.
Otra profesional del gremio, que trabaja con alumnos con un grado de dependencia muy alto, coincide en que sería arriesgado e irresponsable retomar la actividad en los centros en estas circunstancias: “Yo entiendo la posición de algunos padres y hasta que se nos conciba como una guardería, pero no entiendo nada más”, plantea antes de recordar que los centros tuvieron que donar el material de protección del que disponían. “Nuestras enfermeras continúan en los hospitales y centros de salud. ¿Quién me protege? ¿Mi equipo directivo que poco más o menos sabe lo que yo de protección de riesgo?”. Esta educadora encuentra inasumible ahora mismo retomar la actividad aún con materiales de protección. “¿Nos van a dar EPI a 40 grados temperatura ambiente? ¿Mis chicos van a llevar mascarilla?”.
La falta de autonomía también afecta a los menores de seis años que en principio podrían volver a las aulas pronto. Las y los profesionales de educación infantil tienen aún muy presente cómo la Comunidad de Madrid prescindió de ellos desde los primeros días del confinamiento, primero suspendiendo los contratos con las empresas que gestionaban la red de centros infantiles de la comunidad y más de un mes después, cuando las plantillas de educadoras y educadores llevaban ya un mes teletrabajando, dejando retroactivamente sin financiación los convenios de educación infantil con los municipios.
Ahora, las miles de personas que, a diferencia de lo que ha sucedido en el resto de las etapas educativas, están en ERTE, pueden ser pronto requeridas para retornar a las aulas. ¿En qué condiciones? Denuncian que aún no saben casi nada, solo que equipos directivos junto a personal de los ayuntamientos comenzarían trabajando en el proceso de admisión.
“Lo que realmente nos preocupa es el daño psicológico y emocional que podrían recibir las criaturas de hacerse efectiva la reapertura y tener que cumplir unas medidas de distanciamiento”
“Algunas empresas han empezado a elaborar protocolos propios por si se hiciera efectiva la reapertura de las escuelas”, constata un educador infantil, integrante de la plataforma Con infantil no se juega. La única referencia es que el gobierno de España, recuerda, fijó pautas para que los equipos pudieran volver a los centros en la fase 1, y se reabriesen las aulas en la segunda fase, pero son las comunidades autónomas y ayuntamientos las que las ejecutan.
Y en el caso de la Comunidad de Madrid, según denuncia, “la única información real acerca de medidas de prevención que hemos recibido ha sido la que nos han transmitido los sindicatos”. Así como las compañeras de educación especial duda de que medidas de prevención como la distancia social, puedan ser aplicables en las aulas infantiles, pues, defiende, que siendo los cuidados una parte esencial, y un ámbito de aprendizaje fundamental en estos centros, la cercanía y el contacto forman parte de su labor educativa.
Más allá de los contagios, señala este educador, que recuerda que se han tenido que cerrar 70 centros en Francia tras su reapertura, “lo que realmente nos preocupa es el daño psicológico y emocional que podrían recibir las criaturas de hacerse efectiva la reapertura y tener que cumplir unas medidas de distanciamiento”.
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Se supone que estamos en una fase de desescalado y que los gestores publicos deben actuar en función de las necesidades.De cada momento.
Resulta cuanto menos pedir EPIS para la atención en colegios, también los hubieran podido pedir las cajeras de supermercados.
Los servicios públicos tendrán que reiniciar la actividad en las mismas condiciones que el resto.
Es increíble que se puedan abrir museos, bibliotecas con el aforo correspondiente y que se nos diga que no están preparados.
Sin embargo si estamos preparados para las rebajas.
Qué aceleren los protocolos. Los niños tienen derecho a una educación de calidad que no están recibiendo. Los profesores parece que no se consideran esenciales.
Mas de lo mismo
Con una presidenta como la pecas, que habla con los empresarios, antes que agentes sanitarios y sociales, anteponiendo sus intereses a la salud de los madrileños (niños incluidos, sinvergüenza) , y alentando a los señoritos ...... No es sorprendente