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Turismo
Alicante vive su primera manifestación contra el turismo masivo
Alicante aumenta sus cifras de turistas extranjeros cada año. A finales del 2024 habrá recibido, según las previsiones del ayuntamiento, más de 200.000 pasajeros de los aproximadamente 100 cruceros que atracan en el puerto. Además, Aena, habla de “récord histórico” en el aeropuerto con 1.749.487 pasajeros en junio de 2024. Esto, sumado a los turistas que llegan a través de otros medios, proyecta una superación de las 9.724.301 pernoctaciones en hoteles del 2023 según el INECA (Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante). A todo ello habría que sumarle las no registradas en pisos de alquiler turísticos y los turistas no extranjeros, que alcanzaron la cifra de 7.645.887 en hoteles. En resumen, la provincia Alicante podría recibir este año más de 17.000.000 de turistas.
Si nos centramos únicamente en la ciudad, la ocupación ya llegaba al 90% en mayo de 2024 en los hoteles mientras las viviendas de alquiler vacacional se iban multiplicando y ampliando su alcance del centro hasta a los barrios periféricos. Alicante, cuyo modelo económico está explícitamente basado en el turismo masivo, ha ido llenándose hasta rebosar y en lugar de dejar de recibir turistas en algún momento del año, el turismo se ha desestacionalizado y la ciudad se ha seguido explotando hasta desbordar todo. Ante esta práctica basada en la repetición, asociaciones como Alicante, dónde vas han optado por la reivindicación reiterada de la misma forma: desde las asambleas hasta acabar en las calles con una manifestación que el pasado sábado 13 de julio junto a medio millar de personas.
Lara: “A medida que los pisos turísticos invaden los barrios, mientras se descuida la limpieza y a la gente, nos dimos cuenta de que lo que esta pasando en Canarias, Mallorca o Barcelona pasa aquí y no nos estábamos movilizando”
Una de sus portavoces, Elena Lara, nos cuenta que “estamos en un momento crucial y, precisamente, desbordados”. Llevan reuniéndose desde el año 2019 para compartir las diferentes situaciones a las que se han ido viendo sometidas las personas de los barrios de Carolinas y San Antón, entre otros. “A medida que los pisos turísticos invadían los barrios, mientras se descuidaba la limpieza y a la gente, nos dimos cuenta de que lo que estaba pasando en Canarias, Mallorca (dónde también se convocó una manifestación el día 13), o Barcelona estaba pasando aquí y no nos estábamos movilizando”.
El manifiesto de Alicante, donde vas, reproduce la frase germen de dichas movilizaciones: “Alicante tiene un límite”. Lara destaca que hay irritabilidad pero también paciencia y sentido de la responsabilidad en sus decisiones. Desde la crisis del 2008, los barrios obreros se han ido convirtiendo aún más en zonas de segunda fila para los ayuntamientos y eso provoca esa unión entre vecinas. “Hemos reconocido todo lo que nos une, lo que nos afecta y por lo que luchamos, y eso surge de las asambleas en el ateneo, en las plazas y en los comercios locales”.
Uno de los puntos de encuentro más habituales es precisamente la librería Farenheit 451, que acoge sus asambleas como lo hace el Ateneo del Pla-Carolinas, además de organizar con el colectivo conversaciones con autoras como Anna Pacheco, con motivo de su libro Estuve aquí y me acordé de nosotros. Desde Alicante, dónde vas, agradecen el espacio y el apoyo que han recibido “desde siempre” por parte de la librería, así como el compartir la lucha para abrirse puertas mutuamente. Las socias de Farenheit, Marta Hermida y Mariola García, afirman y coinciden con Lara en lo importante que es aunar “la calle con lo intelectual”, aunque sea “complejo y no necesariamente vaya siempre unido”. Hermida cuenta que “fue fundamental abrir la librería con la que juntar los libros y la difusión con el activismo y hacer cosas por el barrio”.
Sento Oncina, uno de los portavoces del Sindicat de Barri de Carolinas, junto con Salvador Cobo, editor de Ediciones El Salmón y activista, fueron dos de las personas que iniciaron estas reuniones. Comenzaron en la librería como espacio en el que tratar “el turismo y la gentrificación como algo esencial y que nos afecta directamente”. Ediciones El Salmón es, precisamente, una editorial centrada en pensamiento crítico hacia el turismo y el capitalismo. Lo que resalta esa necesidad de conexión entre los movimientos vecinales y la cultura. A su vez, Hermida y García destacan que también es crucial saber la dirección que sigue esta relación ya que “no necesariamente siempre deben de juntarse lo intelectual y la calle”.
Portavoz de Alicante, dónde vas. “La desinformación aísla a colectivos como los ancianos y provoca que haya gente que no se sienta representada. Nosotras intentamos ser un grupo amplio que represente y comunique las necesidades del barrio”
El elitismo y la complejidad de ciertas ideas a veces impiden la comunicación y la información que se necesita para movilizarse, que es precisamente lo que destaca la portavoz de Alicante, dónde vas. “La desinformación aísla a colectivos como los ancianos y provoca que haya gente que no se sienta representada. Nosotras intentamos ser un grupo amplio que represente y comunique las necesidades del barrio”.
Los ancianos y la gente joven son dos grupos que buscan esa representación y participar de una forma u otra. “Hacer calle y tener puntos de encuentro facilita esa comunicación”. Lara está convencida de que el siguiente paso son las mesas informativas, más huertos comunitarios, las campañas y continuar con las movilizaciones “siempre como espacios seguros”. Esos lugares facilitan que algunas ideas complejas lleguen a la calle, pero, como afirma Hermida “también ocurre que muchas ideas de la calle llegan a la intelectualidad y en este caso es interesante cómo se juntan los activistas de ambos lugares demostrando lo transversal que es este problema”. Desde otras asociaciones como Alicante te necesita, que no tiene portavoz, aseguran que todos representan al propio colectivo, muestran esa transversalidad con una comunicación constante e inmediata entre barrios para difundir sus denuncias a través de las redes sociales. Además, ponen en contacto a todo el mundo con el resto de agrupaciones para ayudarse entre ellos.
Según la plataforma online Hellosafe, que estudia y compara productos financieros, Alicante cuenta con el tercer salario medio más bajo de las grandes provincias de España. El salario medio de la ciudad según su estudio es de 1636,40 euros y de él se gastan 1276,89 euros en lo que llaman coste de vida. Es decir, el 78% de un sueldo como ese. ¿Qué ocurre entonces con las personas que no llegan a estos sueldos? ¿Qué ocurre con las que ni siquiera llegan al salario mínimo? El turismo masivo y la especulación inmobiliaria, así como la explotación laboral asociada a ese modelo económico es lo que denuncia Alicante, donde vas, que busca luchar por este tipo de gente en riesgo de quedarse sin casa y sin trabajo.
Luis Barcala, alcalde de Alicante, del Partido Popular, en la rueda de prensa de les Fogueres 2024 invitó a los megacruceros a los que prohibirá atracar su compañera de partido y alcaldesa de Valencia, María José Catalá, a venir a Alicante
Este modelo económico genera empleos temporales, mal pagados y con condiciones desfavorables. A pesar de todo, Luis Barcala, alcalde de Alicante y representante del Partido Popular, en la rueda de prensa de les Fogueres 2024 invitó a los megacruceros a los que prohibirá atracar su compañera de partido y alcaldesa de Valencia, María José Catalá, a venir a Alicante. También dejó claro que no pondrá límites a los pisos turísticos.
Sobre esta permisividad, Elena Lara destaca la “inaccesibilidad y los precios prohibitivos, que demuestran la desigualdad entre los barrios y el centro”. “No deberían de poder montar un TGB en zonas como la plaza de Pío XII mientras cierran bares de toda la vida”, afirma. Este contraste es más llamativo si cabe cuando observas cómo estas zonas reciben constantemente a personas sin techo que se ven desplazadas de los lugares en los se refugiaban. “El poblado que había detrás del estadio Rico Pérez lo desmantelaron y la gente que necesita un sitio acaba aquí”, cuenta Lara. Reitera que el problema no son ellos, es que no se les busque un lugar mientras se continúa dando privilegios a turistas sin controlar las viviendas vacacionales. Sobre esto, añade, que empiezan a surgir herramientas como la página web Que no te tiren, impulsada por Compromís Alacant replicando la misma web impulsada previamente desde Valencia, que facilita el denunciar los pisos turísticos y las obras ilegales encargándose ellos de gestionarlo e informarte del proceso, “y es de agradecer, aunque nuestra idea sea no asociarnos a ningún partido, que se ayude a la gente”.
Y aún así, la manifestación del 13J ha generado también esperanza, según cuenta la portavoz del colectivo: “Somos conscientes de la magnitud de lo que ocurre y la rapidez con la que estamos consiguiendo alzar la voz”, afirma. Desde Alicante, dónde vas, han organizado intervenciones en la plaza del Mercado Central performando una crítica al turismo, han organizado talleres de pancartas y, todo ello, sumado a las reuniones y apoyos en el día a día. “Queremos que se vea todo lo que hacemos y que se nos tome en serio. Esta manifestación es importante y nos da esperanza para futuras decisiones. No podemos obviar que somos un movimiento comunitario, autogestionado e independiente de partidos políticos”. Eso mismo destacan quienes participaron en la marcha, que celebran que haya caras de todas las partes de la izquierda pero sin buscar la representación de partidos, “por una causa común y más importante que hacer méritos”, destacan.
Mientras algunos turistas paraban a hacer fotos a la manifestación contra el turismo masivo, los participantes iban destacando la envergadura de la movilización. “Es esperanzador que nos hayamos juntado tantas personas para luchar contra el turismo masivo”, opinan. También esperan que esto sea solo el punto de partida para que las asambleas, el apoyo y las movilizaciones continúen y ganen fuerza “para cambiar las cosas, aunque sea poco a poco”.
Como afirma la introducción de Jodidos turistas escrita por las editoras de la propia Levantafuego, “la relación con el turista es siempre una relación jerárquica […] la obligación de los sujetos visitados es servir las mesas, limpiar las habitaciones de hotel y responder a las expectativas”
El desborde que ha provocado el turismo masivo ha llevado a que quienes sobran sean los trabajadores, la gente que vive en los barrios y los que sufren la inflación, el desempleo y la pobreza. Porque como afirma la introducción de Jodidos turistas escrita por las editoras de la propia Levantafuego, “la relación con el turista es siempre una relación jerárquica […] la obligación de los sujetos visitados es servir las mesas, limpiar las habitaciones de hotel y responder a las expectativas”. Algo que explica muy bien la ya mencionada Anna Pacheco en su ensayo, que denuncia Alicante, dónde vas y que sufre todo aquel que viva en ciudades castigadas con el turismo masivo.
Pero que también ha provocado la reivindicación, la reiteración, la lucha y la unión a aquellos a los que quieren hacerles sentir que sobran. Que sufren la contaminación, la precariedad laboral y económica pese a dedicarse a servir al turista. Y esta está llegando poco a poco, tejiendo redes y sin la necesidad de un impacto directo, algo de lo que hablan todas las asociaciones y que concuerda también con el discurso de Proyecto UNA en el último Pol&Pop y que también se relaciona con la forma de recuperar los espacios arrebatados por el modelo turístico basado en la explotación con efectos en la vivienda, el trabajo, el medio ambiente y las personas que habitan la ciudad que o no tienen trabajo o no se pueden permitir un descanso.