senegal protestas
Jóvenes responden a la represión policial en las manifestaciones del viernes 5 de marzo por la detención de Ousmane Sonko. Sylvain Cherkaoui

Senegal
Senegal en su segunda primavera

La indignación por los métodos de Macky Sall genera una unidad transversal que podría suponer un punto de inflexión en la política senegalesa.

Seis días de protestas. Al menos 11 muertos. Alrededor de 600 heridos. Cientos de detenidos. Las calles de Dakar convertidas en un campo de batalla. Coches volcados, jóvenes corriendo, escapando de la recia represión de las fuerzas de seguridad o haciéndoles frente con lo que tienen a mano. Tanques pisando los restos de los enfrentamientos. Miedo y rabia. Las manifestaciones que tuvieron lugar en los primeros días de marzo en Senegal dejaron dos certezas: la población no tolera más la falta de democracia del país y sus élites políticas no están dispuestas a abandonar fácilmente un lugar de privilegio. Y Macky Sall, quien llegó a la presidencia del país en 2012, no es ajeno a esta dinámica.

Senegal en su segunda primavera - 2
Un vehículo de la policía pincha una rueda durante las protestas en la universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, el pasado 4 de marzo Sylvain Cherkaoui

Los incidentes, que por momentos levantaron temores sobre una posible guerra civil, empezaron el 3 de marzo, cuando uno de los principales líderes de la oposición, Ousmane Sonko fue detenido cuando se presentaba a declarar. Estaba acusado de violación, pero el motivo de su encarcelamiento fue “causar desórdenes públicos” y participar en una “marcha no autorizada”. Miles de simpatizantes le habían acompañado a su comparecencia ante los tribunales en protesta por el uso de la justicia por parte del gobierno para quitarse de en medio a un rival político que además, como diputado, contaba con inmunidad. El 6 de marzo, presionado por la ola de manifestaciones que agitaron el país, el ejecutivo de Sall puso a Sonko en libertad con cargos.

La insumisión de la juventud senegalesa hace diez años frustró las pretensiones de Wade de perpetuarse en el poder. Quien surgió de ese pulso, Macky Sall, no solo no cumplió con su promesa de reducir el periodo de presidencia de 5 a 7 años sino que empezó maniobras para ser candidato también en las elecciones del 2024

En Senegal la pulsión de rebelión no es ninguna novedad y de hecho ha marcado la última década.  En  2011 los jóvenes raperos y periodistas del colectivo Y’en Marre, salieron a escena como un revulsivo por el cambio. El grupo, que tomó su nombre de una canción del famosos rapero Tiken Ya Fakoly, movilizó a una juventud alejada de lo institucional para sacar al presidente Abdelaye Wade del poder acudiendo a votar, en un país en el que la media de edad apenas sobrepasa los 18 años de edad y la pirámide es muy ancha en su base y afilada en su cúspide.

La insumisión de la juventud senegalesa hace diez años frustró las pretensiones de Wade de perpetuarse en el poder. Quien surgió de ese pulso, Macky Sall, alguien no ajeno a la maquinaria —fue primer ministro con Wade entre el 2004 y 2007, y tuvo que enfrentar sus propio via crucis judicial tras anunciar que pasaba a la oposición en 2009— no solo no cumplió con su promesa de reducir el periodo de presidencia de 5 a 7 años sino que empezó maniobras para ser candidato también en las elecciones del 2024. Maniobras que involucran dos estrategias: una reforma legislativa que facilite su acceso al poder, y barrer a la oposición con posibilidades de arrebatarle la presidencia.

Senegal en su segunda primavera - 8
Manifestación en la Place de la Nation de Dakar tras conocerse la liberación de Ousmane Sonko. Sylvain Cherkaoui

El tercer hombre

En 2011 la sociedad civil senegalesa gritaba Wade dégage, diez años después Macky Sall dégage, se ha convertido en la demanda en las calles. Dégage es una palabra francesa que invita a irse, a despejar el terreno, a desaparecer y dejar en paz. No es solo a un líder o a otro a quienes se invita a marchar. Dégage France, lucen algunos muros: es la necesidad de pensar el futuro sin las élites políticas que gobiernan alejados de las necesidades de un pueblo empobrecido y sin futuro.
Senegal en su segunda primavera - 5
Dos personas caminan al lado de un muro en el que se lee “Fuera Francia” Sylvain Cherkaoui

Pero es también la necesidad de librarse de la injerencia exterior en su economía, de Francia, pero también de España, o la Unión Europea, o incluso de China, y en general de todos esos países que tan bien se entienden con un líder, Sall, que ha hecho de las grandes infraestructuras su sello, en una idea de desarrollo y modernización amigable con las inversiones extranjeras. Un nuevo estadio, un enorme centro de conferencias, el tren de alta velocidad, un puente sobre el río Gambia, proyectos que suponen una gran carta de presentación en algunos foros pero que no convencen a un pueblo empobrecido que se ha visto extenuado por la crisis del covid19.

En esta ocasión, sin embargo, hay una baza con la que aquellos que gritaban “¡Estamos hartos!” no contaban hace diez años. Una baza que se llama Sonko. El opositor de 44 años, cuya detención está al origen de los días de tumulto, implica una ruptura con una forma de entender la política y la administración del Estado. Sonko, el tercer opositor a Sall que debe hacer frente al aparato judicial, es también el único que representa todos los “Degage” pendientes: engarza con las reivindicaciones nacionalistas al reclamar incluso la salida del Franco CFA, símbolo por antonomasia de la perpetuación del colonialismo francés, clama por recuperar la soberanía sobre los recursos del país y sus esfuerzos contra la corrupción trascienden lo discursivo.

Antiguo funcionario de aduanas, en 2016 Sonko publica el libro Petróleo y Gas en Senegal: crónica de un expolio en el que revela el engranaje de corrupción por el cual los recursos del estado alimentan las economías de las multinacionales extranjeras y la élite local, señalando a la familia Sall. Poco después después, en 2019, el estreno de un reportaje en la BBC salpica directamente a su hermano, Aliou, acusado de cobrar comisiones por parte de British Petrolium por la explotación del gas senegalés. Pocos meses antes, en febrero de ese mismo año, Macky Sall se había alzado victorioso de sus segundas elecciones tras la salida de la carrera electoral de Karim Wade, hijo del anterior presidente, y el alcalde de Dakar, Khalifa Sall, acusados, respectivamente, de enriquecimiento ilícito y malversación de fondos públicos.

Senegal en su segunda primavera - 1
Ousmane Sonko durante un mitin en el Estadio Alassane Djigo, en la ciudad de Pikine, el 21 de enero de 2019. Sylvain Cherkaoui

En 2019 Sonko quedó en tercer lugar, acometiendo ya una primera victoria, la entrada de un outsider en la arena política senegalesa. Alguien con la capacidad de movilizar a la juventud y conectar con las demandas políticas de  quienes se sentían acorralados por el desempleo, la falta de futuro y el despojo de los recursos. El nombre de la agrupación política que lidera, PASTEF (Patriotas de Senegal por la Ética, el Trabajo y la Fraternidad) comprime en sí principios y aspiraciones de las generaciones más jóvenes.

¿Esperanzarse al fin?

Pero no es solo una cuestión de juventud y necesidad de cambio, la instrumentalización del Poder judicial al servicio de la política ha puesto en alerta a toda la sociedad. El Alto Consejo Judicial responsable de los magistrados, es presidido por el propio Sall, y el vicepresidente del órgano es el Ministro de Justicia.
Senegal en su segunda primavera - 10
Un joven escucha música durante la manifestación del 8 de marzo, tras la liberación de Ousmane Sonko. Sylvain Cherkaoui

Junto al cuestionamiento de la salud democrática del país, el drama de una juventud que tiene como única salida la migración convulsionó a la sociedad el pasado otoño tras la muerte de al menos 480 jóvenes en una sola semana. Fue la sociedad civil la que honró las muertes de sus compatriotas con un día de luto nacional mientras se acusaba al poder de indiferencia y silencio. Mientras la población emigrante supone un pilar de la economía del país enviando millones en remesas desde el exterior, la suerte de los nacionales avocados al exilio económico no parece una prioridad para el gobierno. Miles de senegales con pasaporte, alojados en macro campamentos en Canarias demandan que su país se involucre en su suerte. La presión ha evitado al menos de momento que Sall se comprometa formalmente a retomar los vuelos de deportación con España, objetivo del reciente viaje del presidente Pedro Sánchez al país. Fomentar la migración circular  —con billete de vuelta— de contrato en origen.

La detención de Sonko ha tenido como consecuencia la articulación del Movimiento para la Defensa de la Democracia, una frente que suma a las gentes de Y’en a Marre, pero también a numerosos partidos de la oposición, múltiples sindicatos y colectivos

Sobre este magma de descontentos, la detención de Sonko ha tenido como consecuencia la articulación del M2D, Movimiento para la Defensa de la Democracia, una frente que suma a las gentes de Y’en a Marre, pero también a numerosos partidos de la oposición, múltiples sindicatos y colectivos. La última muestra de que algo podría estar cambiando ha sido el apoyo exteriorizado por el propio Khalifa Sall, a Sonko.

“Toda la clase política, la sociedad civil, la ciudadanía se levantó junta para decir suficiente es suficiente. Pero tenemos que entender que este movimiento no está solo ligado al caso de Ousmane Sonko, es la acumulación de toda una serie de frustraciones y rechazo a los métodos de Macky Sall”, diagnosticaba el propio líder de PASTEF en una conferencia de prensa, a finales de marzo.

Senegal
La juventud senegalesa se organiza ante la falta de futuro

Los movimientos sociales senegaleses denuncian que los acuerdos pesqueros obligan a los pescadores a emigrar aún arriesgando su vida en una patera. El colectivo #480 se propone hacer frente a la migración irregular denunciando a quienes condenan a la miseria o el desempleo a las mayorías, expulsando así a tantas personas de su país. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

En el margen
Mamadou Yero Seydi Mballo “Nos encontramos ya en un ciclo político en el que la ofensiva hacia nosotros se irá acentuando año a año”
A partir de sus lecturas decoloniales y su activismo político, Mamadou Yero Seydi Mballo explora los desafíos que enfrenta el antirracismo desde una perspectiva que pone en el centro el discurso colectivo y el diálogo intergeneracional.
Uranio
Congo Conspiraciones en el Congo
De la bomba de Hiroshima a las armas nucleares israelíes, el camino conduce al uranio del Congo.
Fronteras
Europa Fortaleza La militarización del Mediterráneo empuja a miles de personas hacia la ruta canaria, la más letal
Un informe advierte que el “alto nivel de violencia” que padecen las personas que migran desde Argelia o el norte de Marruecos “ha obligado” a que opten por la ruta canaria a pesar de ser más peligrosa.
#87139
13/4/2021 10:33

"Primavera" es el termino promovido por la Cocaine Importing Agency. Me sorprende y preocupa que lo utilicéis a la ligera.

2
1
#87012
11/4/2021 11:31

Ahora me quedo con la duda de si el líder opositor encarcelado cuando iba a declarar sobre una violación... tuvo participación alguna en tal evento que no se menciona en la noticia ¿?

2
5
Hidrógeno
Descarbonización Los planes de expansión del hidrógeno en Europa chocan con la falta de energía verde para producirlo
La escasez de hidrógeno producido con renovables y el exiguo desarrollo del aluvión de proyectos anunciados ponen en entredicho la estrategia de descarbonización en Europa, según un informe de Global Energy Monitor.
Crisis climática
Parlamento Ciudadano Climático Un jurado popular ciudadano para combatir la crisis climática y el retroceso democrático
En un momento crítico para la democracia y la acción climática, cinco organizaciones medioambientales reunieron en el Congreso de los Diputados a científicos, actores sociales y asambleístas para impulsar un Parlamento Ciudadano Climático Permanente.
Pensiones
Revalorización de las pensiones Los pensionistas no se fían y salen a la calle tras el rechazo al decreto ómnibus
La Unidad de Acción de Madrid convoca a manifestarse este viernes 31 frente a la sede del PP tras la “posición negativa de la derecha ultranacionalista, sea española o catalana”.
Ayuntamiento de Madrid
Convenio colectivo Las cuidadoras ganan a Almeida: Madrid anuncia nuevos pliegos con la subida salarial pactada
Las trabajadoras de cuidados seguirán en huelga dado que “no hay nada tangible”. El anuncio afectaría a 12.000 personas empleadas por el Ayuntamiento, pero no a las 2.000 trabajadoras más convocadas a la huelga que trabajan para la Comunidad.

Últimas

Cine
El Salto recomienda Diez películas y series en Filmin para acercarse a la diversidad de Andalucía
Una selección realizada por la periodista de El Salto Aurora Báez Boza sobre las mejores películas y series para descubrir las diversidades que habitan dentro de Andalucía
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Sin materiales, sin protección adecuada y sin financiación: los bomberos de Madrid denuncian “abandono”
La contaminación de los equipos de protección de cinco bomberos en un incendio en una nave de reciclaje hace levantar de nuevo la voz de los sindicatos, que ya tienen denunciada ante el TSJ de Madrid, la falta de financiación.
Opinión
Opinión No es Poder Popular todo lo que reluce
VV.AA.
No hay alternativa capaz de cambiar este sistema que no hable claramente de socialismo y de clase trabajadora
Lavapiés
Madrid Lavapiés gana un asalto a la organización fascista Hacer Nación
La empresa en la que se iban a organizar unas jornadas con figuras de la extrema derecha europea ha confirmado que comunicó a Hacer Nación que no le cedía su espacio.
Más noticias
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
El Salto Radio
EL SALTO RADIO Cultura y resistencia desde América del sur
Cuatro historias sonoras de experiencias creativas y comunitarias en algunas ciudades de Perú, Argentina y Paraguay

Recomendadas

Dana
Tres meses de la dana “Aquí no llovió casi nada”
VV.AA.
Un vecino de Benetússer explica cómo la riada arrasó y cambió para siempre las vidas de miles de personas.
Crímenes del franquismo
Isabel Alonso Dávila “El franquismo fue una máquina de fabricar miedo y dolor hasta el final”
Detenida en Granada en 1974 y 1975 por su vinculación con el movimiento estudiantil antifascista de la época ha presentado la primera querella en Andalucía por Crímenes contra la Humanidad en la dictadura franquista
Jaén
Andalucía Lopera no quiere que Greenalia especule con sus olivos
Decenas de pequeños olivareros de la Campiña Norte de Jaén podrían perder sus terrenos en beneficio de una empresa que quiere talar los árboles para instalar siete parques fotovoltaicos.
Redes sociales
Nuevas normas Meta abraza el discurso de odio y desafía la normativa anti discriminación
La plataforma de Mark Zuckerberg anunció cambios en sus normas: cuando empiecen a aplicarse, los comentarios misóginos y LGTBIAQ+fobos no violarán su política, pero existen herramientas para denunciar el discurso de odio.