Cárceles
Confinamiento solitario: una tortura (i)legal (I)

Casi mil personas presas viven bajo en régimen de confinamiento solitario en las cárceles, una medida considerada tortura por los defensores de los derechos humanos.
Imagen de una campaña contra las torturas a personas prisioneras
Imagen de una campaña contra las torturas a personas prisioneras Paz con Dignidad
2 jun 2021 09:17

Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán
orientadas hacia la reeducación y reinserción social”
Artículo 25.2 de la Constitución Española

La pandemia de la Covid-19 puso en las portadas de muchos periódicos las palabras confinamiento y aislamiento. Un año después del primer estado de alarma, también hizo evidente los daños psicológicos que esta situación excepcional de cierre y poca o nula socialización está provocando en muchas personas por todo el mundo. Sin embargo, para las presas y presos del Estado español el confinamiento en soledad no es algo excepcional, una cuestión que denuncian varias asociaciones sobre la prevención de la tortura en las cárceles. Una de ellas, el observatorio Esculca, lleva meses con una campaña por la abolición del confinamiento solitario en prisión, una realidad que, consideran, es “una cárcel dentro de la cárcel” y que afecta a casi mil personas presas en la actualidad. Según la estadística actual de Instituciones Penitenciarias, 833 hombres y 60 mujeres.

¿Qué es el confinamiento solitario?

“Dentro de nuestro régimen penitenciario, hay un régimen, que es el régimen cerrado, y que se asocia normalmente a la clasificación de primer grado”, explica Fernando Blanco, abogado y miembro de Esculca. “Y si ya de por sí el régimen de vida en las cárceles es duro, este régimen todavía más restrictivo determina que los presos y presas estén 21 horas en una celda, en solitario, pudiendo pasear solo unas 3 horas al día—en el caso de Galiza— en un patio pequeño y normalmente enrejado”.

Esculca explica en su web el resto de características del “régimen de aislamiento prisional”. Este implica “limitación de los contactos con otras personas presas, inspecciones y revistas diarias, cambios continuos de celda, limitación de los objetos permitidos en la celda, comidas en solitario, restricción del contacto con los funcionarios, negación de las licencias de salida, restricción de las comunicaciones con personas del exterior —limitación a dos cartas semanales—, y recusa o limitación de actividades culturales, deportivas y espirituales”.

Si la vida en las cárceles ya es dura, este régimen todavía más restrictivo determina que los presos y presas estén 21 horas en una celda en solitario

Aquellas personas clasificadas en el primer grado, que son las susceptibles de sufrir el confinamiento solitario, suelen entrar dentro de la clasificación conocida como FIES. El fichero FIES (Ficheros de Internos de Especial Seguimiento), es un tipo de control sobre las presas y presos “conflictivos y/o inadaptados” que fue establecido por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias en el año 1991, y que se aplica desde el año 1996. En marzo de 2009, fue anulado y considerado ilegal por el Tribunal Supremo —gracias a la lucha judicial llevada a cabo por Madres contra la droga—, al considerar que no correspondía a la jurisdicción de las instituciones penitenciarias su uso. Aún así, en el año 2011, se reformó el Reglamento de forma que, según la publicación anarquista Todo por Hacer, volvía a establecerle a la Administración Penitenciaria la “facultad de crear ficheros de internos para garantizar la seguridad del centro”. Por lo que los FIES se siguen realizando hoy en día. Además —continúan explicando desde Punto de Fuga— aunque en este reglamento se recoge que estos ficheros “no pueden determinar un régimen de vida diferenciado” para los presos incluidos en ellos, la nueva redacción del art. 65 “dejó la puerta abierta a la continuidad del maltrato sistemático que permitía la regulación anterior anulada por el Tribunal Supremo”.

“El fenómeno FIES supone que tú tengas un perfil psicológico totalmente transparente para ellos, porque están escuchando tus llamadas, leyendo tus cartas, grabando tus visitas, estudiando con quién caminas en el patio...”, explica Antom Santos, antiguo preso político que sufrió el régimen de confinamiento solitario durante diversos períodos de tiempo. “En función del perfil que ellos hagan de ti, aprietan en un sentido o en otro. También les interesa muchas veces establecer tratos diferentes entre presos de un mismo colectivo para que se comparen y se genere división. La filosofía de fondo es siempre desgastarte para que te rindas, y cada uno lo intenta a su manera”, cuenta Santos.

Un régimen con muchas irregularidades

Precisamente, esta intención de desgastar, así como la falta de intimidad, junto con la dureza de pasar semanas, meses y en ocasiones incluso años solo en una celda son algunas de las razones que dan asociaciones como Esculca para denunciar y pedir que se acabe con estas prácticas. El Estado español es, de facto, uno de los países más duros con la aplicación del régimen de confinamiento solitario, algo que hasta el Comité Europeo por la Prevención de la Tortura (CPT) denunció hace una década, considerándolo tortura. Sin embargo, el Estado español no dejó de llevar a cabo este tipo de acciones, incluso cuando en el 2015, con la aprobación de las Reglas Nelson Mandela por parte de la ONU, el CPT alegó que el período de hasta 42 días que una persona puede pasar en confinamiento solitario “es un castigo absolutamente excesivo” y que “ningún recluso” debería pasar por el “régimen de aislamiento durante más de 14 días”.

Los organismos internacionales tienen determinado que los aislamientos en soledad, más allá de 15 días, pueden ser considerados trato deshumano y degradante

“En el régimen cerrado se unen tres circunstancias muy graves”, explica Fernando Blanco. “La primera tiene que ver, precisamente, con que los organismos internacionales tienen determinado que los aislamientos en soledad, más allá de 15 días, pueden ser considerados trato deshumano y degradante, y, sin embargo, hay presos y presas que pasan en primer grado años e incluso lustros. Y eso, lógicamente, tiene un efecto en la psique gravísimo. Y físicamente también”, dice este abogado.

La segunda de estas circunstancias es que “el aislamiento favorece la falta de control con relación a la aplicación de lo que llaman en prisión los medios coercitivos. Esto determina que las denuncias que se producen por malos tratos, en un porcentaje muy alto, vengan del aislamiento”, continúa el abogado. Blanco advierte además que “es mucho más fácil que yo reciba una paliza si estoy en una celda cerrado, o si no voy a pasar a un comedor o a una zona común donde otros presos vean las secuelas. Sobre todo, si el único reconocimiento médico que se me hace muchas veces es a través del cangrejo, de la reja interior”.

Precisamente, en relación a los “medios coercitivos” en el dossier Campaña contra los malos tratos y la tortura en prisión —del año 2011— se recogen muchos testimonios de presos y presas que sufrieron algún tipo de violencia en el sistema penitenciario. Según ellos, los castigos van desde “no permitir la entrada de calzado”, “registros continuados sin avisar”, “negar llamadas de urgencia” o impedir “un vis a vis porque la familia llegó 5 minutos tarde”; hasta “ataduras en pies y manos”, “inmovilizaciones a la cama” y “palizas”.

Por último, Blanco habla de un tercer factor, la dispersión y alejamiento de los lugares donde las personas presas normalmente tienen sus vínculos familiares.  “Es un factor degradante y no regulado, que para nosotros es muy importante. Los módulos de aislamiento van rotando en diversas prisiones, y esto hace que, unido a que tienen menos actividad, la falta de contacto con la sociedad exterior facilite procesos de ‘prisionización’”, denuncia.

¿Quién puede acabar en confinamiento solitario?

Otra de las denuncias de asociaciones como Esculca, es el hecho de considerar que “hay subjetividad a la hora de considerar que un preso o presa no se adapta al régimen ordinario” y acabe en primer grado. “Muchas veces decimos, aunque parezca un exceso verbal, que muchos reclusos están en primer grado —y por lo tanto en régimen cerrado— tanto por la motivación por la que cometieron el delito, como por ser presos que no aceptan determinadas imposiciones de la institución penitenciaria no reglamentarias”, continúa Blanco. Un ejemplo, explica el abogado de Esculca, puede ser “negarse a aceptar que en el recuento hay que ponerse en pie”. “Ese concepto tan genérico determina que puedas acabar en primer grado sin realmente haber participado en incidente de ningún tipo por esta supuesta inadaptación”, explica Blanco.

“Hay subjetividad a la hora de considerar que un preso o presa no se adapta al régimen ordinario y acabe en primer grado”, dicen desde Esculca

Antom Santos comenta que hay “una frase comodín” para “cuando ponen a una persona a vivir bajo este régimen”. “Dice algo así como que la persona ‘manifiesta una permanente incapacidad para adaptarse a la vida ordinaria del centro’”, comenta este militante. “Y ahí cabe prácticamente todo. Puede querer decir que hay problemas disciplinarios reales como que la persona participa en peleas o trafica con drogas, o que desobedece órdenes. Pero también puede tener que ver con la conducta política de un preso que se niega a hacer determinados servicios a la prisión o por negarse a compartir celda”.

Santos denuncia que la cuestión es que este régimen es como un lugar donde almacenar presos. “Es una especie de depósito de personas donde la gestión es muy cómoda porque son personas que pasan aproximadamente 20 horas al día en la celda, y que no suponen ningún problema ni a la hora de comer ni de cenar —porque simplemente hay que meterles una bandeja por una ranura para que tomen sus raciones— y que en el patio no se juntan con más de 2 o 3 personas a lo sumo”, comenta. “Entonces claro, cualquier efecto en ese régimen de vida que vaya más allá del puro castigo no existe. Quiero decir, no hay ningún tipo de pedagogía rehabilitadora. Y ya te digo que dentro de ese comodín que ellos utilizan para meter gente en aislamiento hay una infinidad de casos y de perfiles”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.
Pueblo gitano
Pueblo Gitano El caso de Daniel Jiménez, o cómo resistir al antigitanismo desde el Derecho
En los últimos meses, la reapertura de los casos de Daniel Jiménez y Eleazar García, ambos fallecidos bajo custodia policial, han supuesto dos victorias en la lucha contra al antigitanismo en el ámbito judicial.
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.
Industria armamentística
Comercio de armas Un envío de armas a Israel enciende la polémica sobre la complicidad de España en el genocidio
Cerca de 35 toneladas de material militar a bordo del buque ‘Borkum’ han hecho escala en Las Palmas y Cartagena. Después de pasar por Eslovenia y República Checa, terminarán en Israel, según una filtración a la que ha tenido acceso la Rescop.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina Las estudiantes de Valencia bloquean con barricadas la facultad de filosofía
Las estudiantes acampadas en Valencia han ocupado la Facultad de Filosofía para “que sus exigencias se cumplan”. En el resto de acampadas estudiantiles contra el genocidio la presión y el apoyo aumentan a dos semanas de su comienzo
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.
LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Represión
Violencia policial El policía infiltrado en movimientos sociales de Madrid amenaza a una de sus víctimas
Los grupos de apoyo a las personas víctimas de esta práctica han sacado un comunicado conjunto en redes en el que denuncian que la infiltración policial es tortura.
Pueblo gitano
Pueblo Gitano El caso de Daniel Jiménez, o cómo resistir al antigitanismo desde el Derecho
En los últimos meses, la reapertura de los casos de Daniel Jiménez y Eleazar García, ambos fallecidos bajo custodia policial, han supuesto dos victorias en la lucha contra al antigitanismo en el ámbito judicial.

Últimas

Extrema derecha
Mujeres contra el fascismo Colectivos de mujeres ocuparán Colón para plantar cara al acto de Vox que congregará al “fascismo global”
La manifestación partirá a las 11 horas desde la madrileña plaza de Colón y acabará en Nuevos Ministerios, donde a las 12 horas enlazará con una de las columnas de la marcha por la sanidad pública.
Maltrato animal
Maltrato animal Una nueva ‘granja del terror’ salpica a la cadena de suministros de Lidl
El Observatorio de Bienestar Animal denuncia a una granja burgalesa por maltrato animal y publicidad engañosa tras publicar imágenes de cerdos maltratados y en condiciones de vida deplorables.
Agroecología
Ecología andaluza ¿Qué anillo verde necesita la Sevilla del siglo XXI?
La idea de impulsar un gran anillo verde en Sevilla ha ganado peso en los últimos años gracias al trabajo de los movimientos sociales. Sin embargo, un proyecto como este conlleva mucho más que plantar árboles. Aquí exponemos, brevemente, cómo pensamos que debería planificarse y ejecutarse el anillo verde que necesitamos en la Sevilla del siglo XXI.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Migración
Asentamientos Los continuos incendios en los asentamientos de Huelva dejan en la calle a las personas trabajadoras migrantes
En la madrugada del pasado día 4 ardieron una treintena de chabolas en un asentamiento de personas migrantes en Lucena del Puerto (Huelva). Esa es la noticia. La verdadera historia la escriben sus habitantes una vez apagadas las llamas.
Más noticias
Especulación inmobiliaria
Especulación Inmobiliaria en Madrid “No queremos ser Brooklyn”: vecinos y comerciantes de Puerta del Ángel se organizan frente a la especulación
El Sindicato de Inquilinas y las asociaciones de la zona apuntan en sus protestas a los fondos buitres, mientras que los negocios tradicionales acusan la presión de propietarios y el cambio de perfil del vecindario
Industria
Escapes El Gobierno Vasco cierra la planta de químicos de Zorroza (Bilbao) de manera cautelar
El Departamento de Medio Ambiente lo decreta de forma cautelar después de que la planta haya registrado dos incidentes en los últimos 15 días
Instituciones culturales
Descolonizar el museo Colombia pide a España que devuelva el Tesoro de los Quimbayas
El Ministerio de Cultura de Colombia solicita formalmente el retorno de la colección Quimbaya que se encuentra en el Museo de América en Madrid.
Análisis
Análisis Israel nunca tuvo derecho a existir
Sobre Israel hay quienes se sobresaltan al escuchar que no tiene derecho a existir. Inmediatamente le atenazan décadas de falsos axiomas y propaganda de occidente para sostener su colonia en Palestina.

Recomendadas

Movimiento obrero
Alex Gourevitch “La gran victoria del capitalismo es resignificar la idea de libertad legitimando relaciones de dominación”
Alex Gourevitch, politólogo y profesor en la Universidad de Brown, es el autor del ensayo histórico ‘La República Cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero’.
Finanzas éticas
Banca ética Gabriel Abascal: “Las finanzas éticas impiden que con nuestro dinero se financie la guerra”
El participante del grupo coordinador de los socios del banco cooperativo Fiare Banca Ética en el País Valenciano explica cómo funcionan las finanzas éticas y democráticas.
Industria armamentística
Industria armamentística La Junta de Andalucía reúne en Sevilla a 250 empresas armamentísticas cómplices con el genocidio en Palestina
La Junta de Andalucía organiza la Aerospace and Defense Meetings ADM 2024 en Sevilla que congregará a cientos de empresas armamentísticas en pleno genocidio de Israel contra el pueblo palestino y en un contexto de rearme en la UE