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Corrupción
'Jeltzale News' (II): El PNV adjudica 48 millones a la filial vasca de una empresa destinataria de la caja b del PP
Las elecciones del 3 de marzo de 1996, que terminaron con José María Aznar como presidente del Gobierno de España, fueron a su vez el inicio de la revolución de los ‘Spanish neocon’; los prolegómenos de la desregulación económica, la política fiscal favorable a los ricos y la especulación con el suelo. Pero, sobre todo, de la corrupción rampante del Partido Popular. Esta gestión sólo fue posible gracias al apoyo de los partidos de las burguesías catalana y vasca, CiU y PNV, ambos asediados por distintas corruptelas. Los cronistas cuentan que un día después de aquella fecha, Xabier Arzalluz, entonces al frente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, llamó a José María Aznar para negociar el futuro gobierno español. También que, poco más tarde, se produjo una reunión entre Rodrigo Rato (Ministro de Economía), para quien anticorrupción pide hoy hasta 83 años de cárcel por corrupción, blanqueo de capitales y fraude fiscal, e Iñaki Anasagasti (aquende miembro del Congreso de los Diputados y hombre fuerte del PNV).
Sin embargo, dar alas a la praxis política e ideológica de Friderich Hayek en Madrid e investir a Aznar, cuya mayoría parlamentaria era escasa, no fue una transacción altruista. Los señores jeltzales, incluido el ex vicelehendakari Juan José Ibarretxe, en diálogo constante con el posteriormente expresidente Mariano Rajoy, quien terminó su mandato por una moción de censura relacionada con la corrupción, negociaron al alza el precio de sus votos. Apenas unas semanas más tarde de la llegada de Aznar a Moncloa, se anunció la creación de Euskaltel, la empresa pública vasca de telecomunicaciones, recientemente vendida al capital financiero global. Aunque ese no fue el único negocio que tuvo lugar durante la época dorada del neoconservadurismo español.
Poco después, como ha destapado el periodista Ahoztar Zelaieta en la revista Kale Gorria, se produjo la creación del grupo Mediasal 2000. Entre los fundadores y consejeros de esta iniciativa mediática se encontraban Javier Andrés, director general de Editorial Iparraguirre, y en la actualidad consejero de Mediasal, e Iñaki Alzaga, presidente de Oriagas S.L., dueña de la citada editora de Deia. Si bien después se deshizo de su participación una vez consolidada como Kutxabank, la BBK también formó parte de los creadores de la firma. Por otro lado, según un documento enviado por Vocento a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), este grupo adquirió en 1992 la mayoría del capital social de Publisal-Carat, S.A. (compañía de medios dedicada a la planificación y compra de espacios publicitarios que luego se convertiría en Mediasal 2000, S.A.), constituyéndose así la empresa Gratuitos de Corporación de Medios, S.A. para la edición de periódicos gratuitos. Si bien la interrelación de Vocento en este trama escapa a la ambición de esta investigación, amerita destacar que el grupo fue un pilar importante en la creación de Mediasal.
De acuerdo a los datos del registro mercantil consultados y recabados por Zelaieta, entre los empresarios impulsores también se encontraba Miguel Ángel Rodríguez, actual jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso y responsable de la imagen contraria al Gobierno de Sánchez de la que hace gala la Presidenta de la Comunidad de Madrid. En aquella época, Rodríguez acaba de terminar su etapa como primer portavoz del Gobierno neocón de Aznar y, como reconoce el portal de transparencia de Presidencia, tardó poco en convertirse en miembro del Consejo de Administración de Carat España, grupo en el que se integró Mediasal como filial vasca en aquellos días. De hecho, tras dos años como hombre de confianza de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez llegó a la presidencia de la central de compra de medios en 1998. En la actualidad, la Presidenta y Consejera Delegada de Carat es Camarinha Freire De Andrade Andre, quien también figura como Presidenta y Consejera de Mediasal 2000.
El periodista José María Olmo explicaba en El Confidencial que, si bien abandonó la compañía en enero de 2006, para entonces Carat España ya se había convertido en uno de los adjudicatarios predilectos de los gobiernos populares de la Comunidad de Madrid. En este sentido, documentos incautados por la Guardia Civil en la casa del entonces gerente del partido, Beltrán Gutiérrez, revelan que Carat ejecutó la campaña de 2007 del PP, el principal garante de sus ingresos. Al menos un millón del presupuesto que presentó la agencia de medios durante los comicios electoral de aquel año salieron de las letras “CAM”, acrónimo utilizado para referirse a la Comunidad de Madrid. Por otro lado, según los expertos consultados por La Ser, existieron pagos oficiales y en negro en 2007 a las empresas Over y Carat, las dos firmas de servicios electorales principales destinatarias del dinero b del PP de Madrid. Y se desprende, junto a los documentos de la investigación, que Carat recibió mediante “Fact” o factura 0.3 millones de euros de forma oficial, y 1.2 millones en b.
Mediasal 2000, fundada por altos cargos de la editora de Deia y Miguel Ángel Rodríguez, ha recibido 48 millones de las instituciones. No obstante, la empresa nunca pasó de un beneficio de 800.000 euros anuales.
Hordago-El Salto ha accedido a los contratos entre las administraciones públicas vascas y Mediasal 2000 (Grupo Carat), central de medios líder en Euskadi. Las cifras adjudicadas ascienden a 22 y 36 millones de euros, según se desprende de los datos presentes en la plataforma de contratación de Euskadi y de la Diputación de Bizkaia. En total, 48 millones distribuidos entre los 115 contratos (principalmente, desde 2018) que pueden encontrarse en el primer portal y los 5.468 contratos (desde 2014) en el segundo. Este enorme volumen de licitaciones prueba un comportamiento anómalo en el uso del boletín oficial, incluso si se tiene en cuenta que la función principal de esta agencia, y así lo indican los contratos, es contratar espacios en otros medios de comunicación. Esto es, y supuestamente porque los expedientes de la Diputación no son públicos, gasta parte del dinero que se le adjudica por las administraciones. El trato de Mediasal con esta institución sólo se conoce de manera práctica porque es fuente de ostentación por parte de la primera, o un “caso de éxito” a la hora de aplicar una campaña de marketing 100% digital.
En ocasiones, y de manera histórica en este país, el dinero público es aquello que a veces determina si una empresa es rentable o no. A este respecto, las ventas de Mediasal no han superado los 15 millones de euros en los últimos tres ejercicios contables. Y su beneficio nunca pasó de los 800.000 euros.
La Diputación, cliente de lujo
Gestada de manera paralela a los intereses de los capitalistas locales, la Diputación de Bizkaia se ha convertido en una fuente considerable de recursos para las firmas privadas. Así se entiende que sea el cliente procedente del sector público que más beneficios haya aportado a Mediasal 2000 a través de las miles de licitaciones recabadas. Difícilmente pueden extraerse conclusiones del todo empíricas sobre los trabajos externalizados a esta empresa privada, pues las administraciones rara vez ejercen con transparencia su función. Ocurre que el concepto de los contratos recabados se limita a denominaciones abstractas del estilo “publicidad y propaganda”, “representaciones protocolarias”, así como “estudios y trabajos técnicos”. Sin embargo, cerca de la mitad de los contratos (2.656) contienen la palabra “publicidad” en el expediente, lo que indica que la empresa impulsada, entre otros, por el Jefe de Gabinete de Ayuso actúa de facto como agencia de relaciones públicas y publicidad de la institución foral.
La empresa Mediasal actúa de facto como agencia de relaciones públicas y publicidad de la Diputación Foral de Bizkaia, en manos del PNV.
Un ejemplo notable, y bastante opaco, del quehacer de Mediasal 2000 son las labores que ha realizado para el Departamento de Euskera, Cultura y Deporte entre los años 2016 y 2019. Por un lado, aparecen 150 contratos por valor de 425.294 euros con el título “Servicio publicidad ss.gg cultura”. En relación a los contratos que contemplan los servicios prestados al área de Euskera de este departamento, encontramos 792.869 euros en 139 contratos. Por último, si nos fijamos en Deportes, observamos 198 contratos por valor de 900.770 euros. En total, habrían sido adjudicados 2.559.348 euros en contratos desde 2014 hasta 2020. La responsable de este departamento es la Diputada Foral Lorea Bilbao, quien llegó al cargo en la legislatura pasada, iniciada en 2015, y continúa en la actualidad. Esta política también ha sido responsable de las áreas de euskera, educación, cultura y deportes en el Euzkadi Buru Batzar, el Comité ejecutivo del PNV.
Por poner otro ejemplo, el Observatorio de Bizkaia, un órgano de nueva creación y dependiente de la Diputación de Bizkaia que se encarga de coordinar los procesos de participación ciudadana y de rendición de cuentas, y, además, desarrollar un sistema de seguimiento de la percepción social y de evaluación de la gestión del Gobierno provincial, gastó 1,8 millones de euros en entre 2017 y 2019 para que Mediasal le proveyera los servicios de publicidad. O, mismamente, un contrato que no aparece en la Plataforma de contratación de la Diputación de Bizkaia, por el cual esta empresa habría recibido 13 millones de euros para realizar las funciones de agencia publicitaria de la institución entre los años 2016 y 2019.
Externalización y caciquismo comunicacional
Si nos fijamos en los datos de la Plataforma de contratación de Euskadi, Lehendakaritza ha gastado más de 2 millones de euros en la “planificación y compra de espacios publicitarios en medios de comunicación”, destinados a la difusión de distintas iniciativas políticas de Iñigo Urkullu. La campaña “Siempre mascarilla”, por ejemplo, costó 130.000 euros.
También destacan en este ámbito los dos contratos de 98.426 euros firmados por Lanbide el 23 de marzo de 2020, el mismo día, a la misma hora y con exactamente el mismo concepto, la “realización de una campaña de publicidad de continuidad de prestación de servicios durante el estado de alarma”. En total, Lanbide ha gastado 787.011 euros en inserciones publicitarias varias a través de Mediasal.
Lanbide o la UPV/EHU han adjudicado cientos de miles de euros en contratación publicitaria asociada a Deia y demás cabeceras de Grupo Noticias
Por otro lado, entre las adjudicaciones más cuantiosas, llaman la atención los 400.000 euros adjudicados por el Vicerrectorado de Proyección y Transferencia de la UPV/EHU para el “servicio de elaboración y distribución de anuncios” de la universidad vasca. Cabe señalar que el Director Adjunto de Mediasal, Asier Izurieta, lleva 10 años trabajando como Profesor Asociado de Planificación de Medios en esta universidad. Es decir, da clases en la Facultad de Comunicación y Periodismo sobre cómo realizar los planes de medios que su empresa ha terminado adjudicándose.
Asimismo, llaman la atención los más de un millón de euros que ha firmado la Alcaldesa jeltzale del Ayuntamiento de Barakaldo, Amaia del Campo, en dos contratos para la “intermediación en la inserción de publicidad institucional en medios de difusión general (radio, prensa, televisión e internet) y espacios exteriores”. En ambas licitaciones, al igual que en el 65% de los contratos presentes en el boletín vasco, Mediasal fue la única empresa ofertante.
Ambos datos también hablan de dos cuestiones importantes de la gestión pública del PNV. En primer lugar, de cómo la externalización de las funciones políticas, la llamada intermediación, tiene un coste elevado para la administración. En segundo, de la endogamia y caciquismo incrustados en estas instituciones. En este sentido, deberíamos preguntarnos si es necesario gastar ingentes cantidades de dinero público para que una empresa asociada a Deia y a otras cabeceras del Grupo Noticias intermedie en la compra de espacios publicitarios con los medios de comunicación de dicha casa. Más que una forma de hacer más eficiente una función pública, como suelen defender los neoliberales, esta es una forma de transferir recursos público a empresas privadas afines al PNV.
Como desveló Hordago-El Salto el pasado viernes, Grupo Noticias ha obtenido 7,5 millones en dinero público de Gobiernos del PNV. Las cuantiosas ayudas de la administración a medios como Deia contemplan subvenciones anuales de la Diputación de Bizkaia, cientos de contratos, entre los que destacan los de Lehendakaritza y el Ayuntamiento de Bilbao, e incluso un préstamo sin aval del Gobierno Vasco para “empresas en crisis”.
Las muñecas rusas de Mediasal
Las estructuras caciquistas del Partido Nacionalista Vasco se asemejan al funcionamiento de las matrioskas, famosas muñecas rusas donde siempre aparece una pieza más pequeña en el interior de la figura. Si en la fundación de Mediasal 2.000 se encontraban Javier Andrés, director general entonces de Editorial Iparraguirre, y que hoy sigue como consejero de la firma, e Iñaki Alzaga, dueño de la empresa que preside la editora de Deia, en la actual estructura empresarial destaca Ana María Aurteneche Uriguen, integrante del Consejo de Administración y Directora de Recursos Humanos de Aurman, a su vez socio estratégico de Mediasal desde sus inicios.
La agencia de comunicación Aurman estába presidida por la persona que Iñaki Anasagasti, antiguo columnista ácido del Deia, denominaba “el último presidente del Athletic ganador de títulos”. Pedro Aurtenetxe Viñegra, su difunto fundador, fue un empresario vasco afiliado al PNV desde que “llevó la campaña publicitaria de las primeras elecciones de junio de 1977”. Aurteneche también destacó en la rama publicitaria de los negocios en la ecúmene vasca, destacando como autor de entre otras cosas el primer logo de este partido PNV, conocido como “la mirinda”, y las mejores campañas de Magefesa.
Las estructuras caciquistas del Partido Nacionalista Vasco se asemejan al funcionamiento de las matrioskas, las famosas muñecas rusas
Las puertas giratorias entre la administración y esta empresa, según Ahoztar Zelaieta, no han parado de funcionar. La prueba, que Juan José Loroño, exviceconsejero de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno Vasco, también fue consejero delegado de Aurman hasta abril del año 2019.
Ahora bien, si algo destaca en la relación entre las instituciones vascas y Aurman son los 3 millones de euros en contratos públicos que ha recibido la agencia en los últimos años. Por ejemplo, a la hora de convertir la lucha feminista en un negocio para los capitalistas privados. En este sentido, la dirección de Emakunde le ha adjudicado en distintos años varios contratos, de hasta 292.000 euros, para la divulgación de campañas sobre la desigualdad entre hombres y mujeres o la planificación de varias misiones para el 8 de marzo.
También destacan, por su cuantía, el contrato de 847.000 euros que le entregó Euskotren en 2020 para gestionar la producción de campañas informativas, los 514.000 euros que le cobró al metro de Bilbao por servicios de consultoría relacionados con sus tareas publicitarias y los 363.000 euros que en 2019 le contrató Euskotren para objetivos similares. Aunque si un contrato llama la atención, este es el de la “difusión de la campaña de sensibilización y valoración social del comercio minorista” que la dirección de Turismo y Comercio del Gobierno Vasco firmó, en 2018, por valor de 219.075 euros. Y destaca porque fue precisamente en aquel año cuando las instituciones vascas abrieron a Amazon las puertas de la margen izquierda.
Por último, Román Knörr Borrás, otro de los consejeros de Mediasal, es también un nombre importante en la historia del capitalismo vasco. Según indica Oriol Malló en El Libro negro del BBVA, su apellido forma parte de una saga de verdaderos tractores financieros que han controlado económicamente Bizkaia desde hace décadas: Ybarra, Careaga, Delclaux, Sendagorta, Lequerica, De la Sota, Arteche, Lezama-Leguizamon, etc. Además, Román Knörr es expresidente de Confebask y, posteriormente, víctima de las maniobras de Xabier Arzalluz para rebajar su poder. Sin embargo, la relación entre élites es tan estrecha que incluso el marketing de Kutxabank está en manos una agencia de comunicación, dirigida por Virginia Knorr, quien fue asesora de comunicación del Departamento de Industria y de la Vicepresidencia del Gobierno Vasco entre 1995 y 1998. Ambas familias, Knorr y Aurteneche, integraron el consejo de Mediasal en sus inicios.
El modus operandi del cártel de consultoras que Hordago-El Salto ha destapado progresivamente en sus investigaciones recientes no es más que un pequeño ejemplo de cómo opera el capitalismo en Euskadi, un sistema caciquista asentado en décadas de un neoliberalismo rampante que la hegemonía política del Partido Nacionalista Vasco sostendrá hasta el final de sus días. La serie de artículos publicados sobre el sector de la comunicación en este territorio, concretamente en relación al Grupo Noticias, muestra la manera en que las instituciones democráticas se han transformado en agencias de colocación de recursos colectivos bajo la fachada de empresas de comunicación, en canalizadoras de dinero público hacia esas misma empresas, en propiedad de los capitalistas locales.