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Lo ocurrido este domingo a Vinicius en Mestalla, donde el jugador del Real Madrid volvió a recibir insultos racistas por parte de la afición del equipo contrario, esta vez del Valencia, está muy lejos de ser un hecho aislado, o de tratarse de un acontecimiento solo circunscrito al fútbol.
Lo ocurrido este domingo a Vinicius es una muestra del racismo estructural que impera en España y en sus instituciones. Y quien no quiera verlo es porque no quiere o no le conviene.
Parece mentira que todavía haya gente a la que le sorprenda escuchar que en España hay racismo. Desde hace años, una serie de colectivos y organizaciones antirracistas del Estado español venimos denunciando este racismo estructural y sus dimensiones institucional y social. Por ejemplo, se ha denunciado el racismo de la Ley de Extranjería, con la que se quitan derechos a personas por su origen y nacionalidad; se han realizado cientos de manifestaciones contra la existencia de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs), en los que se encarcela a personas migrantes que sólo están en una falta administrativa como es no tener papeles; y se han denunciado incluso a nivel europeo los controles policiales por perfil étnico-racial que se producen en España.
¿Existe algo más violento que negar una opresión que no se sufre? No solo Tebas niega el racismo en España, también lo hace Isabel Diaz Ayuso, quien al ser preguntada por los insultos hacia Vinicius afirmó que “España no es un país racista”
También se ha visibilizado el racismo de las inmobiliarias que se niegan a alquilar viviendas a familias migrantes, la imagen estereotipada y esencializante que hacen de nosotros los medios de comunicación y el racismo que sufren muchos niños y niñas racializadas en los colegios.
La lista sigue y sigue. Podemos mencionar también las denuncias de las festividades que realizan la práctica racista del blackface, como la cabalgata de reyes de Alcoy, o el reciente informe de SOS Racismo Madrid que analiza el racismo en los libros de texto de la ESO.
Sin embargo, pese a todo lo anterior, todavía hay quienes se ofenden cuando decimos que en España hay racismo. El tuit de Vinicius, escrito por el jugador tras el episodio de Mestalla, en el que afirma que para Brasil España es un país racista, ha despertado la indignación en muchos de estos ofendidos, partiendo por el presidente de LaLiga, Javier Tebas, que en lugar de apoyar irrestrictamente a Vinicius por los ataques recibidos, le reprocha lo injusto de esta afirmación, y se apresura en afirmar que “Ni España ni la LaLiga son racistas, es muy injusto decir eso”.
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Es decir, no solo no lo apoya, sino que lo critica públicamente, revictimizándolo y desviando la atención hacia su persona en lugar de hacerlo hacia los agresores.
¿Existe algo más violento que negar una opresión que no se sufre? No solo Tebas niega el racismo en España, también lo hace la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, quien al ser preguntada por los insultos hacia Vinicius afirmó que “España no es un país racista” y que es lamentable que se traslade una imagen del país que es perjudicial y que “encima es mentira”.
Resumiendo, tenemos a gente blanca autóctona que nunca ha sufrido racismo afirmando que en España no hay racismo y tenemos a gente blanca autóctona más preocupada de cuidar sus marcas (LaLiga y la “marca” España), que de denunciar abiertamente y sin reparos el racismo que campa a sus anchas, sin que existan medidas contundentes por parte de las instituciones para frenarlo.
No solo promueven el racismo quienes lo expresan abiertamente, también lo hacen quienes lo niegan y quienes, estando en posiciones de poder, no hacen nada por combatirlo
Vivimos en una sociedad que, por estructura, es racista. El racismo es un sistema mayor de opresión que jerarquiza las sociedades y que hace que algunas personas estén sujetas constantemente a la opresión racial. Negar esto demuestra un profundo desconocimiento sobre cómo se articulan las relaciones de poder en el sistema-mundo.
Por eso, aquí no cabe aquí ni justificar ni relativizar. Los insultos a Vinicius son producto de un racismo estructural arraigado en la sociedad española, afirmado por las instituciones y alimentado por el imaginario racista que crean los grandes medios de comunicación.
Para erradicarlo, se debe reconocer su existencia, escuchar a quienes lo denuncian y promover leyes y normativas que permitan combatirlo. Si bien la lucha contra el racismo es una lucha de la sociedad en su conjunto, quienes están en las instituciones son los máximos responsables ante esta situación, tanto por el altavoz que tienen sus opiniones como por la posición que ocupan y que les permitiría, si así quisieran, levantar iniciativas en esta materia. Porque no solo promueven el racismo quienes lo expresan abiertamente, también lo hacen quienes lo niegan y quienes, estando en posiciones de poder, no hacen nada por combatirlo.
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También son racistas ustedes, solo pregunto. Porque ha habido un caso de racismo en vuestros estadios hoy mismo.Bastantes aficionados le estaban llamando mono a un jugador negro que jugaba en un equipo de vuestro país
Claro que el nuestro es un Estado institucionalmente racista. Y lo de las actitudes racistas en el fútbol es sangrante. Para empezar, es que habría que subvencionar solo al fútbol si se juega en un equipo mixto: con mujeres, hombres y personas de géneros no binarios.
Totalmente de acuerdo con el trabajo de Paula Guerra: en España no sólo hay racistas, es que España es racista, y lo que es peor, es también hipócrita, se dice desde las instituciones racistas que España no lo es. Pero también resulta que se rasgan las vestiduras porque a un jugador de la élite del fútbol se le insulta por su color de piel, que sí, es racismo. Pero cuando a un nazi se le llama nazi, es decir, que no se le insulta desde la grada de un equipo de fútbol de barrio, aunque dirigido por un jerarca, como cuando se dijo a voz en grito que Zuzulia, que se hacía retratar con un fusil bajo las señas de los nazis ucranianos, era nazi..., a esa grada se la castiga con penalizaciones y paralización del encuentro (que se jugó posteriormente a puerta cerrada), algo que nunca había ocurrido... ¿le pasará lo mismo al equipo de Valencia o sólo multarán a esos tres detenidos?
España no es un país racista. Hay gente que es racista eso sí. Yo viví unos años en Sudamérica y sufrí tambien bastante racismo. A mi me pagaban bastante menos, por ser española. Me insultaban, me miraban de malas maneras. Pero no considero que ese país sea racista. Porque haya gente idiota en un país. No se puede generalizar todo un país por gente tonta. Hay mucha gente que como yo considera que los latinoamericanos son hermanos.
Aparte eres un poquitín mala persona usted. Porque hoy mismo ha habido un caso de racismo en su país Argentina. Seguro que usted no dice nada. Pero le han insultado de forma racista a un jugador negro en Argentina. También son racistas ustedes
Hay cuestiones tan graves o aún más en nuestro país, como que en las redes se celebre con jolgorio y deseo la muerte de emigrantes en el Mediterráneo. Es algo que se respira a pie de calle. Nadie hace nada por hacer callar a los energúmenos que promueven esta criminal xenofobia. Racismo y xenofobia van de la mano y los dos cada vez se hacen tristemente más protagonistas en nuestra sociedad
Sí, España es racista. Sí, el fútbol es racista, el fútbol profesional, espectacular promueve el racismo, el sexismo, el supremacismo, el capitalismo más salvaje, la anomia social, la pasividad acrítica y apologética del peor nacionalismo chauvinista y la corrupción y la indigencia moral. Que haya excepciones individuales e incluso puede que haya en algún lugar algún grupo, peña o incluso equipo con valores decentes es sólo la excepción que confirma la regla: el fútbol es una de las vías por las que los (anti) valores de la extrema derecha se difunden y permean en la sociedad, el fútbol nos hace peores sociedades y peores personas y lo de este fin de semana no es más que una muestra de un proceso que viene de largo y que empieza con el bullying en los patios de los colegios a las niñas y niños que no les gusta jugar a esto, algo de que pueden atestiguar maestros y maestras.
El sindicato mayoritario en la policía y la guardia civil (JUSAPOL) es racista, franco falangista y ultraderechista. Acuden a actos de los Voxetarras, partido que hace poco convocó una concentración frente a una casa okupada en Barcelona animando a la juventud a tirar de todo contra la casa: Piedras, botellas, ladrillos, ...Las autoridades no aplican la Ley de Partidos para ilegalizar Voxetarras porque fué creado sólo para ilegalizar a la desaparecida familia de "eta" (HB, Jarrai, el diario Egin, ...), demostrando que la Ley de Partidos fué pura prevaricación pues la ley prohíbe hacer leyes particulares ad hoc sólo para aplicarlas a un partido. ¿Por qué no llaman a la Ley de Partidos "ley contra H.B."? Porque para disumular además del partido de la "eta", ilegalizaron el brazo político de los GRAPO, el Partido Comunista de España (reconstituido) o PCE (r), pero de ilegalizar partidos violentos neonazis nada de nada eh! (Alianza nazi-onal, o Democracia nazi-onal o Falange Española pueden serguir con sus atentados porque los atontados de los politicuchos del POSE-Pdemos NO haran nada). Es el Reino de España: Racista, fascista, franquista, falangista, gilipollista
No sabía quién era Vinicius hasta que ha salido esta noticia. Mi ignorancia en este tema no me avergüenza.
En cuanto a nuestro racismo, creo que es equiparable al de las sociedades de nuestro entorno, no una característica definitoria de este país. Eso no lo convierte en algo menos malo, por supuesto.
Lo más lamentable de todo es ver como un jugador recibe todo tipo de insultos y humillaciónes por parte de aficionados racistas, pero la liga y su presidente franquista (Fuerza Nueva) le echan la culpa a el por lo que le está sucediendo, convirtiendo a la víctima en culpable.
Esto pasa por venir de una democracia que huele a franquismo...
Cada año se publica el Informe Raxen por parte del Movimiento contra la Intolerancia, que preside Esteban Ibarra. Es una entidad
creada en 1992, a raíz del crimen racista que acabó con la vida de Lucrecia Pérez.
En primer lugar, decir que el comportamiento de Vinicius en el campo de fútbol, es muy lamentable habitualmente, a pesar de lo cual las merecidas críticas deba recibir no debieran tener que ver con el color de su piel. En segundo lugar, españa diría yo, es tan racista como la mayoría de países. Todo el mundo estamos llenos de prejuicios.
Convendrás conmigo que el que se celebre en las redes con jolgorio y deseo la muerte de emigrantes en el Mediterráneo y que nadie haga nada por hacer callar a esos energúmenos xenófobos, no es algo habitual en nuestra reciente historia. Racismo y xenofobia van de la mano y los dos cada vez se hacen más protagonistas en nuestra sociedad
Claro, lo que he venido a decir, y alguien no ha entendido, es que españa es tan racista como todo el mundo. Vete a Marruecos a ver qué opinan mucha de la población de la gente del África negra, sin ir más lejos.