Rojava
Qué esperar cuando estás esperando

Se acostumbra a escribir y a leer el internacionalismo desde dos puntos de vista. Desde el de las internacionalistas que dejan sus casas para ir a luchar revoluciones que no son “las suyas”. Y la de los pueblos en lucha que las reciben. Pero… ¿qué pasa en las casas, los movimientos, las organizaciones de estas revolucionarias cuando parten? ¿Qué cambios invisibles e imperceptibles suceden? ¿Cómo se vive una guerra que no ves, ni hueles, ni oyes, pero sientes bien en el fondo de ti?
Foguera
30 jul 2020 09:20

Un pensament però,
per aquells que estaran
junts a tots i tots junts...
Per aquells que ara estan
tan lluny però tan a prop,
tan a dins de nosaltres.

Aquells que fan possible
l'esperança de viure,
morint a cada instant.

A la vida – Ovidi Montllor

Caen bombas, se incendian campos, la muerte es una constante. Lo observo a través de Twitter y algún portal de noticias alternativo. Esa guerra no abre los telediarios aquí, en el ombligo del mundo. Se me encoje el corazón al pensar en las tres mujeres asesinadas hace unas semanas en Kobane. No hace tanto tú estabas allí.

No hace tanto, un día cualquiera, de un verano cualquiera, sin duda más normal que este, estábamos en un aeropuerto cualquiera tratando de despedirnos de ti. No estábamos solas, aunque la soledad se asomaba como un presentimiento. Te marchabas a Rojava, tierra soñada durante mucho tiempo. Y nosotras te mirábamos, a ti y al resto de compañeras que también se marchaban.

Las despedidas en los aeropuertos siempre son complicadas, abundan los sentimientos encontrados. Aún más cuando el viaje no contempla billete de vuelta, cuando son a países en guerra permanente, cuando son a lugares donde se construye una revolución. “Apa, adéu! T’estimo!” y un abrazo corto, demasiado corto.

De vuelta a casa solo una pregunta me ronda la cabeza: y ahora, ¿qué? ¿Qué esperar cuando estás esperando? ¿Qué esperar cuando se marchan las compañeras de este lugar donde la revolución que soñamos parece todavía muy lejana?

Se acostumbra a escribir y a leer el internacionalismo desde dos puntos de vista. Desde el de las internacionalistas que dejan sus casas para ir a luchar revoluciones que no son “las suyas”. Y la de los pueblos en lucha que las reciben. Pero… ¿qué pasa en las casas, los movimientos, las organizaciones de estas revolucionarias cuando parten? ¿Qué cambios invisibles e imperceptibles suceden? ¿Cómo se vive una guerra que no ves, ni hueles, ni oyes, pero sientes bien en el fondo de ti?

Los aprendizajes son muchos, sin duda. La seriedad de tomar el propósito de hacer la revolución. La ética. El imprescindible papel de las mujeres. De mucho han escrito ellas, y de mucho tenemos que aprender nosotras todavía. Tenerlas a ellas allí, practicar el internacionalismo como cuando miles de revolucionarias vinieron a nuestra tierra respondiendo a un llamamiento para defender la libertad, nos permite a los movimientos y organizaciones vivir y profundizar en nuestro propósito revolucionario. Después de todos los mails, las preciadas notas escritas a mano que nos hacen llegar las compañeras que vuelven, las formaciones y educaciones aquí, las compañeras que sumamos día a día, vivimos tres grandes aprendizajes: vida, amor y verdad.


Sobre la vida

Cuando la vida puede acabarse en cualquier momento, es más vida que nunca. La vida. ¡Qué palabra! ¡Qué a la ligera nos atrevimos a convocarla aquí! Tan por supuesta que la damos, que se nos olvida que no es nuestra. ¡Todavía! Nos han desposeído de tanto, que ni la vida parece quedarnos. Aquí en el centro del mundo, nos hemos olvidado del más importante de los aprendizajes. Para tener una vida en este capitalismo salvaje, tenemos que tomarla de sus manos. Construir una revolución para tener algo tan simple como nuestras propias vidas. Así que hizo falta que alguien a quien queríamos se fuera, y sintiéramos el miedo de no volver a verla nunca, de que ese abrazo demasiado corto del aeropuerto fuese el último, para sentir conscientemente la vida dentro de nosotras y querer defenderla.

Con el aprendizaje de la vida, vino el de la muerte. La muerte no como contrario de la vida, porque sabemos ya que lo contrario es el conformismo, la aceptación, la alienación. La muerte antes de morir, la vida sin vida que intentan imponernos aquí.

La importancia de la muerte, de las que mueren, de las que son brutalmente asesinadas por luchar. La muerte y las mártires como principio de lucha. Así ha sido como las şehîds* de otro pueblo nos ha hecho recordar las nuestras de otra manera. Tomar conciencia histórica de todas las que estuvieron antes que nosotras, sentir la responsabilidad de seguir luchando. Cargarlas sobre nuestros hombros, sentirlas en nuestros corazones, para no poder dudar ni un segundo que el camino elegido es el correcto.

Así es como el amor crece, porque ya no es una cuestión relacionada con la afinidad personal. Es una relación genuina y sincera que nace de la confianza y el aprecio a cualquier compañera de trinchera.

Sobre el amor

Cuando las potencias mundiales se ponen de acuerdo y se proponen junto a Erdogan acabar con la Revolución, y la vida es una cosa real porque la muerte es palpable, Rojava deja de ser una utopía. Ya no es una idea, ni una fotografía de mujeres convencidas que portan su arma y sonríen. Rojava es todo eso, y además, la gente de carne y huesos que existe, la lucha, la sufre, y deja a sus familias atrás. Son las hevals** que han abrazado a tu compañera estos meses. Y la quieren. Y a las que tu has aprendido a querer también, pese a que no las conoces. Porque empiezas a sospechar que el amor es algo más de lo que te han enseñado.

El amor enseñado depende de afinidades y gustos personales. De individuos que se relacionan entre sí y profundizan en relaciones regidas por los criterios capitalistas y patriarcales establecidos. En ellos la belleza, el capital cultural y económico, el género, e incluso la sangre, tienen un protagonismo principal, aunque escondido detrás de una normalidad que nos hace pensar que no hay amor posible más allá del que conocemos.

Pero has aprendido a querer a gente que lucha en las montañas a las que no conoces. Sin saber cuan simpáticas, guapas o inteligentes son. No son tus amigas, tampoco tu familia. Las has querido recuperando un amor que no es nuevo en el mundo pese no ser el que acostumbrabas a construir. Ya lo explicaba el Che, podremos no ser parientes cercanos, pero si somos capaces de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante.

Compañeras son ahora también todas aquellas que luchan en tu tierra, aunque no se organicen bajo las mismas siglas o consignas exactas que tú. El internacionalismo también nos regala eso. Se van las brigadistas y aquí siguen sus compañeras y organizaciones. A veces, la suerte y las ganas están de nuestro lado, y tenemos la posibilidad de encontrarnos. Gente que desconocíamos pasan a ser compañeras de batallas, de debates, de risas, de lucha.

Así es como el amor crece, porque ya no es una cuestión relacionada con la afinidad personal. Es una relación genuina y sincera que nace de la confianza y el aprecio a cualquier compañera de trinchera. Pese a la distancia física o temporal. Querer a todas las que se alzan, en cualquier lugar del mundo, en cualquier momento de la historia.

Las quieres porque le pueden dar los abrazos, las palabras de ánimo, las sonrisas que ahora no puedes darle. Y agradeces haber descubierto nuevos brazos y nuevas caras que te las dan aquí a ti. Así es como las compañeras se marchan a otros lados, y si sabemos mirar a nuestro alrededor, en vez de perderlas ganamos un nuevo puñado de ellas.

La realidad de la guerra es sin duda esclarecedora. Su verdad se hace más que evidente: todo por la pasta. Pero también ayuda a aclarar la nuestra: todo por las nuestras.

Sobre la verdad

A su manera lo expresaba también Neo en Matrix:

“Esta es tu última oportunidad. Después ya no podrás echarte atrás. Si tomas la píldora azul, fin de la historia: despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja te quedarás en el país de las maravillas, y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad, nada más.”

Pese a estar lejos (no tan lejos como nos hacen creer), ya no puedes desconectar de la cara más dura de este mundo salvaje. El de la muerte conscientemente planificada bajo el propósito meticulosamente calculado de acabar con cualquier esperanza de poder construir otra manera de vivir que escape la lógica del poder y la dominación.

Y no es que aquí no se sufra, no se pierda, no se muera en manos del mismo sistema. Quizás, simplemente, sentirlo de manera tan cruda y a la vez ver la firme convicción de una revolución en marcha, nos hacen querer escoger una y mil veces la pastilla roja.

La realidad de la guerra es sin duda esclarecedora. Su verdad se hace más que evidente: todo por la pasta. Pero también ayuda a aclarar la nuestra: todo por las nuestras. Y, a la vez, nos descubre otra verdad: allí han conseguido trabajar por ser libres a pesar de la guerra. Aquí vivimos una guerra invisible y convencidas de una presunta libertad vivimos a menudo sacándole lustre a nuestras cadenas.

¿Es posible ser más libre en la guerra, que en las modernas ciudades? Al saber cómo viven la vida allí, donde las palabras “comunidad”, “organización”, “amor por el pueblo y la tierra” o “mujeres libres” son una realidad que se practica día a día, la respuesta parece ser sí. Pero no es una realidad ajena a la nuestra, porque pese a todo lo que hemos vivido, las abuelas siguen paseando de la mano y se sientan en bancos a descansar, las niñas juegan en las plazas, las vecinas se organizan para que nadie quede atrás. Pervive en nosotras la posibilidad de hacerlo diferente. Y es imprescindible que no olvidemos, que no desistamos en la búsqueda de esa verdad, nuestra verdad.

Mientras tanto, mientras no ganamos la guerra, que nos salve el amor, la verdad, la vida, y las ganas de defenderlas. Que las muertes y la resistencia nos guíen y no nos permitan desertar. Que las hogueras que los pueblos en lucha encendemos a lado y lado del Mar Mediterráneo no se apaguen nunca. Y que nos veamos pronto, para seguir luchando codo con codo.

* «Mártir» en kurdo. Hay toda una cultura respecto a las personas mártires muy fuerte en el movimiento kurdo, convirtiéndose en un elemento central de la lucha con constantes referencias a ellas o con la organización de las familiares de mártires como una de las principales instituciones populares de Rojava, por ejemplo.

** Heval significa literalmente «amigo/amiga», pero su significado dentro del Movimiento de Liberación del Kurdistán va mucho más allá dado que se refiere a una relación enmarcada en la lucha revolucionaria y en la construcción de modelos de relación comunitarios alejados del patriarcado y el liberalismo. Podríamos relacionarlo con el concepto de «camarada» o más comunmente usado aunque también con un significado más amplio de «compañero/compañera». La cuestión de la hevaltî, la camaradería, es central en el movimiento.

Sobre este blog
“Buen camino” es el lema que figuraba en las pancartas que el pueblo de Barcelona erigió en octubre de 1938 en las calles de la ciudad, para despedir a los y las brigadistas internacionales venidas a nuestra tierra para sumarse a la lucha contra el fascismo. Bajo este lema, hoy recogemos en este blog voces de internacionalistes que han decidido unirse a la revolución en Rojava, en el Noreste de Síria. Síguenos en Twitter: https://twitter.com/buencaminoblog
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

LGTBIAQ+
Asexualidad Cinco vivencias asexuales para entender la orientación más invisible de la sociedad
Un grupo de personas asexuales hemos decidido redactar este escrito, donde contamos nuestras vivencias, nuestros anhelos o nuestros sentimientos, en el Día de la Visibilidad Asexual.
Extremadura
25-m, Día de Extremadura El 25 de marzo como ‘Día de Extremadura’ se celebrará este año en Los Santos de Maimona
La jornada se celebrará el próximo sábado 22 de marzo en el espacio de ‘La Fábrika detodalavida’, comenzando a las 10 de la mañana con charlas y debates y continuando por la tarde con conciertos.
Extrema derecha
Malismo Defender lo común para sobrevivir al delirio tecnomacho
Los antihéroes ultra se han convertido, a través de consignas y discursos plagados de violencia política, en los referentes ideológicos de miles de jóvenes.
Sobre este blog
“Buen camino” es el lema que figuraba en las pancartas que el pueblo de Barcelona erigió en octubre de 1938 en las calles de la ciudad, para despedir a los y las brigadistas internacionales venidas a nuestra tierra para sumarse a la lucha contra el fascismo. Bajo este lema, hoy recogemos en este blog voces de internacionalistes que han decidido unirse a la revolución en Rojava, en el Noreste de Síria. Síguenos en Twitter: https://twitter.com/buencaminoblog
Ver todas las entradas
Galicia
Galicia Así opera en la sombra la banca en el proyecto de la celulosa de Altri en Galicia
La sociedad público-privada Impulsa Galicia, que cimentó los primeros planes de la multinacional papelera y Greenalia está participada fundamentalmente por la Xunta y por el banco que surgió de la desastrosa fusión de la cajas de ahorro gallegas.
Líbano
Líbano Cinco décadas sin paz ni justicia en Líbano
El país mediterráneo conmemora el 50 aniversario desde el inicio de la guerra civil, un conflicto cuyos crímenes no se han juzgado y cuyos desaparecidos no se han encontrado
València
València “‘El vol de Guillem’ ha supuesto la liberación de todos estos años de lucha”
Ricard Tàpera, autor del cuento, y Betlem Agulló, hermana de Guillem Agulló, que ha puesto voz a la historia, nos explican cómo ha sido el proceso de creación de esta obra coral, ilustrada por Helga Ambak.
La vida y ya
La vida y ya Días de vacaciones
No somos conscientes de que la lluvia depende, en un porcentaje altísimo, de ellas. Sin plantas hay menos lluvia. Sin lluvia las semillas no germinan. Así funciona.

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
Opinión
Opinión Poliamor de derechas, poliamor de izquierdas
La no-monogamia no puede ser simplemente una etiqueta identitaria o una preferencia personal, sino una práctica material que cuestiona la propiedad privada, la privatización de los cuidados y la reproducción de los roles de género
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Ayuntamiento de Madrid
Residuos La “motosierra de Almeida” no frena la oposición social al cantón de la limpieza en Montecarmelo
Los vecinos no entienden por qué el Ayuntamiento madrileño no accede a construir el cantón en una parcela técnicamente viable y que no afectaría a miles de niños y la única zona verde del barrio.
Crisis climática
Crisis climática La UE se entrega al ardor guerrero mientras descuida la crisis social y la emergencia climática
Varios países de la UE ya están recortando drásticamente en servicios públicos y estado del bienestar para poder costear el aumento del presupuesto militar.
Más noticias
Opinión
Space X Los viajes al espacio y el efecto Katy Perry
El 2024 fue el año más caliente desde que hay registros, mientras que Katy Perry y un puñado de millonarias nos deleitaron con su viaje espacial cortesía de Jeff Bezos.
Estados Unidos
Estados Unidos La buena sintonía entre Trump y Meloni
Como era de esperar, los mandatarios mostraron afinidades políticas e ideológicas. La italiana insistió en la idea de “fortalecer Occidente”.

Recomendadas

Economía social y solidaria
Tecnología Inteligencia Artificial y economía solidaria: ¿posibles aliadas?
¿Cómo debe relacionarse la economía solidaria con una tecnología que vulnera derechos humanos y ambientales constantemente? Cooperativas e investigadoras tecnológicas animan al movimiento a perderle el miedo y a utilizarla de manera crítica.
Multinacionales
Multinacionales Maersk y las rutas de complicidad con el genocidio israelí en Gaza
Crece la presión internacional contra la naviera danesa que está aprovisionando a Israel de armas para cometer el genocidio de Gaza en contra de las medidas cautelares tomadas por la Corte Internacional de Justicia.
Historia
Historia Cuando la solidaridad antifascista reunió a musulmanes, judíos y cristianos en la España republicana
Marc Almodóvar y Andreu Rosés rescatan a los combatientes árabes de la Brigadas Internacionales en el libro ‘Moros contra Franco. El antifascismo y la Guerra Civil española en el mundo árabe’.
Valencià
València Duelo colectivo y brecha de género, las consecuencias de la dana en la salud mental
Más allá de lo material, el sufrimiento mental continúa golpeando las vidas de l´Horta Sud. Mujeres cuidadoras y colectivos vulnerables encabezan un luto que todavía no ha encontrado descanso.