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Partidos políticos
Pactos de la Moncloa, la primera como tragedia la segunda como...
¿Tienen los nuevos Pactos de la Moncloa algo que ver con los viejos? Todo y nada. Todo por la forma, por la comedia, porque los firmantes son los herederos paródicos de los primeros firmantes. Nada, porque las condiciones no tienen en absoluto comparación con las de aquel tiempo.
@emmanuelrog, es miembro del Instituto DM.
Es miembro de la Fundación de los Comunes.
Aquel octubre de 1977, comenzó el cierre de una época y el comienzo de otra. El cuento se ha repetido tantas veces que escuchar esta letanía se ha vuelto un ejercicio tedioso como el rezo del rosario. Sin embargo, es cierto que en octubre de 1977 se trató de cerrar un periodo. Este no fue el de la dictadura, la caspa cultural, las carreras delante de los grises y las huelgas estudiantiles, que tanto han saturado la iconografía de la nueva democracia y consagrado a la joven generación de triunfadores de aquel entonces. Lo que se trató de cerrar aquel octubre y de lo que eran plenamente conscientes cada uno de los firmantes, desde Carrillo hasta el ilustre profesor Tierno Galván, fue una época de abroncada conflictividad obrera.
La larga crisis de representación nos muestra al gobierno (y la oposición es en este caso gobierno) en toda su ridícula desnudez: impotente ecónomicamente, y por tanto políticamente
Los reuniones en Moncloa, como se sabe, produjeron dos documentos: uno político, avance de la mayor parte de los títulos que luego acabarían en la Constitución, y otro económico que, echando mano a la historiografía del periodo, reconoceríamos como el reflejo sin tapujos de la constitución material (real) de la democracia. Traducidos a un lenguaje jurídico no banal, en octubre del 77, esta Constitución quedó fijada más o menos como sigue:
Titulo 1. El movimiento obrero, el movimiento real (no las organizaciones obreras, no los partidos), debe quedar inmediatamente sometido y controlado a través de la representación sindical y de los partidos de izquierda.
Título 2. El papel de los partidos de izquierda y de los nuevos sindicatos en proceso de institucionalización consiste en encauzar la movilización obrera de forma ordenada, en lo que llamamos política de rentas. Se trata de que los salarios crezcan sobre la inflación prevista, de tal modo que los beneficios empresariales entren en fase de recuperación, dando curso a una nueva etapa de estabilidad económica. Los trabajadores renunciarán a la guerra social abierta, a las huelgas que se sostienen durante semanas bloqueando ciudades y comarcas. Los trabajadores serán pacientes y responsables.
Título 3. La democracia es una cuestión de representación: de partidos, sindicatos, organización patronal y medios de comunicación. Especialmente los primeros darán curso ordenado al proceso de cambio político, garantizando la paz social requerida a tal efecto. La clase política, y especialmente los comunistas, está unánimemente de acuerdo en este punto.
Título 4. El pueblo trabajador, a cambio de sus esfuerzos, podrá disfrutar de las nuevas libertades políticas, de una moderada expansión de los Seguros Sociales establecidos por la dictadura, al tiempo que se propone una reforma fiscal que permitirá obtener los ingresos requeridos principalmente de las rentas del trabajo.
La democracia española quedó establecida sobre este pacto desigual firmado por la nueva clase política al completo: franquistas reformistas, franquistas reformistas más jóvenes, socialistas jóvenes, eurocomunistas viejos, socialistas viejos, nacionalistas vascos y catalanes y también ese hombre al que el Estado le cabía al completo en su cabezota (Fraga, que firmó los acuerdos políticos).
¿Tienen los nuevos Pactos de la Moncloa algo que ver con los viejos? Todo y nada. Todo por la forma, por la comedia, porque los firmantes son los herederos paródicos de los primeros firmantes. Nada, porque las condiciones no tienen en absoluto comparación con las de aquel tiempo. Algunas diferencias fundamentales:
1. Los nuevos Acuerdos de la Moncloa no se producen en la adolescencia de una clase política emergente y optimista, que aspira a gobernar el país, que sabe que la historia está de su parte y que además pacta con el fin de garantizar el reparto y el botín. Al lado de figuras (obviamente idealizadas) como Fuentes Quintana, Suárez, Fraga, Tierno, González o Carrillo... los Sánchez, Casado, Iglesias, Torra o Arrimadas parecen niños abrumados y subidos de tono, fantoches de pacotilla ante un público infinitamente más incrédulo que en 1977. En 2020, caben pocas dudas de que la clase política está tocada de muerte. La larga crisis de representación nos muestra al gobierno (y la oposición es en este caso gobierno) en toda su ridícula desnudez: impotente ecónomicamente, y por tanto políticamente, ni siquiera capaz de gestionar el desastre sanitario de una enfermedad que les amenaza principalmente a ellos (la muerte política es la única muerte real). El pacto tiene, en este sentido, un único con objetivo: acordemos algo ante lo que se nos viene encima. Por eso mismo, y porque la competencia interna es la ley de esta clase, no habrá ningún pacto.
2. Los nuevos Acuerdos de la Moncloa carecen de todo margen de autonomía para decidir nada sobre la política económica española. Desde 1993, y desde luego desde la entrada en el euro, esta no se decide en el marco del Estado nación. Analícense todas las cuestiones clave: los márgenes de endeudamiento del país, la posible crisis de deuda de aquí a unos meses si el BCE decide retirar las compras en los mercados secundarios de bonos, el giro neokeynesiano que una parte de las élites propugnan (y que podría servir de salvamento social relativo) o la probable nueva vuelta de tuerca del gobierno de las finanzas. Pues bien, ninguna de estas cuestiones será decidida por el gobierno de España, ni tampoco de ninguna de sus comunidades. Mientras, sin embargo, se pueden adivinar algunas cosas. La primera que, por primera vez desde 1959, el turismo fallará y no será el motor de esa elogiosa serie de recuperaciones hechas de destrucción de enclaves naturales y empleos de mierda. La segunda que la deuda pública y con ella el poder de los mercados se disparará seguramente al 110-120 % en año y medio. La tercera que todos las contramedidas sociales que se presentan en estos días (moratoria de hipotecas, ayudas al alquiler, salarios para pobres, ERTE, etc.), solo van a conseguir posponer la crisis social, el tiempo mínimo para que esta estalle como un gigantesca bomba de neutrones.
3. El núcleo social a suprimir en estos nuevos pactos (porque un pacto de este tipo siempre es un crimen: requiere de una víctima y de la omertá consiguiente) todavía no está presente. Ni siquiera se sabe qué tipo de figura política podría llegar a adquirir. Sin duda, hoy no hay un movimiento obrero irredento. Tampoco, desgraciadamente, unos movimientos sociales fértiles y antisistema. Lo que se combate es así un espectro, un malestar, algo por definir y que puede ir en cualquier dirección. A eso se dedica desde hace un tiempo la extrema derecha española tirando todavía a tientas y a locas: con poco tino por cierto. A eso, sin embargo, ya no se puede dedicar la izquierda española, la de Podemos, que desde el principio decidió que su objetivo era entrar al gobierno, sin considerar absolutamente nada más que ser gobierno. Una imagen mejor que mil palabras: las sonrisas contenidas y bobaliconas de los de Podemos cuando recogieron sus carteras, la misma de todo aquel al que le dicen “propietario” cuando firma una hipoteca a 40 años.
De todos modos, prestemos atención, la quiebra y el susto social está por venir.
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<blockquote>El pueblo trabajador, a cambio de sus esfuerzos, podrá disfrutar de las nuevas libertades políticas, de una moderada expansión de los Seguros Sociales <b>establecidos por la dictadura</b></blockquote>
¿No habíamos quedado en que la dictadura no estableció los Seguros Sociales, o Seguridad Social? A lo largo de todo el Siglo XX se fueron añadiendo características de protección a la clase trabajadora, pero la dictadura solo añadió características nuevas a una reglamentación que venía produciéndose (y ganándose, no creo que se lo dieran por su cara bonita) desde 1900. ¿O no fue así? ¿O querían decir otra cosa en ese párrafo?
https://maldita.es/maldita-te-explica/2020/02/22/franco-y-la-seguridad-social-evoluciono-durante-todo-el-siglo-xx-tambien-durante-el-franquismo-hasta-lo-que-conocemos-hoy/
Es evidente que el autor habla de oídas, de las mismas que han arruinado el proyecto de cambio social y político. En este trabajo se incluye al advenedizo Julio Anguita -ex miembro de la OJE- y el ‘bobalicón serífico’ Podemos o la izquierda unida que sepultaron al partido comunista -el que los ignorantes llaman de Santiago Carrillo-
Muchos años de lucha y sobre todo de organización y creación de estructuras antifranquistas, obreras en las fábricas y comunistas, desembocaron en lo que separas ‘movimiento obrero-movimiento real’. Qué sabrás!. Por ejemplo no sabes que en la asamblea de Barceloma de CC OO, (Julio 1976), la dirección del sindicato tomo la decisión de que CC OO continuara siendo un movimiento frente a la opinión de Camacho que quería ser elegido secretario general de un ‘sindicato de nuevo tipo’, tuvo que conformarse con ser coordinador del secretariado (más tarde consiguió su objetivo)
Luego vinieron todo esas campañas con que siguen tratando una y otra vez de enterrar el surgir de formas de lucha social, de lucha comunista, como fueron movimientos como el 15M. Los enterradores no descansan. Y vosotros, con buena voluntad sin duda, contribuís a que eso suceda
Los de aquella época, los que desde el movimiento obrero defendimos unos pactos y una constitución, seguimos pensando -luchando menos porque somos viejos y solitarios- que la humanidad evoluciona hacia el comunismo (demasiado serio para resumir en tres líneas el porqué de este convencimiento)
"todos las contramedidas sociales que se presentan en estos días (moratoria de hipotecas, ayudas al alquiler, salarios para pobres, ERTE, etc.), solo van a conseguir posponer la crisis social, el tiempo mínimo para que esta estalle como un gigantesca bomba de neutrones...."
ME PARECE ESTE ARTÍCULO ESCRITO CON MUCHO CONOCIMIENTO Y MUCHA BUENA LECHE. LOS PODERES FÁCTICOS, (ENTIÉNDASE LOS PLUTÓCRATAS), NECESITAN MOVER LOS HILOS DE LAS MARIONETAS QUE JUEGAN A POLÍTICOS Y AGENTES SOCIALES, PARA, MEDIANTE UNA SEGUNDA EDICIÓN DE LOS PACTOS DE LA MONCLOA, PROLONGAR LA NORMALIDAD DE SU DOMINIO...
¿QUÉ HACER PARA QUE NO LO CONSIGAN? NO HABRÁ SOLUCIÓN SIN RECUPERAR LA HUELGA SOLIDARIA, ESLABÓN DÉBIL QUE HARÁ SALTAR POR LOS AIRES LA OPRESIÓN CAPITALISTA.
También creo que vamos hacia el apocalipsis...y sin decir ni pío.
Me gustó el articulo. Yo habia preguntado por un articulo sobre este tema, los Pactos de Moncloa, gracias.
Me gustaria saber cuales son los peligros inmediatos en lo social que se va enfrentar la sociedad en esta proxima crisis. Y que es lo que la sociedad, como individuo o colectivo puede hacer.
Yo pienso en tener un terreno para autoconsumo de productos, soy activista en favor de la biodiversidad de la naturaleza, pero con esta futura crisis me gustaria estar preparado lo maximo posible, pero no consigo identificar como serán los peligros que vendrán asociados a esta nueva crisis social.
Pues yo, que no se nada de agricultura, pienso en tener un cuchillo y una cesta, y ya te iré a robar los tomates y las patatas.
Acabas de describir con tu gracieta en que consiste básicamente en eso consiste el liberalismo y el liberalismo 2.0. No en liberar de los monopolistas, de los rentistas y de los piratas, como básicamente planteaban todos los economistas clásicos incluídos Adam Smith, Ricardo y Stuart Mill. Sino en eliminar trabas para forzar a otros paises a "abrir sus mercados" a la fuerza, de eliminar las trabas para robar, expropiar y parasitar y desposeer las propiedades, el trabajo y los derechos de la mayoría a placer. Y los tontos y lacayetes comiendo su alpiste. Pinochetos. La izquierda está llena de lerdos pero lo de la derecha es una cosa espectacular.
Es evidente que el autor habla de oídas, de las mismas que han arruinado el proyecto de cambio social y político. En este trabajo se incluye al advenedizo Julio Anguita -ex miembro de la OJE- y el ‘bobalicón serífico’ Podemos o la izquierda unida que sepultaron al partido comunista (el de los 'pactos de la Moncloa')
Muchos años de lucha y sobre todo de organización y creación de estructuras antifranquistas, obreras en las fábricas y comunistas, desembocaron en lo que separas ‘movimiento obrero-movimiento real’. Qué sabrás!. Por ejemplo no sabes que en la asamblea de Barceloma de CC OO, (Julio 1976), la dirección del sindicato tomo la decisión de que CC OO continuara siendo un movimiento frente a la opinión de Camacho que quería ser elegido secretario general de un ‘sindicato de nuevo tipo’, tuvo que conformarse con ser coordinador del secretariado (más tarde consiguió su objetivo)
Luego vinieron todo esas campañas con que siguen tratando una y otra vez de enterrar el surgir de formas de lucha social, de lucha comunista, como fueron movimientos como el 15M. Los enterradores no descansan. Y vosotros, con buena voluntad sin duda, contribuís a que eso suceda
Los de aquella época, los que desde el movimiento obrero defendimos unos pactos y una constitución, seguimos pensando -luchando menos porque somos viejos y solitarios- que la humanidad evoluciona hacia el comunismo (demasiado serio para resumir en tres líneas el porqué de este convencimiento)