Universidad
Víctor Sampedro: “Los ‘mastergates’ revelan mucho más que la corrupción de la URJC”

Víctor Sampedro, catedrático de Opinión Pública en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), habla sobre la situación de la universidad en el marco de los casos sobre los másteres de cargos políticos.

Víctor Sampedro 2
Víctor Sampedro, autor de ‘Dietética Digital’. David F. Sabadell
26 sep 2018 06:00

Víctor Sampedro, catedrático de Opinión Púbica en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), ha sido testigo desde dentro del goteo de casos de másteres conseguidos de forma irregular por parte de cargos políticos. Cristina Cifuentes, Carmen Montón, Pablo Casado y Pedro Sánchez son los nombres sobre la palestra en una sucesión de casos que empezó en la URJC pero que ya ha puesto en entredicho a todo el sistema universitario madrileño.

Los casos de Cifuentes, Montón, Casado y Sánchez ponen sobre la mesa la endeble confianza en la educación universitaria española, ¿qué ha pasado para llegar a esta situación? 

Hacer títulos de excelencia, como es un máster, en la universidad española está muy difícil. Porque, al menos en la que yo trabajo, se apuesta por el número de matrículas, la masificación y unos resultados económicos abultados. Son objetivos contrarios a una educación pública de calidad. Y, más si estamos rodeados de pseudo-académicos, gentes sin trayectoria intelectual que buscaba funcionarizarse y, una vez logrado, hacen negocios. Con apoyo de sus contactos políticos montan titulaciones. Ellos se lucran y acreditan a sus protegidos que consideran la universidad un retiro dorado. No han salido todos a la luz y ni mucho menos se limitan a la URJC.

El resultado final es la degradación de la calidad de la docencia, las titulaciones y también de quien se matricula. Los ‘mastegates’ denunciados en mi universidad existen en otras muchas, en distintos grados y con importantes diferencias según áreas de conocimiento. Ese es el trabajo de evaluación y denuncia que nadie parece dispuesto a hacer.

Muy pocas universidades criticaron los casos que se han descubierto. Al contrario que con el ex-rector Suárez, ahora callaron. No tendrán rectores plagiarios (que ya es el colmo) pero quizás sí mastergates que esconder.

Tú dirigiste un máster hasta este año.
Sí, hasta que la degradación de una parte del alumnado (que sin ser cargos políticos también pedían tratos de favor) y el contexto que nos rodeaba impedían mantener la calidad académica. No fue una decisión personal, yo estaba dispuesto a seguir peleándolo. Pero cerramos el único máster oficial en abierto que había en el mundo. Sí, en el mundo: clases magistrales abiertas a la asistencia libre de público y todos los materiales disponibles en la web, incluidos los Trabajos Finales de Máster. Fueron proyectos reales, que dieron lugar a organizaciones civiles, documentales... y, por supuesto, artículos y tesis académicas.

Soy parte interesada, claro. Pero además era una experiencia en la que una universidad pública colaboraba con el Ayuntamiento —la sede era el Medialab, tanto con Ana Botella como con Manuela Carmena—, y trabajábamos con multitud de medios de comunicación, organizaciones cívicas independientes... incluido El Salto. El cierre del máster es un buen ejemplo, porque la degradación del contexto desemboca en un alumnado que ha perdido la motivación y se cree capaz de imponer, por su fuerza económica, las condiciones de docencia y de acreditación. Se cortó por esto, había quien se permitió no ir a algunas clases. “Dame el título y no me molestes, que ya he pagado”. No eran Casado, Cifuentes ni Montón porque no tenían partido detrás. Eran minoría, pero como los anteriores disfrutaron privilegios y ventajas frente a sus compañeros, degradaban el título.

¿Es el Plan Bolonia la causa?
Todas estas nuevas titulaciones tienen su origen en Bolonia, que exigía adaptarse al marco educativo europeo y un desembolso presupuestario gigantesco. Suponía clases reducidas, incrementar las tutorías, las horas de estudio y de trabajo cooperativo entre alumnos y, por tanto, también la coordinación y supervisión del profesorado de esas actividades… Y esto, en vez de hacerse con más presupuesto, se hace con unos recortes brutales. En Madrid, se dobló el precio de los másteres. La precarización del profesorado aumentó: en la URJC se pagaba al profesorado la hora según el número de matriculados. Una lógica aberrante en cualquier otro país en el que yo haya trabajado, incluidos los llamados en vías de desarrollo.

Los gestores de los másteres tuvieron que recurrir a todo tipo de argucias para mantener la matrícula y la supervivencia. Todo esto en un contexto en el que la impunidad está asegurada por la endogamia y los pactos de silencio, incluyendo a un alumnado que, con excepciones maravillosas y nunca suficientemente reconocidas, solo busca titularse. Lógico que desemboque en una crisis universitaria que nadie quiere reconocer, porque las responsabilidades están divididas y repartidas. Pero también es obvio que los responsables directos son quienes han hecho caja y los alumnos VIP que han actuado como ventajistas. Se titulan con nuestros impuestos y, encima, sacan mejores notas sin hacer nada, devaluando la titulación de sus compañeros. Difícil de asumir como docente y como alumno, ¿no?

¿Se podría haber hecho mejor o el problema fue el Plan Bolonia?
No, qué va. La universidad española era (y, en gran medida, sigue siendo) una institución obsoleta que no cumplía con los parámetros académicos internacionales. Y de pronto pretendió “europeizarse” sin presupuesto económico, plagada de gentes sin cultura ni trayectoria académica, sin conocimientos de gestión administrativa y toda una dependencia de tramas políticas (y, cuidado, también económicas y empresariales) que vulneran la autonomía universitaria.

La Asamblea de Madrid, los rectores españoles —la CRUE— y propio ministro de Cultura han invocado la autonomía universitaria para no hacer nada en la URJC. Es como si yo la invocase para no dar clase. Se desentienden del control que están obligados a hacer. Más necesario que nunca por el descontrol institucional que se ha descubierto. No sólo en la URJC, insisto.

Todos y cada uno de los agentes de la estructura de poder de la Comunidad están implicados en una trama de favores mutuos y de chiringuitos privados
Pero fue el Plan Bolonia lo que hizo que se agravase esta situación…
Bolonia tampoco es “mi” plan. Nunca lo fue. Agravó la situación por cómo se ha hecho. La universidad española anterior no era mucho mejor, excepto que garantizaba más el acceso de las clases populares. Pero impartiendo una educación que, insisto, no les permitía competir en un contexto internacional.

Bolonia mercantilizó la universidad, sin duda. Pero aquí, claro, fue un mercado a la española. Se apoya en tramas y favores de cargos del Estado. Las clientelas políticas y “universitarias” pactan integrar todos los actores relevantes en las estructuras de poder. Lo que ocurre en la Rey Juan Carlos es un modelo calcado de las “Black cards”. Todos y cada uno de los agentes de la estructura de poder de la Comunidad de Madrid están implicados en una red de chiringuitos y favores mutuos. Esta es la cuestión. Todos son cómplices. También los “de izquierda” y, por supuesto, los sindicatos.

Los sindicatos mayoritarios son parte de la estructuras de poder en los rectorados. Prueba de ello es que no han convocado, ni siquiera apoyado en firme, ni una sola protesta. Y no ocurre solo en la URJC, también en la Complutense que no explica las notas regaladas a Casado. Ya vale de pegarle al muñeco idiota de la URJC, que ya tiene bastante con llevar el nombre del Borbón. Hemos visto que la universidad pública más antigua de Madrid (la UCM) y la más moderna (la URJC) tienen prácticas dudosas y semejantes; como la universidad privada Camilo José Cela (CJC), con la tesis de Sánchez. Aunque es otro caso.

El problema [con la tesis de Sánchez] es que la defendiese en una privada con un tribunal de amiguetes, coautores, y que, además, un presidente socialdemócrata y de izquierdas la hiciese sobre diplomacia mercantil, es decir, sobre la diplomacia que pueda hacer el IBEX35 
Hasta ahora se mostraba a la URJC como el epicentro de esta “compra” de másteres, pero ya salpica a muchos más centros.
Arrastramos clichés que ya resultan cansinos, señalo dos. Uno, “la Rey Juan Carlos es del PP”. Claro, la montaron ellos: como antes el PSOE, la Carlos III. Pero, por favor, que las profesoras que firmaban las actas de aquel engendro de Instituto de Derecho Público militaban en IU. Que además rebajaban la matrícula por militar en el PP y el PSOE, como la ex miniStra Montón. Y que CC OO ha sido el pilar del rector actual y de los dos anteriores. Y segundo cliché, no nos confundamos de muñeco a batir. La URJC tiene problemas gravísimos, manifiestos e intolerables. Pero son sintomáticos de lo que ocurre en la universidad pública y, no en menor grado, en la privada. En la Complutense Casado pudo hacer dos carreras meteóricas. Podríamos decir que, por lo menos, le regalaron un grado. Yo creo que, comparativamente, agravia a mucha más gente, licenciada y graduada, que un máster. Y la tesis de Sánchez retrata a algunas privadas, como una vía de entrada académica de segundo orden. El Presidente no copió la tesis, hizo una tesis mediocre, que quizás mereciera un aprobado. Pero, tal como están las cosas en algunos sitios (en otros no, conste) le cayó el sobresaliente cum laude automático. Llevo dos décadas formando a gente, formándonos juntos, y le ponen la misma nota a quienes hacen un trabajo serio que a los que presentan un aliño de última hora.

¿Qué hizo mal, entonces, Sánchez?
La cuestión de fondo es defender su tesis en una privada, con un tribunal de amiguetes y coautores. Y que, diciéndose socialdemócrata y de izquierdas, que la hiciese sobre diplomacia mercantil, es decir, la del IBEX35. Las mismas corporaciones a las que Sánchez acusó de no haberle dejado gobernar con Podemos hace dos años. Tenemos un nivel de debate y de reflexión sobre este tema realmente rastrero. Solo parece importar el enemigo político a batir, llevándose la Universidad por delante. Sí, es cierto, Sánchez no es lo mismo que su ex-ministra, pero adoptaron la misma táctica de defensa que el PP. Y con eso hay que acabar ya. Y con el periodismo que hace caso a gente que no enseña los papeles también.

Y, frente a esto, ¿qué hacer?
Pues hacer frente, en todos los frentes. Los estudiantes más interesados e interesantes, los vocacionales están solos, desprotegidos y minorizados. No solo por las estructuras sino, fundamentalmente, por el conjunto de sus compañeros, que viven en la apatía. Hemos salido a la calle y éramos casi más profesores que alumnos para proteger los másteres. Muchos y muchas asumen: “yo me voy a acreditar y todo lo demás me importa nada, ni mis compañeros ni el valor de mi título. Lo que quiero es un título exprés, porque ya sé que está devaluado”. Aceptarían un título regalado porque, precisamente, parten de que no vale nada.

Y, sin embargo, somos muchos y muchas los que disfrutamos un montón estudiando y poniendo en común. Debatiendo el presente y prototipando nuestro futuro, re-inventando perfiles profesionales para tener más autonomía individual y un impacto social emancipador. El tercer año de máster tuve que dar las clases en mi casa, porque el seminario le parecía demasiado provocativo a los gestores del Medialab. Se entiende, eran tiempos de Ana Botella. Empezamos así: “Con Coetzee pensamos que puede que la auténtica universidad deba trasladarse a casas particulares y conceder títulos cuyo único respaldo será los nombres de los profesores que los firmen”. Al final, del cole y de la uni, con lo que te quedas es con algunos profes ¿no? Pues nosotros con algunos alumnos y alumnas.

Limpiemos, pues, las casa común que es la Universidad (con mayúsculas, sea pública o privada) y abramos las nuestras, montando campus de los que nadie pueda desalojarnos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Represión La Policía cita a seis activistas que participaron en el escrache a Espinosa de los Monteros en la Complutense
Acusan de delito de odio a activistas que participaron en una protesta en la Facultad de Políticas contra el exportavoz parlamentario de Vox. Fueron citados por la Policía el pasado 21 de marzo, más de un mes después del escrache.
Violencia sexual
Educación Estudiantes de Cuenca piden en la facultad de Bellas Artes una universidad libre de violencia sexual
Con consignas como “fuera babosos de la universidad” o “me cuidan mis amigas, no secretaría”, un centenar de estudiantes denuncia conductas inapropiadas por parte de profesores hacia alumnas en la Universidad de Castilla La Mancha.
#23513
26/9/2018 16:29

"A la hermana de Rajoy le toca el 'Gordo': su registro lleva la Operación Chamartín"
https://www.elconfidencial.com/espana/madrid/2018-09-26/mercedes-rajoy-registro-operacion-chamartin_1620857/

8
0
#23525
26/9/2018 18:19

Yo te doy cremita, tu me das...

3
0
#23483
26/9/2018 9:59

¿¿¿España huele a que???
¡¡¡España huele a mierda!!!

10
0
#23482
26/9/2018 9:46

Con lo bueno que es hacer una Formacion Profesional Superior...

3
7
#23481
26/9/2018 8:33

La verdad que la educacion en España a todos los niveles da asco.

8
3
#23546
27/9/2018 8:11

Poco aporta su exabrupto.
Hay de todo: muy buenos profesionales educadores. Un sistema burocratizado. La presión de los padres por la competitividad. Educandos que no tienen interés por aprender, por lo que exige de atención y esfuerzo. Y otros profesores indolentes que han tirado la toalla, por la falta de reconocimiento social.

0
2
Dependencia
Dependencia Los cuidados necesitarán entre 300.000 y 600.000 trabajadores más en cinco años
Las empleadas de residencias y ayuda a domicilio reclaman mejoras en esas nuevas plazas. “Debemos tener un sistema de cuidados universal y público, debe ser un derecho y no un negocio”, piden desde el sindicato ELA.
Precariedad laboral
Precariedad Voluntariado en el sector social: un monstruo con tres cabezas
La precarización del sector social es algo de lo que se viene hablando cada vez más en los últimos años, pero es un hecho que lleva conviviendo con nosotras mucho tiempo, y que es consecuencia de varios factores.
Cómic
Cómic Un gran poder conlleva una gran responsabilidad: ¿los superhéroes de cómic son de derechas o de izquierdas?
¿Encarna Superman a la socialdemocracia liberal, es Batman un militante anarcocapitalista y el Capitán América la bandera del nacionalismo? La respuesta no es tan sencilla si se repasa la historia del género.
Memoria histórica
Manuel Pérez, ‘camarada Arenas’, tras salir de prisión “Cordón trató de escaparse, se cayó y se mató”
El militante histórico del PCE reconstituido y, según la Justicia, líder de los Grapo, mantiene su inocencia en todos los casos que le han llevado a pasar 32 años en prisión.
México
México El Coyul, un ejemplo de resistencia indígena frente al despojo en el Istmo de Oaxaca
La Sociedad Agrícola y Ganadera El Coyul continúa apelando la sentencia por despojo agravado y secuestro interpuesta a 21 de sus miembros

Últimas

Sevilla
Proyectos estratégicos Ilegalidades pasadas y peligros futuros de la mina que la Unión Europea quiere revivir en Sevilla
Las Cruces tiene un historial de más de 6,5 millones de euros en sanciones e indemnizaciones por extracciones ilegales de agua. El espaldarazo de la UE y del Gobierno al proyecto podría empeorar los vertidos que ya realiza la mina en el Guadalquivir.
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar llegan a un acuerdo para que el SMI no tribute el IRPF
Pese a adelantar la ministra de Trabajo que se habían roto las negociaciones, finalmente las personas que cobren el salario mínimo no tendrán que declarar en 2025.
Comunidad de Madrid
Comunidad de madrid El taxi advierte de que las nuevas licencias a Cabify van a “reventar el mercado”
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid da la razón a las plataformas de VTC y obliga a la Comunidad de Madrid a concederles más de 2500 nuevas licencias en la comunidad.
Comunidad de Madrid
Sanidad Universal Sociedades sanitarias critican el SMS amenazante que el Gobierno de Ayuso está enviando a personas migrantes
Cuatro sociedades científicas denuncian un texto amenazante en el que se indica al destinatario que dispone de 30 días para seguir de alta en la Tarjeta Sanitaria, lo que está generando “incertidumbre” y “desprotección”.
Economía
IPC La inflación interanual cae hasta el 2,3% en marzo gracias a las lluvias
Las precipitaciones han reducido el precio de la electricidad.La subyacente también se reduce dos décimas hasta situarse en el 2%.
Notas a pie de página
Notas a pie de página Mansiones encantadas y casas sin cocina
La casa encantada como símbolo de la opresión del espacio doméstico recorre la literatura de muchas escritoras. Pero hubo un tiempo en el que algunas feministas trataron de imaginar otro hogar posible, en el que se liberase el trabajo doméstico.
Más noticias
Opinión
Opinión Sobre la cancelación de Georgina Orellano en el Foro ESPAL 2025
La cancelación de Georgina redunda en esta incapacidad para escuchar a las trabajadoras sexuales y en el pánico que tienen de que se las escuche. Denota inmadurez política, cerrazón dialéctica y pacatería moral.

Recomendadas

América del Sur
América del Sur La batalla por el litio: pueblos originarios resisten un “genocidio medioambiental y cultural”
Sudamérica se ha convertido en la proveedora mundial de materias primas para la transición energética. Las comunidades afectadas se rebelan ante una actividad que genera desposesión de tierras, contaminación, sequía y conflictos internos.
El Salvador
Ivania Cruz “El estado de excepción se está utilizando en El Salvador para gobernar en base al miedo”
A esta defensora de derechos humanos y comunitarios le allanaron su casa mientras se encontraba en un viaje internacional. Desde el exterior, denuncia la persecución del gobierno salvadoreño hacia su organización y hacia las comunidades que defiende.
Yemayá Revista
México Sobrevivir en la frontera: el cuerpo como moneda de cambio
En Tapachula, punto clave de la frontera sur de México, miles de mujeres migrantes permanecen atrapadas sin poder seguir su camino hacia Estados Unidos.