Música
Música para pegar tirones

La película Quinqui Stars huye del mito y explora los recovecos de este fenómeno. El Coleta, histórico rapero de Moratalaz, y las feministas de la IRA participaron en el proyecto. Un año después conversan sobre música y cultura de barrio.

La película Quinqui Stars (2018) no cosechó demasiados halagos entre “la crítica”. Y es que no era “la crítica” el público al que estaba dirigida. Sus creadores exigieron que en ninguno de los cines donde se programase se cobrasen más de cuatro euros de entrada. Antes de empezar la proyección, ni rastro de trencas o camisas de cuadros, tan solo gente joven, chándales, litros y yonquilatas en la sala.

Quinqui Stars es un experimento de difícil clasificación, oscilante entre el documental y la peli cutre de barrio, que dialoga con el género al que apela en el título. Nada superficial, huye del mito y explora los recovecos del fenómeno. La vida del quinqui era una vida de mierda, aburrida y monótona, y esos actores que hicieron de sí mismos vieron en el cine una salida. Con Juan Vicente Córdoba tras la cámara, observamos un viaje tras los restos del cine quinqui.

Un viaje que El Coleta lleva realizando desde hace años a través de su proyecto artístico. Mezclando la rumba pop de Las Grecas con las frases del Pirri, este padrazo de Moratalaz vive de pegarle tirones al rap español.

También aparece la IRA, un monstruo de cuatro cabezas —Medea, Raissa, Elvirus y Satira son sus integrantes— que destila la agresividad del punk y el oi en las letras, a la vez que da voz a la exploración emocional de una generación. Una rabia forjada en aquelarres, asambleas y militancia de brujas de barrio. Son guerreras porque ha tocado serlo, porque el enemigo —el capital y el patriarcado— es el que obliga a luchar.

Con Antonia Prima de Ravera, de El Coño Records, a los mandos de la técnica en Radio Vallekas, nos reunimos a hablar con toda esta gente porque conservan algo que compartían quinquis y pioneros del rap: que son más de barrio que el Yeti del Himalaya.

¿Habéis conseguido vivir de vuestra música?
Medea:
Vivir como tal, no. Estamos sobreviviendo. Ha habido un momento en el que hemos tenido que dejar nuestros trabajos para poder compaginar los conciertos y todo lo demás. Sacamos algo de dinero para poder sobrevivir pero no sacamos tanto para poder decir ‘vivimos bien de esto’.
Coleta: Yo he estado unos años sobreviviendo de ello y ahora más o menos puedo vivir como un mileurista cualquiera. Puedo llevar a los niños al colegio y también ir a buscarles, que es una ventaja.

¿Consideráis lo que hacéis un trabajo como cualquier otro o sentís que habéis hackeado el sistema para vivir de lo que os gusta hacer?
Sátira:
Sí, lo consideramos un trabajo. El trabajo de artista cuesta mucho que sea socialmente considerado como tal, la gente no suele asumir bien que un artista cobre por su curro pero yo sí creo que es un trabajo. Lo que pasa es que, al igual que un profesor, se curra por vocación.
Raissa: Un poco de hackeo sí que hemos hecho, porque hacemos lo que nos gusta y hacemos feminismo. Ahí hemos conseguido convertir un proyecto en el que hemos puesto mucha ilusión y empeño en trabajo.
Coleta: Desde el momento en que empiezas a vivir de ello es trabajo. Tiene una cosa muy buena, que es vivir de lo que te gusta, pero en el momento en que estás comercializándolo lo estás corrompiendo. Cuando tienes que comer de ello te cambia la mentalidad. No es como cuando vives de currar o de hacer trapis y tienes total libertad.

¿Y la gente que os rodea entiende esto? ¿os piden mucho que actuéis gratis?
Elvirus:
Yo creo que este debate se da en el género del rap con gente de entornos más concienciados. Nosotras tenemos nuestras militancias y demás, pero, a veces, por la causa, intentan mezclar que porque tú tengas unos valores tienes que ir a currar de buena voluntad. Y no es así. Nosotras siempre decimos que creamos por amor y trabajamos por dinero, como todo el mundo. Pero la sociedad no nos demanda de más. Al revés. Muchas chavalas nos han dado calor y apoyo desde el principio porque han visto lo que cuesta sacar adelante un proyecto como este desde abajísimo.

¿En qué formatos consumís la música? ¿Estáis de acuerdo con este término?
Raissa
: Sí y no. Depende de la circunstancia. Priorizamos llegar a todos los rincones. No nos enfada que se descargue la música, de hecho lo facilitamos. Si hablamos de consumo es más bien el tiempo que yo invierto cuando voy a dar un bolo, lo quiero cobrar. Pero el producto que sea libre.
Coleta: Yo tristemente escucho mucho en YouTube. Es muy triste pero bueno, que salta solo de canción en canción...

El Coleta
El Coleta durante una jam por la Libertad de Expresión en Madrid en sala Juglar. Álvaro Minguito


Iba un poco por ahí. El sociólogo Jon E. Illescas sacó un libro titulado La dictadura del videoclip, en el que afirma que el formato videoclip ha servido para controlar la industria musical e instalar valores e ideologías que sustentan el poder.
Elvirus:
Sí, eso pasa.
Coleta: En mi caso no es por dictadura del mercado ni hostias, es que me gusta el audiovisual. Cuando tuve la oportunidad de grabar con una cámara que no fuese una cámara de video malísima, pues lo primero que hice fue mis vídeos.
Medea: Sí es verdad que el videoclip hace que tengas mas visitas. Llegas a más peña.
Coleta: La mayoría de las veces por un tema morboso, no artístico. A ver qué cara tiene este gilipollas, a ver si sale enseñando droga…
Elvirus: A lo mejor a los de La Vida Moderna si no se hubiesen puesto cámara no les oía ni su madre.

Evaristo dice que cuando se sube a un escenario, él se queda abajo y sube al “muñeco”, ¿habéis sentido la necesidad de crear ese personaje o sois vosotras mismas?
Elvirus
: Nadie que se suba a un escenario está siendo él. Tú subes a interpretar algo, aunque sea tu propia letra. Como mucha gente, tienes un día de mierda, tienes problemas serios y tienes que irte de gira fin de semana sí y fin de semana también. Todas al final tenemos que disociarnos de nuestras emociones del momento. Nos gusta la música y nos pesa más lo que estamos haciendo. En el rap se ha llevado mucho el rollo de ser real, pero por mucho que digas esa palabra no vas a ser real.
Medea: Pero es que esto pasa en cualquier curro de cara al público. De dependienta o cualquier cosa, no puedes ir con tu cara de tener un problema a atender a la gente. Te tienes que poner la coraza y hacer el personaje del día.
Sátira: Otra cosa es fardar de quien no eres.

En Quinqui Stars vemos al Coleta discutiendo con uno de los dueños de los garitos donde toca, que le debe pasta y no le paga, ¿os encontráis mucho de esto en la industria por haber entrado desde otros lados, desde abajo?
Coleta:
Esa escena está basada en una conversación que yo tuve con un nota que no me había ingresado una movida de unas entradas. Estaba tardando y yo me cagué en todo. Pero no tiene nada que ver con la realidad. A mí nadie me ha explotado. Nunca me han hecho el lío.
Elvirus: A nosotras el lío nos lo hacen como a todas las pivas, no llamándonos para ir a tocar. Pero una vez sí nos lo hicieron con la pasta y a día de hoy seguimos esperando ese dinero… Y además fue en mi puto barrio. Si nos están leyendo, un saludo.
Medea: A veces han tratado de regatearnos el precio por minuto en un bolo.
Coleta: Eso es un ten con ten. También puedes pedir tú de más para que se quede en un punto medio. Pero es que a mí no me contratan para lucrarse, sino porque les mola. A veces me lo piden para no palmar pasta.

La ciudad es donde nace el hip hop, en el que no sé si os inscribiréis, ya que hoy en día los géneros bailan, pero es un género muy pegado a los barrios. Se ha dicho que el hip hop nació siendo la CNN de los negros pobres que no tenían voz. ¿Qué son hoy en día los barrios para vosotros?
Coleta:
Para mí el barrio es como mi pueblo, donde vives, donde te pasan las cosas. Es distinto cuando tienes 16 años a cuando tienes la edad que tengo yo, que soy un padrazo y que voy a la compra y poco más. Cuando dijo Chuck D esa frase había más monopolio de los medios de comunicación. En las letras de grupos como Public Enemy o así podías ver otra imagen de la realidad que no salía en esos medios. Ahora con internet la cosa ha cambiado.
Elvirus: Tenemos conexión con el barrio porque vivimos en ellos. Está romantizado el tema de la pobreza para gente que hace música pero no tiene esas necesidades. Ahora mola un montón ser de barrio. Para nosotras es un orgullo, pero nada que ver con las pintas. Esto lo romantiza el que no vive en ellos.
Raissa: En las ciudades, las diferencias económicas en unas zonas y otras son tan grandes que la identidad de los barrios surge en función de eso. El barrio de Salamanca institucionalmente es un barrio, pero no crea esa identidad. Eso depende de tu clase social y de lo que ha currado tu familia para salir adelante.
Coleta: Es que solo con cruzar la M30 ya se nota hasta la división en la arquitectura.

Una de las preguntas que plantea el documental es si hoy en día siguen existiendo los quinquis.
Elvirus:
Existen de verdad, pero están jodidos de verdad en los centros de acogida, en los centros para drogodependientes o directamente en la calle delinquiendo. No se están marcando un videoclip lógicamente. Cualquiera que haya tenido un tío drogadicto o muertos por eso sabe perfectamente que un quinqui no es la gente que está en la música dándoselas de ello. Obviamente existen porque en el Estado español hay mucha gente viviendo en la calle. Y por supuesto existe la delincuencia y la droga vinculadas a ello.

En vuestros mensajes, la violencia aparece bajo distintas formas, ¿qué objetivo y qué lugar tiene la violencia en la construcción de vuestro mensaje?
Raissa:
Nosotras lo tenemos muy claro. Vivimos violentadas. Vivimos agredidas desde que nacemos, en muchas circunstancias. Para nosotras la violencia es autodefensa. La consideramos legítima porque tenemos que defendernos de la violencia machista, de la violencia institucional, de la violencia capitalista… Hay muchas violencias. No viene de nosotras. Lo nuestro es una respuesta.

Algo que me llama la atención, y que aparece bastante en las canciones de la IRA, es el tema de la gestión de emociones, los demonios internos y los dramas, ¿creéis que como generación estamos abriendo un nuevo camino en estas sensibilidades?
Sátira:
Yo creo que sí. Se han puesto sobre la mesa temas como la ansiedad o la depresión. Trastornos mentales que siempre han estado ocultos, nunca se hablaba de ello. Y creo que somos una generación que estamos sacando eso a la luz para intentar tratarlo y no sentirte sola en esas emociones que te atrapan.

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