América Latina
Destinos inciertos: el covid-19 deja en situación de emergencia a millones de migrantes en América Latina

En situación de calle, bajo el sol en la ruta, abandonados o detenidos en las cárceles de frontera. El covid-19 expulsa a miles de migrantes latinoamericanos que, sin trabajo ni vivienda, emprenden distintas travesías agobiados por el hambre y el miedo.

Caravana de Mujeres Centroamericanas
Caravana de Mujeres Centroamericanas.
Montevideo (Uruguay)
26 may 2020 06:00

“Quiero irme a Bolivia, tengo mis hijas allá, nosotros vinimos solamente a trabajar”, contaba Marina a la prensa chilena, mientras acampaba frente al Consulado de Bolivia en este país. Mientras tanto, a miles de kilómetros, migrantes centroamericanos que tenían como destino la deportación eran abandonados en la frontera sur de México. “Nos botaron aquí porque no sabían qué hacer. Ahora a ver cómo le hacemos para volver a nuestro país sin dinero y con la frontera cerrada”, decía Anthony, migrante guatemalteco.

Por estos días América Latina ve crecer el número de contagios, al mismo tiempo que aumentan las restricciones que vacían las ciudades expulsando a la población más pobre. Los migrantes son parte de este sector sumergido que no se puede quedar en casa al vivir al día con trabajos informales y alojamientos temporales. Personas que en los últimos años se desplazaron por razones económicas, pero también forzadas por contextos de violencia o los efectos que el cambio climático genera en sus territorios.

“Estamos hablando de flujos mixtos. Las fronteras entre migrante y refugiado son cada vez menos claras en los flujos contemporáneos”, explica a El Salto María del Carmen Villareal, investigadora de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro, especializada en migraciones internacionales y derechos humanos.

Un fenómeno reciente es el aumento de los flujos intrarregionales que responden a las restricciones impuestas por el norte global, pero también a la mejora de las políticas migratorias que facilitaron la movilidad y las residencias en América del Sur durante los Gobiernos progresistas. Según datos de 2019, hay más de 7,5 millones de migrantes sudamericanos en esta región. El fenómeno más visible es el venezolano, que tiene como principales destinos Colombia, Perú y Ecuador. Pero también aumentó el desplazamiento de nicaragüenses a Costa Rica o de centroamericanos que tenían a Estados Unidos como destino y terminaron quedándose en México, debido a los fuertes controles migratorios que impone el Gobierno de Donald Trump.

La desprotección y el riesgo que supone el contagio los destina otra vez al desarraigo, con un efecto que hasta hace unos meses parecía imposible: el retorno a sus países de origen. “Es mejor vivir la miseria de uno con su familia”, dice una migrante venezolana

Si bien el objetivo de los migrantes es encontrar un futuro mejor, también es una vía para ayudar a sus familias a través del envío de remesas. En varios países esta contribución es muy significativa a nivel económico: en Haití representan más del 30% del PBI, en El Salvador y Honduras el 20% y en Guatemala y Nicaragua su peso es superior al 10%. Sin embargo, el informe Especial covid-19 de la CEPAL muestra que debido al coronavirus estas podrían contraerse entre un 10% y un 15%. El estudio también revela que llevaría entre tres y cuatro años recuperar el nivel alcanzado en 2019.

Según datos también de CEPAL, antes de la pandemia, América Latina mostraba bajo crecimiento económico, la tasa de desempleo alcanzaba el 8,1%, y el trabajo informal afectaba al 54% de los trabajadores. Un panorama que se agravará con la crisis sanitaria, y que si bien los Gobiernos han querido contrarrestar implementando medidas de apoyo a los sectores más afectados, en su mayoría son ayudas que están orientadas a nacionales o a migrantes con sus documentos regularizados.

VOLVER

La desprotección y el riesgo que supone el contagio los destina otra vez al desarraigo, con un efecto que hasta hace unos meses parecía imposible: el retorno a sus países de origen. “Es mejor vivir la miseria de uno con su familia”, dice una migrante venezolana que se arriesga a cruzar con sus hijas a cuestas por uno de los pasos irregulares, los “tronchos”, que conectan la frontera de Venezuela con Colombia.

La crisis del coronavirus generó el cierre de la mayoría de la fronteras, aunque en un continente caracterizado por la porosidad de sus límites el bloqueo nunca es definitivo. “Allí hay muchísimos peligros. Son personas que se han quedado sin nada, que no tenían para comer y que están tratando de volver para tener un techo. En el caso de las mujeres es muy importante tener una mirada de género. Porque muchas migrantes hablan del peaje migratorio, de la posibilidad de ser violadas“, señala la politóloga brasileña.

En el caso de Venezuela, el Gobierno de Nicolás Maduro habilitó algunos corredores humanitarios de retorno. Días atrás salieron diez autobuses de Cali a la ciudad venezolana de Cúcuta. Sin embargo, la mayoría de las personas están retornando a través de los “tronchos”, a donde llegan también decenas de venezolanos provenientes de Ecuador y Perú, dispuestos a arriesgarse luego de haber atravesado miles de kilómetros.

Según datos del consulado de la República Bolivariana en Quito, en Ecuador hay más de 17.000 personas anotadas a la espera de un vuelo humanitario. En los primeros días de mayo, dos aviones de la empresa aérea Conviasa llegaron a la capital ecuatoriana y retornaron a Caracas con 180 ciudadanos. Sin embargo, el cónsul venezolano, Pedro Sassone, dijo que hasta el momento no saldrán más vuelos. “Además de la parte económica está también el lado emocional, que es súper agobiante. La mayoría de los venezolanos se ve sola, y depende de las buenas personas que tengan a su alrededor”, explica a El Salto Lucía León, politóloga venezolana especializada en relaciones internacionales en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

En estos días, muchos venezolanos han sido expulsados de sus viviendas, sobre todo en Quito y Guayaquil, donde se concentra casi un 70% de los 500.000 que están en el país. Una región en la que también se da la mayor cantidad de contagios y muertes, lo que incrementa la estigmatización y xenofobia debido a las noticias falsas que los culpan de la propagación del virus. Según cuenta León, “hay muchas denuncias de que los servicios de emergencia no te atienden si se dan cuenta de que eres venezolano”. Ecuador dispone de un sistema universal de salud que incluye a toda la población, algo que no habitual en todos los países de la región.

También en Perú, donde viven alrededor de un millón de venezolanos, la situación es acuciante. Si bien se han generado ayudas mínimas como la de Acnur, que brinda 80 soles (100 dólares) a migrantes sin importar su situación legal, para ello es necesario contar con una cuenta bancaria. “Algo a lo que no tiene acceso la población que se encuentra en situación irregular", explica del otro lado del teléfono Martha Fernández, refugiada que vive desde hace tres años en el país e integra la Asociación Protección Poblaciones Vulnerables.

En Brasil, el Estado incluye en sus planes de ayudas sociales a la población refugiada y migrantes regularizados. Si bien el giro a la derecha en la región marcó un momento más restrictivo con políticas que dejan de lado la retórica pro derechos humanos, algunos Gobiernos han instrumentalizados ideológicamente los flujos migratorios. “En Brasil tienes a Bolsonaro, que mucha gente podría pensar es un error en todos los sentidos, que no hay duda de eso, pero en su Gobierno se aprobaron miles de solicitudes de refugio para venezolanos”, explica la investigadora Villarreal. En este contexto, organizaciones de la sociedad civil organizaron la campaña #RegularizaçãoJá, que exige una regularización permanente para todos los migrantes del país.

También en Argentina, país con una larga historia como receptor de migrantes, la Secretaría de Trabajadores Migrantes (STM) tiene el mismo reclamo. Más en estos días en que el Gobierno de Alberto Fernández creó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que deja por fuera a los migrante que no están regularizados o a quienes tienen la residencia legal inferior a dos años. En el período del presidente Mauricio Macri se aprobó el Decreto de necesidad y urgencia (DNU 70/2017), que retrasó la entrega de la documentación de residencia. Más de 70.000 expedientes estaban a la espera de su aprobación, multiplicándose en estos días debido a la paralización de las actividades por la cuarentena obligatoria.

El cierre de las fronteras también genera que muchas personas queden cautivas o varadas en las ciudades limítrofes entre los países, sin derechos ni recursos y sin poder volver a sus hogares

La STM tiene un diálogo fluido con el Gobierno de Fernández y en este contexto le envió una carta en la que le solicita el acceso al IFE sin restricciones, aunque el intercambio con las autoridades es con una mirada a largo plazo. “Hay que hablar con el Estado de igualdad de derechos para todos y todas, no paliativos que se den solo durante la pandemia. Medidas de 'cuando me sirven regularizo a los migrantes por un tiempo, y cuando no, que vuelvan a su estadío normal, que es el del trabajo informal, la trata de personas, la prostitución'”, cuenta a El Salto Lila Báez, migrante paraguaya, vocera del STM. Mientras tanto, la organización está realizando ollas populares en las barriadas y villas del país, donde vive la mayoría de la población migrante. En estos días Argentina registró un aumento de contagios de coronavirus, sobre todo en estas zonas más empobrecidas.

Mientras tanto, en países como Perú, Chile y México se han establecido medidas de regularización especial, pero solo para la contratación de personal sanitario extranjero que no contaba con sus documentos regularizados, permitiendo que médicos, enfermeros y especialistas de otros países puedan ejercer durante el período que dure la pandemia.

SIN SALIDA

Pero el cierre de las fronteras también genera que muchas personas queden cautivas o varadas en las ciudades limítrofes entre los países. México, país que con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador militarizó todo el territorio y se convirtió en gran receptor de los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, tiene detenidas a cientos de personas en sus estaciones migratorias. “Es una situación difícil, con mucha población en espera o atrapada, principalmente la población centroamericana que cruzó el país en las caravanas migrantes. Muchas que incluso han solicitado refugio o que ya tienen este estatus”, cuenta Luciana Gandini, especializada en estudios sobre desplazamiento interno, migración, exilio y repatriación en la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Frente a esta situación, organizaciones de derechos humanos, como el centro Fray Matías de Córdoba, denunciaron que la situación era insostenible, con las personas angustiadas debido al encierro indefinido y a la poca información que reciben en espacios que no cumplen con las medidas mínimas de salubridad. En estos días se han realizado distintas protestas en las cárceles migratorias, que fueron reprimidas de manera violenta por las autoridades mexicanas. En unos de estos reclamos, en la estación migratoria de Tenosique, en el Estado de Tabasco, falleció un migrante guatemalteco. El hombre era solicitante de asilo y estaba previsto que fuera liberado en dos días para continuar con su trámites.

La muerte del migrante guatemalteco recrudeció las protestas, lo que generó que el Instituto Nacional de Migración decidiera vaciar algunos de los centros y trasladar a los migrantes a la frontera sur con Guatemala. “Lo que hizo fue subirlos a camiones y autobuses, en teoría para devolverlos a sus países, pero la frontera está cerrada y no los puede devolver. Entonces los deja en una ciudad fronteriza como Talismán. Imagínate lo que implica eso en términos de xenofobia y de discriminación cuando tú en una ciudad pequeña que ya viene afectada dejas a cientos de personas sin ningún tipo de plan”, señala Gandini.

Junto a ellos también se encontraban migrantes centroamericanos que Estados Unidos había deportado en los últimos días, ya que el país no detuvo las audiencias. Incluso en el contexto de la pandemia se incrementaron las “devoluciones en caliente”. La patrulla fronteriza tarda 96 minutos en devolver a las personas que detiene en los cruces irregulares. “Es interesante pensar que el acuerdo por el cual se cerró la frontera entre Estados Unidos y México dice literalmente que se cierra para los flujos no esenciales. Por lo tanto la deportación es considerada un flujo esencial. Llevada a cabo además sin ningún tipo de control sanitario, lo que implica un riesgo altísimo para México”, afirma la investigadora de la UNAM.

En Lima, capital de Perú, miles de pobladores provenientes de zonas andinas y selváticas que migraron a la capital en busca de mejores condiciones de vida están retornando a sus comunidades rurales

En la página oficial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), se reconoce que en los centros de detención donde son alojados antes ser deportados hay personas infectadas. Sin embargo, en ninguno de los países se realizan test o se implementan medidas de aislamiento antes o después de ser devueltos a México.

La implementación de medidas sanitarias no implica necesariamente el respeto de los derechos humanos. En Costa Rica, bajo el argumento de asegurar “la seguridad pública”, el Gobierno instaló una base área militar en la frontera con Nicaragua para impedir la llegada de ciudadanos de este país. También en Bolivia, en la localidad de Pisiga, frontera con Chile, el Gobierno obliga a los trabajadores que retornan del país andino a realizar la cuarentena en un campamento militar. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegó a exigir “el desplazamiento inmediato de estas personas a localidades de Bolivia” y recordó que “los Gobiernos están obligados a recibir a sus migrantes y a velar por su acceso a la atención sanitaria y a otros derechos”.

TAMBIÉN EN CASA

Pero la movilidad que obliga la pandemia no solo se da atravesando fronteras externas. El coronavirus también generó éxodos internos. En Lima, capital de Perú, miles de pobladores provenientes de zonas andinas y selváticas que migraron a la capital en busca de mejores condiciones de vida están retornando a sus comunidades rurales. Uno de los flujos se dirige hacia los departamentos de Ayacucho y Huancavelica, zonas que alcanzan una tasa del 53% de pobreza.

Según explica Martín Souto, docente peruano que trabaja asesorando a los Gobiernos locales de estas regiones, “esto lleva a un redescubrimiento de la importancia de estas comunidades para la alimentación. Son territorios que abastecen el mercado nacional y regional de papas nativas, habas, cebada”. En total hay 6.600 comunidades campesinas y nativas que son dueñas de la tierra, pero que pese a la riqueza de sus campos ven migrar a sus pobladores hacia otros zonas, no solo a la capital.

El Gobierno de Martín Vizcarra abrió una página web para que la población que quiera retornar se inscriba y pueda contar con opciones de traslado. Pero en estos días 170.000 inscripciones desbordaron la capacidad estatal. En Lima se anotaron 13.000 personas para regresar a Ayacucho. Sin embargo, hasta el momento, regresaron de manera oficial 700 personas. Mientras tanto, se estima que 6.000 pobladores están retornando por su cuenta. En el Perú profundo, el “no oficial”, miles personas se entrecruzan exhaustas luego de largas caminatas al sol con el único objetivo de regresar a casa. 

Al inicio de la crisis sanitaria se planteó que el virus era un “gran nivelador” que no entendía de razas, clases sociales o procedencia. Sin embargo, el #quedateencasa es imposible para los migrantes

El 16 de marzo, cuando Perú implementó la cuarentena —hoy uno de los países con más casos—, las comunidades rurales de Huancavelica cerraron sus territorios. “La gente decía: 'Si acá entro en crisis, ¿quién me salva? Nadie. Entonces que no vengan, porque nosotros estamos sanos aquí'. Se habla mucho de la solidaridad, pero la gente que es pobre no tiene hospitales en el campo, está lejos y es precario”, afirma Souto. Luego de los primeros días de pánico, ahora la población permite el ingreso de los retornantes. Incluso se reactivaron las rondas campesinas que nacieron para enfrentar al grupo armado Sendero Luminoso, y que en este contexto se encargan de controlar que las personas que llegan respeten el aislamiento.

La pandemia encontró a América Latina en un momento histórico de movilidad intrarregional, con miles de personas forzadas a salir de sus territorios en busca de un futuro mejor. Al inicio de la crisis sanitaria se planteó que el virus era un “gran nivelador” que no entendía de razas, clases sociales o procedencia. Sin embargo, el #quedateencasa es imposible para los migrantes que, sin recursos y con Gobiernos que los invisibilizan, se ven obligados a emprender otra vez el camino del desarraigo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Nos han desterrado y lo saben
La mayoría de las mujeres que han podido recuperar la tierra lo han tenido que hacer a través de mecanismos que no cuestionaran el derecho de propiedad de los hombres ni sobre las tierras, ni sobre los derechos de las mujeres.
Extractivismo
Mapas Bosques, agua, litio: feminismos ecoterritoriales contra el sacrificio
“Ni la tierra ni las mujeres somos territorio de conquista” ha sido el lema de la segunda edición del curso “De quienes luchan para quienes luchan”, organizado por Mujeres Creando y celebrado en Santa Cruz (Bolivia) a principios de julio.
Pueblos originarios
Pueblos originarios Cien años de la Masacre de Napalpí
El 19 de julio de 1924, las fuerzas de seguridad estatales argentinas asesinaron a más de 500 personas de los pueblos indígenas de Qom y Moqoit.
#61681
26/5/2020 10:11

disfrutando el socialismo

0
0
Francia
Francia Macron nombra primer ministro a Michel Barnier en un guiño al partido de Le Pen
La Francia Insumisa llama a la movilización y la izquierda al completo censura el nombramiento del exministro de Asuntos Exteriores de Chirac. La extrema derecha apoya tácitamente la operación.
Justicia
Justicia Vidas cruzadas de la presidenta del CGPJ y el fiscal general del Estado en la apertura del curso judicial
Isabel Perelló ha llegado inesperadamente al cargo más importante en la justicia española, Álvaro García Ortiz espera una inminente decisión sobre su imputación.
Galicia
Redes clientelares Rueda coloca como Directora de Calidade Ambiental a la mujer de un alto cargo de Ence en Galicia
Grupos ecologistas y vecinales denuncian “un conflicto de intereses y una trama familiar” entre María José Echevarría Moreno y su marido Antonio Casal Lago, Director Territorial de la empresa productora de celulosa.
Magreb
Magreb Elecciones presidenciales en el Magreb: incerteza en Túnez, apatía en Argelia
El sábado 7 los argelinos tienen una cita con las urnas, semanas después llegarán los comicios a Túnez. La ciudadanía irá a votar en un ambiente electoral marcado por el autoritarismo y los intentos de exclusión de candidatos opositores.
Derecho a la vivienda
Vivienda para personas mayores Almeida desaloja a los mayores de los Apartamentos San Francisco: “De aquí no nos movemos”
Los residentes de los apartamentos municipales para mayores, con apoyo de las asociaciones vecinales, acusan al Ayuntamiento de Madrid de proyectar una obra “innecesaria” y sospechan de una jugada inmobiliaria tras el desalojo.
Laboral
Trabajador de la fábrica ocupada GKN Dario Salvetti: “No sabemos qué es la victoria, pero hemos creado una lucha que será ejemplo”
Ensamblaba coches en GKN (Florencia) hasta que, junto con sus compañeros, ocupó la fábrica una hora después de que la dirección les comunicara el despido. Son una referencia del movimiento obrero en Italia. Y también, de la lucha climática.
Sanidad pública
Sanidad Pública La Junta de Andalucía borra la Salud Mental de su organigrama
La Junta ha suprimido las palabras Salud Mental y Adicciones de la Dirección General de Atención Sociosanitaria, una decisión criticada por colectivos especializados en salud mental

Últimas

Comunidad El Salto
Hazte socia/o Las ventajas de ser parte de El Salto
En agradecimiento a todas las personas que deciden apoyar el periodismo que hacemos, en El Salto intentamos darte cada vez más motivos para hacerte socia/o de nuestra comunidad.
El Salto Twitch
El Salto TV Musk, Durov y el verano de las plataformas
Hablamos con los periodistas Pablo Elorduy y Marta Peirano sobre los últimos episodios de Telegram, Twitter y los debates sobre las redes sociales que se han reavivado en las últimas semanas.
Policía
Policía La justicia considera “organización criminal” al Grupo Antidroga de la Policía Nacional de Mérida
Tráfico de drogas, robo y hasta torturas. Se abre juicio oral contra el grupo antidroga de la Policía Nacional emeritense por colaborar con narcos y una lista de delitos.
Análisis
Ecofeminismo La minoría que contamina el planeta y la deuda de cuidados
Es necesaria una mirada realmente integral que denuncie la violencia sistémica que se materializa en deudas ecológicas no neutrales.
Más noticias
Precariedad laboral
EXTERNALIZACIÓN Una firma sancionada por vulnerar los derechos laborales se adjudica la limpieza de Lehendakaritza
Gora Garbitzaileak denunció que la firma de limpieza ISS Facility Services, gran beneficiada por la privatización del servicio en la sede administrativa de Presidencia, bloqueaba la negociación del Convenio de Limpieza de Bizkaia.
Literatura
Literatura En la librería
Librerías, libreros y libreras, libros. Un relato personal sobre el ardor emocional de la literatura y su atmósfera.
Memoria histórica
Memoria y monumentos Un cuerpo recubierto de cemento, los ojos de metal
Un acercamiento a la compleja relación entre la memoria histórica y las instituciones tomando como punto de partida la escultura “Eclíptica” de la artista Blanca Otero, creada como homenaje a las víctimas de la Guerra Civil en Badajoz.

Recomendadas

En el margen
Zinthia Álvarez “Se ha tenido la idea de que las mujeres negras no han pensado el mundo”
Con su proyecto “Mujeres negras que cambiaron el mundo”, la periodista venezolana Zinthia Álvarez Palomino, persigue superar los estereotipos que rodean a mujeres negras y afrodescendientes, y ofrecer otros referentes a las nuevas generaciones.
Greenwashing
Greenwashing El ‘biomanual’ de Ence para lavar su imagen en Galicia
Charlas sobre medio ambiente en colegios, escuelas de periodismo, barcos para cofradías, proyectos con universidades y publicidad para los medios. El gigante de la celulosa empieza el curso financiando un imaginario ficticio sobre su sostenibilidad.
Tecnología
Ayona Datta “En las manos equivocadas, la IA puede hacer más daño que otras tecnologías previas”
Arquitecta y geógrafa urbana, el trabajo de esta investigadora gira en torno a los binomios “ciudad inteligente” e “inteligencia artificial”, pero cuestiona ambos conceptos para trabajar con perspectiva decolonial y desde las periferias.
Laboral
Laboral CGT denuncia un ERE encubierto en las Apple Store avalado por los sindicatos Fetico y CC OO
Más de 120 dependientes de tres tiendas han sido despedidos, supuestamente de forma procedente, tras una modificación sustancial de las condiciones de trabajo.