Opinión
¿Por qué celebrar el 11 de febrero?

Tenemos enfrente a un amplio y heterogéneo espectro que sigue pensando que es posible defender los derechos sociales sin cuestionar el trono de las elites; que es posible ser progresista y monárquico.

Con este viernes se cumplirán 149 años de la proclamación de la Primera República, sin embargo, pese al creciente debate político e intelectual acerca del republicanismo las conmemoraciones de los días republicanos, y este en especial, son aún muy escasas. Un déficit inadmisible, cualquiera que sea la tradición democrática que pretenda construir un universo simbólico y programático alternativo al del régimen. Más cuando la monarquía se derrumba a cámara lenta y con el más absoluto desparpajo militarista, especulador y corrupto. 

Por ello, celebrar los días de la tradición republicana española, o ibérica si se prefiere, se revela como un compromiso militante con el presente, como reivindicaba aquel manifiesto del año pasado suscrito por un conjunto de revistas republicanas, plurinacionales, de izquierdas y feministas.

Este año hay una consulta para el 14 de mayo bajo la convocatoria de la Plataforma Consulta Popular Estatal: Monarquía o República. Una extraordinaria oportunidad para colmar las aspiraciones republicanas de las demandas sociales de los últimos años; desde la reducción de la jornada laboral y la Renta Básica a la regulación de alquileres y el Green New Deal, por solo mencionar algunas. 

Un proceso de este calado requiere de la intervención activa del conjunto de partidos, movimientos sociales y sindicatos, necesarios para constituir un frente común antimonárquico

Si a las izquierdas madrileñas este aspecto puede brindarles un modo de aunar perspectivas sociales y políticas, a las izquierdas independentistas de las naciones sin Estado les permitiría legitimar, y ejercitar, el derecho a la autodeterminación. Ya que, si se movilizan el conjunto de pueblos del Estado para una consulta, lo que efectivamente se producirá será una pluralidad de consultas de modo que las realizadas en Galicia, Euskal Herria y Catalunya, votarán los propios pueblos expresando así sus voluntades. Al mismo tiempo, en el resto de España la consulta puede ser una oportunidad para que la sociedad civil se sienta pueblo y experimente, mediante la votación, su propia autodeterminación democrática. Es decir, su articulación en un gran movimiento social que quizás pueda traducir aquellas protestas constituyentes de las Marchas de la Dignidad en un resultado afirmativo.

Evidentemente, estas son algunas de las oportunidades que se pueden entrever de un proceso de movilización social exitoso que sea capaz de sacudir a la opinión pública. Sin embargo, un proceso de este calado requiere de la intervención activa del conjunto de partidos, movimientos sociales y sindicatos, necesarios para constituir un frente común antimonárquico. Y es desalentador comprobar el quietismo militante en este aspecto cuando la derecha y la extrema derecha hacen gala de su monarquismo político y social desde Plaza del Sol o Cibeles. No pocas veces con una dura competencia desde la Moncloa.

Carta a un progresista madrileño

El año pasado Jordi Serrano, historiador y director de la Universitat Progressista d’Estiu de Catalunya (UPEC), publicaba un libro de gran utilidad para comprender, y solventar, los ritmos desacompasados entre las izquierdas madrileñas y el conjunto de las izquierdas independentistas, soberanistas y territoriales. Carta a un republicano español (Edicions Bellaterra, 2021) resume todas y cada una de las encrucijadas pendientes de asumir para poder estar en unas condiciones mínimas de forjar un bloque político como tal:

“Ya está bien de vivir engañándose pensando que tenemos una democracia muy avanzada. Estamos a tiempo de remediarlo: podemos acabar con la monarquía. Quien piense que la República no tiene nada que ver con los derechos sociales es que desconoce totalmente la historia de España y la frontera del cambio. (...). El rey impide encontrar una solución. Que el rey sea inviolable significa un paraguas para todos los corruptos que hacen negocios con la monarquía, que se guarecen bajo su entorno protector. Si se quiere acabar con la actual casta corrupta hay que luchar por la República. (...). Si la izquierda quiere conseguir la hegemonía tendrá que trabajar mucho, pero sólo la conseguirá si trabaja por una hegemonía republicana, creando un frame republicano con un gran frente popular republicano." (en Carta a un republicano español, Manresa, Edicions Bellaterra, 2021, pp. 410-412.)

Este es el reto y parte del problema reside en la falta de sintonización de esta propuesta estratégica con elementos clave de la izquierda madrileña. Puesto que ni siquiera se trata de que exista un republicanismo que adolece del defecto centralista sino de que tenemos enfrente a un amplio y heterogéneo espectro que sigue pensando que es posible defender los derechos sociales sin cuestionar el trono de las elites; que es posible ser progresista y monárquico. Si ello fue posible en algún momento, en la actual coyuntura histórica es imposible. No hay posibilidad alguna de pasar por alto la radical incompatibilidad entre el progresismo y la corona: ya no es posible ser progresista sin ser republicano, la única manera de ser efectivamente progresista es siendo republicano. De lo que se sigue, por tanto, la tarea de preguntarnos por los costes materiales, e inmateriales, de una monarquía con las manos manchadas de sangre en numerosos conflictos bélicos actuales.

No hay posibilidad alguna de pasar por alto la radical incompatibilidad entre el progresismo y la corona: ya no es posible ser progresista sin ser republicano, la única manera de ser efectivamente progresista es siendo republicano

Para algunos, quizás la única manera de apreciar, entonces, aquellas tradiciones democráticas y socialistas tan preciadas por los pueblos ibéricos y tan menospreciadas por cierto progresismo cortesano:

“La izquierda realmente existente ha subestimado tradicionalmente el republicanismo, cuando en realidad es la frontera clara en España entre la reacción y la revolución, en palabras de Pi i Margall” (Carta a un republicano español, p. 31)

Solo retomando esta frontera podremos hacer del 11 de febrero una batalla cultural ineludible, como tuviera bien presente aquel Azaña incombustible que en otro 11 de febrero, en este caso el de 1930, aprovechaba la jornada para anticipar el Pacto de San Sebastián:

“Las clasificaciones políticas no son producto del capricho ni de la rutina. Surgen de los problemas planteados por la realidad, en torno de los cuales los hombres definen sus opiniones. (…). Y hemos de prometernos aquí todos no descansar hasta que se logre nuestra obra, de suerte que el 11 de febrero, fiesta conmemorativa en los años pasados, adquiera, sin perder nada de su significación piadosa y memorable, el valor de una promesa de realizaciones y de una llamada al combate.” (en Azaña, Manuel, “Alocución en el banquete republicano del 11 de febrero de 1930” en Azaña imprescindible. Sus grandes discursos, Diario Público, 2010, pp. 30-31.)

Y, al mismo tiempo, efectuando una reflexión estratégica de nuestro propio legado para superar los errores pasados. Tal como hacía uno de los exponentes más clarividentes del marxismo ibérico con el 14 de abril, otra fecha a apuntar en el calendario. “Hay que repetir la gesta del 14 de abril de 1931. Pero con la diferencia de que lo que entonces estaba arriba ha de estar abajo, y lo que estaba abajo arriba. Es decir, que es la clase trabajadora la que ha de pasar a ser el eje de la situación” (en La Batalla, 27 de abril de 1933). La única garantía de un cambio de régimen es que este se base en profundas transformaciones políticas y sociales, las cuales a su vez sólo serán posibles con el mismo cambio de régimen. Lección chilena que Maurín supo sacar de los procesos constituyentes de la Primera y la Segunda República: “La República, entonces como hoy, en un país como España, no puede asegurarse sin el triunfo de una revolución social de gran envergadura” (en La Nueva Era, marzo-abril-mayo de 1931)

La única garantía de un cambio de régimen es que este se base en profundas transformaciones políticas y sociales, las cuales a su vez sólo serán posibles con el mismo cambio de régimen

Y en este proceso tiene que estar Madrid, con aquella osadía tan lírica de los republicanos castellanos resumida en una anónima copla publicada en el periódico madrileño El Peninsular el 10 de enero de 1842, bajo el título A la libertad: “Que no en vano los hijos de Padilla / hacen al despotismo cruda guerra; / que al rugir los leones de Castilla / temblarán los magnates de la tierra”. Que rujan los unos y que tiemblen los otros. Como dijo Pablo Iglesias en la Universidad de Otoño de Podemos; “la regeneración democrática en España siempre se ha declinado con palabras republicanas.”

Tenemos, pues, entre manos una invitación a librar todas y cada una de las batallas posibles contra el régimen; desde la impunidad franquista hasta el machismo patriarcal, desde la depredación ecológica y el peligro de las centrales nucleares hasta la crisis de la deuda en ciernes. Es el momento de dejar de ser súbditos asumiendo “un republicanismo que debe ser radical en muchos de sus planteamientos de fondo” (Pisarello, Gerardo, Dejar de ser súbditos, Madrid, Akal, 2021, p. 257).

La celebración de los días de la República es una oportunidad de hablar de todos estos temas apreciando su retroalimentación, por unos puntos en común fruto de su misma diversidad original. El 14 de mayo, de forma consecuente, puede convertirse en el corolario lógico de una agenda compartida de este tipo para movilizar a toda sociedad civil, y a todo pueblo, por sus derechos y contra la forma más evidente, más tangible y más familiar del neoliberalismo: la monarquía. 

De modo que sea posible afirmar de forma tajante en cada acto del rey y de sus acólitos de extrema derecha que; “Somos republicanos, no sólo por convicción, sino también por temperamento y por carácter” con aquella misma intransigencia del incorruptible Pi i Margall (La monarquía en El Nuevo Régimen, 15 de diciembre de 1894).

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

República
Acto en Madrid y Valencia Más de tres mil firmas convocan la marcha republicana del 16 de junio
En las próximas semanas hay programadas dos docenas de actos en distintas ciudades del Estado para presentar la que se pretenden que sea la movilización republicana más importante de esta década.
Memoria histórica
República El Callejero Republicano de Badajoz
Un recorrido por las calles de Badajoz que fueron nombradas por la Segunda República y que el fascismo siempre ha tratado borrar de la memoria.
Genocidio
Genocidio Los Gobiernos europeos reprimen las muestras de apoyo a Palestina ante la inminente masacre de Rafah
Estados Unidos suspende por el momento la entrega de bombas a Israel ante la perspectiva del arrasamiento de Rafah. La UE organiza un seminario con el ministro de Exteriores y sus gobiernos reprimen las muestras de apoyo a Palestina.
Universidad pública
Acampadas propalestinas “Es nuestro deber señalar la complicidad de nuestras universidades con el genocidio”
Arrancan las acampadas universitarias en Madrid para exigir el fin de las relaciones con Israel y el apoyo a las víctimas del genocidio. Las acciones de protesta están ubicadas en Ciudad Universitaria, centro simbólico de la lucha universitaria.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.
Palestina
Universidades Estudiantes de la Universidad de Alicante acampan para pedir el final del genocidio
Comienzan la acampada con una jornada en la que han realizado charlas, asambleas y un taller de pancartas en el campus de San Vicent del Raspeig.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.
Educación pública
Huelga de profesorado La Marea Verde vuelve a vaciar las aulas para tomar las calles de Madrid
Con un seguimiento que supera el 65% la primera jornada de huelga del profesorado madrileño transcurre entre piquetes y marchas por todos los puntos de la Comunidad de Madrid para exigir que se reviertan los recortes.
Sphera
Libertades civiles La secuela de un infiltrado
Los nuevos movimientos ecologistas llevan tiempo siendo objeto de vigilancia y criminalización por parte de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura.
Energía nuclear
Cerrar Almaraz Una primavera para empezar a cerrar Almaraz
Unas palabras para explicar la urgencia del necesario cierre de la contestada central nuclear de Almaraz y sus argumentos.
Ecología
¿RENOVABLES? La lucha contra los megaproyectos eólicos en Euskal Herria
Dicen querer luchar contra el cambio climático, pero el despliegue renovable no va acompañado por medidas reales para reducir el consumo fósil.
Aborto
"Mi voz, mi decisión" Madrid se llena de estatuas masculinas en favor del aborto
Una acción del colectivo Violetas(N) viste al famoso Oso y el Madroño o al exministro Alonso Martínez con el pañuelo verde en defensa del derecho al aborto, dentro de la campaña “Mi voz, mi decisión” para combatir el auge de la extrema derecha.
Palestina
Opinión Israel deja a la humanidad sin refugio
Otra vez Israel nos demuestra que puede hacer lo que quiera. Sus tentáculos de intereses económicos y sus sofisticadas bombas son capaces de asesinar a la justicia misma.

Recomendadas

Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.