Régimen del 78
Tiempos extraños

La ultraderecha es ahora la que enarbola la impugnación del régimen del 78 que Podemos ha abandonado desde que ha tocado poder

Aleix Romero Peña
6 dic 2018 19:17

Han aparecido ya numerosos, tal vez demasiados, artículos tratando de “normalizar” la irrupción institucional de Vox, bien sea para homologarlo con fenómenos similares que se están produciendo en países europeos y americanos –lo que supondría, implícitamente, una prueba de que España pertenece a ese mundo que se presupone desarrollado; magro consuelo para las borrascas que se avecinan–, o para rebajar su carga de extremismo.

Articulistas e intelectuales coinciden en apuntar que vivimos unos tiempos extraños, caracterizados por el regreso del fascismo. Pero si hubieran hecho más caso de las alertas de activistas a pie de calle –tantas veces despreciadas precisamente por pisar asfalto y no moqueta–, habrían advertido que el problema hacía mucho que estaba aquí. Lo que sucede ahora es que la derecha, hasta hace nada compacta, se ha fragmentado, permitiendo que el discurso más involucionista –¿hace falta recordar ciertas voces y posicionamientos del que fuera el principal partido representante de dicho color político con respecto al aborto, el matrimonio homosexual o la inmigración sin papeles, por citar tres ejemplos de sobra conocidos?– cabalgue desbocado y sin frenos.

En España, a diferencia de otros países europeos, nunca hubo un consenso antifascista porque aquí ganaron quienes fueron derrotados en el continente. Si se prefiere, y aprovechando los fastos sobre la Carta Magna, podemos decir que hubo un consenso constitucional fraguado en la máxima de que “unos y otros cedieron”. La renuncia, de todos modos, tampoco significó un borrón y cuenta nueva de todo lo que se hizo, dijo o amó hasta ese momento. Digámoslo más claro: haber colaborado con instituciones de la dictadura, haber militado en organizaciones fascistas, no es como haber pasado el acné juvenil. Especialmente si, como ocurre en el caso español, tampoco se siente ninguna presión para lamentarse de ello.

El momento que mejor resume este cambio fue cuando Pablo Iglesias pasó de denunciar en la Cámara Baja las manos manchadas de cal a Felipe González a negociar con el PSOE de Pedro Sánchez un gobierno de coalición

Lo que sí es novedoso es que sea la extrema derecha la que parece llamada a enterrar el consenso constitucional, valiéndose del relato de que son los independentistas catalanes “golpistas” (sic) quienes lo han roto primero. Y resulta doloroso por cuanto hace cuatro años era la izquierda la que reivindicaba este papel de fuerza impugnadora. Desde entonces aquel “partido orgánico” à-la-Gramsci que era Podemos se transformó en una maquinaria electoral que enfrió sus expectativas, bloqueando las iniciativas de los círculos y bunquerizando a su dirección, con el propósito de pilotar la formación morada hacia la segura base de la estabilidad institucional.

En estos tiempos extraños la izquierda institucional ha olvidado, o simula hacerlo, que todavía seguimos inmersos en una crisis de representación que ella no ha resuelto

El momento que mejor resume este cambio fue cuando Pablo Iglesias pasó de denunciar en la Cámara Baja las manos manchadas de cal a Felipe González a negociar con el PSOE de Pedro Sánchez un gobierno de coalición.Como dice el viejo refrán, no se puede estar en misa y repicando, y la formación morada terminó perdiendo su fuerza impugnadora en aras de ese acto tan mefistofélico de tocar poder. Si antes era la casta la situada en la diana, ahora los dirigentes morados exhiben sin pudor algunos de sus atributos. Si antes el enemigo a batir eran los miembros del IBEX-35, ahora ayuntamientos como el de Madrid buscan por todos los medios no desenterrar el hacha de guerra con las grandes constructoras. Si antes la idea que se acariciaba era asaltar los cielos, ahora es Podemos uno de los principales defensores de la Constitución del 78 como garantía –por más precaria que resulte– de derechos y libertades frente a la amenaza fascista.

En estos tiempos extraños la izquierda institucional ha olvidado, o simula hacerlo, que todavía seguimos inmersos en una crisis de representación que ella no ha resuelto. Y por eso transmite la sensación gatopardiana de que la derrota de la extrema derecha pasa por insuflar nuevas fuerzas a un régimen del 78 que no goza en la actualidad de gran predicamento popular.

Al fascismo sólo se le vence organizándose, pero generando nuevas estructuras, no reforzando las ya viejas e inermes.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Periodismo
Jesús Cintora “Nunca había estado tanto tiempo fuera de la televisión o la radio... no sé por qué será”
El expresentador de Las mañanas de Cuatro publica ‘El precio de la verdad’ (Editorial B, 2024), un ensayo sobre el estado actual del periodismo español.
Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Análisis
Análisis Sánchez gana su “moción de confianza popular”
La audacia de la jugada que termina hoy con la permanencia de Sánchez en La Moncloa tiene aristas, pero le vuelve a colocar como vértice de un movimiento de regeneración que hace años pasaba por impugnar al propio PSOE.
Unión Europea
Fronteras La ultraderecha prepara su asalto al Parlamento Europeo capitalizando el discurso antiinmigración
Las encuestan apuntan a una mayor representación en la Eurocámara de los dos espacios políticos de extrema derecha, mientras los países que demandan un endurecimiento del Pacto de Migración y Asilo son mayoría.
Memoria histórica
Eduardo Pérez “Quería recordar a las mejores generaciones que han pasado por España”
El periodista Eduardo Pérez, colaborador habitual de El Salto, firma ‘Contigo empezó todo’ un libro que rescata 30 momentos estelares de la otra historia de España, olvidada, silenciada y vilipendiada por el relato oficial.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Galicia
Industria papelera El rechazo a la celulosa de la Xunta y Altri desborda el corazón de Galicia
Una manifestación multitudinaria abarrota el ayuntamiento lugués de Palas de Rei, donde se pretende instalar la industria papelera, con la gran ausencia del PSOE y un gran frente amplio de la sociedad civil.
Genocidio
Genocidio palestino Las organizaciones humanitarias llaman a declarar oficialmente la hambruna en Gaza
Hamás ha lanzado cohetes de largo alcance sobre Tel Aviv, algo que no realizaba desde hace cuatro meses, sin que se hayan registrado bajas. El ejército israelí ha asesinado a 81 personas solo este sábado en Rafah y otras zonas de la Franja.
Albania
Turistificación La otra cara de la Riviera Albanesa
La apuesta del Gobierno albanés de poner el futuro económico en manos del sector turístico está llevando a una masificación del sector que se traduce en la degradación del medio ambiente y un fuerte encarecimiento de la vivienda.

Últimas

La vida y ya
La vida y ya Perras
Cuando una perra ladra en medio de la noche sucede siempre que despierta a otras perras, de eso no cabe duda.
Genocidio
Tribuna 18 noches en el lado correcto de la historia
VV.AA.
Entre infantilizaciones y denuncias de radicalización, desde la Acampada por Palestina de Madrid reclamamos con voz propia una ruptura de relaciones con Israel.
Elecciones
Elecciones europeas La izquierda lleva sus cuentas pendientes a unas Europeas que ponen a prueba el contraataque de Sánchez
El Partido Popular y Vox plantearán una campaña en clave nacional contra el “sanchismo”. El presidente del Gobierno ha salido reforzado en las encuestas tras las elecciones catalanas pero no superará al PP según una reestimación de datos del CIS.
Más noticias
Extractivismo
Extractivismo Varela y su arena: una lucha por la supervivencia en Guinea Bissau
En una pequeña localidad de Guinea-Bissau, un grupo chino, apoyado por actores senegaleses y el propio Estado guineano, planea explotar los recursos minerales y la arena de la región.
Palestina
William Schabas “Vemos cómo el derecho internacional puede usarse a favor de los estados del Sur Global”
Este abogado analiza la trascendencia de la solicitud de órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant tomada por el Tribunal Penal Internacional en el marco del genocidio llevado a cabo por Israel en Palestina.
Extrema derecha
Opinión “La alianza global de los patriotas” y el oxímoron “anarcocapitalista”
Tanto la extrema derecha de Milei como la de Abascal pueden confluir en que la ‘libertad’ sea reducida sólo al privilegio de acumular, en un ‘fascismo de mercado’.
Genocidio
Genocidio La Corte Internacional de Justicia ordena a Israel detener la ofensiva de Rafah de manera inmediata
El Tribunal de la ONU da un nuevo aviso al Gobierno de Netanyahu y le ordena detener la ofensiva de Rafah ante la constatación de que sus anteriores órdenes no han sido cumplidas.

Recomendadas

Desigualdad
Desigualdad Gary Stevenson: “Permitimos que el debate económico esté dominado por ricos y eso conduce a una idiocracia”
El londinense pasó de ser el 'trader' más rentable de uno de los mayores bancos del mundo a convertirse en un activista contra la desigualdad y contarlo todo en su primer libro.
Sanidad pública
Conciliación en entredicho Enfermeras denuncian que hospitales madrileños están bloqueando reducciones de jornada
De cara al próximo verano grandes hospitales de la Comunidad de Madrid están impidiendo que las profesionales del sector de la enfermería acumulen horas para poder librar días enteros, derecho adquirido que va en retroceso.
Fake news
Investigación Así se financia la desinformación en Murcia: ‘OkDiario’ y ‘EsDiario’, los favoritos de López Miras
El Gobierno murciano ha repartido más de 240.000 euros a medios de desinformación en los dos últimos años. De ellos, Eduardo Inda se ha embolsado casi la mitad y EsDiario 54.355 euros.