Universidad
Académicas denuncian censura en la Universidad al hablar de trabajo sexual: “Nos acusan de proxenetas"

Diversas investigadoras denuncian censuras en el ámbito académico a la hora de abordar el estudio de los distintos aristas del trabajo sexual
Ley abolicionista
Concentración cotra la Ley Abolicionista-Prohibicionista en Madrid, 4 de octubre de 2022 Elvira Megías
@laespigaora
2 jun 2024 06:00

En septiembre de 2019, la Universidad de A Coruña suspendía unas jornadas de debate sobre prostitución, donde participaban las propias trabajadoras sexuales, a causa del señalamiento que un colectivo abolicionista hizo de las mismas.

La suspensión de ese acto tuvo una respuesta, inédita hasta entonces en el Estado español, por parte de académicas y profesoras de distintas universidades españolas, colectivos de trabajadoras sexuales y activistas, la creación del proyecto: Universidades Sin Censura.

Una iniciativa que llevó a más de 20 centros universitarios estatales durante el curso 2019/2020 distintos debates en torno al trabajo sexual con el objetivo de señalar que“en los debates públicos de toda sociedad democrática se han de poder ofrecer y representar los argumentos de las distintas posiciones” y hacer hincapié en la necesidad de que en el debate se incluyeran “la voz de las personas trabajadoras sexuales que reclaman respeto y derechos”.

Trabajo sexual
La prostitución como estigma Trabajo sexual y violencia institucional
VV.AA.
¿Podemos hablar de violencia institucional? ¿Dónde están los límites de la libertad de expresión en las fuerzas políticas? Los discursos que desde las administraciones públicas fomentan el estigma hacia grupos y colectivos poblacionales suponen una gran falta de responsabilidad por parte de los gobiernos.

Universidades Sin Censura sacó a la palestra mediática una realidad que se vivía dentro de las aulas y los despachos universitarios: qué discurso está permitido tener sobre la prostitución dentro de la academia y cuál no.

Censura a obras académicas

Carmen Meneses es antropóloga y profesora en la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid). Desde hace más de 30 años realiza estudios sobre género, riesgo y vulnerabilidad social, una de sus especialidades es el estudio del trabajo sexual. A pesar de su dilatada carrera, Meneses denuncia que varios de sus artículos científicos han sido rechazados al tratar sobre trabajo sexual. “Mi último estudio va sobre las mujeres españolas que van a ejercer la prostitución a Suiza, lo mandé a unas revistas previamente y me dijeron que no tenía la calidad”.

“Se les ve el plumero, ahora mismo en muchas de las revistas científicas españolas es muy difícil publicar si tú no tienes ese discurso hegemónico”, expone la antropóloga Carmen Meneses

La antropóloga cree que estas respuestas “son excusas”, ya que al mandar sus artículos a revistas internacionales, “más prestigiosas y con más proyección”, se publican sin problema: “se les ve el plumero, ahora mismo en muchas de las revistas científicas españolas es muy difícil publicar si tú no tienes ese discurso hegemónico”.

Meneses lleva estudiando la prostitución desde los años 90, y argumenta haber “generado muchísimos datos”. En otra ocasión cuenta que tuvo que cambiar frases de su artículo para que se lo publicaran: “la interpretación que haces y algunos datos no les gustaba”.

La académica cree que la causa de esta censura reside en que sus investigaciones plantean con datos que “las mujeres toma sus propias decisiones en el trabajo sexual” sin invisibilizar que “existen mujeres coaccionadas, eso es un delito y no se trata de lo mismo”. Meneses además reflexiona sobre el discurso oficial sobre la prostitución que se encuentra en la academia y en otros sectores: “En el discurso que hay ahora mismo sobre la prostitución, no hay ni un solo dato, es todo pura ideología”.

Alba Sierra es Educadora Social e investigadora en estudios de género y trata de personas. En su último estudio Asistencia a mujeres tratadas en España. Otras víctimas y formas de violencia analiza de forma crítica “la existencia de mecanismos de control corporal y sexual, económico y vital, que producen formas de violencia en parte de las mujeres asistidas y de las trabajadoras”.

“Las trabajadoras sexuales que no pueden visibilizarse, no pueden hablar por ellas mismas, no pueden expresar sus demandas y se obstaculiza que accedan a derechos”, argumenta la Educadora Social Alba Sierra

En su labor como investigadora se ha tomado con distintas trabas a la hora de investigar ciertos temas y hacer críticas al pensamiento abolicionista: “Si apoyas los relatos hegemónicos que ya hay sobre prostitución, se te facilitan mucho las cosas”. Sin embargo, Sierra señala que si no sigues ese relato “puedes recibir más coacciones y ser señalada como proxeneta”.

La educadora social cree que “se está polarizando el debate desde lo absurdo” y que finalmente las personas más afectadas por estas censuras son “las trabajadoras sexuales que no pueden visibilizarse, no pueden hablar por ellas mismas, no pueden expresar sus demandas y se obstaculiza que accedan a derechos”.

Paloma Martín es profesora de Trabajo Social, y comenzó su carrera investigadora con una posición abolicionista: “me fui alejando porque conocí otras posturas”, sostiene. Martín se fue alejando de su grupo de investigación porque “no me apetecía formar parte de un grupo de profesionales académicos que censuran a las propias trabajadoras”.

La tesis de Martín va en torno al consumo de trabajo sexual, una obra que incomodó dentro de la academia “me han llegado a acusar de proxenetismo”. La académica señala que ha conseguido publicar ningún artículo en revistas científicas en el que hable sobre prostitución, lo que no pasa cuando trata de otros temas: “Investigo sobre otros temas y no he tenido problemas en que me publiquen, cuando hablo de exclusión residencial, cuando hablo de estereotipos de género automáticamente me publican el artículo”.

La profesora traza una reflexión final acerca del posicionamiento hegemónico abolicionista dentro de la academia: “Es un lugar desde el privilegio de las académicas y de la gente que trabaja en instituciones con una mirada muy salvacionista, creen qué es lo mejor para la prostitución y no están escuchando a las voces, de las trabajadoras, las activistas, de las personas que realmente están viendo esta realidad”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Mantícoras
Durante unas jornadas supuestamente feministas en una universidad pública, una ponente se atrevió a decir: “Las trans no sufren violencia porque son hombres”. Los espacios seguros no existen, aunque nos pese.
Trabajo sexual
Encuesta Denuncian la falta de rigurosidad del estudio sobre trata del Ministerio de Igualdad
La investigación toma como fuente miles de anuncios, que suelen ser de agencias. La prohibición de la publicidad aprobada en la anterior legislatura propició que las trabajadoras autónomas dejaran de usar la publicidad.
Sudáfrica
Sudáfrica Prostitutas y madres sudafricanas: “La gente se cree que no tenemos hijos, que sólo somos nuestro trabajo”
En 2013, tras más de dos décadas dedicada a la prostitución, Duduzile Dlamini decidió impulsar un programa que velara por los derechos de mujeres que, como ella, estaban obligadas a conciliar el trabajo sexual con la crianza de sus niños.
Llucià
3/6/2024 0:48

A saber, el problema del que hablan no es tanto un problema de una temática en particular (la prostitución), sino mas bien un mal funcionamiento sistémico del mundo académico, y su reparto de prestigio por publicaciones.
Tenemos unas editoriales privadas que publican. Académicos que hacen investigación. Instituciones que necesitan «algo» para arbitrar a quien dan la pasta para la investigación siguiente, a quien fichan y a quien no, etc. Se monta un sistema completísimo en el cual las editoriales privadas generan los indices que las instituciones necesitan para rellenar la casilla. Cuantos puntos tiene el doctor X?
Funciona: se obtienen números (indices) y se usan para atribuir becas, plazas universitarias, ascensos...
Tienen estos números alguna relación con la calidad y valía de la académica en cuestión? Es difícil no imaginar mil formas en las que este sistema pueda funcionar mal. Los sesgos ideológicos en las publicaciones es solamente uno de ellos.

0
0
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto como el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Uruguay
Uruguay La izquierda parte como favorita en la segunda vuelta de las elecciones en Uruguay
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con ventaja en las encuestas. El alto número de indecisos, y la ausencia de mayorías en parlamento y senado, marcan estos comicios.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.
Más noticias
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.