Catalunya
La vuelta al cole

Por séptimo año consecutivo, como quien no quiere la cosa, el independentismo vuelve a inundar Barcelona. A desbordarla. Como si nada. Todo normal.

Acto en la víspera de la Diada, con el president de la Generalitat, Quim Torra, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés
Acto en la víspera de la Diada, con el president de la Generalitat, Quim Torra, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés. Foto: Ayuntamiento de Barcelona.
Marc Almodóvar
12 sep 2018 09:45

Nada. Que ya volvemos a estar aquí. Que se acabó el verano. Nos hemos comprado mochila nueva, los libros y hasta un estuche to molongo de la patrulla canina, por si acaso.

Y llega la Diada.

Y por séptimo año consecutivo, como quien no quiere la cosa, el independentismo vuelve a inundar Barcelona. A desbordarla.

Como si nada. Todo normal. Siete años en que, aparte de aborrecer los anuncios de El Corte Inglés con la vuelta al cole, nos encontramos con que no menos de un millón de personas salen a la calle en Catalunya a decir que ya no quieren formar parte de este estado. Que están hartos.

Y este año lo hacen, por ende, pese a todo.
Y ojo, que este todo no es poco. Si ponemos la moviola, da vértigo del bueno.

Doce meses atrás no sabíamos ni si habría referéndum. Hoy tenemos a Rajoy en Santa Pola, entre mapas y registros, y a Junqueras en Lledoners, entre rejas y pasillos. Por no hablar de un tal Puigdemont y una tal Soraya.
Pese al 155. Pese a la república interruptus. Pese a un Govern entre rejas. Pese a Llarena. Pese a Sánchez. Pese a esa república virtual y su ausencia de. Pese a la santisima trinidad vestida de gitana. Pese a todo, una marea fosforito. Pese a todo, una marea independentista. Gustará más o menos. Pero sigue siendo difícil de narices seguir ignorándolo. Siete años haciéndose el sueco no han deshinchado el famoso suflé. A ver si alguien se da por aludido.

Y Barcelona, una vez más, inundada. Iaias aeneceras vestidas de runners color salmón, la versión 2018 del uniforme de la mani, corrían angustiadas a coger posiciones en los tramos asignados. Familias ataviadas con su estelada y su kit indepe, paseaban curiosos por el centro de la ciudad para ganar tiempo. Miles de autocares aparcados alrededor de la ciudad. Ya es una tradición. Miles de catalanes solo visitan Barcelona un día al año. Y es para decir que están hartos del Estado español.

Una mujer, de riguroso uniforme salmón, con su lacito amarillo, su permanente estupenda y su estelada a los hombros, sostiene un cartelito donde reza: “Abramos las prisiones”. Puede que algunos anarquistas se hayan vuelto un poco refors últimamente. Pero de lo que no hay duda es que cientos de miles de refors se han vuelto bastante anarcos.

“La mayoría silenciosa debemos ser nosotros, tío, con la de palos que nos caen y seguimos calladitos”, dice un tío a su colega entre risas. Poca broma, mucha razón.

La represión plana sobre toda la manifestación. Hay menos colorido. Parece más sobria. Menos carteles manuales. Quizás cierto desencanto también. Nadie esconde el desconcierto ante una clase dirigente incapaz de redirigir el timón. Pero pese a que pintan bastos, ahí sigue la gente. Persistente. “El Gobierno español me pega, el catalán me engaña, yo solo quiero república”, dice un cartel.

Y como el dolor de la represión planea sobre un independentismo aparentemente desorientado pero sorprendentemente robusto, la manifestación se vuelve en terapia catártica. Y un grito se vuelve en tsunami sonoro recorriendo la Diagonal. Es la extraña performance que este año ha preparado la ANC tras las vías catalanas, las V, los cruces de colores y, este año, el grito terapéutico. Y a fe que funciona. A más de uno le tuvieron que desincrustar las cuerdas vocales del asfalto barcelonés. En Madrid algunos dirán, sin embargo, que a perro ladrador, poco mordedor. Y tampoco les falta razón, la verdad.

Hablando de gritos, no sé si los de la ANC lo han hecho con puterío, pero que justo cuando está a punto de levantar Franco de su tumba llenen la Diagonal del Generalísimo con abuelas vestidas de runners gritando independencia, es de traca.

La Diada es, desde hace años, el inicio del curso escolar. El pistoletazo de salida de un curso que, una vez más, nos venden ajetreado. Como las series de la tele. Nos prometen un otoño caliente, pero todavía esperamos las flores de esa primavera catalana que no acabó de florecer. No parece que esté el horno para muchos bollos, la verdad. En Cataluña estamos viviendo la galleguización del President. O de su representación en forma de Torra, claro, a quien cada vez entendemos menos puesto que según sople el viento nos habla de diálogo y según sople de unilateralidad. Tampoco es que en Moncloa con el cambio de gobierno se vislumbre una hoja de ruta clara. Ni Sánchez puede ni queda muy claro que quiera hacer nada más que marear la perdiz y escurrir el bulto para que no le gaste mucha factura en las próximas generales. Dos presidentes maniatados para resolver la peor crisis de estado desde la muerte del tío Paco.

Y, mientras, la BBC acorrala a Borrell en una entrevista y este admite que Cataluña es una nación “sin lugar a dudas” y que, si por él fuera, los líderes soberanistas no estarían en prisión preventiva. Y Borrell, mister “Cataluña hay que desinfectarla”, pasa a hacerse el comprensivo y tolerante pese a que el gobierno no haya levantado acusación alguna de su abogacía.

Todo llega tras el verano ridículo de la guerra de los lacitos. Entre el ridículo del exceso soberanista y el instinto pirómano de Ciudadanos no hubo mejor tema del verano para los noticiarios. Que si poner lazo, que si quitar lazo. Ni el maestro Miyagi se le hubiera ocurrido más aborrecible ejercicio. Y Arrimadas reclamando la neutralidad del espacio público. Supongo que quieren que, cuando salgamos a la calle, nos absorban al vacío. Para estar en un espacio neutro, claro. Tras años repitiendo que el independentismo vivía en Matrix y ahora va a ser ella quien quiera que el espacio público sea precisamente como en la película.

Pero, ya se sabe, es verano, cualquier chorrada es un temazo en mayusculas. Eso y la causa Llarena, claro está. Una lágrima cayó en Llarena, pero tranquilitos que si en España se rescatan bancos y autopistas, no íbamos a ser menos con la judicatura. Medio millón de euros que nos vamos a gastar en defender a Llarena, por su verborrea, en Bélgica. Y si por ello nos saltamos cualquier ley de trasparencia y austeridad, pues ancha es Castilla. Y tras el verano movidito de la causa belga, el Constitucional admitió ayer a tramite el recurso de Forcadell contra el juez Llarena mientras parece que a su mujer le buscan las cosquillas en el caso de la hija de Marchena pudiendo quedar salpicada por un caso de soborno.

Mientras tanto, PP y Ciudadanos pescando en río revuelto. Y mareando con desempolvar el 155. Sísi. Lo han leído bien. Y aunque el señor Torra no haya hecho nada para aplicar la república y tenga el Parlament en parada técnica, a algunos les parece suficiente para lanzar otra vez el dichoso articulo a flote. Política de tuits, dicen. Casado y Rivera en lucha de barro en prime time. Y Arrimadas llorando que si los malvados indepes le han secuestrado la Diada que tanto le gustaba. Y no puede escoger mejor verbo. Secuestrar. Creo que alguien ha secuestrado un gobierno entero sin haber hecho usted muchos aspavientos, la verdad.

Este otoño vendrá marcado por los aniversarios de lo que sucedió doce meses atrás. Poco más. Lo único que podría caldear realmente el ambiente serian las sentencias de un juicio que algunos expertos ya apuntan a que no empezará antes de fin de año.

El independentismo sigue esperando que le marquen el rumbo. Y parece que si no es el Estado, nadie lo hará. Y van dando bandazos entre la unilateralidad y el dialogo. Entre la república y el autonomismo. Entre la prisa y la pausa. Entre Waterloo y Lledoners. Y en Sant Jaume, con un almirante sin apenas galones y todavía menos tablas, a esperar. Que qui dies passa, anys empeny, que se dice por estas tierras.

Pero, una vez más, eso parece casi secundario. Al menos por un momento. Y debemos volver a repetir: siete años movilizando un millón de personas en las calles. Siete años oyendo que esto era un suflé, que se iba deshinchando. Que si pim. Que si pam. Y año tras otro ahí sigue el suflé. Bien arriba. Esto no tiene parangón.

Y a los que creyeron que el movimiento moriría descabezándolo, para muestra un botón. Y que vigilen que no se les venga el suflé encima sin siquiera darse cuenta.

Pero ahora que hemos confirmado otra vez que no se deshincha, ¿qué hacemos con él?

Archivado en: Catalunya
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
Catalunya
Represión El 65% de los casos de violencia institucional en Catalunya se archivan sin que se complete la investigación
El informe sobre violencia institucional de Irídia, expone que en 32 de 49 casos de violencia institucional la causa se archivó sin que se realizarán al completo las diligencias de investigación que el Tribunal Constitucional considera correctas
Catalunya
Violencia policial Tres Mossos de Esquadra son investigados por la muerte bajo custodia policial del joven colombiano Brian Rios
Casi tres años después de su muerte, la investigación del caso apunta hacia negligencia médica y responsabilidad tanto de policía local como de Mossos de Esquadra
Anònim
19/9/2018 9:31

Comparteixo el to i la conya sobre el procés: es generalitzat, especialment entre el sector independentista. Ara bé... trobo en falta que preguntis on és l’esquerra espanyola en tot aquest tema. Ens agradaria escoltar-los. Estaria bé que inequívocament se situessin al costat dels drets individuals i col•lectius. Un oblit gegant per la teva part, no trobes? Especialment si pensem a qui va adreçada la vostra revista. Penso...

0
0
Anònim
12/9/2018 20:49

Bona pregunta Marc! Què Fem?!

1
0
#22827
12/9/2018 11:40

Visca catalunya lliure

14
2
#22826
12/9/2018 11:33

¿que qué hacemos con él?, ¿respetar el derecho de autodeterminación de los pueblos?

17
2
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Laboral
Laboral El sindicato ELA alerta sobre la salud mental de las trabajadoras en intervención social
“Somos un instrumento de contención porque tratamos con población muy dañada, estamos en mitad del sándwich”, explica la educadora social Vanesa Núñez Moran.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de basuras Huelga indefinida de basuras en Madrid desde el 21 de abril tras romperse las negociaciones
Los representantes sindicales fuerzan el paro para obligar a las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento a escuchar sus propuestas. El Ayuntamiento fija servicios mínimos del 50 %.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
Andalucía
Memoria histórica La inanición de la memoria andaluza
Las políticas públicas de memoria en Andalucía se encuentran en un estado de paralización que pone en duda la voluntad de la Junta por la reparación efectiva.
Galicia
Galicia La TVG se gasta 839.772 euros en un programa de Miguel Lago y lo saca de parrilla tras hundirse en audiencia
El programa ‘O novo rei da comedia’ apenas llegó a los 36.000 espectadores de media en su estreno y cayó en picado en su hasta ahora última emisión al 3,4% de cuota de pantalla en una cadena que tuvo de cuota media en marzo un 8,1%.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.