We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Educación
Educación inclusiva e incluida: el cambio de mirada necesario
Para arropar este proyecto quisimos contar, además, con un marco inmejorable. Las paredes del espacio se llenaron de las fotografías de Paula Verde y de los breves, pero contundentes, textos de Ignacio Calderón Almendros, cuyo proyecto Reconocer la diversidad ha sido concebido para disfrutar cuestionando nuestras formas de pensar, sentir y actuar respecto a la educación y las diferencias. Desde estas líneas os invitamos a conocer ese proyecto y a viajar a ese lugar incómodo al que sus autores quieren trasladarnos a través del cuestionamiento de nuestra propia realidad.
En esta sesión, queríamos hablar desde una mirada ampliada de lo que se conoce por atención a la diversidad del alumnado. Nuestro planteamiento partía del cuestionamiento de la segregación escolar, ya que consideramos que la escuela debe evitar cualquier tipo de discriminación, ya sea porque la persona presente algún tipo de discapacidad, en lo que se conoce como la diversidad funcional, o bien por otros motivos. Pero queremos ir un paso más allá, porque creemos que el sistema educativo está promoviendo entre el alumnado un tipo de segregación, quizás menos visible, ligada a la clase social, la etnia y la cultura y, por ello, defendemos la idea de una Educación inclusiva e incluida.
Educación
Del Dis al Capaz. La educación inclusiva en Extremadura.
Un cambio de mirada para transformar
Todas las leyes educativas han situado la Educación inclusiva como una de las metas del sistema educativo. Sin embargo, ha sido la LOMLOE la que ha generado una gran polémica y preocupación entre las familias, debido a que se ha utilizado la para atacar al gobierno, incluso utilizando bulos, que provocaron no pocos titulares sobre los cierres de los Centros de Educación Especial y algunas otras barbaridades. No queremos alimentar ese debate, aunque sí consideramos urgente avanzar en ese camino ya que, de hecho, de alguna forma se pretende mantener un sistema bastante excluyente, ya que los colegios de educación especial se construyeron en el extrarradio de las ciudades, en las afueras, tratando de ocultar o alejar una realidad que podía resultar “incómoda”. Los enviaron a la periferia. Y ahí siguen muchos centros como el CEE Los Ángeles de Badajoz, el CEE Aguasantas de Jerez de los Caballeros, la Casa de la Madre de Mérida, el CEE Antonio Tomillo de Zafra, etcétera, etcétera. Más bien se construyó una educación “exclusiva”, que excluye y oculta la diferencia.
Susana Fajardo, junto a Ignacio Calderón, ha participado en uno de esos proyectos que tratan de transformar esa realidad, el proyecto de “Quererla es crearla”. Susana aboga fervientemente por un cambio de mirada. Considera que una Educación inclusiva más inclusiva es, no sólo posible, sino necesaria. Ya se han perdido demasiadas vidas por el camino, demasiadas oportunidades, demasiadas personas han visto truncadas sus expectativas de vida y tenemos que empezar transformando nuestra mirada. Pero para hacerla realidad hace falta un análisis crítico de la realidad que vivimos, de los recursos que necesitamos y qué tipo, pero siempre teniendo presente que lo primero es el cambio de mirada.
Los colegios de educación especial se construyeron en el extrarradio de las ciudades, en las afueras, tratando de ocultar o alejar una realidad que podía resultar “incómoda”. Los enviaron a la periferia
Sin embargo, no se ha producido un debate sereno y constructivo en torno a este tema tan importante, pese a que el derecho a la Educación inclusiva es un derecho del alumnado que, realmente, no es una cuestión novedosa sino un tema irresuelto desde hace casi treinta años. Fue, de hecho, promulgado por la ONU en la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, que España firmó y ratificó el 3 de mayo de 2008, tras suscribir la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en 2006 y, más recientemente, ha sido incluido en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de la ONU, donde literalmente se exige a los países “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos (y todas)”. Para ello, Susana Fajardo considera que la formación del profesorado es un elemento clave para conseguir el cambio de mirada. Debemos cuestionar lo que hacemos y cómo lo hacemos y dar participación a la comunidad educativa y escuchar, prioritariamente a nuestro alumnado.
En busca de la equidad perdida
Entre los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), el número 4 establece como compromiso: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas las personas”. Parece un objetivo ambicioso, teniendo en cuenta la posición actual de nuestro sistema educativo y que las decisiones en política educativa adoptadas en Extremadura en los últimos tiempos van justo en la dirección contraria. Vamos a dar algunos datos que ejemplifican esta realidad.
España es el tercer país que más segrega al alumnado por renta familiar (OCDE, 2021) fundamentalmente por la competitividad y los procesos de exclusión generados por las decisiones políticas que han generado desigualdades estructurales y una doble red de centros. Pese a la advertencia de organismos internacionales o de movimientos como las Mareas verdes o el Foro de Sevilla, las leyes estatales permiten que las comunidades autónomas puedan eludir medidas inclusivas y sigan trasladando fondos de una deficitaria escuela pública a una escuela privada-concertada, lo que ha supuesto en nuestra región, por ejemplo, serios recortes en las plantillas docentes, el cierre de líneas y de dos centros educativos.
España es el tercer país que más segrega al alumnado por renta familiar (OCDE, 2021) fundamentalmente por la competitividad y los procesos de exclusión generados por las decisiones políticas que han generado desigualdades estructurales y una doble red de centros
Por otro lado, el Informe Equidad en la educación escolar en Europa. Estructuras, políticas y rendimiento escolar, confeccionado por la Comisión Europea, señala que los sistemas educativos equitativos desempeñan un papel importante en la creación de sociedades más justas e inclusivas y que los gobiernos son los principales responsables de garantizar la equidad en educación para que cada estudiante pueda alcanzar su propio potencial.
Hace tiempo que el sistema educativo español ha perdido los indicadores de equidad que había conseguido a finales del siglo pasado, cuya principal causa siguen siendo los conciertos educativos que promueven la segregación del alumnado, creando guetos educativos y provocando que el 37% de la juventud extremeña termine su vida académica sin el título de bachiller o que más del 20% que abandone los estudios sin ninguna titulación. Mientras no se adopten medidas de equidad educativa, el origen socioeconómico de los estudiantes y el nivel formativo de las familias seguirán siendo los elementos decisivos para el futuro de la vida académica y laboral de nuestra juventud. Si tu padre o madre no tiene estudios y tienen trabajos precarios, o no los tienen, tus opciones de terminar la ESO son ínfimas. A esta situación de partida, además, hay que añadirle la crisis de la covid-19, que está suponiendo un agravamiento de las desigualdades existentes: la brecha social aumenta.
La LOMLOE (2020) plantea compensar a los centros que tengan segregación escolar, no evitarla. No se evita la segregación escolar dentro de las escuelas con grupos de refuerzo, optativas y programas especiales que no son inclusivos; y entre escuelas, con conciertos que seleccionan al alumnado de forma homogénea por nivel socioeconómico, con la segregación por sexo o por alumnado extranjero. Sin embargo, tal y como denuncia la UE, se está promoviendo la segregación al fomentar la competitividad y la diferenciación de calidad entre las escuelas, las políticas de elección de centro, los criterios de admisión, la diferenciación temprana en itinerarios educativos y el grado de repetición. El informe destaca que la segregación académica ―agrupar al alumnado con el mismo nivel socioeconómico y cultural― es el único predictor con una influencia significativa en la falta de inclusión en Educación Primaria y uno de los más importantes en la Educación Secundaria. Dos datos para corroborar esta afirmación: en España la mayoría del alumnado de entornos medios y menos favorables están matriculados en centros públicos en un 93%, siendo en Extremadura del 97%.
El sistema educativo español ha perdido los indicadores de equidad que había conseguido a finales del siglo pasado, cuya principal causa siguen siendo los conciertos educativos que promueven la segregación del alumnado, creando guetos educativos y provocando que el 37% de la juventud extremeña termine su vida académica sin el título de bachiller o que más del 20% que abandone los estudios sin ninguna titulación
Sin embargo, de acuerdo con Ramón Besonías, los problemas del sistema educativo son estructurales, mostrándose muy crítico con las decisiones políticas adoptadas en los últimos tiempos. Han pasado más de veinte años de las transferencias educativas y una pandemia, lo que sumado al cortoplacismo y la falta de voluntad de las instituciones educativas, ha provocado daños estructurales que han agravado las dificultades no sólo del alumnado más vulnerable ―que prácticamente estuvieron un año sin atención educativa real y efectiva en un entorno sin medios ni ganas,― sino también a familias con hijos con niveles competenciales medios, que han perdido musculatura en su aprendizaje básico. Las instituciones educativas deben preparar el andamiaje para que la comunidad educativa pueda construir sociedades más equitativas.
Dos factores son, a su juicio, los elementos clave a tener en cuenta: la pauperización de la comunidad educativa y la desinversión en Educación. Los criterios de gasto educativo de los fondos europeos de recuperación no auguran un criterio sensato y justo para solucionar esta situación. Buena parte de ese gasto irá a programas que en nada mejoran los efectos nocivos del COVID sobre el sistema educativo: véase digitalización y centros bilingües.
Para luchar contra esta realidad, el CEIP Juan XXIII se ha volcado en un proyecto para trabajar con la comunidad. “Ese proyecto ―nos cuenta Cecilia Chamorro, la directora hasta junio de este año― llamado Conecta con tu barrio era, originalmente, un proyecto de Aprendizaje Servicio que pretendía establecer lazos de unión con la barriada, pidiendo un espacio cedido en el centro social de la Asociación de Vecinos del barrio para organizar allí diferentes talleres que nos permitieran relacionarnos con mayores y pequeños vecinos ofreciendo un servicio cultural y de ocio a la barriada de San Juan. Lo que ocurrió fue algo que suele ocurrir con este tipo de proyectos, y es que cobran vida propia, el proyecto creció y creció hasta convertirse en una puesta en marcha de metodologías activas dentro del aula, gamificación, tertulias literarias dialógicas, actividades multinivel, aprendizaje basado en proyectos y, por supuesto, el Aprendizaje servicio, lo que nos permitió trabajar en un aula muy muy diversa de forma totalmente inclusiva. Esto está plasmado por escrito en un proyecto que presentamos en Cultura Emprendedora, con todas las evidencias enlazadas en drive, en un SITE y un blog que nos dio el premio a uno de los 15 mejores proyectos regionales. El premio fue un viaje experiencial que supuso para mí una increíble experiencia profesional”.
Es necesario que los que estamos al pie del cañón asumamos que la escuela pública debe ser compensadora de desigualdades y procurar que en el momento que una alumna o alumno traspasa las puertas de un centro, debemos, detectar y derribar todas las barreras que le impiden, no solo el aprendizaje a nivel curricular, sino todo aquello que le impide desarrollarse de forma integra
Sin embargo, el proyecto se truncó, como todos sabrán, ya que la Consejería decidió cerrar el colegio y dejara todo un barrio sin centro educativo público.
Ramón Besonías, que conoce bien este tipo de centros (es docente en el IES San José de Badajoz), reconoce que quedan urgentes retos, como reducir ratios, invertir en plantillas de refuerzo y atención a la diversidad, pero sobre todo trabajar en modelos de centros que generen sinergias para el desarrollo comunitario, donde el educador social tenga un papel esencial en la mejora de las condiciones no solo educativas, sino sociales y económicas de su comunidad, en cooperación con claustros, familias, ayuntamientos y asociaciones del entorno.
Para Cecilia Chamorro, la relación entre pobreza y educación es evidente; “requiere un enfoque holístico y permanente por parte de las instituciones. La escasa inversión en inclusión educativa, sin una perspectiva multidisciplinar, favorece el agravamiento de esta situación. Está claro que los recortes de plantilla y la negación absoluta a la bajada de las ratios reman totalmente a contracorriente en el camino hacia una educación inclusiva, es muy posible que ese sea el primer paso de muchos que hay que dar, cotutorías y bajada de ratios”.
Esta maestra, reconoce que “hablar de educación inclusiva en los centros educativos es hablar de un tema controvertido aunque pueda parecer que no; es como hablar de política o de religión, hay tantas opiniones como personas y todas están seguras de tener la verdad en su poder. Hay una falta importante de concienciación en general y falta de formación docente en particular. Yo creo que es prácticamente imposible ofrecer una educación inclusiva en el aula sin haber ido a una formación con Coral Elizondo, sin haber escuchado a Silvana Corso, a Nacho Calderón, a Antonio Márquez…”.
En primer lugar se debe invertir en educación sin esperar que sea rentable, al menos a corto plazo, se necesita dinero para hacer verdaderamente accesibles los centros educativos, se necesitan diferentes tipos de profesionales
Cecilia señala los dos aspectos que, a su juicio, son los verdaderamente decisivos para convertir el sistema en más equitativo: “En primer lugar, se debe invertir en educación sin esperar que sea rentable, al menos a corto plazo, se necesita dinero para hacer verdaderamente accesibles los centros educativos, se necesitan diferentes tipos de profesionales. En segundo lugar, es necesario que los que estamos al pie del cañón asumamos que la escuela pública debe ser compensadora de desigualdades y procurar que en el momento que una alumna o alumno traspasa las puertas de un centro, debemos detectar y derribar todas las barreras que le impiden, no solo el aprendizaje a nivel curricular, sino todo aquello que le impide desarrollarse de forma integral. Para poder hacerlo, lo primero es conocer al alumnado casi como te conoces a ti mismo, cómo aprende, cómo se relaciona, qué le gusta, qué le pone triste, qué se le da bien y qué no, para poner el acento en sus fortalezas en lugar de en sus dificultades”.
El debate es enriquecedor y el diálogo aporta voces distintas e inspiradoras para abordar los problemas comunes. Por eso, os invitamos a ver el vídeo del coloquio que se realizó el día 23 de septiembre y os pedimos que reflexionéis sobre si la gran pregunta: la Educación inclusiva e incluida ¿es una quimera, una utopía o resulta posible? Nos quedamos con las palabras de Cecilia Chamorro, que a esta cuestión respondió: “estoy igual de convencida de que es totalmente posible como de que estamos muy lejos de que sea una realidad en los centros educativos”.