América Latina
Cuando llegue la paz

Conviene ir más allá, tratar de ver y entender lo que las personas más afectadas por los conflictos armados en América Latina sienten, o han sentido. Pero también hablar de los nuevos conflictos que, a veces, se abren después de firmar la paz.
Cauca 2
El cauca colombiano es uno de esos territorios latinoamericanos donde más se ha dejado sentir las consecuencias del conflicto armado. Marina Sardiña

Mugarik Gabe

9 may 2023 06:00

Dijeron que después de tantos años de violencias se había firmado la paz. Dijeron que ahora se viviría con tranquilidad en el territorio.

La memoria casi se había perdido y no se sabían contar ya los años de muerte, desapariciones y desplazamientos forzosos que, en demasiadas ocasiones, se convertían en exilios obligados. La vida era difícil, casi imposible, pues la muerte siempre se cruzaba en el camino. Pero, a pesar de ello, nadie quería alejarse, escapar a lo desconocido, emprender una andadura que quizá no tuviera retorno y dejar atrás la tierra impregnada del recuerdo y la sabiduría de los antepasados. Aquel territorio recorría las venas, era parte de los músculos y de la piel, trabajaba, lloraba y reía con la comunidad. Había una cuerda invisible pero fuerte, hecha de hilos recios que tejían las vivencias y las historias contadas, que ataba a las veredas y a los ríos, a las montañas y a los bosques. Decía a la persona quién era y de dónde venía. Y así, a pesar de que día a día se rompía algún hilo y la cuerda adelgazaba, la gente se aferraba a los que restaban en la esperanza de que fueran suficientes para mantener la vida. Al fin y al cabo, el dolor de dejar la tierra era correspondido por el dolor que sentía la propia tierra al ser dejada.

En muchos casos, demasiados para recordarlos, el exilio no fue posible. La muerte llegaba de improviso, sin avisar, antes siquiera de que pudiera pensarse en su posibilidad

También es cierto que, en muchos casos, demasiados para recordarlos, el exilio no fue posible. La muerte llegaba de improviso, sin avisar, antes siquiera de que pudiera pensarse en su posibilidad. La muerte sorprendía en el camino de vuelta a la casa desde el campo y todo era tan rápido como una simple sospecha. Una respuesta titubeada, una mirada mal entendida o llevar en el morral más alimento del que el fusil que lo revisaba pudiera considerar como normal. En otras ocasiones la (sin)razón se escondía en el hecho maldito de haber estado en el lugar menos indicado en el momento preciso en el que se cruzaban las balas de un lado a otro de la calle: se había ido a la tienda a buscar fideos y azúcar, se había retrasado en el camino de vuelta de la escuela, o el juego te había hecho pasar por donde no debía. También podía haber sido que alguien hubiera tomado parte en una reunión de la comunidad que alguno de los contendientes no aprobaba y que por ello pensara en dar un escarmiento ejemplar para que la comunidad aprendiera a comportarse, a mirar, pero no ver, a oír, pero no escuchar. Como decían las abuelas, en los tiempos antiguos todo era más sencillo y la vida podía pender del hilo de la enfermedad o de la fortuna, pero no de la desidia de considerar a aquella como algo de poca importancia, porque la vida era la concreción de ser.

Pero, se dijo antes, aseguraron que tras firmar el acuerdo la paz sería un hecho. La comunidad entraría en un nuevo tiempo que la mayoría, por su edad, no conocía. El tiempo de caminar sin miedo, de adentrarse en el bosque o de bañarse libremente en el río. El tiempo de sembrar y recoger la cosecha sin tener que pagar la cuota. El tiempo de reír y el de contar historias alrededor del fuego y aprender, no solo en la escuela, con aquello que cantaban las abuelas y los abuelos. Con la primera se aprendía a ubicarse en el mundo grande, pero con las historias propias cualquiera sabía ser y estar en el mundo chico del territorio propio y en el grande también, aunque algunos pensaran que en este último eran solo los nadie. 

En fin, ahora se podría vivir, y las muertes violentas y las desapariciones, nunca mejor dicho, desaparecerían. El desplazamiento, por mantener la palabra, tomaría otra dimensión y se referiría al tiempo en que los jóvenes, ellos y ellas, tendrían que salir a la ciudad para seguir ampliando su saber estar en el mundo grande. Luego, algunos regresarían y otros quizá no, pero todos mantendrían el vínculo estrecho, la cuerda tejida hilo a hilo por la comunidad para que nadie se pierda, para que nadie se sienta solo en el mundo. 

Sería el tiempo en el que tanta muerte y brutalidad quedaría en un espacio privilegiado de la memoria colectiva. No se podría olvidar, porque todas las personas sabían que por todo lo sufrido, que no solo definía ese tiempo que ahora se cerraba, los sobrevivientes estaban marcados. Era como cuando se pone el hierro a las reses y estas quedan así señaladas como propiedad del ganadero. Desde los abuelos y las abuelas hasta las niñas y niños de la comunidad, pasando por la gente adulta, se sabían propiedad del miedo y, por ello, conscientes de la necesidad de reiniciar un camino que lavara, que restregara, que borrara la marca. 

Por eso mismo se iba a defender, con uñas y dientes, el derecho a ello. La violencia impuesta había reafirmado el valor de la memoria, pero también el de la justicia verdadera, y había claridad en no permitir la repetición de atropellos, imposiciones o disposiciones ajenas sobre las vidas y el territorio. Había demasiada sangre en la tierra y toda ella era propia, era sangre comunitaria. 

La realidad es que antes y ahora la injusticia de su barbarie la siguen imponiendo y, sin embargo, las mujeres y los hombres de la comunidad solo quieren el buen vivir

Así, cuando llegaron las sierras y excavadoras para talar el bosque y encauzar el río, creció la conciencia de que la paz prometida no se había alcanzado aún, y la comunidad dijo no, simple, pero rotundamente no. Se entendió entonces que la firma de la paz no necesariamente trae la paz y que esta hay que defenderla; que además de firmarla, hay que construirla. Y hoy la comunidad dice a los nuevos contendientes que, aunque lleguen de la mano del mal gobierno y con cientos de promesas, no se dejará la tierra en la que se teje la identidad, la vida. 

Nadie quiere reiniciar en la paz un nuevo tiempo de guerra, pero nadie quiere tampoco volver al silencio. Y ello, aunque ahora los fusiles hayan cambiado el nombre y se llamen “el desarrollo y crecimiento económico que necesita el país”. Ese país de los siempre-ricos que nunca vio al otro, a la otra, que nunca escuchó cuando aquellos llamaban a gritos. Se sabe que es la desigualdad la que abre brechas que es urgente cerrar y el discurso del desarrollo y el crecimiento se ha visto que siempre ensancha y profundiza la desigualdad. Antes, en los tiempos lejanos, los extraños hablaban de las bendiciones de la civilización y la necesidad de salir de la barbarie, hoy es el desarrollo y el crecimiento económico del país el que promete vivir mejor. Pero, la realidad es que antes y ahora la injusticia de su barbarie la siguen imponiendo y, sin embargo, las mujeres y los hombres de la comunidad solo quieren el buen vivir, o lo que es lo mismo, vivir en dignidad en su territorio, tal y como a toda persona y pueblo corresponde.     

Archivado en: América Latina
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

América Latina
América Latina Las derivas autoritarias del capitalismo del siglo XXI
Una batalla económica, política, cultural y geopolítica de gran magnitud se libra en el contexto de búsqueda de reposicionamiento del capitalismo.
Uruguay
Uruguay Y Uruguay festejó una vez más
Uruguay pone rumbo a crecer como país democrático, y la participación será el camino.
América Latina
Leandro Morgenfeld “El triunfo de Trump va a empoderar a los Milei y los Bukele”
El historiador e investigador argentino especializado en la relación entre Estados Unidos y América Latina, analiza el triunfo electoral de Donald Trump y el impacto que tendrá en una región que Washington sigue considerando su “patio trasero”.
Justicia
Juana Rivas La Fiscalía italiana acusa al exmarido de Juana Rivas de violencia física, vejaciones y amenazas a sus hijos
La Fiscalía italiana ha presentado un escrito de procesamiento ante el Tribunal de Apelación de Cagliari contra Arcuri por “haber maltratado a sus hijos menores, sometiéndoles habitualmente a violencia física, vejaciones, injurias y amenazas”
Racismo
Safia El Aaddam “El racismo no surge de la ignorancia, es un ejercicio consciente”
Escritora, divulgadora, filóloga y activista antirracista Safia explica las raíces coloniales que sustentan la islamofobia y el racismo antimoro de este país en su nuevo libro 'España ¿racista?'.
Opinión
Opinión Camino por València y pienso en Palestina
El viernes 29 de noviembre se cumplió un mes desde el desastre de la dana, coincidiendo con el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, declarado así por la ONU.
Análisis
Análisis El pueblo mozambiqueño: la unidad del colectivo como respuesta a los desafíos presentes y futuros
Tras los primeros días de huelgas y manifestaciones, ganaba fuerza la pregunta “¿Hasta cuándo podrá aguantar la gente?”. Pues esta pregunta sigue sin respuesta.
Isabel Díaz Ayuso
Fraude fiscal El Supremo cita a declarar a Miguel Ángel Rodríguez en el caso contra el Fiscal General
El caso sobre las informaciones que dieron a conocer el reconocimiento del fraude fiscal de la pareja de Isabel Díaz Ayuso evoluciona con la citación del jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ecologismo
Crisis climática Coches bomba bajo la dana
En caso de catástrofe, a menudo el vehículo privado es una trampa mortal, un peligro público y un estorbo para la supervivencia

Últimas

República
Movimiento republicano “Hasta que se vayan”: lema de la segunda Marcha Republicana fijada para 2025
En junio de 2025 la marea republicana se propone llevar a cabo una segunda demostración de rechazo a la monarquía. En la edición de este año se movilizaron miles de personas de distintos puntos del Estado.
Comunidad de Madrid
La uni se ahoga Ayuso recula ante una comunidad universitaria en lucha: acepta los 169 millones del Gobierno para profesores
El gobierno de Ayuso está planteando una “propuesta alternativa”, que enviará al Ministerio de Ciencia, quien expresaba por carta que “no es comprensible ni explicable” el rechazo a la inyección económica.
PSOE
Congreso del PSOE El PSOE borra la Q y el ‘plus’ de las siglas LGTBIAQ+ y los colectivos responden: “Se trasladará en violencia”
Unas enmiendas aprobadas durante el 41º Congreso Federal del PSOE piden excluir a las mujeres trans del deporte femenino y eliminan la ‘Q’ y el ‘plus’ en las siglas del colectivo queer en los documentos internos del partido.
Violencia machista
Violencia sexual Las artes escénicas de Granada apoyan a las denunciantes de agresiones sexuales en la escuela de teatro
Organizaciones, profesionales y personas vinculadas a las artes escénicas granadinas firman un comunicado donde expresan su apoyo público y sin fisuras a las denunciantes de abusos sexuales por parte del director de La Seducción, Marcos Julián, y señalan la necesidad de protocolos específicos para lograr espacios escénicos seguros
Más noticias
Exclusión sanitaria
Exclusión sanitaria Casi 30.000 personas fueron expulsadas del sistema sanitario en los últimos 32 meses
Un informe de Médicos del Mundo detecta casi 70.000 barreras en la sanidad pública, que sufren principalmente las personas en situación irregular. Mientras, la ley para retornar a la universalidad en la atención permanece en trámite.
Urbanismo
Opinión Desordenación del territorio de la mano del Gobierno regional de Madrid
La Comunidad de Madrid impulsa, mediante tramitación de urgencia, un proyecto de ley Omnibus que afecta a diez leyes regionales con cambios de calado.

Recomendadas

Literatura
Gabriela Wiener “Me pregunto si es posible hacer libros que cambien el discurrir del mundo”
La escritora peruana afincada en Madrid ha publicado recientemente ‘Atusparia’, una novela que recorre el pasado, el presente y un posible futuro de su país, un territorio de represión pero también de luchas por el territorio y por el porvenir.
Palestina
Palestina “Es nuestra tierra”: colonos israelíes acampan en la frontera con Gaza para lograr un regreso permanente
Envalentonados, un grupo de ultranacionalistas israelíes están acampando cerca de la frontera con la Franja de Gaza para ser los primeros en establecer ahí su nuevo hogar.
Sevilla
Palestina Dabke: zapateado colectivo para preservar la identidad palestina ante el genocidio
El grupo de dabke Haweia se encuentra realizando una gira por diferentes ciudades del Estado español para “preservar y promover la identidad cultural palestina utilizando el arte” frente al genocidio que está cometiendo Israel en el territorio.
Melilla
Melilla Encerradas en la ciudad frontera: las trabajadoras marroquíes en Melilla se han cansado de esperar
Desde que en 2020 se cerrara la frontera con Nador, muchas personas marroquíes que hasta entonces podían desplazarse entre ambas ciudades, se han visto empujadas a un callejón burocrático. Un informe documenta las trabas con las que se encuentran.