Crisis climática
Crisis energética, ola de calor, sequías e incendios: un verano para reflexionar

¿Son suficientes las medidas acordadas y planteadas por España y la UE ante un escenario de crisis energética y crisis climática? La organización Ecologistas en Acción demanda un “plan estructural y ambicioso”. La plataforma Aigüa és vida reivindica abordar la gestión del agua “desde la raíz”. El Observatorio Omal añade que, “en un horizonte bastante oscuro, la fiscalidad es clave”.
Embalse Ricobayo - 2
Embalse de Ricobayo en Zamora. David F. Sabadell

Después de una pandemia que desató una crisis sanitaria de dimensiones épicas, seguramente lo menos apetecible ahora sea leer noticias sobre una crisis energética en un contexto de sequías en uno de los veranos más cálidos desde que hay registros. A todo ello hay que añadir los datos de superficie quemada: el Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (Copernicus), a través de imágenes de la Tierra tomadas por satélite eleva hasta las 221.939 las hectáreas que han ardido en lo que va de año en España hasta el 23 de julio, una cifra que duplica la media de los últimos diez años, que es la más elevada desde 1994 y que es muy superior a los datos ofrecidos por el Ministerio de Transición Ecológica —78.759 hectáreas—, ya que son los que le trasladan las comunidades autónomas en un primer momento, e incrementan después. 

Un parche sobre un parche encima de otro parche. Como los famosos personajes de cómic Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, las administraciones, estados y comunidades políticas tratan de navegar por un mar cada vez más enfurecido a bordo de una balsa de goma que se rompe por el mismo sitio: la voracidad del capitalismo frente a la tibia tensión de las instituciones públicas. La utilidad de los hospitales y clínicas privadas para frenar la pandemia del covid-19 fue mínima. Un sistema sanitario público robusto fue sinónimo de capear con cierta dignidad un revés de dimensiones mundiales. 

Los pasos dados este verano por la Unión Europea recuerdan esa lección que unas aprendieron y otras siguen negando, pero ¿son suficientes las medidas sugeridas para ahorrar energía y compartir solidariamente el gas que ya no llegará de forma tan abundante de Rusia a países tan dependientes como Alemania? ¿Lo son las que ha decretado España y el ya famoso decreto de 19 a 27º? Resumidamente, según las fuentes consultadas, el ahorro energético es la dirección adecuada, pero el objetivo debería ser considerablemente más amplio y adecuarse al contexto de crisis climática. La organización Ecologistas en Acción demanda un “plan estructural y ambicioso”. La plataforma Aigüa és vida reivindica abordar la gestión del agua “desde la raíz”. El Observatorio Omal añade que, “en un horizonte bastante oscuro, la fiscalidad es clave”.

Crisis climática
Emergencia climática El informe del IPCC pone en jaque el turismo y la agricultura de España
España, playa y despensa de Europa, se resiste a reinventarse pese al cambio climático y sus previsibles afecciones en el turismo y la agricultura. La realidad inequívoca del cambio climático, la escasez de combustibles fósiles y la crisis de onda larga del capitalismo forman la tormenta perfecta de las próximas décadas.

España acumula un calentamiento de 1,7º desde 1850 a 2020, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El planeta en su conjunto, un 1,1º, advirtió el Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés). En su último informe, el organismo científico alertaba de que serán más frecuentes los fenómenos climáticos extremos, los cuales favorecen otro tipo de desastres (olas de calor y sequías en comunidades sin un servicio público de bomberos forestales disparan la superficie quemada, como en Castilla y León). 

El pasado año, el geógrafo del CSIC Sergio Vicente, tras participar en la redacción del capítulo 11 del último documento del IPCC, dedicado a los fenómenos extremos alertó de que las previsiones para la península ibérica y las Islas Canarias son olas de calor más frecuentes, más intensas y menos precipitación. Este año se le suma la crisis energética generada por la guerra en Ucrania y los cambios geopolíticos por el control ante un escenario de escasez de combustibles fósiles. 

Rodrigo Irurzun es el responsable de energía de Ecologistas en Acción. Valora que el decreto del Gobierno “va en la buena dirección, pero le falta mucha ambición”. España, como el resto de Europa, va reduciendo poco a poco su consumo de energía en las últimas décadas, agrega, pero esa reducción hay que situarla: “En España estamos viviendo como si tuviéramos 2,5 planetas; el mundo, como si tuviera 1,7. Es insostenible”, remarca sobre la huella ecológica y las matemáticas. 

El diseño de nuestras ciudades y sociedad depende en gran medida de la electricidad —23% de la energía consumida en el Estado—. La gasolina, gasóleo y gas que usamos para el transporte y calefactarnos representan el resto. Y el 85% vienen del exterior. Irurzun apunta que es necesario transformar el modelo energético en tres líneas: reducir “muchísimo” el consumo, para lo cual “no bastan medidas puntuales”, sino que es necesario cambiar hábitos de vida, reducir necesidades de movilidad, aislar edificios, cambiar procesos productivos y practicar consumo de proximidad. 

En segundo lugar, la energía consumida debe ser lo “más sostenible posible”, y ello implica que los proyectos fotovoltáicos y eólicos no tengan un impacto ambiental, sino que emanen de procesos democráticos. La incorporación de procesos democráticos es la tercera línea de actuación: que las comunidades puedan decidir qué energía consumen y cómo, haciéndose —haciéndonos— responsables y partícipes de entender el impacto de nuestro consumo. 

Soberanía alimentaria
Soberanía alimentaria Conseguir la independencia alimentaria de España con un modelo agroecológico es posible: toca cambiar de dieta
El informe ‘La urgencia de una transición agroecológica en España’, elaborado por Amigos de la Tierra, constata que, con un cambio de dieta y el fomento de la producción agroecológica, el 99% de los alimentos para dar de comer a la población española podría cultivarse en territorio estatal, reduciendo las emisiones de gases de fecto invernadero totales de España un 20% y mejorando la salud de la población.

Agua

Del mismo modo que las plataformas petrolíferas están en alta mar y las minas de carbón en países lejanos —“por lo que no estamos sensibilizados de cómo estamos consumiendo energía”, añade el experto—, la alienación de los recursos es similar con el agua. Abres el grifo y sale un chorro. No es magia, sino una red de tuberías e instalaciones potabilizadoras, a las que hay que sumar las que evitan que las ciudades se inunden en caso de trombas de agua. “El reaprovechamiento de las aguas pluviales nos permitiría conocer más el ciclo a través de una gestión comunal, más presente en el campo”, indica Dante Maschio, ambientólogo que trabaja en Ingenieria sense fronteres y es miembro de Aigüa és vida. Pero la medida fundamental es la remunicipalización de este bien: la gestión del agua para el 80% de la población de Catalunya es privada, y algo más del 50% para los habitantes del Estado. 

En un verano en el que han vuelto las restricciones en muchos territorios —en Catalunya, casi todos los municipios están prealerta, alerta o emergencia—, Maschio considera que es necesaria una “ley de mínimo vital para garantizarla a un precio justo o gratuito”. Agrega que en algunos lugares, como Cádiz, ya se ha empezado a hacer. 

Abordar “desde la raíz” el consumo del agua es “prioritario”. Para ello, el ambientólogo distingue entre uso abusivo y prioritario, siendo este último el doméstico. Las grandes empresas y el modelo turístico copan el abuso. Basta echar un ojo para ver que justamente en los municipios donde la publicación se incrementa sustancialmente en verano por la llegada del turismo es donde ya han arrancado las primeras restricciones, como en la comarca de Urdaibai (País Vasco), que transporta contenedores de agua en barco desde el puerto de Santurtzi, o Castro (Cantabria). Maschio también reivindica auditorías públicas para el uso del agua y así poder saber, por ejemplo, qué impacto tiene el turismo de la ciudad de Barcelona y su área metropolitana en las restricciones que se activarán en septiembre si no llueve antes. 

Al hablar de agua entra por la puerta grande el regadío. El ingeniero agrónomo Santiago Martín, de Ecologistas en Acción, advierte sin dudar de que el problema actual, “más que a un problema de falta de lluvia, se debe a un exceso de consumo debido al espectacular consumo del regadío”. Recuerda que en primavera llovió un 12% más que la media —en algunas partes del Estado, como la cuenca Mediterránea—, pero el regadío consume más del 85% del agua. 

Según el Ministerio de Agricultura, hay 4,1 millones de hectáreas, a los cuales hay que añadir los cultivos ilegales, que podría elevar la cifra a cinco millones. Según los cálculos de Ecologistas, solo se pueden regar de forma sostenible entre 3 y 3,2 millones de hectáreas de cultivo de regadíos para encontrar “un equilibrio ecológico de andar por casa” y, aún así, esa merma de cultivos no supondrían un problema de abastecimiento, ya que el 75% de los productos hortofrutícolas se exportan. 

Medio ambiente
Mar Menor, ecocidio anunciado

El Campo de Cartagena ha sufrido una profunda transformación en apenas unas décadas. Los excesos de una agricultura industrial intensiva y del turismo de masas han colapsado la mayor laguna salada de Europa. Los habitantes de la zona exigen frenar la debacle.

Energética pública

El parlamentario catalán Dani Cornellà (CUP) resume de forma sucinta la situación catalana, donde se han aprobado leyes pioneras: “Se aprueban normas que solo se despliegan mínimamente. Se ha creado un impuesto para los vehículos privados, pero no para las grandes empresas y los grandes barcos”. En 2017, el Parlament aprobó la Llei del Canvi Climàtic; en 2019, Catalunya declaró la emergencia climática. En un territorio donde la alerta de sequía ya es portada de diarios y tema habitual de tertulia, Cornellà añade que desde su formación son “escépticos” con la gestión del Govern a la hora de afrontar este contexto. Ellos apuestan por “el decrecimiento turístico, otro modelo de agricultura y ganadería, en el que no se necesite tanta energía ni se malgaste agua, para construir un país sostenible en el que pueda vivir todo el mundo”. 

El Govern ha incluido una partida de medio millón de euros para los próximos presupuestos para estudiar la creación de una energía pública, propuesta política de los anticapitalistas en noviembre de 2021. 

Crisis económica
Crisis La tormenta perfecta ya está aquí
Ucrania es un punto y seguido en la tormenta capitalista en ciernes, la llave maestra que abre la caja de los truenos de una espiral de consecuencias impredecibles.

Fiscalidad y contexto estructural

Gonzalo Fernández, economista y miembro de Omal, separa teóricamente dos contextos: el estructural y el coyuntural, que une a través del dinero. En el estructural sitúa la vocación del capitalismo, es decir, sus inevitables ansias de crecimiento y acumulación, que han abocado al cambio climático y al agotamiento de los recursos fósiles. “Es la tormenta perfecta para generar luchas geopolíticas, que se ejemplifican en la disputa de Estados Unidos y China por la hegemonía de la nueva economía, lo cual lleva aparejado diversos conflictos, y Ucrania es una derivada de todo ello por mucho que se quiera ver como algo aislado”. 

Las respuestas dadas por las instituciones se ajustan al contexto coyuntural, limitar el gas y subvencionar el gasóleo y la gasolina. “Son medidas timoratas que no tocan el hueso del poder de las empresas y que obvian la dinámica capitalista sobre la que opera, por ejemplo, el sector turístico y la agricultura industrial, centrada en trasvases de agua en vez de la lógica material de cada comarca y zona”, considera Fernández. ¿La solución? “No podemos permitir que ante un horizonte bastante oscuro los estados se encuentren sin recursos. Para ello, la fiscalidad es clave, centrándola en la energía y la banca, pero no rascando beneficios pequeños —como los propuestos por el Gobierno de Pedro Sánchez— sino con una reforma fiscal muy profunda que aborde los impuestos de sociedades, de las grandes fortunas y de patrimonio”. De este modo, se fortalecerían las instituciones para poder dirigir y capear el temporal, en vez de que lo paguen las familias, “y eso está fuera del debate, a pesar de ser la parte importante”. Planificaciones democráticas y soberanía energética son la clave para este economista.

Aemet augura una “persistencia extraordinaria” del calor hasta mediados de agosto. El Banco Santander rechaza los impuestos a la banca, pero ha ganado un 33% más hasta junio que el pasado año. Repsol los ha duplicado. Entre enero y junio de este año obtuvo 2.539 millones, más del doble que en 2021 (1.235).

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Análisis
Análisis La Unión Europea, desenfocada y en segundo plano
Después de más de dos años de apasionados discursos sobre los valores europeos y de numerosos paquetes de sanciones a Rusia, la Unión Europea veía cómo Washington la dejaba a la puerta de las negociaciones.
Análisis
Análisis Trump encima de la bola de derribo: los aranceles y el final del capitalismo
Casi con toda seguridad, los posibles aranceles impuestos por Trump a la Unión Europea inclinarán la siempre precaria balanza de las fuerzas políticas y económicas en la UE hacia la derecha
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Galicia
Galicia La Xunta de Feijóo, condenada por negar visitas a una mujer que murió de cáncer por tener covid-19
La jueza dice que la situación exigía “flexibilizar” las medidas de prevención. Falleció a inicios de 2022 en el Hospital Álvaro Cunqueiro durante los últimos meses de la administración del jefe del PP con Julio García Comesaña de conselleiro.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.

Últimas

El Salto Radio
El Salto Radio Humedales necesarios
Damos un paseo radiofónico por algunos de los humedales de Andalucía, espacios fronterizos entre el mar y la tierra, tan necesarios para nuestra supervivencia. Lo hacemos con Juan Martín Bermúdez, de SALARTE y algunos oyentes.
Más noticias
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?